La Bruja Satanica. Nacido el 11 de Abril de 1930, Anton LaVey descubrió muchas de sus fórmulas para la Bruja Satánica como una consecuencia afortunada del hecho de ser un joven oservador y bastante impresionable durante uno de los períodos más 'críticos' de Estados Unidos -la Segunda Guerra Mundial. Mientras la mayoría de hombres se hallaban luchando en ultramar, habìa una especie de 'competencia' para cualquier hombre que se hubiera quedado en casa. Las mujeres estaban a la orden de la atención masculina, flirteando constantemente, lejos de los ojos vigilantes de sus esposos y novios. Sus métodos no pasaron desapercibidos para LaVey.
Cuando LaVey huyó de casa a los 16 años para enrolarse en el Circo de Clyde Beatty, se abrió paso desde ser lo que llamamos un 'todero' (o sea, que hacía de todo) y ayudante de jaula hasta convertirse en organista y domador de leones. El futuro Papa Negro había comenzado a aprender los deseos secretos que ocasionaban más erecciones al observar las rollizas muchachas del campo que las bailarinas y 'strippers' de los shows que había en ese tiempo. Sus relaciones con el mundialmente famoso bombón sexual Marilyn Monroe, y después con Jayne Mansfield, quienes entendieron el afrodisíaco poderoso que representaba el permanecer disponible, accesible y vulnerable, y añadió nuevos trucos a su repertorio erótico.
Lo más cerca que estuvo LaVey de un trabajo común y corriente fue después de tomar cursos en Criminología en la Academia de Policía de San Francisco, al aceptar un puesto como fotógrafo de policía para el Departamento de Policía de San Francisco. Pero hasta en ése período de su vida, habiéndose asentado con su primera esposa y criamdo a su hija mayor, Karla, Anton ejercitó sus habilidades tomando fotos profesionales de desnudos, alternándolas con sus instantáneas de suicidios y accidentes de tráfico, y pintando cuadros del estilo de Ivan albright y Charles Addams. La atracción que tenía LaVey por lo extraño y lo supernatural lo persiguió durante su trabajo con la policía. Pasaba bastante tiempo respondiendo llamadas de emergencia que reportaban fantasmas, sonidos extraños, testimonios OVNI, posesiones, y y demás, cosas que nadie más se tomaba la molestia de atender pro considerarlas 'sombrías' o 'raras'. Como uno de los primeros investigadores psíquicos de su país, LaVey se dio cuenta que tenía una clientela entusiasta (para el deleite de la prensa) que lo contrataba como 'cazafantasmas' e hipnotista. Al mismo tiempo, reunía a su alrededor sujetos con intereses igual de 'siniestros' e inusuales, a los que llamaba su 'Círculo Mágico'.
A finales de los años 50's, cuando se trasladó a la famosa 'Casa Negra' cerca de la bahía de San Francisco, LaVey decidió aumentar sus famosas conferencias de Viernes en la noche, (que trataban temas ocultistas) con lo que denominó "Talleres para Brujas". Ya era hora de comunicar sus fórmulas a mujeres que quisieran utilizarlas para su propio beneficio, la 'Bruja Satánica' es un 'manual' que contiene todos esos pequeños trucos femeninos que LaVey comenzó a enseñar mucho antes de que fundara la Church of Satan en 1966.
LaVey siguió defendiendo la verdadera liberación para mujeres valientes que se quisieran 'arriesgar' a ser blanco de burlas y ataques por parte de sus 'hermanas'. La 'Bruja Satánica' es un texto excelente como introducción para la filosofía Satánica de LaVey --un sistema de pensamiento basado en el auto-interés racional, indulgencia de los sentidos y la utilización constructiva de la alienación. A pesar de ser más cerrada y misantrópica que en sus primeros años, la organización de LaVey se ha convertido en un lugar de convergencia internacional para toda una nueva generación de iconoclastas.
La Bruja Satánica consiste en una mezca de la visión 'LaVey-ana' de medios misantrópicamnete manipulativos, con un deleitarse en la estimulación que se puede conseguir por medio de la magia, la música y el sexo. Satán -como una metáfora literaria para designar al rebelde orgulloso, el anti-héroe alienado que se regocija en su naturaleza e instintos bestiales/carnales, a la vez que conserva siempre su apariencia de caballero -parece ser un modelo real en esta era 'apocalíptica'. Como un reflejo tridimensional del villano, Anton LaVey es un hombre bastante extraño, y hasta temible. Bastante orientado a sí mismo, quienes tiene oportunidad de tratarlo por primera vez, quedan desarmados por su genio agudo, su talento, y sus modales intimidantes. Los que tuvieron la oportunidad de frecuentarlo, y estar más próximos a él, pudieron apreciar, sin duda alguna un aspecto más brutal de LaVey. Hablaba con tal fervor que uno no necesitaba cuestionar su sinceridad.
Uno de los objetivos planteados por LaVey para su organización, aparte de buscar imponer impuestos a cualquier clase de religión, y el defender la producción de compañeros humanos artificiales, es el de demoler el estado andrógino en el que vivimos --volver a la época en la que os hombres lucían como hombres y las mujeres como mujeres. La 'Bruja Satánica' explica de manera vívida cómo conseguir tl objetivo. Como lo demuestra una leída del libro, LaVey respeta a las mujeres que son conscientes de su condición de mujeres, considerándolas como sus aliados más poderosos en su lucha por un mundo más elitista, disciplinado y más 'Satánico'.
Según LaVey, la combinación Fantasía + Androides se ha vuelto mucho más importante en nuestra escena sexual. Debido al espectro del SIDA, las personas se han vuelto más reservadas en cuanto a sus relaciones sexuales, volviendo al campo más seguro del voyeurismo y el flirteo. Las mujeres están volviendo a aprender las artes del flirteo y del exhibicionismo insinuante. Debemos revivir el glamour y el auge sexual de otros tiempos, por mucho que las feministas protesten sobre mujeres que exploten o no sus cuerpos. Las mujeres pueden explotar sus diferencias para ganar más poder. Pero para hacer esto deben ser mujeres bastante evolucionadas, es decir, no es para todas. La mayoría de las mujeres seguirán siendo borregos y comprarán lo que se les diga, seguirán siendo seres emocional y económicamente programados. Las mujeres avanzadas pueden elegir su estilo de vida, en lugar de permitir que alguien más se lo imponga. Pueden ser más entusiastas, y participar más activamente en toda clase de ejercicios, o hasta rituales, para terminar de demoler el lavado de cerebro que ha hecho el feminismo en las jóvenes de hoy. Por ejemplo, aquellas que están más orientadas a las dulzuras sadomasoquistas y a los juegos de disciplina están a la búsqueda de más actividades por el estilo en sus vidas privadas. Pero no está de más recalcar que deben ser lo suficientemente conscientes de sí mismas para meterse con ello. Si estás por lo menos un palmo por encima del rebaño, guardarás cierta reserva y temor como para envolverte en actividades degradantes, pero las mujeres 'avanzadas' buscarán algo más de fantasía, formalidad, metáfora, imaginación y magia en sus relaciones.
(Blanche Barton es la autora de la biografía definitiva de "Anton LaVey: La Vida Secreta de un Satanista", publicada en 1990 por Feral House. Actualmente es la Suma Sacerdotisa de la Church of Satan)
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