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<table border="1" width="100%" bgcolor="#800000">
  <tr>
    <td>
      <p align="center"><font size="2" color="#999966"><b>Notas críticas</b></font></td>
    <td width="588">
      <p align="center"><b><font size="6" color="#CCCC00" face="Monotype Corsiva">Bernardo
      Rafael Alvarez</font></b></p>
    </td>
  </tr>
</table>
<table border="1" width="100%">
  <tr>
    <td width="32%" bgcolor="#008000">
      <p align="center"><a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/biograf"><img border="0" src="Poes_1.gif" width="144" height="36"></a></p>
      <p align="center"><a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/libros"><img border="0" src="Poes_2.gif" width="145" height="37"></a></p>
      <p align="center"><a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/galer"><img border="0" src="Poes_3.gif" width="145" height="37"></a></p>
      <p align="center"><a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/crit"><img border="0" src="Poes_4.gif" width="143" height="45"></a></p>
      <p align="center"><a href="http://mailto:cactusbneral@hotmail.com"><img border="0" src="Poes_5.gif" width="145" height="37"></a></p>
      <p align="center"><a href="http://www.galiciacity.net/guestbooks/view.cgi?cactus"><img border="0" src="Poes_7.gif" width="145" height="37"></a>
      <p align="center"><a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/beral"><font color="#CCCC00"><b>Inicio</b></font></a>
      <p align="center"><font color="#FFFFCC"><font size="2">Eres el Visitante:</font><table border=0 width=1 height=1 cellpadding=0 cellspacing=0><tr><td>
            <p align="center"><a href="http://www.campusanuncios.com/Ofertahabitacion-Madrid-5-3.html"><img src="http://contadores.pagerank-tracking.com/ztau2.php?ida=-486838559" border="0" alt="Casas Rurales"></a></p>
          </td><td>
            <p align="center"><a href="http://viajes.vivito.net"><img src="http://contadores.pagerank-tracking.com/tau2.php?ida=-486838559" border="0" alt="Viajes"></a></p>
          </td><td>
            <p align="center"><a href="http://actividades.vivito.net"><img src="http://contadores.pagerank-tracking.com/hun2.php?ida=-486838559" border="0" alt="Actividades"></a></p>
          </td><td>
            <p align="center"><a href="http://www.olerentals.com"><img src="http://contadores.pagerank-tracking.com/zen2.php?ida=-486838559" border="0" alt="Alquiler Vacacional"></a></p>
          </td><td>
            <p align="center"><a href="http://musica.vivito.net"><img src="http://contadores.pagerank-tracking.com/ein2.php?ida=-486838559" border="0" alt="Musica"></a></p>
          </td></tr></table></font></td>
    <td width="68%" bgcolor="#FFCC00">
      <table border="1" width="100%">
        <tr>
          <td width="34%">
            <p align="left"><b><font size="2">Los cuervos de Alvarez</font></b></p>
            <p align="left"><font size="2">Después de 24 años de silencio, el
            poeta pallasquino de las canteras de Hora Zero, Bernardo Rafael
            Alvarez, vuelve a la tribuna poética. Sin pérdida de tiempo, esta
            noche presenta su reciente libro Dispersión de cuervos, un conjunto
            de veintidós poemas.</font></p>
            <p align="left"><font size="2">................................................................................................................................................................................</font></p>
            <p align="left"><font size="2">Bernardo Rafael Alvarez&nbsp; publicó
            anteriormente el poemario Aproximaciones &amp; conversaciones, así
            como en revistas literarias de los años 70. Su poesía, en muchos
            casos agresiva y descarnada, contiene mucho de la violencia
            cotidiana. No es la voz calmada de un poeta de universos celestes,
            sino, digámoslo así, una especie de graznido humano y salvaje, por
            eso muchas veces desordenado, que busca retratarnos por dentro y por
            fuera.&nbsp;</font></p>
            <p align="right"><font size="2">Diario <b>La República</b> (Página
            Cultural), Lima, 26 de mayo de 1999.&nbsp;</font></p>
            <hr>
            <p align="left"><b><u><font size="2">El crimen lírico de Bernardo
            Álvarez</font></u></b></p>
            <p align="left"><b><font size="2">Tulio Mora</font></b></p>
            <p align="left"><font size="2">Miembro del Movimiento Hora Zero,
            Bernardo Álvarez (Pallasca, 1954), publicó hace 25 años,
            &quot;Aproximaciones &amp; conversaciones&quot;, dominado aún por
            el discurso urbano con una prédica ideológica ahora extraviada.
            Con &quot;Dispersión de cuervos&quot;, su segundo libro, alude,
            desde el cuadro de Van Gogh donde negras parvadas presagiosas
            revuelan en un campo de trigo, a una época en que la violencia
            externa se traduce en una escritura del cuerpo. Cuervos, trigales:
            el escenario rural en el que Álvarez transcribe con un gran sentido
            renovado.</font></p>
            <p align="left"><font size="2">El el primer poema del impresionante
            libro de Bernardo Álvarez, &quot;Dispersión de cuervos&quot;
            (Hipocampo Editores, 60pp, con ilustraciones de Carlos Ostolaza), K
            (Kafka), nos encontramos con Prometeo picoteado por un buitre, no en
            el hígado sino en los pies. El robador de la luz divina es al mismo
            tiempo el dios egipcio de la sombra, Jus, o tal vez, Juan Hus, y
            Kafka en el tránsito de convertir a Gregorio Samsa en escarabajo.
            En el escenario urbano, del que brotan &quot;apio y aceite&quot;,
            Prometeo descubre que &quot;el viento no se apiadará de mí:
            caparazón, insecto gigante&quot;.&nbsp;&nbsp;</font></p>
            <p align="left"><font size="2">El mundo se ha convertido en
            excremento que rueda a voluntad del escarabajo kafkiano, donde
            &quot;nada acontece&quot;. Prometeo, luego Jus, luego escarabajo,
            luego pirámide, luego Gregorio Samsa, se transforma en Hamlet en su
            célebre franz: &quot;corpses are set to banquet&quot;: &quot;los
            cadáveres se preparan para el banquete&quot;&quot;. La ciudad tiene
            &quot;un cielo de hojalata&quot;, es un &quot;espejo turbio&quot; en
            el que resuenan el viento y las ranas &quot;y el agua se entrevera
            en las totoras&quot;. Allí resuena también Raymond Roussell:
            &quot;Yo escucho los llamados de un mundo que se niega&quot;. &quot;¿Quién
            se atreve a amar la carroña que nos envuelve?&quot;, se pregunta
            Hamlet, pero quien responde al final del poema es Prometeo: &quot;¡Franz,
            Franz, no hace falta: el buitre/ se ha suicidado en mi
            garganta!&quot;.</font></p>
            <p align="left"><font size="2">Desde el primer poema Alvarez nos
            instala pues en un mundo deconstruido, múltiple, omnivoraz. Su
            constante referencia al exterior nos hace suponer que el sufridor de
            los rigores históricos tiene una relación implícita con ella,
            pero el mundo no se ha invertido simétricamente, como en el
            Pachakuti andino, sino que se ha promiscuido, es una evacuación (un
            excremento) de representaciones del mismo nivel; seres humanos,
            insectos, escenarios se han convertido en uno solo mostrando en esa
            unidad los fragmentos espantosos de su origen inicial. La historia
            trágica de Occidente -desde Prometeo a Kafka- se sufre en un pueblo
            del Perú.</font></p>
            <p align="left"><font size="2">A partir de esta aproximación a un
            libro esquivo, inasible, podemos intentar capturar parte de lo que
            ha pretendido Álvarez: la puesta en escena de un cuerpo sometido a
            las pulsiones sociohistóricas. Esta poética del cuerpo (del bajo
            cuerpo, de sus &quot;vilezas&quot;) tiene como referentes claves a
            Antonin Artaud y a César Vallejo: la reducción&nbsp; del mundo al
            universo de una personal fisiología que colisiona abiertamente con
            la estética noble dominante: la que instaura el sentido de la
            belleza corporal y moral (la inteligencia y el corazón); a su vez
            es el discurso individual (microdiscurso) que se opone al discurso
            del poder (el macrodiscurso), en el que la historia no pasa&nbsp;
            por la memoria individual, sino por la representación histórica de
            lo colectivo que encarna precisamente el poder: &quot;encontré que
            la ulceración luética alienta la/ caridad y la náusea en el cáliz
            ortigoso del poder&quot; (Gaggraina).</font></p>
            <p align="left"><font size="2">Mocos, escupitajos, semen: el yo que
            se manifiesta a través de una escritura violentada. No hay más poética
            que la evacuación porque, como la ciudad, la pudrición es todo el
            arte que podemos expresar. Con un futuro &quot;garabateado y sin
            eje&quot; (&quot;Desayuno en el parque&quot;), Noé construye un
            arca de estera y palos en un pueblo joven, donde conviven perros,
            ratas, cucarachas y pulgas con coliformes fecales. El ocho echado
            del infinito, nuestra voluntad de trascendencia, son hojas sin razón
            de ser.</font></p>
            <p align="left"><font size="2">Esta crispación y humor macabro de
            Álvarez -en ningún momento renuncia a ordenar sus referentes
            textuales- es una &quot;máquina salvaje&quot;, según la definición
            de Félix Guattari y Gilles Deleuze, que&nbsp; funda su estética en
            la hediondez. El poeta: segregador de una palabra (&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;
            que es simultáneamente vida y pecado) &quot;omnívora alimentándose
            como caníbal&quot;.</font></p>
            <p align="left"><font size="2">Parafraseando a Barthes agregaremos
            que las referencias de esta poética se hallan al nivel de una
            biología que sólo puede transmitir balbuceos, fracturas semánticas,
            neologismos y fragmentaciones de la unidad como respuesta a su
            entorno. Álvarez lo ha logrado plenamente en &quot;Dispersión de
            cuervos&quot;, dejándonos un descarnado ejemplo de la poética
            horazeriana y uno de los mejores libros de este año.&nbsp;&nbsp;</font></p>
            <p align="right"><font size="2">Diario <b>CAMBIO</b>, Lima 30 de
            Mayo de 1999</font></p>
            <p align="left"><font size="2">&nbsp;</font></p>
            <hr>
            <h1 align="left" style="line-height: 100%"><u><font size="2">APELANDO
            A LA DESRREALIZACION</font></u></h1>
            <h1 align="left" style="line-height: 100%"><font size="2"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt">Willy
            Gómez Migliaro</span><o:p>
            </o:p>
            </font></h1>
            <p class="MsoNormal"><b><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt"><font size="2">&nbsp;<o:p>
            </o:p>
            </font></span></b></p>
            <p class="MsoNormal" style="line-height: 100%; margin-left: 205.7pt"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt"><font size="2">Es
            difícil sacar noticias de<span style="mso-spacerun: yes">&nbsp; </span>un
            poema<o:p>
            </o:p>
            </font></span></p>
            <p class="MsoBodyTextIndent" style="text-indent: 0cm; line-height: 100%; margin-left: 205.7pt"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt"><font size="2">Pero
            los hombres todos los días mueren miserablemente<o:p>
            </o:p>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="line-height: 100%; margin-left: 205.7pt"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt"><font size="2">Por
            no tener aquello que tienen los poemas<o:p>
            </o:p>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" align="right" style="margin-left:205.7pt;text-align:right"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt"><font size="2">WILLIAM
            CARLOS WILLIAMS</font></span></p>
            <p class="MsoNormal"><font size="2">&nbsp;<o:p>
            </o:p>
            </font></p>
            <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><font size="2">Bernardo
            Álvarez es un poeta que ha engendrado oscuro las imágenes de su
            obra.</font></p>
            <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><font size="2">Como
            poeta es una empresa del sueño y ya no querrá, y ya no deseará
            –como alguna vez me lo dijo- verificar su producción, su hechizo
            fresco y sórdido de la imaginación, sino que elevará la voz de
            este Canto, por esta experiencia o percepción, que desde su
            inexorable desierto, nos dice que el cambio existe. Su sensibilidad,
            fuera de su vida interior nos muestra un sentimiento cruel y real. Y
            ahí está el silencioso K que no domina los problemas, sino que
            deja que estos sean animales que se suicidan en su garganta; ahí
            está Gaggraina en la intemperie, el Desayuno en el Jardín y los
            desastres de una noche pasada en irónico desvarío en la Musa
            teatral.</font></p>
            <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><font size="2">La
            esencia de <b>Dispersión de cuervos</b> nos lleva a la expansión
            del drama de un país que es el nuestro, viejo, hipocondríaco y
            oscuro.</font></p>
            <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><font size="2">El
            poeta, el mundo y su ausencia es un Canto que culmina en hermosa
            forma. Solo se está unido al mundo exterior por la pasión, y
            Bernardo lo sabe no porque la vida y la muerte sea su respuesta. El
            demonio, cuando reconoce a su hermano es voluntad y creación, y esa
            indomable criatura, entonces, intransigente, ácrata, obstinada sabe
            que debe destruir y ser destruida para renacer.</font></p>
            <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><font size="2">Nadie
            se escapa para pretender estar al margen. La esencia de Bernardo es
            el asombro de un hombre que idealiza su país. El resplandor de las
            calles rinde testimonio ahora a su elegido, adicto entre dos tierras
            donde es viva pasión.</font></p>
            <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><font size="2">A la
            par de lo real, lo in-forme interesa siempre a Bernardo. No en vano
            ha leído los Cantos de Maldoror, a los poetas del sonambulismo, del
            hipnotismo, de la sugestión, del magnetismo animal. No en vano huyó
            con su mujer para descubrir el secreto cosmos de Canto Grande. No,
            lo vulgar no le repugna, no le asusta, es demasiado duro para tan
            poca cosa. Es la exaltación de su mundo interior<span style="mso-spacerun:
yes">&nbsp; </span>lo que lo ha convertido en ardiente sombra, en fabulosa luz.</font></p>
            <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><font size="2">Bernardo
            Álvarez ha escrito nuestras heridas, y no por nosotros; ya que,
            como dice el cínico Ciorán, “El amor por los demás es una
            enfermedad tonificante y, al mismo tiempo, extraña, porque no se
            apoya en ningún elemento de la realidad”. Y es degradante en mi
            opinión, y cuánto lo sabe Bernardo cuando el hombre no escribe
            sino su soledad.</font></p>
            <p class="MsoNormal" align="right" style="text-align:right"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt"><font size="2">San
            Martín de Porres<o:p>
            </o:p>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" align="right" style="text-align:right"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt"><font size="2">Invierno
            del ‘99</font></span><span style="font-size:
11.0pt;mso-bidi-font-size:12.0pt"><o:p>
            </o:p>
            </span></p>
            <p align="left">&nbsp;</p>
            <hr>
            <p align="left">&nbsp;</p>
            <p><font size="2"><b><u>Yo escucho los nombres de un mundo negado: Bernardo
            Alvarez en dispersión de cuervos</u></b></font></p>
            <p align="left"><b><font size="2">Rosina Valcárcel</font></b></p>
            <p><font size="2">26 de mayo. Instituto Raúl Porras Barrenechea de
            la UNMSM: Bernardo Alvarez (Pallasca, 1954), chibolito en 5º de
            primaria el 66, traza su 1er. texto-loa a Andrés Gabancho, héroe
            popular que lucha en la Guerra del Pacífico: <i>el desahueve de
            Gabancho a los chilenos</i>. Pero, es a partir del 69, al cursar
            3ero. de media cuando crea. Los escritores que lo marcan son César
            Vallejo, Franz Kafka, Antonin Artaud, Eugenio Ionesco, Samuel
            Beckett...Hace 25 años publica Aproximaciones y conversaciones. El
            95 entre los sueños, el arte, la anarquía y el Queirolo conozco a
            Bernardo, amigo de J. Ramírez Ruiz, R- Santibáñez, C. Jallo, W. Gómez
            y Zorba. Ahí en la revista Killka Blues leo el poema
            &quot;Maala&quot;. Descubro que ama el huayno ancashino y ayacuchano
            y &quot;Yestaerday&quot;. No se alejan&nbsp; de su corazón ni de su
            memoria los files El Dr. Zhivago, Gritos y susurros y La lista de
            Schindler, acaso por su romanticismo auscultación del dolor y
            denuncia contra el fascismo. Para Alvarez: &quot;el mundo es bello,
            pero no es gracioso. Y el panorama artístico actual es extenso pero
            no intenso; complaciente pero inocente&quot;. Su segundo libro,
            Dispersión de cuervos, con&nbsp; bella portada e ilustraciones de
            Carlos Ostolaza, se inicia con el texto &quot;K&quot;, una suerte de
            síntesis de deidades y personajes trágicos de la cultura
            occidental, insinuando matices alegóricos (y algo épicos),
            condensando un estilo fustigante, sarcástico y contundente. Alvarez
            nos presenta al español Juan Ruiz y usa, a toda luz, símbolos de
            la metamorfosis de Kafka y de Los cuervos de Van Gogh, llevado al
            cine por el gran Kurosawa. El tercer poema &quot;Un caballo
            cae&quot; -dedicado a Ostolaza- está construido con alusiones y
            contrastes de colores como la visita de Chagall, la de animales míticos
            y la de la pestilencia de la urbe; no obstante el poeta visionario
            insta proseguir. En &quot;Muelle de pescadores&quot; se percibe un cálido
            tejido de evocaciones, donde el amor -en las figuras de la paloma y
            el león- se eleva, descollando ante un grupo de trabajadores y un
            paisaje putrefacto, mas, a pesar de todo, humanamente hermoso. En la
            obra hay rupturas semánticas, historias-retratos-autorretratos
            urbanos algo tragicómicos, a veces inspirados en desencuentros
            generados no tanto por la migración sino por las múltiples&nbsp;
            idiosincrasias, aspiraciones, frustraciones y conflictos propios de
            una sociedad desigual. Al inicio Bernardo se halla cerca al grupo
            Hora Zero, empero -como confiesa el mismo autor- Dispersión de
            cuervos está algo distante de la propuesta horazseriana. El empleo&nbsp;
            de una violencia escritural, de un sentimiento del absurdo y de un
            humor negro casi macabro-maldito, como respuesta a la sociedad
            capitalista-alienada, nos remite al lenguaje surrealista del francés
            Antonin Artaud y al del experimental peruano Pablo Guevara. Por la
            tensión dramática e irónica de esta asombrosa poesía, confiamos
            en los logros que -desde nuestra patria- Alvarez seguirá aportando
            para que pueda voltearse un poco este mundo al revés.&nbsp;</font></p>
            <p align="right"><font size="2">Diario <b>La República</b>, 5 de
            Junio de 1999</font></p>
            <hr>
            <p><b><font size="2"><u>A solas con Marco Aurelio</u></font></b></p>
            <p class="MsoBodyText"><span lang="ES-TRAD"><font size="2">“Se ha
            publicado el<span style="mso-spacerun: yes">&nbsp; </span>poemario
            de Bernardo Rafael Álvarez, titulado “Dispersión de cuervos”.
            “Dispersión de cuervos”, de Bernardo Rafael Álvarez.</font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">Comentando
            este poemario, Tulio Mora escribe lo siguiente: “Complicadas
            fracturas semánticas, neologismos y fragmentaciones de la unidad
            que le dan a su discurso una voluntad experimental y vanguardista,
            la última vanguardia del siglo. Libro de escabroso cantar y de las
            evacuaciones del cuerpo que sin embargo confía en derrotar las
            miserias del tiempo: “Sin duda –dice el propio autor, esto es,
            el poeta Álvarez- los poetas se mueren de hambre / pero los poetas
            viven / incluso más allá de sus pasos.”<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">Si
            tuviese que caracterizar este poemario de Álvarez, entonces diría
            que es poesía viral y arrebatada. Esto último es fácilmente
            comprensible: digo arrebatada porque es poesía impetuosa,
            inconsiderada y violenta. Lo otro, lo de viral, sí necesita
            explicación.<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">Por
            qué digo viral. Fíjense, en Latín la palabra virus, que los
            latinos pronunciaban “uirus”, tenía cuatro significados. En
            realidad tenía cinco significados. Pero en esta ocasión el quinto
            significado no nos concierne, porque esa acepción era la de filtro,
            droga, poción; eso también significaba virus en Latín. Pero
            dejemos de lado esa acepción y circunscribámonos a las otras
            cuatro. En primer lugar, virus significaba<span style="mso-spacerun: yes">&nbsp;
            </span>humor o jugo natural, generalmente espeso y viscoso, por
            ejemplo la baba del caracol, el semen de los animales, el humor
            espeso y pegajoso que segregan las membranas mucosas, especialmente
            el humor que fluye por los orificios nasales. En segundo lugar,
            virus significaba pestilencia o hediondez, fetidez, olor ofensivo,
            por ejemplo el aliento leonino, del cual dice Plinio, y con razón,
            que era <b>uirus graue, animae leonis</b>, virus grave; el aliento
            del león es pestífero, es fétido. Eso decía Plinio y con mucha
            razón, repito, dela liento leonino: que era <b>uirus graue. </b>La
            tercera acepción de virus era veneno, ponzoña, tósigo. Entiendo
            que de esta acepción se deriva la primera acepción que tiene la
            palabra virus en nuestro idioma, a saber: podre, humor maligno,
            podre o podredumbre, o sea putrefacción; también pus, porque esa
            es la segunda acepción de podre.<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">Vallejo
            en toda su obra poética usa una sola vez la palabra virus y, por
            cierto, no la usa para denotar el agente patógeno, ultramicroscópico
            y filtrable que ocasiona tantísimas enfermedades y todas ellas muy
            graves, como la poliomielitis, el SIDA y tantas otras. Vallejo usa
            la palabra virus en este sentido, que es el primer sentido<b><span style="mso-spacerun: yes">&nbsp;
            </span></b>que registra el diccionario: en el sentido de podre, de
            humor maligno. Ese uso consta en el poema “Ascuas” de César
            Vallejo, que forma parte de “Los heraldos...”<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">Bueno.
            Esto de podre, podredumbre, putrefacción, pus, todo esto es
            venenoso, si por veneno entendemos –<b>lato sensu, no strictu
            sensu</b>- todo aquello que sea nocivo a la salud. Por ejemplo la
            putrefacción o el humor maligno que llamamos pus. Dicho sea de
            paso, o dicho interparentéticamente, entre nosotros todos decimos
            la pus y no, como quiere la Academia, el pus. Sería conveniente que
            más adelante la docta corporación matritense reconozca el carácter
            ambiguo de este sustantivo, es decir, reconozca que se puede usar
            como masculino o como femenino, así como ocurre con calor o con
            mar; es lo mismo decir el mar o la mar; es lo mismo, ¿no?. También
            debería ser lícito que digamos o que podamos decir la pus y el
            pus. Pero, repito, aquí entre nosotros todo el mundo dice la pus.
            El mismo Álvarez, que usa varias veces esta palabra, dice la y no
            el, porque ese es el uso entre nosotros. Nadie dice el pus. Y,
            bueno, virus finalmente significaba sabor malo o desagradable,
            amargor, sabor acre.<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">Como
            ustedes comprenderán fácilmente, ninguna de estas cuatro
            acepciones es halagüeña; todas son desagradables, contrarias y
            negativas. Lo viral era para los latinos lo baboso, lo apestoso, lo
            venenoso y lo maloliente. Resumiendo: lo baboso, lo apestoso y lo de
            mal sabor. Todo que, por cierto, desplaza, disgusta y desazona. En
            una palabra: asquea.<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">Ahora,
            ¿es dable componer versos acerca de lo asqueante? Yo me pregunto:
            ¿son realidades poetizables lo excretorio, lo evacuatorio y lo
            viral? Creo que no lo son. Pero será mejor que cada cual juzgue por
            sí propio. En materia poética nadie es depositario de la verdad y
            yo menos.<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">..................................................................................................................................................<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD"><font size="2">A
            mi juicio, Bernardo Rafael Álvarez tiene inspiración fogosa y
            arrebatada, tiene furor y entusiasmo. Es buen poeta.”<O:P>
            </O:P>
            </font></span></p>
            <p align="right"><font size="2"><b>Cable Mágico Cultural</b>, 15 de
            Junio de 1999</font></p>
            <hr>
            <p><u><b><font size="2">Dispersión de cuervos: la poética del
            desenfado</font></b></u></p>
            <p><b><font size="2">David Abanto</font></b></p>
            <p><font size="2">Lo inquietante de este poemario es el extraño
            equilibrio entre libertad expresiva que encontramos en cada uno de
            los textos y la concentración del poeta. La tensa unión de ambos
            aspectos, gracias al desenfadado estilo, logrado por una persistente
            y rigurosa lucha con el idioma <i>dispersa</i> en todas direcciones
            versos de gran intensidad y todo calibre. Imágenes que nos
            recuerdan que no basta el verbo encarnado para reconocer nuestros límites,
            aparecen a diestra y siniestra para espetarnos algo. A través de
            emociones, sensaciones, descripciones de caminos rugosos,
            afirmaciones y negaciones, insinuaciones adheridas al rumor de las
            palabras que se nutren de una libérrima apropiación del discurso
            de la Biblia al de F. Nietzsche, de la tradición inaugurada por los
            poemas épicos a los poemas vanguardistas; explorando y explotando
            una potencialidad conducente a la necesidad de brincar al laberinto
            y la confusión del orden existente, para vivir y morir como
            testimonio fugaz, despiadado y fragmentado de un tiempo análogo.</font></p>
            <p><font size="2">Buceando en una cotidianidad vivida intensamente
            en la que el paso del tiempo, el quiebre de emociones y la ruptura
            de convenciones, son anotados por Bernardo Rafael Alvarez con una
            mirada de impudicia e irreverencia rigurosa por momentos, con un áspero
            ritual cuya insolencia frente a lo ordinario alcanza un hondo sentir
            de experiencia que se disgrega de modo discontinuo y casi esquizofrénico.</font></p>
            <p><font size="2">Esto nos conduce a señalar, a nuestro juicio, un
            riesgo potencial muy propio de nuestro tiempo, plagado de caóticas
            y torrentosas sensaciones: privilegiar la continuidad y el fluir de
            las imágenes y palabras engarzadas de modo contingente a la
            inteligibilidad del discurso poético. Riesgo, en tanto se presenta
            la sensación de falta de unidad y coherencia (quizá no buscado).
            Potencial, en tanto la vitalidad de la imaginación fulgurante y el
            aliento esencial del poeta, nos convoca a llevar, en nuestra lectura
            compulsiva, la vertiginosa calma en pos de la belleza misteriosa del
            interior de nuestra individualizada, mercantilizada, industrializada
            y globalizada civilización.</font></p>
            <p><font size="2">A partir de los espacios presentados, incluso más
            allá de las palabras que los nombran, Bernardo Rafael Alvarez ha
            logrado aproximarnos en una estupenda tentativa a zonas periféricas
            y marginales de nuestra escena contemporánea, sin caer en discursos
            tendenciosos, abigarrados de retratos y cuadros consensuados como
            estereotipo de posmodernidad.</font></p>
            <p><font size="2">En suma, un poemario seductor de por sí,
            incitante, caótico, violento que nos muestra a un creador cuyo
            oficio nos brinda instantes continuos&nbsp; y desbordantes de
            impetuosa poesía. Y afirma, a pesar de sus asperezas onanistas.</font></p>
            <p align="right"><font size="2">(Revista <b>Hipocampo de oro</b>, Nº
            2, Lima, 1999)</font></p>
            <p align="center">&nbsp;</td>
        </tr>
      </table>
    </td>
  </tr>
</table>
<table border="1" width="100%" bgcolor="#CCFFFF">
  <tr>
    <td width="25%">
      <p align="center"><font size="2"><font color="#ff3300"><b>Hora Zero</b></font>:<b><font color="#ffffcc">
      <a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/HoraZero1">Palabras
      Urgentes</a></font></b></font></td>
    <td width="25%">
      <p align="center"><b><font size="2"><font color="#ff3300">Hora Zero:</font><font color="#ffffcc">
      </font><a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/HoraZero"><font color="#0000FF">Poesía
      Integral</font></a></font></b></td>
    <td width="25%">
      <p align="center"><font size="2"><b><font color="#FF9900">Infrarrealismo: </font><font color="#0000FF"><a href="http://mariosantiago.infrarrealismo.com/voz1.mp3">Mario
      Santiago</a></font></b><font color="#0000FF"> <a href="http://mariosantiago.infrarrealismo.com/voz1.mp3"><b>Papasquiaro
      </b></a></font></font></td>
    <td width="25%">
      <p align="center"><b><a href="http://www.angelfire.com/al4/alvarezbr/bitex"><font color="#0000FF" size="2">Bitácora
      Extraviada</font></a></b></td>
  </tr>
</table>
<table border="1" width="100%">
  <tr>
    <td width="33%">&nbsp;</td>
    <td width="33%">
      <p align="center"><font size="1" color="#FF9900"><b>© Cactus/ Cultura contra
      el desierto. 2001</b></font></td>
    <td width="34%">
      <p align="center"><embed src="http://www.creatupropiaweb.com/Midi/lenonimagine.mid" width="22" height="7" type="audio/mid" fullscreen="yes" hidden></td>
  </tr>
</table>
</body>

</html>
<!--EndFreetext-->
<p>

</body>
</html>