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RESUMEN
Se presenta
una metodología simple pero eficaz para evaluar alternativas de
estructuración ergonómica de sistemas hombre(s)-máquina(s)
(SHM), cualesquiera fuesen sus misiones y funciones y su grado de complejidad.
INTRODUCCIÓN
Entre las tantas y tan diversas definiciones de la ergonomía, nosotros preferimos adoptar la siguiente: "La ergonomía es una tecnología, desarrollada multidisciplinariamente a partir de investigaciones científicas, utilizable para la optimización integral de los sistemas hombre(s)-máquina(s)".
La metodología de la ergonomía varía sensiblemente según sea el campo en que ésta se aplique; sin embargo, existe una sucesión de etapas que es común a la mayoría de las actividades ergonómicas, entendidas en su carácter utilitario que les es inherente. Este esquema metodológico común de la ergonomía incluye entre sus etapas principales a las siguientes:
* La elección del SHM a ser optimizado.
* El diagnóstico sobre el mismo.
* El diseño de soluciones alternativas sobre ese SHM.
* La experimentación de esas soluciones.
* La elección de una de ellas para ser adoptada como la más conveniente.
* La implementación
y seguimiento de la alternativa elegida.
En cuanto
a las primeras dos etapas, el tema, si bien no agotado, está ya
suficientemente desarrollado bibliográfica y prácticamente.
Permítasenos decir algunas palabras acerca del diseño: en
todos los casos debe siempre recurrirse a las técnicas de creatividad,
tanto individuales como grupales. El uso adecuado de estas metodologías
(las que, generalmente, postergan siempre la evaluación de las alternativas
desarrolladas para una etapa siguiente a fin de no limitar el espectro
de soluciones posibles) permite plantear con total libertad las ideas concernientes
al diseño y funcionamiento del sistema en estudio y evitar así
la peor de las trabas a la creatividad de los ergónomos: su propia
autolimitación.
Cuando las alternativas han superado la etapa de experimentación (y de modificación de las mismas, si hubiera resultado necesario), así como simultáneamente la de medición de sus índices de desempeño, llegará el momento de decidir cuál de ellas es la más conveniente para ser implementada. Esta es la etapa de la evaluación y elección de las alternativas, etapa que constituye el motivo de este trabajo.
Elegir es crucial por definición, si por crucial entendemos encontrarse en una encrucijada de posibles caminos, en la que hay que decidir por cuál continuar; y la elección de la alternativa a adoptar para la estructuración definitiva del SHM tiene justamente esas características. A partir de esa decisión comenzarán las etapas del informe final, de la aprobación por los niveles superiores y de implementación fáctica de la alternativa elegida; etapas que constituyen un avance sin retorno o con un retorno habitualmente costoso. Esta situación de irreversibilidad o de reversibilidad onerosa hace que la etapa de la elección deba ser cuidadosamente realizada y sólidamente fundamentada. Es importante, entonces, pasar revista rápidamente a los factores de decisión que intervienen en esa elección. Ya, cuando adelantamos una definición de ergonomía, dijimos: "... optimización integral de los SHM". Y la expresión integral no fue mera retórica. La optimización es (y debe ser) integral porque se efectúa de acuerdo a varios criterios, los que provienen de los múltiples aspectos inherentes a todo SHM, y que se deberán usar siempre en las evaluaciones ergonómicas.
Creemos que los principales objetivos de la ergonomía son: el de la participación creativa, decisional, psicosocial y económica de los hombres integrantes del SHM; el de la producción de ese SHM (en cantidad, plazos, costos y calidad, es decir: en eficacia y eficiencia) y el de protección de los operarios, así como también del SHM total y de su entorno. Y esos objetivos se transforman directamente en criterios parciales de optimidad con los que se juzgan las distintas alternativas desarrolladas.
Estos breves párrafos anteriores nos conducen a una conclusión inmediata: no existirá un único criterio para evaluar las alternativas ergonómicas ni tampoco un solo y simple índice de mérito para cuantificar la conveniencia de las mismas. Los criterios serán siempre múltiples y el índice de conveniencia deberá ser obligadamente compuesto. Además, las cuantificaciones parciales de performance de las alternativas, en relación con cada uno de esos criterios, no podrán ser efectuadas utilizando en todas iguales unidades de medida (sean éstas físicas, monetarias, fisiológicas, psicológicas, sociales, etc.).
El hecho de
tener que efectuar habitualmente elecciones en similares condiciones de
multiplicidad de criterios y de unidades de medida en muchos campos de
la actividad humana ha conducido a los especialistas en el campo de la
decisión a desarrollar adecuadas metodologías de evaluación,
las que son habitualmente denominadas evaluaciones multicriterio o, mejor
aún, multidimensionales. Las evaluaciones
multidimensionales permiten resolver con facilidad
y sólida fundamentación teórica el problema de la
elección entre alternativas con las características que hemos
indicado.
METODOLOGÍA PROPUESTA
En lo que sigue desarrollaremos brevemente una metodología simple de EVALUACIÓN MULTIDIMENSIONAL LINEAL, a nuestro entender suficientemente apta como para ser usada en evaluaciones de alternativas ergonómicas.
Con la denominación
de FACTOR DE DECISIÓN
designaremos a todas y cada una de las razones que hacen que prefiramos
una alternativa ergonómica a otra, lo que es equivalente a decir:
los criterios de evaluación aplicados a esas alternativas. En relación
a esos factores de decisión definiremos también dos propiedades
o atributos de ellos. La RELEVANCIA DEL FACTOR
DE DECISIÓN puede ser interpretada
como la cuantificación de la importancia que ese factor de decisión
posee en relación a los demás que afectan conjuntamente con
él a la elección de las alternativas. Esta importancia de
cada factor de decisión en relación a los demás no
depende de cada alternativa, sino de las circunstancias situacionales del
SHM y de su entorno, las que pueden variar con el tiempo. Es decir que,
para cada año de la evaluación multidimensional, la relevancia
de un cierto factor de decisión tendrá un cierto valor (el
que será el mismo para todas las alternativas en consideración).
En cambio, cada EFECTO DEL FACTOR
DE DECISIÓN
representa la performance de cada alternativa, medida en la dimensión
y con el criterio correspondientes a ese factor de decisión. Por
ello, los efectos de cada uno de los factores de decisión varían
en cada alternativa ergonómica considerada y deben ser determinados
técnicamente para cada una de ellas y para cada uno de los años
que componen el período total de evaluación (no se olvide
que el tiempo puede hacer variar los efectos de muchos factores de decisión).
Los procedimientos
para la cuantificación de los efectos de los factores de decisión
son sencillamente los procedimientos de medición utilizados en ergonomía
para sus diversas variables.
Para los índices de identificación usaremos las siguientes expresiones:
a: alternativa ergonómica en evaluación.
f: factor de decisión considerado.
n: año en el que se efectúa el cálculo o la medición.
Para las variables independientes;
A: número total de alternativas en evaluación.
F: número total de factores de decisión considerados.
N: número de años del período total de evaluación.
R(f,n): relevancia del factor f en el año n.
E(f,a,n): efecto del factor f en la alternativa a y en el año n.
ER(f,n): efecto de referencia (para todas las alternativas) del factor f en el año n.
u: tasa de urgencia del decididor, expresada en por unidad.
Para las variables dependientes:
RR(f,n): relevancia relativa del factor f en el año n.
ALC(a,n): anualidad lineal de conveniencia de la alternativa a en el año n.
ILC(a): índice lineal de conveniencia de la alternativa a.
Las ecuaciones
a utilizar para el cálculo son solamente tres. Con la primera se
determinarán las relevancias relativas
de los factores de decisión en los distintos años de la evaluación;
su expresión es:
RR(f,n)
= R(f,n)
F
S |
R(f,n) |
f=1
Una vez obtenidas
las relevancias relativas de los distintos factores en todos los
años de la evaluación, estaremos en condiciones de calcular
las anualidades lineales de conveniencia,
es decir "cuánto nos conviene cada una de las alternativas en un
determinado año, teniendo en cuenta todos los factores de decisión
que hemos considerado". Ese cálculo se efectúa con:
F
ALC(a,n)
= S
RR(f,n) . E(f,a,n)
f=1
ER(f,n)
Cuando ya tenemos
calculadas todas las anualidades lineales de conveniencia de cada alternativa
a lo largo de todos los años del período de evaluación,
todo lo que nos resta por hacer es actualizarlas (trasladarlas al año
cero y sumarlas) y obtener así el índice
lineal de conveniencia de las distintas alternativas,
el que representa "cuánto nos conviene la alternativa, considerando
cuánto nos convendrá en cada año y qué urgencia
tenemos en obtener resultados":
N
ILC(a)
= S
ALC(a,n)
n=0
n
(1 + u)
Una vez obtenidos
los respectivos índices lineales de conveniencia para todas las
alternativas ergonómicas, estaremos en condiciones de listar las
mismas en orden decreciente y así establecer un orden de prioridad
o "ranking" entre dichas alternativas.
CONCLUSIONES
Ningún ergónomo debe "enamorarse" de una de las soluciones posibles para la estructuración de un SHM. Todas las alternativas deben ser evaluadas con una metodología adecuada, tal como la expuesta arriba.
Para aquéllos directivos acostumbrados a los métodos de evaluación puramente económicos, la respuesta a sus posibles objeciones respecto a la "indeterminación exacta de los valores de las relevancias de los factores de decisión" es muy sencilla; bastará con hacerles ver que en las metodologías económicas están asignadas tácitamente las siguientes relevancias: {relevancia del factor de decisión económico = 100 %} vs. {relevancias de todos los demás factores de decisión = 0 %}; y preguntarles, entonces, si esa asignación de importancia de los factores de decisión les parece más "exacta" que la de la evaluación multidimensional propuesta. Por otra parte, todo aquél que ha trabajado en evaluaciones económicas de proyectos conoce muy bien las indeterminaciones que introducen en ellos las propias bases de datos y, muy especialmente, la prospección de las variables en el futuro.
Hoy ya no se discute en el mundo científico que tras toda ciencia y tecnología subyace un trasfondo ideológico (los epistemólogos hablan de "paradigmas"). Y ese basamento ideológico puede ser explicitado clara y sistemáticamente en la determinación de las relevancias de los factores de decisión.
Por otra parte,
el hombre es indudablemente multidimensional
y sus problemas (inclusos los laborales) deben
ser encarados y resueltos multidimensionalmente,
para así poder incluir en las decisiones a factores tan importantes
como los sociales, éticos, estéticos, psicológicos,
fisiológicos. etc.