DISCURSO pronunciado por el
Embajador de Francia en México,
con
motivo de la Condecoración
de
ALBERTO RUY SÁNCHEZ,
en el grado de Oficial
de la Orden de las Artes y Letras
SEMBLANZA
DE
ALBERTO RUY-SANCHEZ
por Bruno Delaye
Señoras
y señores,
queridos
Amigos,
estimado
Señor Ruy-Sánchez:
Entre los escritores e intelectuales mexicanos, es
usted una figura emblemática. Pero también para nosotros los franceses, usted
es un interlocutor primordial y un brillante promotor
del diálogo cultural entre Francia y México. Lo tenemos en gran estima. Lo
admiramos. Voy a tratar de explicar por qué.
Es
usted escritor, ensayista y editor. Nació en México en 1951, pero pasó una
parte de su infancia en Baja California y en el Estado de Sonora, de donde son
originarios sus padres. Depués de haber estudiado una carrera de comunicación
en la ciudad de México, viaja usted a París para pasar ocho meses, pero acaba
quedándose ocho años. Se puede decir que hizo
usted de todo para sobrevivir en París, pero es sobre todo ahí en donde aprende
la profesión de editor, al mismo tiempo que estudia cine y comunicación. Tuvo
usted la oportunidad de estudiar con maestros de gran prestigio: en filosofía
François Châtelet y Gilles Deleuze, y durante cinco años, asiste a los cursos
de Roland Barthes, a cuya memoria dedicó su ensayo Con la literatura en el cuerpo,
publicado en 1995. El recuerdo de estos encuentros excepcionales
determinó posteriormente, sin duda, toda su carrera intelectual así como su
fidelidad a las letras francesas.
A su regreso a México, se convierte en
secretario de redacción de la prestigiosa revista Vuelta entre 1984 y 1986. Y
ahí está usted, en la intimidad intelectual de uno de los más grandes mexicanos
del siglo XX, Octavio Paz. En 1988 emprende al lado de su esposa Margarita de
Orellana, su compañera y su doble en esta empresa, el gran proyecto editorial
que conducirá al renacimiento de una revista mexicana histórica que había
desaparecido diez años Artes de México. Ambos
llegan realmente a soprepasar el modelo, volviendo a dar vida a la revista Artes de México modernizada y de una
gran belleza, conocida y difundida a escala internacional. Esta revista es
incontestablemente la más bella de México, una de las cuatro o cinco de mayor
prestigio en el mundo y mucho más que una simple revista sobre el arte.
Es el testimonio más elegante del México
contemporáneo, de sus riquezas múltiples, de sus bellezas asombrosas, de sus
artesanos, artistas incomparables. Se trata casi de un manifiesto cultural, no
nacionalista sino con el justo orgullo de trasmitir un patrimonio infinitamente
rico: el arte culto y el arte popular, la personalidad de cada Estado mexicano,
de cada ciudad de México, el testimonio de la historia, la transmisión de
oficios artísticos. Más que una revista, es toda una empresa cultural que
provoca la evolución de las mentalidades y ha vuelto a dar cartas de nobleza a
todas las artes mexicanas. Los lectores y profesionales en todo el mundo no se
han equivocado en lo más mínimo: han recompensado
con más de cincuenta premios nacionales e internacionales a Artes de México. Francia también se ha
visto beneficiada con esta empresa, gracias a la publicación de dos números
especiales Francia-México, en 1997 y 1998, que celebran las amistades cruzadas,
las afinifades culturales y literarias entre nuestros dos países, cuyo valor
conoce usted mejor que nadie.
Señor Alberto Ruy-Sánchez, es usted un escritor
prolífico. Resulta imposible aquí citar todas las novelas, libros de
ensayo, los prefacios, artículos, estudios que ha realizado usted, todas las
obras en las que ha participado, las lecturas y las conferencias que da todavía
con regularidad en Europa y en Estados Unidos.
Es
usted también coautor y prologista de un gran número de obras sobre el arte.
Como
escritor ha recibido numeros premios: el Premio Xavier Villaurrutia en 1987
por su novela Los nombres del aire;
ha sido nombrado Fellow de la John Simon Guggenheim Foundation de Nueva York en
1988; en 1991 su libro Una introducción a Octavio Paz,
obtiene el Premio de Literatura "José Fuentes Mares", atribuido por
la Universidad de Ciudad Juárez y la New Mexico State University, en Las
Cruces, New Mexico, Estados Unidos; en 1993 es usted electo para formar parte
del prestigioso Sistema Nacional de Creadores de México. Sus libros comienzan a
traducirse en Francia, Estados Unidos, Alemania. La Universidad de Louisville,
donde se estudia su obra, pidió que se le hiciera ciudadano honorario de esa
ciudad norteamericana en 1998; y en 1999 el Gobernador de Kentucky le hizo la
distinción más grande que se hace en ese Estado a los creadores del mundo
condecorándolo como "Kentucky Colonel", coincidiendo con una sesión
de conferencias de diversos especialistas sobre su obra en la Universidad de
Kentucky, en Lexington. Finalmente, la ATCL, una asociación francófona
internacional constituida por bibliotecarios y profesores de literatura de
Africa, América y Europa,Association
Trois Continents pour la Lecture, decidió otorgarle en 1999 el Prix
des Trois Continents por la edición
francesa de su novela En los labios del
agua.
Es tan fácil soñar un libro como difícil
escribirlo". Son palabras de uno de los más grandes escritores franceses: Balzac.
Pero su frase podría aplicarse igualmente al que hace posible que algunos
libros de gran calidad lleguen a nuestras manos: el editor. Como editor
igualmente, su trabajo y su talento han sido reconocidos y recompensados en múltiples
ocasiones en México y en el extranjero. La casa editorial Artes de México
presenta un catálogo que muchos otros podrían envidiarle, incluyendo poesía,
arte y literatura. Con su formidable voluntad, logra usted llevar a bien un
proyecto editorial de calidad y prestigio que honra a México.
Gracias a usted los autores franceses están
presentes y vivos en México. Tanto en sus escritos personales, como en los
libros que publica, la cultura francesa es su segunda cultura y uno siente que
Francia es un poco su segunda patria.
Es usted, señor Ruy Sánchez, en su vida como en
su obra un ejemplo de lo que puede ser la síntesis exitosa de nuestros
dos países.
Es un orgullo para Francia ver cómo un joven
mexicano de su talento ha podido abrazar su cultura con tanta fuerza y éxito.Francia le agradece profundamente el apoyo que
usted otorga constantemente a los proyectos culturales que desarrollamos en México.Gracias por haber aceptado aclararnos el
panorama con sus consejos, con sus sugerencias. Por haber aceptado se
Presidente del Consejo de Orientación de la Casa de Francia en donde usted hizo
resonar la voz de los mexicanos de cultura el día de su inauguración por el
Presidente Jacques Chirac, el año pasado.
Gracias por su talento, su entusiasmo, su fe y
energía al servicio de la relación francomexicana.
Alberto Ruy Sánchez:
Porque es usted un eminente e ilustre
ciudadano mexicano de la RepúblicaUniversal de las Letras; porque su vida, su obra literaria, su trabajo
editorial son un testimonio magnífico
del éxito del diálogo cultural franco-mexicano; porque ha hecho usted grandes y valiosos
favores a la relación entre nuestros dos países, la República francesa ha decidido honrarlo en
particular recibiéndolo en su
prestigiosa Orden de las Artes y de las
Letras, con el grado de Oficial.
Me siento sumamente orgulloso de ser yo quien lleve a cabo dicha tarea esta noche, en la cual el deber
del protocolo se amalgama, en el plan personal, con la admiración y la amistad.
Au
nom du Président de la République, et en vertu des
pouvoirs qui nous sont conférés, nous vous faisons Oficier dans l'Ordre
Nationale des Arts et des Lettres.
¡Felicidades!
BRUNO DELAYE
Respuesta de Alberto Ruy Sánchez