Elogio de la madrastra

(Tomado del sitio de la revista Destino X el 2 de octubre del 2001)

Intercalando magia y realidad, creando texturas, modelando perversiones angelicales que enmarcan y crean ambientes contrastantes y ambiguos, descubriendo y fundiendo maldad con ternura; creando realidades en un mundo irreal; es así como Vargas Llosa nos sumerge en un universo maravilloso basando en cada acción que representa un papel fundamental en el teatro de la vida, que encierra cuerpo, mente, ser, sentido, sueños, realidades, pensamientos, intenciones, erotismo y al igual que cada acción cada elemento de la vida forma parte de los demás elementos, tal vez sin querer y simplemente porque cada cosa es parte del todo.

La historia de elogio a la madrastra -entrecalada mágicamente con pinturas y pasajes del vuelo maravilloso, que es en donde realmente recae el peso de la consagración total de los ambientes- es de igual modo en donde la imaginación y la realidad se funden, en donde todo se justifica, adquiere y pierde sentido, en donde la obscuridad se clarifica entre los mares de los cuerpos.

La estructura del libro permite que el lector conozca un fragmento de la historia, que le sirve como plataforma, para después poder comprender los momentos en los que el autor nos maravilla con los vuelos que parafrasean trivialidades y socavan el discurso realista.

El autor nos narra la historia de un señor, divorciado, vuelto a casar, con un hijo de aproximadamente 8 años, el cuál se nos presenta como un ser aparentemente inocente, casi como un querubín, cachetón, chapeado y de hermosos rizos rubios que en ocasiones nos hacen dudar de su aparente bondad y nos dejan abierta la posibilidad de su maldad diabólica y malintencionada; a lo largo de diferentes momentos de la narración no adentramos en las perversiones de la madrastra, la cuál a lo largo de la historia parece ser una pervertida, y al final nos damos cuenta de que realmente era la víctima, de que todo era un plan del niño para separarla de su padre.

El padre es una persona común, un personaje fundamental, del cuál podemos deducir que es un hombre de negocios, ya que en ocasiones tiene que abandonar su hogar por algunos días a causa del trabajo, exitoso, el cuál cumple un ritual maravilloso a cada momento de su existencia, un ritual en el que descansa gran parte la fuerza mágica y erótica que Vargas Llosa presenta en éste libro.

Entre las supuestas perversiones de cada uno de los personajes, entre los momentos de abandono total del cuerpo, en el desdoblamiento total y la separación del cuerpo; es donde se funden los ambientes, en donde la fuerza de la pasión se vuelve fundamental.

Este es un factor muy importante a lo largo de la obra, vivir la vida apasionadamente, convertir cada momento en un mágico ritual que mezcle realidad y sueños en ambientes perfectos.

Es por eso que en cada momento se puede notar el ambiente erótico en las cosas aparentemente más triviales y se puede hacer del tiempo, de la mente y de los sentidos un ritual, que en ésta ocasión se enfoca al erotismo como fin último y a la vez como elemento del todo filosófico y humano, como condición más elevada del hombre; que a la vez, representa tan sólo una parte del mismo.

Vargas Llosa nos muestra el ritual en el que se puede convertir lo cotidiano, la exquisitez de éste rito, la consagración de todos los elementos de cada individuo y de cada cosa para un fin común. Dentro de cada momento de cada minucioso cuidado, dentro de todo lo que representa la preparación diaria, continua y sigilosa de cada elemento, encontramos el sentido de ésta preparación, la consumación del vuelo, el erotismo en toda la extensión de la palabra, el eros en cada letra, la magia en cada momento, todo parece fundirse en un ambiente propio e individual y nos deja abiertas las puertas del horizonte.

Fomentando la imaginación, la magia del vuelo que cada lector sea capaz de emprender... mil mundos secretos reflejados en el espejo de la vida carnal y espiritual y una a la vez, de entes bicorporales, no de personas distintas, de seres que son con otros seres, de ritos y mágicas sensaciones.

Mundo de sentidos, cada sensación fundida en cada momento es importante y exquisita, y sirve de preparación perfecta para la siguiente sensación, que cumple, casi con un ritmo armónico, el mismo ciclo.

Baile de sentidos, poesía de tacto, olfato, visión, oído y gusto...todos en su individualidad, y cada uno formando parte del vuelo, todos expresados física y tranquilamente, dejando fluir cada momento, llenando con tal magia los espacios, elevando cada sentido y a la vez aterrizándolo.

Juego de mil contradicciones reales, cruce de mil decisiones, resultado de miles de destinos que se conjugan y forman éste altar de individuos transformados a entes policorpóreos. Este ambiente mágico, espiritual, de elevación al máximo grado de la condición humana contrasta, pero se logra fundir con la historia. Dos tiempos que convergen, dos realidades, mil universos que entran y salen en la dimensión de cada tiempo; tiempo de amor, tiempo de paz, tiempo de guerra y maldad, de cuerpos y humedad; y tiempo de abismos, de caídas y perdiciones, todas transcurriendo y ya transcurridas, todas siendo y existiendo para quien se encuentra con aquella nube de color. Ambientes tiernos y húmedos, a veces tranquilos pero siempre en espera del oleaje y la tempestad; cielos de vida, muerte y amor, espacios de autoencuentro y conocimiento; lugares de odio y separación. Y al final nos encontramos con que todo es una trampa, todo es falso, todo estaba pensado...¿será esta la cosmovisión de Vargas Llosa? ¿será esta la realidad? Tal vez todo sea realmente una farsa y se encuentre la ridiculez de cada acción y el vuelo haya sido en vano; tal vez las sensaciones sólo son distracciones del alma y éste grado máximo de la condición humana no sea mas que eso, una farsa, un teatro cuyo telón caerá para cada uno de nosotros. El que cada cual haga sus deducciones, el final abierto a la interpretación del lector, el que cada uno de nosotros delimite el sendero por el cuál caminará otra historia y preparemos nuestro altar para nuestra ofrenda individual que tal vez sea falsa. En donde se encuentra la realidad peruana con la universal, en donde las condiciones de cada ser humano se pierden entre los abismos y las inmundicias del miedo y de la indiferencia, en donde cada elección cambia la marcha del destino, en donde el sol se funde con el mar, es ahí donde se encuentra el sentido de cada existencia y de cada historia; es ahí donde se encuentra la verdad individual y la colectiva, es ahí donde está la realidad; aunque tal vez sólo conozcamos la respuesta al despertar del despertar, del despertar del sueño.

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