Sacher Masoch
Placer y dolor
- Sé ahora mía. Prefiero perderte a no poseerte jamás.
- Ahora eres razonable – dijo, oprimiéndome con sus labios asesinos.
Yo desgarré de una vez pieles y encajes. Su garganta desnuda palpitó contra la mía.
Perdí el conocimiento.
Cuando volví en mí, la sangre destilaba en mi mano.
- ¿Mes has arañado?
- No. Creo que te he mordido.
Sacher Masoch. “La Venus de las pieles”
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