Orión, de Urión, "nativo de las montañas", o que orina, era un cazador beocio hijo de Hirieo, pastor beocio que alojó a Zeus, Hermes y Posidón, sacrificándoles el único buey que tenía. En recompensa se cumpliría lo que deseara: un hijo, sin concurso de mujer, fue su petición. Se lo concedieron. De su Orín en una piel de becerra, enterrada en la tumba de su esposa, nació a los diez meses (lunares) "Orina", Urión, con el que llegan las lluvias.
Viudo de Sidé, por una peste en Tebas sacrificaron a sus dos hijas vírgenes, Menipa y Metioquea. En Hiria, ciudad de la isla de Quios, Orión se enamoró de Mérope, hija de Enopión y nieta de Dióniso. Tanto Enopión como Euristeo se escondían en una urna de bronce bajo tierra cada vez que Orión o Héracles se les acercaba (muerte simulada para renace al día siguiente). Enopión, enamorado de su hija, negaba su mano a sus pretendientes, entre los cuales Orión, que limpió las islas de fieras para conseguirla. No cumpliendo Enopión con su promesa, Orión se introdujo en el lecho de Mérope, ante lo cual Enopión lo emborrachó y le dejó ciego, sacándole los ojos.
Orión llevó a hombros a Cedalión, un enano herrero de la forja de Hífestos en Lemnos, para que le condujera al Oriente, por donde sale el Sol, que le devolvió la vista. Eos, la Aurora, que enrojece cada mañana recordando cómo lo encontró abrazado a Helios cuando el día despuntó, lo sedujo y secuestró en Delos durante un tiempo.
Volvió a Quíos para vengarse de Enopión pero no pudo encontrarlo porque se había escondido en una urna bajo tierra. De allí marchó a Creta en su busca, pues Enopión era nieto de Minos, y allí conoció a Artemis a cuyo servicio quedó, dedicándose a la caza. Apolo temía que Orión pudiera encandilar a su hermana, como le ocurrió a Eos, y consiguió de la Madre Tierra, de cuyas bestias Orión la despoblaba, que un escorpión le persiguiera de por vida. Huyendo de él se lanzó al agua intentando llegar a nado a Delos, donde Apolo lo esperaba. Hizo creer a su hermana que la cabeza del nadador que se acercaba era la de Candaor-Candaor era el apodo de Orión en Beocia-, que había seducido a Opis, una de las sacerdotisas hiperbóreas de Artemis, y la animó a atravesarla con su flecha. Cuando Artemis pudo identificar el cadáver, colocó su imagen entre las estrellas, por donde sigue persiguiéndole Escorpión.
Constelación de lenta pero segura evolución en torno al Polo. M o W es la figura que tiene su trono según la época del año. El trono lo ocupa la Reina. Siendo tres solamente las figuras femeninas dadas a las constelaciones, es fácil pensar que serían las tres manifestaciones de la diosa-Luna antigua, la diosa Madre-Tierra. En Virgo estaría Démeter (como tierra cultivada), Andrómeda sería Perséfone (subterránea y rescatada por el sol cada año en primavera) y Casiopea sería Hécate, en su fase de mágica Luna. Su relación victoriosa con Démeter-Virgo lo da el grano con que se la presenta en una mano.