MUNICIPIO DE LA CEIBA
Antecedentes
El 12 de abril de 1797 un escuadrón inglés ancló en Port Royal, lado sur de la isla de Roatán", donde desembarcaron 5.040 garífunas que habían sido expulsados por los ingleses de San Vicente, isla de las Antillas Menores, frente a las costas de Venezuela. "Recientemente, investigaciones antropológicas estiman como más probable la cantidad de 2.500 a 3.000 personas deportadas". Era un grupo formado por hombres, mujeres y niños.
El l8 de mayo de 1797, las autoridades españolas al mando de José Rossi y Rubí, permiten a los garífunas trasladarse "a tierra firme y ayudar a reconstruir Trujillo, que había sido incendiada por tercera vez por los piratas. Para finales del año solo unas pocas familias permanecían en Roatán, el núcleo de la presente población de Punta Gorda". Desde entonces se considera al puerto de Trujillo como "la capital tradicional de los negros caribes". Aunque a partir de la década de 1950, la ciudad de La Ceiba se ha constituido en el centro de las actividades folclóricas, deportivas, sociales y de luchas de los vicentinos con mayor influencia y proyección en el ámbito nacional.
Al ser apresados por los ingleses, tanto en San Vicente como en el trayecto hacia Roatán, los prisioneros garífunas fueron sometidos a toda clase de torturas y vejaciones:
"Mientras estuvieron en esta pequeña isla bajo condiciones insalubres (por falta de agua fresca y alimentos) y angustiosamente hacinados, muchos fueron víctimas de vejámenes y ultrajes, como era de esperarse y un poco más de la mitad fueron torturados y asesinados. La venganza debía esperarse y era justificable debido, entre otros, al alto costo de su desmovilización y a la gran cantidad de prisioneros que excedía a la capacidad de las embarcaciones".
Es importante tener en cuenta este dato que nos proporciona el Lic. Salvador Suazo en su libro "Los Deportados de San Vicente", que fue confirmado en el II Encuentro Internacional Garifuna, llevado a cabo en Los Ángeles California en 1992; porque nos ayudará, más adelante, a comprender a un pueblo altivo y si se quiere hasta soberbio y prepotente, muy orgulloso de sus raíces ancestrales, cultura, habilidades y destrezas; llegar todos humillados converti- dos en miseria humana a las costas hondureñas.
La élite garifuna de San Vicente había sido destruida por los anglosajones británicos entre 1795 a 1797, comenzando por el mítico y legendario Joseph Shatuyé (llamado también Chatoyer), así como su hijo del mismo nombre, seguidos por Jean Baptiste, Simón, Anisette, Boyordell, Dufont Begot, Lalime Junior, Lalime Senior, Boyürdon, Saive, Clement, Bigot, Deruba Babilliard, Canaia, Gadel Goibau, Baüamont, Francois Laron, Jean Louis Pacquin, Broca, Matthieu, Saint Laron, Boucharie, Doucre Baramont, Du Vallée, Lonen, Thunder, Toussaint, Enmanuelle, Sambulá, Idugua, Mornie Modelaine, Daniels, Greegs Alejo, Benaín, Yesiguare, Galanita, Pascal, Babiar, Bruno, Luisón, Palanquis, Jean Pierre, Letón y otros.
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