DEPARTAMENTO DE CORTES

MUNICIPIO DE VILLANUEVA

Datos Históricos:

La tradición dice que este pueblo fue fundado por elementos venidos de Colinas, Trinidad, San Nicolás y Celilac, de Santa Bárbara, quienes construyeron sus viviendas en el punto llamado "Llano Viejo", situado al Sur de donde se encuentra actualmente, debido a la escasez de agua fue abandonado ese lugar y trasladado al lugar donde hoy está.

En 1801 aparece como reducción de Tehuma (San Manuel), le dieron categoría de municipio el 23 de agosto de 1871 por acuerdo del Gobernador Político del departamento de Santa Bárbara, así: "Santa Bárbara, agosto 23 de 1871.

Señor Alcalde Municipal de San Pedro Sula, En la solicitud del vecindario de Villanueva, sobre el asunto de la municipalidad, recayó la determinación que dice:

"Gobernación Política del departamento de Santa Bárbara",

Honduras, agosto 22 de 1871, Vista la solicitud que el 28 del mes próximo, dirigió a mi despacho el Alcalde auxiliar de Villanueva por sí, y en representación de sus gobernados, pidiendo se establezca en la citada reducción una municipalidad por haber necesidad de ella y el número de almas que la ley requiera en ínfimo grado.

Visto el informe que del 7 del corriente dio la municipalidad de Tehuma á consecuencia del traslado que le pasó, en cuyo informe niega que haya el número de vecinos que constar en el padrón agregado a este expediente, porque si bien actualmente residen en aquel lugar todas las personas nominadas en el citado padrón formado por el auxiliar de Villanueva, un número considerable de ellos es de extraña jurisdicción.

Visto el informe emitido por el señor Gobernador del círculo de San Pedro Sula, el 18 de este mismo mes, en que con poderosas razones combate lo expuesto por la municipalidad de Tehuma, fundado en el sentido literal del art. 122 de la ordenanza de gobernadores, demostrando así que son vecinos de Villanueva los que la expresada corporación conceptúa de extraño domicilio, pues afirma el dicho señor Gobernador que tales individuos han residido la mayor parte de este año en el lugar donde estan y Considerando: que los mismos municipales de Tehuma creyeron necesaria la municipalidad de Villanueva pues que el 25 de abril del corriente año, acordaron trasladar la residencia del mismo cuerpo a Villanueva, cuyo hecho aprobado hasta por el Supremo Gobierno, llegó a ser objeto de cuestión entre los vecinos de Tehuma y la, citada corporación, especialmente al alcalde a quien ha oiado el vecindario.

Considerando: que el auxiliar de Villanueva ha comprobado que hay el número de almas necesario para que se establezca la municipalidad, porque aún excluyendo los que menciona la corporación de Tehuma, siempre queda número suficiente, agregando como deben agregarse los vecinos de "El Bálsamo" hoy "Guaruma" y Agua Colorada, por estar más próxima a Villanueva que a San Pedro y Chinda a cuyas jurisdicciones pertenecen, por tanto: apoyado en la facultad que me da el artículo 125 de la ordenanza de Gobernadores y en atención a lo dispuesto en los artículos 69 de la misma y 58 de la Constitución Política y a nombre del Supremo Gobierno de la República, Declaro: que el pueblo de Villanueva debe de tener municipalidad, y en consecuencia, le señaló como límites jurisdiccionales con los de los municipios con los que va a colindar los siguientes:

"Para con San Pedro Sula, el Río Chamelecón; para con Tehuma, desde Playa Grande, a orillas del mismo Río Chamelecón, en línea recta al puente de la Quebrada de Cañitas en el camino de El Plan donde sc, segara la vereda que va directamente a Santiago, y de Este mismo punto del puente a la orilla del rio Ulúa, en el lugar llamado Pimienta, quedando este caserío perteneciente a Villanueva; para con Talpetate, servirá de linea divisoria el Río Ulúa; para con Chínda y para con San Francisco, el pie de la cuesta de Chasnigua, quedando en la jurisdicción de Villanueva el punto llamado el Higueral.

En consecuencia de la resolución anterior, el Señor Gobernador del Círculo de San Pedro Sula, al tercero día de recibir inserta la presente, procederá a organizar la nueva municipalidad con arreglo a las leyes vigentes y tan luego como se verifique la elección, hará que presten el juramento necesario y les explicará sus deberes en lo general para que los cumplan. Así determina y manda por ante el Secretario del Despacho.

Dando aviso separado alas municipalidades que colindan con Villanueva en los puntos que marca la linea divisoria para que los reconozcan y se desprendan del dominio que han tenido en las reducciones que se anexan.

Leandro José Rodríguez.

Juan Sabillón Secretario y para su puntual y exacto cumplimiento la inserto a usted suscribiéndome por su servidor.

Leandro José Rodríguez,
Gobernador.

El 28 de agosto de ese mismo año se instaló la primera municipalidad.

Se le dio el título de ciudad el 8 de marzo de 1945.

SITUACION: Está situado en el centro del departamento sobre el Valle de Sula y su cabecera al Oeste tiene el Cerro del Peñascal y al Este Zopilocoy.

LIMITES: A1 Norte, municipio San Pedro Sula; al Sur, municipio de Pimienta y San Antonio de Cortés; al Este, municipio de Pimienta y San Manuel y al Oeste, Concepción del Norte y Petoa.

EXTENSION TERRITORIAL: 361.8 Km².
FERIA PATRONAL: Del 24 de agosto al 1 o. de septiembre, día de San Ramón.
ALDEAS: 19
CASERIOS:66
POBLACION: 80.837

Apodos a la medida, Una Tradicion.

Villanueva, Cortés. Beto “Charchona” lleva con orgullo su apodo porque fue una herencia de su padre, al igual que muchos de los habitantes de esta comunidad.

Si usted pregunta por Carlos Humberto Coello, talvez en Villanueva no le den razón de él. Su progenitor era un hombre bajito y gordo como las charchonas, una variedad de plátano con esas características, por eso le decían “Charchona” y así también llaman a Beto.

Ha sido una tradición que a muchos de los pobladores le apliquen un sobrenombre por su aspecto físico, por la actividad a la que se dedican o simplemente porque así le decían a algún familiar.

“No hay quien se escape y es mejor no enojarse cuando le ponen un apodo, porque de todas maneras siempre se lo van a decir a uno”, dice Arístides Morel, al que todos conocen como “El Caballo” por su cara alargada y su dentadura prominente. Manifiesta que es víctima de toda clase de bromas por parte de sus amigos quienes, para su cumpleaños, le regalan gamarras, cinchas o tenedoras.

Hay quienes aceptan el sobrenombre con resignación, como Luis Contreras, quien no sabe de dónde sus amigos sacaron el apodo de “Catreco” con el cual ahora todos lo conocen. Sus hermanos, Amílcar “La vaca” y Efraín “La yegüita” forman parte del zoológico que los villanovenses han formado con apodos de animales. No se dan a conocer todos, porque la mayoría solamente aceptan que se los digan sus amigos de confianza.

Los jóvenes van a recrearse al parque y los viejos, a recordar los tiempos en que en Villanueva había más hermandad y los habitantes se conocían unos a otros.

Vieja tradición

Hay quienes más bien se sienten halagados de que les digan su seudónimo, como Alfredo Pineda, alias “Pichón” y Juan José Martínez, que heredó de su padre el nombre de “Colocho”. Pineda recuerda que eso de los apodos es una tradición que data de tiempos ancestrales, como cuando a Alberto Gómez le pusieron “Matacabildo” porque disparó contra el palacio municipal donde bailaba su novia.

Otros llevaron con dignidad su sobrenombre hasta la muerte. Es el caso de Armando Flores, que se ganó el adjetivo de “Cazaleones” porque una vez, mientras cazaba con otros amigos, creía que le había pegado a un león y resulta que era un mico de noche, dijo “Pichón”.

Son apodos bien etiquetados que nunca se despegan ni con el tiempo, como el de “Coco” que le pusieron a Raúl Panting siendo cipote. “Fui al barbero a que me hicieran el corte a la bros, que estaba de moda, sin saber que me iban a dejar pelón. Entonces todos comenzaron a reírse de mí al verme la cabeza como coco. Desde entonces sólo así me dicen”, manifiesta el entrevistado, de 67 años.

De los apodos todos hacen fiesta en Villanueva, dice “Coco”. Cuenta que cierta vez estaban reunidos Mando “Carnita”, Neto “Yuca”, Foncho “Candinga” y Manuel “Pato”. “En eso llegué yo y al verme uno de ellos dijo: ‘Vaya, sólo vos faltabas para hacer el tapado’”. Por si algún villanovense se ha quedado sin su sobrenombre, hay uno que le viene a todos por igual y suele decirlo la gente que no es del lugar: “Maduros”.

No es porque los de Villanueva sean payulos que les dicen así, sino porque en aquellos tiempos de las fincas bananeras, los pobladores no ofrecían a los visitantes otra cosa que no fuera un guineo maduro.

Hasta el patrón de los villanovenses, San Ramón, tiene el sobrenombre de “Nonato” porque su madre murió en el parto, antes que él naciera.

Una ventana a lo inexplorado

Por: Johana Castillo
Redacción La Prensa

Las cuevas de El Perico y el entorno del ecosistema en Villanueva incitan a los visitantes a adentrarse en esta aventura.

Las cuevas o ventanas de El Perico retan a los amantes de la aventura a conocerlas. Este atractivo natural formado por tres grandes boquetes ubicadas en el cerro que lleva el mismo nombre incita a propios y extraños a explorarlas.

La curiosidad por adentrarse en este lugar asalta al visitante cuando escucha hablar del misterio que las envuelve y del inexplicable crecimiento de la quebrada El Cangrejo, cada vez que empieza el bullicio.

“Este nacimiento de agua tiene su historia, pero más que eso se puede comprobar que cuando se hace bulla o se palmotea fuerte comienza a crecer, aunque no en grandes cantidades pero es evidente su agrandamiento”, expresó el presidente del patronato, Juan Ramón Banegas..

OSCURAS CUEVAS

Las cuevas de más de cien metros se divisan desde la comunidad debido a su dimensión y a la mitología de los colonos las hace tomar forma.

“Mire esta parte, es como una iglesia y aquí está el púlpito, es una belleza que debemos conservarla”, aseguró emocionada Dolores Herrera, secretaria de la organización campesina Mujeres en Acción.

La oscuridad de las cuevas obliga a las personas a llevar fogones o candiles para poderlas apreciar.

La amabilidad de los lugareños hace más fácil la aventura pues hay varias salidas como especie de laberintos que podrían confundir al visitante.

Las cuevas son el hogar de incontables murciélagos que con la presencia de los humanos y el calor del fuego salen despavoridos.

Sin embargo, el excremento de estos mamíferos es utilizado por los campesinos para venderlo a las empresas como abono orgánico.

Este lugar es visitado por miembros de diversas iglesias para realizar retiros espirituales, además de estudiantes que llegan con el afán de conocer más sobre lo mítico que tiene Villanueva.

El grupo campesino que protege está área no ha fijado ningún precio para las personas que llegan a conocer, ellos sirven de guía orgullosos de la naturaleza que Dios les ha proveído.

“Hemos colocado un tubo para comunicarnos, si una persona está abajo y queremos algo le decimos y nos resuelve el problema”, expresó Banegas.

PREOCUPACIÓN

Animales como pizates, tepezcuintles, quetzales, mapaches, ardillas, venados y guatusas, entre otros, tienen su hábitat en la montaña de El Perico; sin embargo, una de las preocupaciones del grupo campesino es que muchas personas están acabando con las especies.

Los colonos han optado por cercar el área con el fin de evitar la matanza de animales y frenar la tala de los árboles.

“No podemos permitir que acaben con nuestra naturaleza, aquí hay plantas antiguas y una diversidad de animales que le dan vida al bosque, estamos unidos y juntos evitaremos la destrucción”, dijo Neptalí Hernández, quien forma parte del grupo campesino.

Los pobladores de este sector aseguran que han solicitado la intervención del Medio Ambiente para que frene la destrucción de esta reserva, pero la respuesta no llega.

“Estamos reforestando, mantenemos la carretera en buen estado y logramos la instalación de la energía eléctrica para la comunidad, sabemos que ese patrimonio debe explotarse, pero también se debe cuidar, decenas de pobladores se abastecen del afluente de agua”, manifestó el jefe de obras y servicios de la municipalidad, Francisco Casco.

ANHELO

La pretensión del grupo campesino es hacer la apertura de gradas e instalar colgantes para que las personas puedan llevar sus hamacas y pasar una tarde relajados observando la naturaleza.

“Queremos encontrar quien nos ayude a mejorar el aspecto y el acondicionamiento de las cuevas, pero conservando el ecosistema.

Pensamos en organizaciones extranjeras ambientalistas, que saben apreciar estas bellezas y así poderlas exhibir”, dijo Dolores Herrera, del grupo campesino al solicitar la colaboración de la comuna.

CÓMO LLEGAR

Del parque central de Villanueva se toma la calle que conduce al ingenio azucarero, se pasa por el cementerio, hasta llegar al balneario El Ocote. De allí sigue unos cuantos minutos hasta la aldea El Perico. Aquí todos los habitantes conocen la existencia de las cuevas y lo guiarán.

Mas de Villanueva

Una casa de gruesas paredes de tierra techada con láminas de zinc que un siglo y medio no han podido vencer, parece asfixiarse en medio del desarrollo alcanzado por uno de los municipios más prósperos de Honduras, Villanueva, en el departamento de Cortés.

Fue la primera vivienda construida en Villanueva, cuando aquí todavía se llamaba Llano Viejo, dice don Angel Morel, quien habita el vetusto inmueble. “La construyó mi abuelo, Juan Víctor Morel hace más de 100 años, en aquellos tiempos en que aquí se hacían grandes lodazales en invierno y había que sostenerse de las cercas de alambre para caminar”, recuerda el hombre de noventa años.

Aquí en esta calle comenzó a florecer el incipiente comercio de la ciudad a mediados del siglo pasado, por lo que se le llamó Calle del Comercio, pero en la actualidad, esa categoría se la disputa el acceso principal al centro, saturado de negocios agresivos.

El nombre de Llano Viejo, se lo cambió por el de Villanueva, un cura llamado Atanasio Carrasco, que daba misa en los bajos del desaparecido cabildo municipal, cuando aún no había iglesia en el lugar, dice por su parte Jacinto Pineda, otro de los sobrevivientes de las primeras generaciones de villanovenses.

Sus 96 años de edad, aún le permiten a Pineda recordar la época en que llegaron las bananeras anunciando una nueva era de desarrollo y de bonanza en el municipio. “Por ese tiempo Pimienta todavía estaba bajo las jurisdicción de Villanueva”, dice.

La fiebre del banano fue desapareciendo con el tiempo para dar paso el rubro del azúcar, con el surgimiento de los ingenios Santa Matilde en el sector de Búfalo y San Ramón, más cerca de la cabecera municipal.

Toneladas del grano dulce salían de Villanueva para disolverse en los hogares hondureños y abastecer el mercado internacional con el consiguiente fortalecimiento de la economía nacional.

Llegó la maquila

Aunque a partir de los años noventa (1990), Villanueva comenzó a vestirse de maquila y a aumentar en forma abrupta su movimiento comercial, la industria del azúcar sigue siendo su rubro insigne, según dice Gerardo Espinoza, director de la Cámara de Comercio e Industrias de Villanueva.

Actualmente en el municipio funcionan unas setenta plantas maquiladoras, no sólo de la industria de la confección, sino de otras menos conocidas, como la de artículos de cartón y plásticos, dijo Carrasco.

Considera que por el cambio que tuvo Villanueva tras la llegada de la industria maquiladora, su desarrollo puede dividirse en dos etapas: “antes de las maquilas y después de las maquilas”.

Aunque las maquilas no pagan impuestos al Estado por efecto de la Ley de zonas industriales que les dio vida, generan fuertes cantidades de ingresos en concepto de salarios y colateralmente por la gran cantidad de servicios que los obreros demandan, explicó.

Al haber más gente trabajando hay más necesidad de ropa, de salud, de diversión y de educación y como consecuencia surgen más negocios, dijo Espinoza.

Además, las plantas requieren para poder funcionar, de servicios de limpieza, seguridad y hasta maquinaria, lo que también genera otra gran cantidad de empleos.

Pese a la gran cantidad de foráneos que han llegado a vivir a Villanueva atraídos por las maquilas, el pueblo continúa conservando sus tradiciones como queda evidenciado durante las fiestas agostinas en honor a San Ramón Nonato. El festival de la caña y el baile del recuerdo, son dos de los eventos de estas ferias donde los villanovenses reafirman sus lazos de hermandad y su identidad. Antes de la recesión económica las maquilas estaban generando unos 26 mil empleos directos, pero al bajar la demanda de productos en Estados Unidos, hubo recorte de personal y cierre de algunas plantas.No obstante, hay optimismo en el sentido de que al pasar esta crisis mundial y la crisis política que vive el país, retorne la productividad a la llamada industria golondrina. Es posible que algún día las maquilas se vayan así como vinieron o que disminuyan en número, dijo, pero la industria azucarera no desaparecerá por eso seguiremos siendo la ciudad que endulza a Honduras.

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