Por Mauricio Laguna Berber
(Primera de cinco partes)
Manifestación de los grupos cristeros sobrevivientes que se convirtieron en el movimiento sinarquista
Un rasgo fundamental de los grupos de derecha es su demanda permanente por introducir en la educación básica una formación religiosa, insisten en campañas para promover la educación no laica en las escuelas públicas, promueven la abstinencia sexual...
En
el campo, en la calle, en los talleres, en el templo, en la escuela, en el
hogar, en las urnas y en México queremos libertad según Cristo, libertad.
Del himno sinarquista “Bandera de Cristo”.
Los grupos de la derecha política mexicana deben su existencia en gran medida a
las relaciones que mantienen con la jerarquía católica, y por tener por una
visión de mundo de tipo moral y costumbrista de inicios del siglo XX, con una
interpretación económica capitalista de tipo neoliberal, siendo estos elementos
los grandes rasgos del conservadurismo mexicano, a diferencia del que se ha
desarrollado en otros países.
En el proceso de interpretación ideológica, la derecha ha tenido diversos
cambios que han ido desde una teología católica fundamentada en el régimen
colonial, a una interpretación metafísica jacobina pasando en los inicios de
siglo XX, a una explicación de la llamada ciencia positiva promovida durante el
gobierno de Porfirio Díaz (1889-1910), a través del grupo “Los científicos”,
encabezado por Justo Sierra y Gabino Barreda.
En este contexto encontramos a pensadores como el Conde de la Cortina
(1799-1860), Francisco Manuel Sánchez de Tagle (1782-1847), Ignacio Aguilar y
Marocho (1813-1884), Alejandro Arango y Escandón (1821-1883), Samuel Ramos,
Francisco Bulnes, Orozco y Berra, Alfonso Junco, José Joaquín Pesado, Nemesio
García Naranjo, Luis Cabrera, Luis Gordoa, Antonio Caso, Salvador Abascal,
Salvador Borrego, Manuel Gómez Morín, Luis Navarro Vázquez, Celerino Salmerón
Iturbide, Anacleto González Torres, Jesús Guisa y Luis Pazos; entre los más
importantes ideólogos de la derecha mexicana.
Hoy día, un rasgo fundamental de los grupos de derecha es su demanda permanente
por introducir en la educación básica una formación religiosa, insisten en
campañas para promover la educación no laica en las escuelas públicas, promueven
la abstinencia sexual y buscan un control de las emisiones de los medios de
comunicación bajo un criterio moral e incluso impulsan reformas al marco
jurídico de las relaciones Iglesia-Estado para promover una mayor participación
política del clero católico en la toma de decisiones del gobierno.
La derecha mexicana
Para caracterizar y definir a los grupos en mención es conveniente partir de sus
raíces históricas e ideológicas y de ahí definir a los grupos conservadores,
integrados por un conjunto de demandas más o menos constantes, “si bien en
diferentes momentos, con acentos diferentes, pero con un mismo grupo de
peticiones, asuntos que tienen que ver con la relación entre iglesia y Estado”,
afirma para La Crisis el profesor, escritor e investigador Hugo Vargas
autor de sendos libros: Cuando la derecha nos alcance y La derecha, el nuevo
fantasma que recorre el mundo de fin de milenio.
El investigador considera que la idea señalada sobre cómo ver a la derecha en
México, es un eje de interpretación; el otro es las condiciones geopolíticas de
la iglesia, “si consideramos que desde el pontificado del Papa Juan Pablo II, él
como figura principal de la iglesia católica ha tomado como su reivindicación
principal la moral sexual tradicional, basada en el pudor y la abstinencia como
valores absolutos o más importantes del comportamiento humano”.
Para el experto los elementos arriba mencionados derivan en una serie de
demandas históricas en estos grupos: la lucha contra la educación sexual, los
métodos anticonceptivos y actualmente los problemas de la época como la difusión
del condón, los métodos para la prevención del SIDA y la despenalización del
aborto, “incluso estas peticiones son compartidas con sectores no católicos,
como algunos grupos de filiación protestante, que son originarios de los Estados
Unidos de Norteamérica, y exportan a nuestro país el Focus of the Family,
enfoque de afiliación protestante en la lucha antiaborto”.
Antidemocráticos
Por su parte el politólogo y catedrático universitario Miguel Ángel Jasso
Espinosa, considera que la izquierda, como en la derecha en la historia de
México, se pueden mencionar a “revisionistas, mártires, traidores, místicos,
dogmáticos, empresarios, historiadores marginales, y otros que dejan entrever
uniformes militares y sotanas negras, mientras que algunos más se encuentran en
las modas económicas del conservadurismo estadounidense, pero en todos se
encuentra una historia resuelta en las iglesias y en los seminarios”.
Afirma que dentro de la interpretación tradicional que existe de la derecha se
presenta esta tendencia con “un rostro generalmente negativo considerado una
agresión a la modernidad en todos sus aspectos a partir de su reacción contra la
revolución mexicana y de los cambios sociales que prometía”.
Otro ingrediente de estos grupos afirma, fue su desprecio por la democracia y la
renuencia a sujetarse al proceso normal de toma de decisiones para efectuar los
cambios políticos, manifestándose como ultranacionalista, antiparlamentaria y
antimarxista en el caso de la extrema derecha radical.
Sobre la interpretación tradicional de la derecha radical, Jasso Espinosa
ilustra que los trabajos de Hugh Campbell, sobre este aspecto han quedado como
el análisis oficial, que define una derecha radical religiosa donde el
sinarquismo era el principal exponente y una derecha radical secular destacando
Acción Revolucionaria Mexicana (ARM) y la Confederación de la Clase Media (CCM).
Los de siempre
El profesor del Instituto Mexicano de Sexología, Edgar Ruiz González, en
entrevista con este medio considera que a lo largo de la historia de la derecha
vemos cómo ésta ha sido básicamente un mismo conjunto de grupos por su extensión
no solo por sus demandas, “porque además los grupos, las asociaciones y los
personajes que conforman este sector son los mismos básicamente a lo largo de
muchas décadas algunos grupos existen, incluso hasta con el mismo nombre desde
principios del siglo XX”.
Como ejemplo de lo dicho el investigador señala a La Asociación Católica de la
Juventud Mexicana, la Unión Nacional de Padres de Familia fundada en 1917 para
luchar contra él Artículo Tercero y Los caballeros de Colón organizaciones que
han sido la columna vertebral básica para reorganizar, combinar y generar
coaliciones “a las cuales se les da un nombre nuevo pero que son la conjunción
de grupos ya existentes que congregan uno nuevo”.