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ESQUEMA PARA LA ELABORACION DE PROYECTOS

Existen pautas de orden general para la formulación de proyectos de investigación en ciencias y tecnologías sociales. Sin embargo existen algunas particularidades correspondientes a cada disciplina. Se ha preferido presentar casos ilustrativos de investigaciones y propuestas de investigadores que hacen contribuciones en este campo. complementados con bibliografía útil que contribuirán a repensar y encontrar caminos impregnados de creatividad.

I. IIIIINFORMACION GENERAL
II. IIICOMO PLANTEAR EL PROBLEMA
III. IIOBJETIVOS DE LA INVESTIGACION

IV. IIMARCO TEORICO
V. IIIHIPOTESIS
VI. IIMETODOS Y TECNICAS
VII. IINFORME DE LA INVESTIGACION
VIII. CRONOGRAMA
IX. IIPRESUPUESTO

I. INFORMACION GENERAL

II. COMO PLANTEAR EL PROBLEMA

Puede decirse con pertinencia que los problemas en el campo de la investigación científica, son dificultades y contradicciones que el investigador debe plantear y encarar utilizando los cánones admitidos por la comunidad científica. Una mirada a la historia de las ciencias nos permite observar, que a menudo toda investigación se inicia con la confrontación de un problema o un sistema problemático y culmina, asimismo, con el descubrimiento y con el planteo de otros problemas, seguramente de mayores dificultades y originalidad.

Los problemas pueden ser planteados en forma de preguntas o interrogantes, que surgen de un previo análisis y que reclaman respuestas nuevas que tienen diversa naturaleza y alcance. Las respuestas a los problemas planteados pueden ser en algunos casos para incrementar e innovar el conocimiento científico y en otros para tomar decisiones o resolver problemas prácticos de una institución o comunidad. Y esta decisión tiene que ver con el tipo de investigación que se haya optado: básica, aplicada o tecnológica.

Constituye punto de partida fundamental en el proceso de investigación. Consiste en un esfuerzo analítico de descubrimiento y caracterización de contradicciones para luego formular o plantear el problema objeto de la investigación.

En la formulación es conveniente tener en cuenta: a) los antecedentes de otras investigaciones afines, puesto que el problema no surge del vacío; b) las carencias, situaciones deficitarias o contradicciones que el investigador observa en la realidad; c) la identificación de los fenómenos y los conceptos que implican el problema para luego encontrar relaciones entre ellos; d) la formulación de las proposiciones y las preguntas del problema o del sistema problemático y e) la identificación del problema fundamental y los problemas secundarios.

Una de las maneras más apropiadas de encarar este aspecto en el proceso de investigación, no es solamente revisando literatura metodológica y teórica sobre problemas, sino revisando y analizando paradigmas o ejemplos de investigación concretos que hayan culminado en informes o libros. Es posible encontrar casos ilustrativos en la abundante bibliografía actualmente existente. A continuación el lector podrá disponer de dos casos ilustrativos planteados, el primero por un distinguido sociólogo y jurista peruano Luis Pásara y el segundo, planteado por Albert Calsamiglia, profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

PARA ESTUDIAR LA JUSTICIA

La justicia es, desde siempre, un enorme, impresionante mito en la humanidad. Pocas teorías o concepciones de la vida social se han atrevido a desenmascarar su relatividad, no sólo de un tempo a otro y de una sociedad a otra sino, tratándose de una sociedad y momentos determinados, en términos de los diversos y contrapuestos intereses sociales. ¿Qué es para usted lo justo? Es una pregunta que provoca tantas y tan diversas respuestas frente a un problema dado, como intereses en conflicto hay respecto a él. La justicia, vaca sagrada ideológica, es un importante mecanismo de recubrimiento de intereses mayoritarios y minoritarios dentro de la sociedad, cuya función es adicionarles legitimidad.

Cada vez menos, los abogados recurren a ese argumento falaz de lo justo para defender intereses por encargo. El progresivo abarcamiento del orden jurídico y, en América Latina, lo que Lechner llama la "juridificación del autoritarismo" (Lechner 1976), dentro de la expansión del estado moderno capitalista hacia una forma sustitutoria de la liberal, han pragmatizado el basamento del derecho, sujetándolo a la ley. Sin embargo, el mecanismo por el cual un órgano previamente determinado resuelve conflictos entre el Estado y los particulares o entre los propios particulares, se sigue denominando "administración de justicia". Aunque, en contrario, un análisis incluso superficial del contenido y funcionamiento de tal mecanismo nos manifieste lo insostenible de la presencia de "justicia" dentro de él, cualquiera sea el contenido específico que le asignemos a ese valor ideológico formal.

El hecho es que , fuera de fundada sospecha acerca de que lo se hace en la llamada administración de justicia no es tal, bien poco se sabe, en concreto, sobre el funcionamiento de esos mecanismos en los cuales se determina que una empresa debe pagar x soles al trabajador que se accidentó en la mina; se establece que un tercio del sueldo del padre debe dedicarse a la alimentación de los hijos tenidos en la mujer con la cual no vive; se obliga a que un individuo consuma dos años de su vida en una prisión, como consecuencia del puñetazo que le dio a un amigo íntimo, encontrándose ambos borrachos; se decide que es Pedro y no Juan el campesino que tiene derecho a la parcelita de medio topo por la cual se ha venido peleando las tres últimas generaciones; se obliga a que la empresa exhiba el libro de planillas para determinar la cuantía real de la renta neta de la empresa, y por consiguiente de la comunidad laboral, el año pasado; se declara ilegal la huelga acordada sin el estado de emergencia y se obliga a que los sindicalistas acepten el aumento que decretó la autoridad, etc., etc.

El desconocimiento sobre los términos en que operan estos mecanismos y su significación real, más allá de los lugares comunes o las bromas fáciles sobre la figura de la justicia con venda o sin ella, es en buena parte responsabilidad de una manera de trabajar en las ciencias sociales. Una tendencia al análisis abstracto -justificándolo como teórico- y una equivocada concepción - que se presenta a sí misma como marxista- de las relaciones entre infraestructura y superestructura, han confluido para la despreocupación por el tema. A ello hay que agregar, pero con peso secundario, la relativa dificultad para acceder a las fuentes de información posibles.

De lo anterior fluyen las razones justificatorias del emprender la tarea de analizar la administración de justicia. Estas pueden reposar, científicamente, en dos consideraciones. De un lado, la necesidad de conocer los mecanismos a través de los cuales opera la dominación que ejercen las clases dominantes a través del Estado, su sentido y sus límites; aunque el análisis de la administración de justicia no puede circunscribirse, como veremos luego, a los mecanismos estatales de ella. De otro lado, la importancia de mostrar y explicar, en concreto, las interrelaciones entre la base material productiva sobre la cual está montada la sociedad y sus formas jurídico - políticas de organización normativa, superando el mecanismo falsamente materialista.

El abordaje del tema, sin embargo, no es fácil. La primera dificultad se halla en la falta de tradición científica sobre él, no sólo en nuestro país. Una serie de estudios empiricistas han sido hechos, para medir la eficiencia de determinados institutos judiciales; así, el jurado norteamericano ha sido objeto de multitud de pequeñas o grandes investigaciones encaminadas a mejorarlo o sustituirlo (en la llamada "policy oriented research"). Los estudios comprensivos de los mecanismos jurisdiccionales, en términos de la complejidad social a la cual corresponden y contribuyen, apenas se esbozan parcialmente en algunos casos limitados (en España, Toharia 1975). La falta de este trabajo científico sobre el tema se traduce en una ausencia de conceptualización sobre el aparato judicial del Estado, salvo referencias relativamente tangenciales (Gramsci 1972: 154).

¿EUTANASIA INVOLUNTARIA JUSTIFICADA?

Algunos argumentos concluyentes que justifican la eutanasia involuntaria son inadecuados para la justificación de la involuntaria.

El caso de Nancy Cruzan, mantenida inconsciente durante años sin posibilidad de recuperación, es paradigmático. Sus padres después de años de sufrimiento moral, solicitaron su muerte. Tras una larga batalla con los tribunales, Nancy Cruzan pudo morir. Es muy difícil encontrar argumentos para justificar la crueldad de mantener a Nancy en vida. Sin embargo resultaba imposible saber su voluntad (1). El único argumento convincente es que no se puede eliminar una vida natural, pero podemos preguntarnos si esta vida natural tiene un valor, y si la política de mantener la vida provoca un perjuicio en el sujeto que no hubiera escogido en el caso de ser capaz de decidir. ¿Qué daño debe evitarse: la crueldad, la indignidad o la muerte? Por otra parte, cabría preguntarse qué interés podría tener Nancy Cruzan en continuar viviendo y, si no tiene ningún interés, porqué se debe dañar el interés de los padres que sufren con esa situación.

Se podría justificar la eutanasia con argumentos similares a los que justifican el paternalismo en algunos casos. Tal como afirma Garzón Valdés (2), el paternalismo está justificado cuando se da una incompetencia básica y la decisión se toma en interés del destinatario. Ambas razones son necesarias y suficientes para que se ponga en práctica el comportamiento paternalista justificado. La eutanasia no voluntaria se lleva a cabo en interés del destinatario y cuando éste no es capaz de expresar su voluntad. Sin embargo el argumento es incompleto. ¿Cómo determinar el interés del destinatario? ¿Quién lo define? Garzón sostiene que el paternalismo está justificado si un agente racional estuviera de acuerdo con la decisión. Garzón considera el consenso racional como medio adecuado para valorar cuál es la decisión correcta.

El caso de la eutanasia no voluntaria puede enfocarse como un caso parecido al paternalismo justificado. Las pruebas a las que la eutanasia debe someterse son similares a las que sugiere Garzón respecto al paternalismo. Existe una empírica -la incapacidad básica de decisión- y una normativa: el daño a evitar y su justificación (3).

En el caso de la eutanasia, creo que una propuesta mejor sería reconstruir la decisión que la persona en cuestión hubiera tomado eh este caso particular. El problema radica entonces en descubrir cómo hubiera actuado la persona ante esta situación. La solución racional en este caso es reconstruir la decisión de la persona.

Un procedimiento aceptable sería la aportación de declaraciones de voluntad. Pero muchas personas no dejan constancia de su deseo por escrito. Otra posibilidad es que el destinatario autorice a una persona cercana a él, que la conozca bien y que pueda mantener una conversación hipotética con él. Esta solución debe prepararse antes de que se dé la inconsciencia. El decisor debe ser designado por el destinatario. Esta propuesta resulta mejor que la del observador racional porque el criterio fundamental es reconstruir, si es posible, qué hubiera hecho el destinatario. Si tomamos la autonomía en serio, entonces no necesitamos buscar mejor solución que el destinatario hubiera elegido. Habría sujetos que optarían por luchar por el fin natural de sus vidas y otros que preferirían la eutanasia.. En otras palabras, un observador racional debe mantener una conversación hipotética con el destinatario para determinar si la eutanasia es aplicable. La decisión no se toma objetivamente, sino según la voluntad del afectado, si es posible descubrirla. Esta posición -si se asume de buena fe- tiene la ventaja de ser cercana a la autonomía, porque sugiere que el hilo conductor para la toma de decisión es lo que hubiera decidido la persona en cuestión. El consentimiento hipotético podría ser un argumento que inclinara la balanza cuando ésta estuviera en situación de reposo. Por supuesto que este procedimiento puede ser manipulado y se deberían tomar medidas para evitarlo. Pero esta es otra cuestión.

Otra posibilidad -que complementa esta política y va más allá- la constituye el argumento de integridad de Dworkin. Éste sugiere que las ideas principales de esta persona pueden reconstruirse a partir de su vida consciente. Estas ideas y su coherencia respecto al tipo de muerte que (esta persona) desearía, pueden justificar decidir en un sentido u otro. El argumento de Dworkin es la fidelidad a la coherencia de la vida de la persona. Ésta podría suponer una herramienta especialmente útil en casos como el de Nancy Cruzan y otros muchos de eutanasia involuntaria. A mi modo de ver, esta estrategia se acerca -sin confundirse- a la autonomía de la persona porque el centro del argumento es: ¿qué decisión tomaría la persona involucrada si pudiera decidir por sí misma? Sin embargo, se encuentran dificultades a la hora de ponerla en práctica. ¿Quién reconstruye la vida del afectado? Hay que evitar los abusos, y permitir que los médicos o el Estado decidan, resulta peligroso porque está muy lejos del criterio del destinatario.

Una de las objeciones a esta propuesta es la dificultad de arbitrar procedimientos fiables para probar la voluntad y designar quién decide. Pero este no es un problema de justificación y deberíamos dedicar atención al diseño de procedimientos que garantizaran que la eutanasia se utiliza para los fines preestablecidos y no para otros. También debería señalarse que estos procedimientos sólo funcionarían en algunos casos, pues en otros no podríamos reconstruir la voluntad del destinatario de la eutanasia. En los casos de consentimiento hipotético se trata de descubrir la voluntad del destinatario, no de imponerle la eutanasia..
Otra objeción a las declaraciones de voluntad consiste en afirmar que el ciudadano no puede disponer de valores importantes. Sin embargo, en nuestra sociedad, mediante declaraciones de voluntad no sólo trasmitimos bienes materiales, sino también órganos vitales(4) como el hígado o el corazón, y cosas tan o más importantes que nuestra vida, como la educación y la tutela de nuestros propios hijos.

Por último, algunos sujetos que creen y desean que otros decidan practicar la eutanasia, que están de acuerdo en ser destinatarios de la eutanasia, reconocerán que, desde el punto de vista del decisor, de la persona encargada de decidir, difícilmente se decidirían a favor de la eutanasia. Ésta no es una prueba de la debilidad del procedimiento, sino de la seriedad del problema. Creo que sólo en casos claros esa persona va a decidir a favor de la eutanasia; en casos muy difíciles, el decisor de buena fe será restrictivo, apurará la esperanza, y eso me parece correcto (Calsamiglia, 1999: 166-169).

Referencia:

Finalmente, se presenta a continuación una referencia bibliográfica que incluye problemas relevantes formulados en investigaciones de diferentes enfoques y características. Su cuidadosa lectura ayudará a encontrar ejemplos de cómo plantear problemas.

III. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION

Es la determinación del para qué de la investigación. Son formulados en términos de logros o metas claramente identificables y discernibles. Ejemplos esquemáticos de objetivo puede ser los siguientes:

"Analizar los factores administrativos que limitan la eficiencia de la conciliación como medio alternativo de solución de conflictos."

"Identificar y analizar algunas diferencias relevantes entre el jusnaturalismo y el positivismo jurídico en torno a las características y el rol del Estado moderno".

Algunos investigadores prefieren justificar los objetivos enunciados en sus proyectos. De otro lado, los objetivos deben ser realistas, es decir, posibles de ser logrados. Finalmente, no existen objetivos intemporales, tienen que ser localizados en el tiempo. Tienen plazos determinados.

IV. MARCO TEORICO

Constituye el conjunto de supuestos y el andamiaje teórico (en derecho suele llamársele doctrinario) que constituye el horizonte de todo el proceso de investigación. Puede ser definido como un sistema de enunciados de tipo hipotético deductivo. Incluye enunciados y conceptos que permiten identificar y formular problemas, construir hipótesis y elegir métodos y técnicas apropiadas para la investigación.

En la investigación, desde el tratamiento o formulación del problema hasta la redacción del trabajo para su edición, el investigador se inmiscuido en un enfoque teórico Las ciencias sociales, incluido el derecho, se han desarrollado a tal punto que una de las manifestaciones de este desarrollo es la exhibición de teorías, tales son por ejemplo la Teoría Tridimensional del Derecho del profesor brasilero Miguel Reale o la Teoría de la prueba de Francesco Carnelutti.

En la formulación del marco teórico, el investigador tendrá que tomar algunas decisiones respecto a las cuestiones siguientes: a) la elección de un paradigma teórico teniendo en cuenta su adecuación al tema o problema de la investigación. El sistemismo, el jusnaturalismo, el positivismo, el formalismo jurídico y el realismo, son algunos ejemplos ilustrativos; b) la identificación y el análisis de algunos principios generales, teoremas o hipótesis suficientemente confirmadas; c) La identificación y definición de conceptos o categorías de modo que muestre un conjunto coherente que justifique la denominación de "marco teórico".Es bueno aclarar aquí, que los conceptos son "las unidades con que se construyen las proposiciones: son los átomos conceptuales" ( Bunge, 1980: 51). Para el caso del derecho tómese como ejemplo interesante y práctico las definiciones de cinco conceptos clave que nos ofrece G. Lumia (1986).

Para ilustrar este aspecto de la investigación, viene al caso una excelente propuesta de Norberto Bobbio, jurista italiano, respecto de la justicia:

EN TORNO A LA NOCIÓN DE JUSTICIA

Considero que no se puede asumir de manera frontal, o directa, el análisis de la noción de justicia. Si la lectura de los clásicos nos puede ser de utilidad también en este caso, ella nos muestra que dicha noción pertenece a una familia de otros conceptos que se reclaman continuamente uno a otro y de los que se puede decir, en el mejor de los casos, que el de justicia es el que encabeza la lista. Se trata de nociones que normalmente son definidas en forma interdependiente, la justicia en función de todas o por lo menos siempre de una de las otras. De este reconocimiento inicial deriva una consecuencia metodológica o estratégica de investigación: es oportuno y prudente acercarnos al concepto de justicia girando a su alrededor, con una maniobra que en el lenguaje militar se llamaría envolvente. Las categorías que me propongo utilizar en este acercamiento o aproximación (espero que no distorsión) son las siguientes: ley, orden e igualdad.

Del vínculo e integración recíproca de estas cuatro nociones se sigue que discurso sobre la justicia puede articularse oportunamente en el análisis de tres parejas principales, de las que uno de los dos términos es la justicia, a saber, justicia - ley, justicia - igualdad y justicia - orden, y de tres parejas secundarias, en las que ninguno de los dos términos es la justicia, esto es, ley - igualdad, igualdad - orden y orden - ley. Cada uno de los dos términos secundarios está en relación con los otros dos:

El concepto principal está en relación con los tres:

LA JUSTICIA Y LA LEY

El vínculo entre la justicia y la ley fue reconocido por Aristóteles en el célebre fragmento de la Etica nicomaquea (1129ª8) en el que está escrito que "justo" tiene dos sentidos y uno de éstos es "conforme a derecho" o legal, en tanto que, respectivamente, injusto significa no apegado a la ley o ilegal. Ha sido observado en diversas ocasiones que este significado de justo vale sobre todo y concretamente cuando es atribuido a una acción de manera particular a una acción humana, aunque sin excluir los actos de entes personificados, como Dios, los dioses, los animales en una concepción animista de la naturaleza. El sentido predominante de acción justa efectivamente es el de acción realizada con apego a una ley.
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LEY E IGUALDAD

El vínculo entre ley y justicia pasa a través de la segunda noción de nuestra retícula: la igualdad. Hasta aquí he hablado de ley ateniéndome al lenguaje tradicional, clásico, de acuerdo con el cual la ley es una regla de conducta, o, como se dice en la terminología jurídica desde fines del siglo pasado, una norma, que tiene las características de la generalidad y de la abstracción, donde por "generalidad" se entiende que la orientación de la norma está dirigida a una categoría de sujetos o de status (el padre, el hijo, el cónyuge, el propietario, el vendedor, el mandatario, etc.), aun en el caso de que la categoría esté compuesta por una sola persona (el rey, la reina, el presidente de la república, el presidente del consejo), y jamás un sujeto específico (Juan, Pedro o quien fuere); y por "abstracción" se entiende que el objeto de la reglamentación es una clase de acto (el robo, el homicidio, el peculado, el contubernio), y muy raramente un acto específico. Para las disposiciones generales y concretas, individuales y abstractas e individuales y concretas habitualmente se usan otros términos, como orden, bando, decreto (por ejemplo, la disposición de nombrar a una persona en un cargo determinado).
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LA IGUALDAD ANTE LA LEY

Diferente de la igualdad de trato inherente a la propia naturaleza de la ley en cuanto norma general y abstracta es la igualdad ante la ley, principio que se encuentra en la mayoría de las constituciones escritas de los Estados contemporáneos, comenzando por la Constitución francesa de 1791. Ciertamente, tal principio no quiere decir que todos los ciudadanos sean iguales (toda igualdad siempre es una igualdad secundum quid), pero tampoco, en sentido estricto, que los iguales deben ser tratados de manera igual. Se puede entender de dos diferentes maneras según si, en cuanto precepto, se le considere dirigido a los jueces o al legislador.

Orientado a los jueces puede ser traducido de la siguiente manera: "La ley debe ser iguales para todos", lo que significa que la ley debe ser aplicada imparcialmente, y debe serlo porque de esa manera asegura el trato igual para los iguales. La ley, en cuanto norma general y abstracta, establece la categoría a la que debe ser otorgado un determinado tratamiento. Queda al juez establecer quién debe ser incluido en la categoría y quién excluido. El requisito de la imparcialidad es necesario, porque la aplicación de una norma a un caso concreto jamás es mecánica, y requiere una interpretación en la que interviene, en mayor o menor medida, según los diversos tipos de ley, el juicio personal del juez.
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JUSTICIA Y ORDEN

De Platón en adelante, la virtud de la justicia es la que preside la constitución de una totalidad compuesta de partes y, en cuanto tal, permite a las partes estar juntas, compartir, no disolverse y no regresar al caos primigenio y, en consecuencia, constituir un orden. La virtud de la justicia está estrechamente relacionada con la virtud de la concordia. La idea de la justicia, sea como reguladora de la distinta manera en que las partes se relacionan con el todo (justicia distributiva), sea como equilibradora de las partes en las relaciones entre sí (justicia conmutativa), es inherente a toda posible representación del orden. De cualquier orden: tanto del cósmico ("la justicia mueve a mi gran hacedor") como del social, con frecuencia representados uno por medio del otro: el cuerpo social reconstruido a imagen y semejanza del cuerpo físico (de acuerdo con la concepción organicista de la sociedad), el orden del mundo reconstruido a imagen y semejanza del gobierno de la sociedad (de conformidad con la concepción sociomorfa de la naturaleza). Y de cualquier orden social, tanto de la sociedad total y perfecta como el Estado como de las sociedades parciales o imperfectas constituidas para fines particulares; tanto de las sociedades de los honestos como de las sociedades de los malhechores, o de los "facinerosos" (para usar la dura expresión de Romagnosi), según una sentencia que se transmite de autor sin solución de continuidad.

Los dos aspectos de la justicia como virtud ordenadora están representados a la perfección por dos máximas que se determinan mutuamente: "A cada quien lo suyo" (suum cuique tribuere) y "Que cada cual haga lo que le corresponde" (suum agere). Hay una concordancia perfecta entre una y otra: la primera enuncia el deber del ordenante, la segunda el del ordenado. Quien ordena puede pretender que cada uno haga lo que debe si el le da a cada cual lo que corresponde; quien recibe la orden tiene el deber de hacer lo que le toca si recibe lo que le es debido. Estas dos máximas son dos caras de la misma moneda: la justicia contemplada desde el punto de vista del conjunto por encima de las partes y desde la perspectiva de cada una de las partes. El que haya sido puesta en evidencia ora una, ora otra en las diversas concepciones de la justicia, depende del diferente enfoque que asuma el autor: desde la óptica de quien construya el orden y lo debe hacer respetar o desde la de quien padece el orden y esta llamado a conservarlo. Pero su correspondencia con respecto a la justicia - orden es perfecta. (Bobbio, 1996: 203-214)
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Existen otros trabajos valiosos que exhiben un impecable manejo de teorías científicas. No son manuales de metodología, sino contribuciones en el campo de las ciencias sociales, particularmente del derecho, por lo que ofrecen una riqueza de enunciados generales y discusiones que son una valiosa guía para el que se inicia en la investigación. Claro está que quien busca una receta fácil se desilusionará de inmediato.

Los ejemplos se pueden multiplicar. Algunas teorías o modelos pueden ser más restringidos. Conviene precisar que los anteriores ejemplos de ningún modo pueden ser el marco teórico para toda investigación. Muchas veces el investigador tiene que construirlos.

V. HIPOTESIS

Las hipótesis son respuestas pertinentes a los problemas adecuadamente planteados, son suposiciones plausibles basadas en conocimientos anteriores y constituyen las primeras respuestas tentativas a las interrogantes formuladas. Deberán tener justificación o fundamentación científica. Para ser fecundas y contrastables u operativas deberán ubicarse en el contexto de una determinada teoría o marco teórico. En este sentido, formular hipótesis significa, operar con variables procurando establecer ciertas relaciones entre ellas.

A continuación se incluyen algunas de sus características significativas:

En este sentido, toda investigación consiste en verificar o contrastar hipótesis siguiendo pautas definidas. Conviene añadir aquí que las hipótesis ayudan y guían al investigador a identificar conceptualmente lo que está buscando. Su función es describir y explicar fenómenos para los que aún no se tienen explicación satisfactoria. Permiten poner a prueba teorías, confirmando o refutando sus planteamientos o explicaciones

Las hipótesis más fecundas son aquellas que tienen la virtud de ser simples y conformados por conceptos claros y significativos.

A modo de ejemplo se incluye para el análisis un caso de hipótesis:

EJEMPLO DE UNA HIPOTESIS CON DEFINICIONES CONCEPTUALES Y OPERACIONALES DE SUS VARIABLES

Hi: "A mayor motivación intrínseca en el trabajo, menor ausentismo".

Variable "Motivación intrínseca en el trabajo" "Ausentismo Laboral"
Definiciones conceptuales:
"Estado cognitivo que refleja el grado en que un trabajador atribuye la fuerza de su comportamiento en el trabajo, a satisfacciones o beneficios derivados de sus tareas laborales en sí mismas. Es decir, a sucesos que no está mediatizados por una fuente externa a las tareas laborales del trabajador. Este estado de motivación puede ser señalado como una experiencia autosatisfactoria".
"El grado en el cual un trabajador no se reporta a trabajar a la hora en que se estaba programado para hacerlo".
Definiciones operacionales:
"Autoreporte de motivación intrínseca (cuestionario autoadministrado) del Inventario de Características del Trabajo, versión mexicana".
"Revisión de las tarjetas de asistencia al trabajo durante el último trimestre

(Hernández y otros, 1991:102)

A continuación se incluye referencia bibliográfica de publicaciones que nos ofrecen paradigmas de hipótesis para la investigación y orientaciones metodológicas para formularlas. Su atenta lectura conducirá a tener conceptualización clara de lo que es hipótesis y a la adquisición de una destreza mínima para formularla.

VI. METODOS Y TECNICAS

Abarcan el conjunto de normas, técnicas e instrumentos para contrastar las hipótesis. El método y las técnicas serán elegidos teniendo en cuenta el tipo de hipótesis y el carácter de la teoría que sustenta la investigación. Como tareas específicas, de elegirse el método estadístico por ejemplo, se tendrá que proceder a la definición del universo y la muestra, la validación de los instrumentos de recolección de datos, la recolección y el análisis de los datos contrastándolos con las hipótesis. De los muchos métodos aquí se incluyen solamente algunos casos prácticos que puedan orientar y solamente sobre algunos temas.

Primer caso: se incluye un ejemplo de cuestionario:

CUESTIONARIO SOBRE LA MARGINACIÓN SOCIOECONÓMICA

Instrucciones: Marque con una "X" la respuesta adecuada

1. Sexo: Masculino ( ) Femenino ( )

2. Estado Civil: Soltero ( ) Divorciado ( ) Casado ( ) Unión libre ( ) Viudo ( )

3. Edad (años cumplidos): ( )

4. Ocupación: Campesino ( ) Obrero ( ) Empleado ( )

5. Estudios realizados: Analfabeta ( ) Secundaria incompleta ( ) Primaria incompleta ( ) Secundaria completa ( ) Primaria completa ( ) Otros estudios ( )

6. ¿Asisten sus hijos a escuelas públicas? SI ( ) NO ( )

En la siguiente pregunta conteste con letra clara sobre las líneas.

7. ¿Qué problemas ha tenido usted para conseguir trabajo?

8. ¿Está usted de acuerdo con los impuestos para obras que el gobierno fija? SI ( ) NO ( )

(Rojas 1989: 145)

Segundo caso: el método comparativo

LA POSICIÓN DE LIJPHART

Lijphart define el método comparativo como el análisis de un número reducido de casos, de dos a menos de veinte. El objeto principal de su artículo (Lijphart, 1971, 683-85 y 691-93) es valorar el método comparativo en relación con los otros tres métodos -experimental, estadístico y estudio de caso- a la luz de dos criterios: a) en qué medida permiten poner a prueba una teoría mediante la confrontación entre explicaciones rivales; b) la dificultad de conseguir los datos necesarios para emplear cada uno de los métodos (cfr. Fig.1).

El método experimental tiene el gran mérito de proporcionar robustos criterios de eliminación de las explicaciones rivales; pero lamentablemente es imposible crear datos experimentales adecuados para la mayoría de los temas importantes en los estudios internacionales. El método estadístico posee la ventaja, débil pero más preciosa, de confrontar explicaciones rivales mediante el control estadístico; el problema es que con frecuencia no es posible recoger una cantidad de datos fiables lo suficientemente amplia como para poder recurrir a este tipo de análisis. El método del estudio de caso tiene el gran método de permitir al estudioso con poco tiempo y recursos modestos analizar con atención por lo menos un caso. No obstante, las posibilidades de un control sistemático de las hipótesis son, con mucho, más limitadas que en los otros métodos. A pesar de ello los estudios de caso han supuesto una efectiva contribución y Lijphart nos ofrece una sugestiva tipología del papel que han cumplido los diferentes tipos de estudio de caso en la verificación y en la construcción de las teorías, proporcionando un excelente examen de los distintos modos en que pueden ubicarse los estudios de caso en una perspectiva comparativa.

El método comparativo, tal como viene definido por Lijphart, goza de un status intermedio entre las dos dimensiones consideradas. Si lo comparamos con el método experimental y el estadístico, ofrece un fundamento más débil para proceder al control de las hipótesis, sobre todo debido al problema de las muchas variables con un N pequeño, pero, siempre con la finalidad de controlar las hipótesis, ofrece un fundamento más robusto que el de los estudios de caso. En efecto, el método comparativo, aunque tenga el problema de disponer de más variables que casos, permite en cualquier caso la posibilidad de proceder a análisis sistemáticos, que, si se utilizan adecuadamente, aportan una contribución a la confrontación entre explicaciones alternativas.

La aplicación del método comparativo obliga a recurrir a datos con condiciones más severas que en el estudio de caso, pero menos estrechas que en una investigación experimenta o estadística. Por eso Lijphart considera que el método comparativo es el adecuado para investigaciones que dispongan de recursos modestos y sugiere que esos estudios pueden ser el primer paso hacia el análisis estadístico (Lijphart, 1971, 685).

Lijphart, además de realizar esta triangulación entre enfoques diferentes, trata de encontrar una solución al dilema que plantea al método comparativo el problema de muchas variables con un N pequeño (Lijphart, 1971, 686 y ss.). Sus respuestas afrontan el dilema desde ambas vertientes. En lo que se refiere al reducido número de casos, si los investigadores se detienen antes de alcanzar un estudio estadístico, igualmente pueden aumentar el número de casos y entonces ampliar el ámbito de la comparación con el fin de controlar las hipótesis. En cuanto al gran número de variables, Lijphart ha sugerido dos enfoques. En primer lugar, los investigadores pueden concentrarse en "casos comparables", es decir, sobre casos en que: a) se mezclan muchas variables que no son centrales para el análisis teniendo así "bajo control" estas variables; b) difieren acerca de las variables cruciales que son el centro del análisis, permitiendo evaluar más adecuadamente su influencia. De manera que en la selección de los casos se introduce un sustituto parcial de control experimental o estadístico. En segundo lugar, los investigadores pueden reducir el número de variables combinándolas entre sí o bien recurriendo a la parsimonia teórica, es decir, a una cuidada elaboración teórica que permita concentrarse sobre un número más reducido de factores explicativos.

Por lo tanto, Lijphart nos ofrece una formulación sintética de las relaciones entre el método comparativo y las otras metodologías, así como de las posibles soluciones a los dilemas fundamentales plateados por el problema del N pequeño, intrínseco al método comparativo.

LOS DESARROLLOS MÁS RECIENTES DEL MÉTODO COMPARATIVO

En las dos décadas posteriores al estudio de Lijphart se ha asistido a numerosas innovaciones en el método comparativo y aun renovado interés hacia aquellas metodologías que ya estaban disponibles en el momento en que escribía Lijphart. Muchas de esas innovaciones aparecieron en trabajos dedicados explícitamente a la metodología de la comparación con un N pequeño, pero otras aportaciones se pueden encontrar en trabajos aparecidos en sectores metodológicos vecinos: los métodos experimental y estadístico y el del estudio de caso. Ello ha dado lugar a una mutua fertilización, de la que se han beneficiado mucho, o deberían beneficiarse, los estudiosos interesados en el método comparativo. En la fig. 2 se presentan esas innovaciones en una visión de conjunto. A diferencia de la fig. 1, en la fig. 2 los recuadros están unidos por flechas para sugerir la potencial contribución al método comparativo. Las innovaciones de la metodología de la comparación con un N pequeño se pueden sintetizar a la luz de los temas discutidos hasta ahora, incluidos las nuevas definiciones de los objetivos de la comparación, justificaciones más elaboradas de la oportunidad de concentrarse en pocos casos y nuevas perspectivas para la solución del problema de muchas variables con pocos casos.

Método del Estudio de Caso

Mérito: permite un examen intensivo de casos incluso con recursos limitados

Problemas intrínsecos: aportación a la formación de teorías inferior respecto de los estudios con más casos.

Tipos de estudio de caso:

- ateóricos
- interpretativos
- generadores de hipótesis
- que confirman una teoría
- que debilitan una teoría
- estudio de casos desviantes.

Método Comparativo

Se define como: análisis sistemático de un reducido número de casos (N pequeño).

Méritos: "dada la inevitable escasez de tiempo, energía y recursos financieros, el análisis intensivo de pocos casos puede ser más prometedor que un análisis superficial estadístico de muchos casos" (Lijphart, 1971, 685).

Problemas intrínsecos: débil capacidad de confrontar explicaciones alternativas; en especial el problema de "muchas variables, pocos casos".

Soluciones posibles:
- aumento del número de casos
- atención a los casos que se comparan
- reducción del número de variables
1. combinando las variables
2. utilizando teorías más parsimoniosas

Método Experimental

Méritos: Elimina las explicaciones rivales gracias al control experimental.

Problemas intrínsecos: El control experimental es imposible para la mayor parte de los temas de política comparada.

Método Estadístico

Méritos: Confronta las explicaciones rivales mediante el control estadístico.

Problemas intrínsecos: Límites de tiempo y de recursos hacen difícil recoger informaciones adecuadas sobre un número de casos suficiente.

 

Método del Estudio de Caso

Nuevas perspectivas sobre los estudios de caso:

1. Nueva defensa del estudio de caso (Campbell)
2. Mejoras de la tipología de Lijphart de los estudios de caso (Eckstein George).
3. El process tracing mejora el análisis causal en los estudios de caso (George y McKeown).
4. Crítica de la contribución de los estudios de caso en la evaluación de las teorías (Achen y Snydall).

 

Innovaciones en el Método Comparativo

1. Mayor comprensión de los tipos de estudio comparado que supone una acentuación del papel de las investigaciones interpretativas y la idea de un "ciclo de investigación" entre los distintos tipos (Skocpol y Somers).
2. Posteriores justificaciones del N pequeño
2a. Perseguir un "enfoque configurativo disciplinado" (Verba, almond y Genco)
2b. Evitar el problema del "estiramiento conceptual" (Sartori).
2c. Facilitar el procedimiento de la "descripción densa" y de otras formas de comprensión interpretativa (Geertz y otros muchos).
2d. Perseguir la profundidad analítica del enfoque "case oriented" (Ragin).
3. Nuevos debates sobre la solución del problema de muchas variables con N pequeño
3a. El recurso a un mayor número de casos se sostiene, pero también se critica.
3b. Discusión entre el recurso a casos comparables y el recurso a casos contrastables (Lijphart en contraposición a Przeworski y Teune).
3c. Nuevas orientaciones para reducir el número de variables junto al recurso a teorías más fuertes.

Método Experimental

Difusión de ideas ya conocidas e introducción de nuevas ideas sobre el diseño de la investigación cuasi-experimental.
1. Se difunde la metodología de los cuasi - experimentos y de las series históricas interrumpidas.
2. Caso ejemplar de análisis de series históricas interrumpidas: el estudio de Campbell y Ross sobre los efectos de los límites de velocidad
3. La codificación de la evaluation research contribuye a la difusión de las ideas sobre los cuasi - experimentos.
4. Propuesta de soluciones estadísticas al problema del selection bias en los cuasi - experimentos. (Achen)

Método Estadístico

Nuevas cautelas y nuevas soluciones
1. Crítica por parte de un famoso estadístico de la práctica común estadística en las ciencias sociales(Freedman)
2. Nuevas técnicas estadísticas relativas al análisis con un N pequeño.
3. Caso ejemplar de la aportación de otros estudiosos al perfeccionamiento del análisis estadístico con un N pequeño: el debate sobre neocorporativismo y desarrollo económico en Europa occidental

 

(Collier, David. En Sartori y Morlino, 1994: 53-57)


Referencias:

VII. INFORME DE LA INVESTIGACION

Constituye la última etapa del proceso de investigación. El informe puede tener la forma de una tesis para ser sustentado a fin de obtener el grado académico o título profesional. Recordemos que la tesis nos es sino una forma, hay otras como el estado de la cuestión, la monografía científica, la ponencia, etc.

Existen normas o pautas generales y flexibles a tener en cuenta en la elaboración del informe de tesis:

INFORME DE INVESTIGACION

Siendo ... este tipo de actividad eminentemente creadora, no valen recetas rígidas, pero si cuentan algunas recomendaciones que se pueden derivar de la generalización de experiencias anteriores y presentes. Así pues, las recomendaciones que insertamos a continuación tienen un carácter muy general e indicativo.

1. Saber reflejar en el informe los antecedentes que llevaron a realizar la investigación y a formular las hipótesis;
2. Valorar la importancia del problema en un contexto científico dado y formularlo con claridad;
3. Presentar claramente la situación investigativa creada por el investigador y la lógica seguida en la demostración de las hipótesis;
4. Presentar detalladamente los métodos y procedimientos utilizados para comprobar las hipótesis (reflejar la validez del diseño utilizado);
5. Ofrecer toda la información necesaria para la explicación y la argumentación científica.
6. Ordenar, clasificar y analizar la información recopilada;
7. Arribar a conclusiones y ofrecer recomendaciones si fuera necesario.

El informe constituye un documento básico para la toma de decisiones institucionales y sirve de base para otras investigaciones. La mayoría de los informes tiene un ordenamiento más o menos típico: introducción, cuerpo del informe y conclusiones. Sin embargo no existe un orden invariable, sino solamente, una pauta general. A continuación relacionamos diversos modelos de informe determinados por la naturaleza de las investigaciones que lo originaron:

A) Introducción (propósito)

B) Origen del estudio, propósito y alcance

C) Introducción

La introducción resulta indispensable, porque en ella se le explica al lector la importancia del tema, los antecedentes de la investigación así como sus objetivos: Incluye en ocasiones una "introducción teórica", que explica con claridad el asunto y sus antecedentes científicos, así como también en ocasiones, un esquema histórico, una fundamentación de la importancia de la investigación, urgencia de la misma y cualquier aclaración que permita comprender el contenido de sus objetivos.

Los problemas de la metodología deben quedar contenidos en algún inciso, sobre todo cuando la investigación es aplicada, pues el instrumental, los métodos de recopilación y análisis, la tipología del muestreo, etc., refleja la interrelación de las partes con el todo, y en definitiva la propia lógica de la investigación.

El capítulo metodológico incluye el problema y las hipótesis; las técnicas y procedimientos y en resumen (por eso a veces resulta extenso) pretende ofrecer una descripción amplia y precisa del diseño empleado.

Sin embargo, constituye un requisito inviolable atenerse rigurosamente al aparato metodológico previsto en el diseño o programa. En el informe se deben revisar críticamente los principios metodológicos, la validez o confiabilidad de los modelos lógicos en los cuales se apoyó la prueba de hipótesis; pero estos no pueden ser cambiados ni "ajustados" a los resultados en la redacción del informe final.

Algún epígrafe o capítulo servirá al autor para analizar los datos, informaciones u opiniones recopiladas, es decir, un sumario de los hechos descubiertos, de los resultados numéricos obtenidos y su consiguiente análisis. En ocasiones se confunde este paso con las conclusiones, de ahí que, epígrafes de este tipo, aparecen indistintamente con títulos tales como: "aportes", "sumario", "conclusiones" o "recomendaciones".

El orden en que las distintas partes del informe son presentadas debe preparar al lector para las conclusiones.

Las conclusiones que implican la reconstrucción de los hechos y generalización de nuevos conocimientos. A su vez, como toda investigación incluye, además de un nivel científico y metodológico, un nivel ideológico, las conclusiones pueden y deben incluir las interpretaciones y valoraciones de los hechos o ideas basadas en los mismos, las cuales coincidirán con el contenido gnoseológico en la medida en que las actitudes del investigador se deriven de una ideología revolucionaria y verdaderamente científica.

Las conclusiones pueden también contener pronóstico y recomendaciones. Estas últimas son de gran utilidad, y por supuesto pueden referirse a nuevas perspectivas investigativas o a investigaciones complementarias.

Rodríguez, Francisco y otros (1984) Introducción a la metodología de las investigaciones sociales. La Habana, Editora Política S.A.

El esquema de una tesis puede tener la estructura siguiente:

Título
Indice
Presentación
CAPITULO I
Referencia bibliográfica
CAPITULO II
Referencia bibliográfica
CAPITULO n
Conclusiones
Recomendaciones
Apéndice 1
Apéndice n
Bibliografía

Aclaración respecto del esquema general de la investigación:

Los anteriores aspectos o rubros del proceso de investigación no son necesariamente secuenciales, cuando el investigador está trabajando en uno de los aspectos, tiene la obligación de pensar en los demás a fin de asegurar la coherencia y la visión de conjunto que tienen innegable importancia. Asimismo, podría comenzar por cualquiera de los aspectos secuenciales del proceso de investigación. No necesariamente tendrá que comenzar por el planteamiento del problema, podría hacerlo formulando el marco teórico o los objetivos.

VIII. CRONOGRAMA

El cronograma incluye todas las actividades que incluye la ejecución del proyecto, indicando tiempo de inicio y de culminación. Esto es posible utilizando el diagrama de Gantt, que no es sino una tabla de doble entrada como la que indica a continuación:

actividad/tiempo
AÑO
Mes1
Mes2
Mes3
Mes4
Mes5
Mes6
Mes7

1.

2.

3.

4.

5.

6.


IX. PRESUPUESTO

Para formular el presupuesto será necesario utilizar el clasificador de gastos actualizado.

 

Lucas Lavado