ONDAS DE PROA
ONDAS DE PROA
Cuando la rapidez de la fuente en un medio es igual a la rapidez de las ondas que produce, las ondas se apilan.
En los primeros días de los aviones a reacción se pensaba que este apilamiento de las ondas sonoras frente a la aeronave presentaba una barrera de sonido, y que para avanzar a una rapidez mayor que la del sonido el avión tenía que romper esa barrera. Lo que sucede en realidad es que las crestas de onda que se superponen trastornan el flujo del aire sobre las alas, de tal manera que es difícil controlar la aeronave cuando ésta vuela a una rapidez cercana a la del sonido. Pero la barrera no es real.
Un avión con la potencia suficiente puede viajar sin dificultad con una rapidez mayor que la del sonido (rompe la barrera del sonido). Decimos entonces que el avión es supersónico, eso es, más rápido que el sonido. Un avión supersónico vuela tranquilo y sin perturbaciones porque las ondas sonoras no se propagan frente a él. De forma análoga, un insecto que nadase con una rapidez mayor que la de las ondas que genera, se encontraría siempre entrando en aguas cuya superficie está lisa
Cuando el avión viaja a mayor velocidad que el sonido, se adelanta a las ondas que genera. Los bordes de las crestas se superponen y forman un patrón en forma de V, llamado onda de proa.
Avión que viaja a la velocidad del sonido Avión supersónico y ondas de proa
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