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Herencia Cristiana
Maellus Maleficarum "El martillo de las brujas"
por Carl Sagan
Este texto escrito por Carl Sagan nos cuenta
los orígenes del Maellus Maleficarum y sus terribles consecuencias en toda
Europa y posteriormente en Estados Unidos, llevadas a cabo por la iglesia
católica y protestante .
[...]
Muchos protestantes importantes de los siglos siguientes, a pesar de sus diferencias con la Iglesia católica, adoptaron puntos de vista casi idénticos. Incluso humanistas como Desiderio Erasmo y Tomás Moro creían en brujas. " Abandonar la brujería - decía John Wesley, el fundador del metodismo- es como abandonar la Biblia." William Blackstone, el célebre jurista, en sus Comentarios sobre las leyes de Inglaterra (1765), afirmó:
El papa nombró a Kramer y Sprenger para que escribieran un estudio completo utilizando toda la artillería académica de finales del siglo XV. Con citas exhautivas de las Escrituras y de eruditos antiguos y modernos, produjeron el Maellus Maleficarum, "martillo de brujas", descrito con razón como uno de los documentos más aterradores de la historia humana. Thomas Ady, en Una vela en la oscuridad, lo calificó de "doctrinas e invenciones infames", "horribles mentiras e imposibilidades" que servían para ocultar "su credulidad sin parangón a los oídos del mundo". Lo que el Maellus venía a decir, prácticamente, era que, si a una mujer la acusan de brujería, es que es bruja. La tortura es un medio infalible para demostrar la validez de la acusación. El acusado no tiene derechos. No tiene oportunidad de enfrentarse a los acusadores. Se presta poca atención a la posibilidad de que las acusaciones puedan hacerse con propósitos impíos: celos, por ejemplo, o venganza, o la avaricia de los inquisidores que rutinariamente confiscaban las propiedades de los acusados para su propio uso y disfrute. Su manual técnico para torturadores también incluye métodos de castigo diseñados para liberar los demonios del cuerpo de la víctima antes de que el proceso la mate. Con el maellus en mano, con la garantía del aliento del papa, empezaron a surgir inquisidores por toda Europa. Rápidamente se convirtió en un provechoso fraude. Todos los costes de la investigación, juicio y ejecución reacían sobre los acusados o sus familias; hasta las dietas de los detectives privados contratados para espiar a la bruja potencial, el vino para los centinelas, los banquetes para los jueces, los gastos de viaje de un mensajero enviado a buscar a un torturador más experimentado a otra ciudad, y los haces de leña, el alquitrán y la cuerda del verdugo. Además, cada miembro del tribunal tenía una gratificación por bruja quemada. El resto de las propiedades de la bruja condenada, si las había, se dividian entre la Iglesia y el Estado. A medida que se institucionalizaban estos asesinatos y robos masivos y se sancionaban legal y moralmente, iba surgiendo una inmensa burocracia para servirla y la atención se fue ampliando desde las brujas y viejas pobres hasta la clase media y acaudalada de ambos sexos. Cuantas más confesiones de brujería se conseguían bajo tortura, más difícil era sostener que todo el asunto era pura fantasía. Como a cada "bruja" se la obligaba a implicitar a algunas más, los números crecían exponencialmente. Constituían "pruebas temibles de que el diablo sigue vivo", como se dijo más tarde en América en los juicios de brujas de Salem. En una era de credulidad, se aceptaba tranquilamente el testimonio más fantástico: que decenas de miles de brujas se habían reunido para celebrar un aquelarre en las plazas públicas de Francia, y que el cielo se había oscurecido cuando doce mil de ellas se hecharno a volar hacia Terranova. En la biblia se aconsejaba:"no dejarás que viva una bruja.". Se quemaron legiones de mujeres en la hogera. Y se aplicaban las torturas más horrendas a toda acusada,
joven o vieja, una vez los curas habían bendecido los instrumentos de
tortura. Inocencio murió en 1492, tras varios intentos fallidos de
mantenerlo con vida mediante transfusiones (que provocaron la muerte de
tres jóvenes) y amamantándose del pecho de una madre lactante. Le lloraron
sus amantes y sus hijos.
No se podían equivocar. Las confesiones de brujería no podían basarse en alucinaciones, por ejemplo, o en intentos desesperados de satisfacer a los inquisidores y detener la tortura. En este caso, explicaba el juez de brujas Pierre de Lancre (en su libro de 1612, Descripción de la inconstancia de los ángeles malos), la Iglesia Católica estaría cometiendo un gran crimen por quemar brujas. En consecuencia, los que plantean estas posibilidades aacan a la Iglesia y cometen ipso facto un pecado mortal. Se castigaba a los críticos de las quemas de brujas y, en algunos casos, también ellos morían en la hoguera. Los inquisidores y torturadores realizaban el trabajo de Dios. Estaban salvando almas, aniquilando a los demonios. Desde luego, la brujería no era la única ofensa merecedora de tortura y quema en la hoguera. La herejía era un delito más grave todavía, y tanto católicos como protestantes la castigaban sin piedad. En el siglo XVI, el erudito William Tyndale cometió la temeridad de pensar en traducir en Nuevo Testamento al inglés. Pero, si la gente podía leer la Biblia en su propio idioma en lugar de hacerlo en latín, se podría formar sus propios puntos de vista religiosos independientes. Podrían pensar en establecer una línea privada con Dios sin intermediarios. Era un desafío para la seguridad del trabajo de los curas católicos romanos. Cuando Tyndale intentó publicar su traducción, le acosaron y persiguieron por toda Europa. Finalmente le detuvieron, le pasaron a garrote y después, por añadidura, le quemaron en la hoguera. A continuación, un grupo de pelotones armados fue casa por casa en busca de ejemplares de su Nuevo Testamento ( que un siglo después sirvió de base de la exquisita traducción inglesa del rey Jacobo). Eran cristianos que defendían piadosamente en cristianismo impidiendo que otros cristianos conocieran las palabras de Cristo. Con esta disposición mental, este clima de convencimiento absoluto de que la recompensa del conocimiento era la tortura y la muerte, era difícil ayudar a lso acusados de brujería. La quema de brujas es una característica de la civilización occidental que, con alguna excepción política ocasional, declinó a partir del siglo XVI. En la última ejecución judicial de brujas en Inglaterra se colgó a una mujer y a su hija de nueve años. Su crimen fue provocar una tormenta por haberse quitado las medias. En nuestra época es normal encontrar brujas y diablos en los cuentos infantiles, la Iglesia católica y otras Iglesias siguen practicando exorcismos de demonios y los defensores de algún culto todavía denuncian como brujería las prácticas rituales de otro. Todavía usamos la palabra "pandemónium" (literalmente, todos los demonios). Todavía se califica de demoníaca a una persona enloquecida o violenta. (Hasta el siglo XVIII no dejó de considerarse la enfermedad mental en general como adscrita a causas sobrenaturales; incluso el insomnio era considerado un castigo inflingido por demonios). Más de la mitad de los norteamericanos declaran en las encuestas que "creen" en la existencia del diablo, y el diez por ciento dicen haberse comunicado con él, como Martin Lutero afirmaba que hacía con regularidad. En un "manual de guerra espiritual", titulado Prepárate para la guerra, Rebecca Brown nos informa de que el aborto y el sexo fuera del matrimonio, "casi siempre resultan en infestación demoníaca"; y que la "música rock no 'surgió poruqe sí', sino que era un plan cuidadosamente elaborado por el propio Satanás". A veces, "rus seres queridos están cegados y dominados por tendencias diabólicas". La demonología todavía sigue formando parte de muchas creencias serias. [...] Sacado del libro de Carl Sagan , El mundo y
sus demonios, título original The demond-Haunted World, páginas 139-144 de
la edición castellana. Copiado del libro a html por Maikel.
(1)Por lo visto, la Santa
Inquisición adoptó este tipo de ejecución para acatar literalmente una
frase bien intencionada de la ley canónica ( Concilio de Tours, 1163): "La
iglesia abomina del derramamiento de sangre".
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Ultima Revicion Diciembre 21,2000
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So there.