La finalidad de este artículo es indagar sobre lo más destacado de la producción
de libros y películas que representan los sub-géneros de "futurismo negro" y "cyberpunk".
El "futurismo negro" es similar a una "distopía", que se utiliza
habitualmente como sinónimo. Se refiere a cualquier trabajo donde se hipotetiza
un futuro de la humanidad en cierto modo "negro" -más que brillante y
optimista-. El "cyberpunk" surgió a principios de los años 80. Las principales
ideas del cyberpunk son una visión de un futuro distópico con decadencia urbana
en un planeta contaminado, con alta tecnología, principalmente dirigido por
mega-corporaciones, la presencia persuasiva de computadoras así como de un
"ciberespacio" - concebido como una de las principales áreas de interacción
humana- también se dan varias combinaciones de electrónica, química y
electromecánica tecnológica con seres humanos. Estas inquietantes
interpretaciones del futuro pueden llegar a incluir realidad virtual
computerizada, androides o clones diseñados, micromáquinas que llevan a cabo
funciones vitales avanzadas en cuerpos humanos, uso generalizado de drogas
alteradoras de los estados de conciencia, o miembros artificiales injertados en
seres humanos.
La sensibilidad del cyberpunk se asemeja en cierta medida a la del "cine negro"
o "novela negra", donde el protagonista se encuentra atrapado en medio de
intrigas de poderosas fuerzas, e intenta mantener con dificultad algo de
autenticidad y decencia de cara a los planes y proyectos cada vez más malvados
de los poderosos. En el cyberpunk, los héroes solitarios son denominados a veces
"cyberjockeys", término que expresa una serie de cualidades idealistas y anti-sistéma.
EJEMPLOS DE LA LITERATURA
Brave New World (1932) era un mundo bastante antiséptico y muy bien controlado
-en contradicción a los grandes "desafiantes futuros"- y que sin embargo era una
profunda distopía porque se acababa con todo atisbo de espíritu humano. La
visión de Huxley pudiera ser considerada como un posible punto final al
imparable avance del actual liberalismo corporativo y social, por ejemplo en su
versión terapeútica-gestionaria. Nineteen Eighty-Four (1949) aparece como un
posible escenario de lo que hubiera podido ocurrir si el totalitarismo soviético
hubiera triunfado en el mundo entero, y también puede ser leído como una
reflexión sobre la ideología y el control ideológico de profundo calado.
El Clockwork Orange (1962) de Anthony Burgess apuntaba a un entorno
deshumanizado del capitalismo tardío. Stand on Zanzibar de John Brunner (1968)
se centra en un mundo superpoblado, contaminado, podría ser considerado como
proto-cyberpunk. También por Brunner tenemos The Sheep look up (1972), una
crítica de los problemas de la elevada contaminación y la apatía de la
ciudadanía al respecto. Volvió a la carga con The Shockwage Rider (1974),
advirtiendo de los peligros de un mundo computerizado. Neuromancer de William
Gibson (1984) es un trabajo decididamente cyberpunk, cuyo protagonista, un
cyberjockey abandonado a su suerte, tiene como misión más peligrosa eliminar a
los guardas de una poderosa y opaca ciberidentidad de la inteligencia artificial.
Tres nuevos y destacados trabajos de William Gibson son Virtual Light (1993),
Idoru (1996), y All Tomorrow's Parties (1999). El escritor francés Jean Raspail
en su alegórica y amarga novela, The camp of the Saints (1973) predice la
destrucción de Occidente bajo el impacto de la inmigración tercermundista. Los
episodios de la gigantesca obra de David Wingrove Chung-kuo, describen un
futuro distópico en una tierra dominada por los Chinos.
EJEMPLOS DEL CINE Y DE LA TELEVISIÓN
La
película del proto-futurismo negro fue, por supuesto, Metropolis de Fritz Lang
(1926), una interpretación libre de la obra de Karel Capek R.U.R. (Rossum's
Universal Robots), que ha ejercido una poderosa influencia en muchas áreas de
nuestra sociedad y cultura. El mayor significado del "futurismo negro" se
adquiere a través de la arquitectura y el paisaje urbano. Las siguientes citas
ilustran algunas dimensiones de carácter sociopolítico muy interesantes:
"...inmediatamente después de la Revolución Rusa, un nuevo estilo artístico y
arquitectónico surgió [en la Unión Soviética], llamado Chicagizm, basado en la
noción de una nueva ciudad en un nuevo mundo sin pasado". Uno se pone a pensar
en los rascacielos de la ciudad de Nueva York y Chicago de los años 20, estos
últimos aparecían en la película Metrópolis. El auge de la arquitectura
modernista y las tendencias del arte decorativo, típicamente Bauhaus, Art Deco,
la Internacional del Estilo y finalmente, el postmodernismo, jugaron un papel
primordial en la construcción de estas visiones futuristas. De hecho, el
futurismo negro de la gran ciudad es inconcebible sin los rascacielos. Según
progresaba el siglo, el paisaje mediático y el paisaje sonoro se unen al paisaje
urbano y aparece el postmodernismo sociopolítico. Elementos tales como el estilo,
el límite, estado anímico, atmósfera o ambiente son importantes aspectos de esta
visión.
Probablemente una de las
películas de ciencia ficción más grandes jamás realizadas sea Blade Runner de Ridley Scott(1982), versión libre del clásico del cyberpunk
Do Androids Dream
of Electric Sheep(1968) de Philip K Dick. En el entorno anti-ecológico e hiper-urbanizado
de Los Angeles con su casi perpetua lluvia negra, un decente "bladerunner" es
requerido para realizar un último trabajo consistente en acabar con unos cuantos
"replicantes" huidos. Los replicantes son seres humanos artificiales con elevada
inteligencia y una increíble fuerza y agilidad, cuyo ciclo vital es de solo dos
años. Moviéndose a través de un entorno urbano desafiante para llevar a cabo su
macabra labor, se llena de dudas existenciales y se angustia sobre lo que
significa ser humano.
Algunas destacadas películas de los 70 incluyen
Soylent Green
(1973) -sobre el canibalismo patrocinado estatalmente para contener la
sobrepoblación; Rollerball (1975) - en medio de un mundo dominado por las
mega-corporaciones, donde los espectáculos violentos son utilizados para
canalizar el descontento de la gente y su espíritu agresivo; y Logan's Run
(1976) - cuyos habitantes de una ciudad obsesionada por la juventud son
eliminados - o "renovados" en términos expresados por el gobierno- a la edad de
30 años.
Las películas de Ridley Scott Alien (1979) y Outland (1981), que refleja la vida
brutalizada en una colonia minera cerca de Saturno, podrían ser vistas en
relación a Blade Runner. Hubo una ola de películas de este género, de muy
diferente calidad, durante los 80 y los 90, destacando Robocop de Paul Verhoeven;
Brazil de Terry Gilliam; Johnny Mnemonic de Robert Longo; Judge Dredd basada en
el comic del mismo nombre; Freejack (con Mick Jagger como cazador de
recompensas) y Total Recall (distopia corporativa en Marte). La película
Millennium (1989) planteaba la perturbadora posibilidad de que la Tierra se
contaminara tanto que fuera virtualmente imposible mantener dentro la vida
humana, incluso con las tecnologías más sofisticadas.
También merecen ser mencionadas las películas Escape from New York (1981), y
su continuación en Escape from L.A.. Presentaban una Norteamérica muy
autoritaria, donde, por ejemplo, la isla de Manhattan es una colonia
penitenciaria amurallada para la población presa del país más violenta.
Dentro del conocido mundo de los videojuegos, la sensibilidad del futurismo
negro esta principalmente representado por Warhammer 40.00 A.D. (o 40K) con
miniaturas del espacio fantástico por Games Workshop. El universo Warhammer
40K es absolutamente feroz. El imperio estelar de la Tierra está protegido por
un élite de Marines del Espacio fuertemente armados, que combaten contra las
horribles enemigos al estilo de los de la serie Alien, así como contra los
repugnantes "Orks", que hablan una combinación de Afro-Americano e inglés
ramplón.
Otra variante del género distópico son las representaciones del futuro cercano
en forma de conflictos (a menudo nucleares). Red Dawn (1984), describiendo el
combate guerrillero de un grupo de adolescentes contra el ejército Soviético
invasor; se trató de una película muy cercana a la sensibilidad de ciertos
sectores de los años 80. En el mismo periodo, se llevó a la pequeña pantallas, a
través de una miniserie llamada Amerika, la absurda posibilidad de una sociedad
americana de posguerra bajo la ocupación soviética. Era necesario mostrar a
América en su mejor aspecto (por ejemplo en el medio rural, el corazón de una
América mucho más tradicionalista de lo que es hoy en día). La trama tenía lugar
en pequeñas ciudades y con bellos paisajes como telón de fondo.
The
Wild Palms de Oliver Stone se adentra en otro interesante sub-género del cine y
la televisión - el denominado "thriller surrealista". Su principal ejemplo es la
magnífica serie británica The Prisoner. Este sub-género continuó en América
con la serie Twin Peaks de David Lynch, y, por supuesto, con The X-Files. En
cierto modo relacionado tenemos las películas Westworld y Futureworld, que
relatan un complejo turístico de entretenimiento con plantilla totalmente
empleada por robots de apariencia humana, un tema también utilizado en The
Stepford Wives. Videodrome de David Cronenberg también tiene fuertes componentes
surrealistas, y expresa implícitamente algunas interesantes ideas sobre los
efecto de los media en la sociedad.
FUTURO IMPERFECTO
¿Las ideas expresadas en el cyberpunk pueden llevarnos hacia una crítica
tradicionalista de la sociedad de nuestro tiempo?. Muchos de ellas no parecen
congeniar a primera vista con una interpretación tradicionalista. Sin embargo,
sugerir que el futuro puede ser desagradable es en si una idea conservadora, ya
que los conservadores son conocidos por su pesimismo. Sin embargo, aunque el
cyberpunk retrata "mundos desafiantes", muchos de los que leen esta clase de
géneros se identifican con los "cyberjockeys", y experimentan una forma de
regocijo con esta literatura. Los lectores y espectadores de este material son
a menudo "chavales" inteligentes que se encuentran marginados en el mundo de hoy,
y encuentran refugio en los juegos de rol por Internet y el "blogging". Muchos
que tienen, o sienten que tienen, una vida tediosa y poco interesante se
encuentran cautivados por el sentido de aventura en este otro universo, aunque
lo más común es que acabe siendo un mundo distópico.
El cyberpunk puede sugerir ideas calificadas como neo-románticas. El impulso
romántico -especialmente como reinterpretación teísta por escritores como
Tolkien y CS Lewis- no es es de tendencia necesariamente antinómica. El impulso
romántico, que pone el énfasis no solo en lo individual, sino también en los
impulsos religiosos, místicos y tribales, provee de algunas protecciones contra
el mundo moderno definido enteramente en términos de búsqueda de poder y de
satisfacción consumista.
Lo que encontramos en el cyberpunk es un compromiso existencial con la decencia
humana a pesar de los horribles contornos del mundo. El mundo moderno es ya un
mundo cuasi-distópico, cuasi-cyberpunk y la gente de mentalidad tradicional
debería intentar resistirlo a través de la lucha individual y la voluntad. ¿Cómo
podría una persona decente vivir en un mundo como el reflejado en Blade Runner?.
¿Como podría, o puede, cualquiera criar a unos hijos adecuadamente en un mundo
saturado de propaganda mediática, dominado por la cultura pop antinómica, como
la música rap?. El mundo mostrado por el cyberpunk es esencialmente el mundo de
hoy en día, quizás ligeramente exagerado. No hay apenas esperanza de restaurar
un orden social decente; los héroes del cyberpunk son los que ofrecen valiente
oposición a las descomunales fuerzas tecnológicas que extienden su manto de
plomo sobre la sociedad. La inspiración que podría nacer del cyberpunk es la
posibilidad de un éxito individual frente al sistema sobre-saturado de medias y
de tecnología.
Extender esta idea a la realidad contemporánea pudiera sugerir alguna solución a
la reciente "crisis de identidad". Puesto que los individuos hoy, muchos de
ellos sin raíces "impuestas sobre ellos", y que ya no viven en lo que en su
día
fue un "horizonte de significado delimitado holísticamente", al final pueden
realizar una libre elección para identificarse con sus raíces tradicionales y
religiosas.
La idea de hacer un compromiso existencial, libremente elegido con la tradición
es un desafío conceptual al sistema actual, que precisamente reclama poner tanto
énfasis en lo que es la "libertad de elegir".
El hecho de que los temas del "futurismo negro" y el cyberpunk
resuenen aun hoy tan fuertemente a tanta gente significa que muchos no están del
todo felices con la sabiduría recibida, o con el orden "liberal" de posguerra.
Que millones de seres sienten que este camino constituye un desafío para las
elites culturales y políticas, que han construido un mundo en el que no mucha
gente gusta de vivir en él, un futuro probable que se espera sea bastante desagradable. En muchos
aspectos, este tipo de literatura escapista es una forma de oposición interna a
la actual "pesadilla aire-acondicionada"[1]. Es un llamamiento a aquellos que
quieren ser realmente humanos, en un mundo cada vez más inhumano.
[1] Obra de Henry Miller, The Air-Conditioned Nightmare
(1945)