Seymour Cray
Seymour Cray nació en el año 1925, en una pequeña población del estado norteamericano de Wisconsin, y se graduó en ingeniería eléctrica y en matemáticas en la Universidad de Minnesota. Durante los años 50 trabajó en ERA -Engineering Research Associates- y en las compañías que la sucedieron, Remington Rand y Sperry Rand, donde fue uno de los principales responsables del diseño del ordenador UNIVAC 1103. En 1957, junto con otros ingenieros -entre ellos William Norris- fundó una nueva compañía denominada Control Data Corporation, en abreviatura CDC, para la cual construyó el CDC 1604, que fue uno de los primeros ordenadores comerciales que utilizaron transistores en lugar de tubos de vacío.
En 1962, Seymour Cray persuadió a William Norris
para que CDC creara un laboratorio para investigar cómo diseñar el ordenador más
potente de la época, triunfo que consiguió con su equipo de 30 colaboradores en
el año 1963, con el CDC 6600, que batió ampliamente en capacidad de cálculo y en
coste al ordenador más potente de que disponía
IBM en aquella época.
A finales de la década, Control Data, después de haber sacado al mercado el
modelo CDC 7600 -para muchos el primer supercomputador en sentido estricto-
comenzó a perder interés en la supercomputación y Cray pensó en establecerse por
su cuenta. En el año 1972 fundó Cray Research, con el compromiso de dedicarse a
construir exclusivamente supercomputadores y además de uno en uno, por encargo.
El primer producto salido de la factoría -CRAY-1, en 1976- tuvo como destino el
laboratorio nacional de Los Alamos, y era único en su diseño ya que incorporaba
el primer ejemplo práctico en funcionamiento de procesador vectorial, junto con
el procesador escalar más rápido del momento, con una capacidad de 1 millón de
palabras de 64 bits y un ciclo de 12,5 nanosegundos. Su coste se situaba en
torno a los 10 millones de dólares.
En el plazo de tres años, la compañía había vendido seis ordenadores CRAY-1, pero su fundador no se encontraba satisfecho técnicamente, pues pensaba que el diseño de ese sistema no era suficientemente revolucionario, y se embarcó en el diseño de una nueva máquina, el CRAY-2, entre 6 y 12 veces más rápido que su predecesor. Disponibe en 1985, disponía de 256 millones de palabras y 240.000 chips. Su empaquetamiento era tan ajustado que el calor generado por la electrónica podía fundir el ordenador, por lo cual su interior se encontraba inundado con líquido refrigerante, y ello provocó el simpático comentario de que el CRAY-2 era en realidad un computador dentro de un acuario.
En el año 1986, en la cúspide de la gloria de la supercomputación, existían en todo el mundo unos 130 sistemas de este tipo, de los cuales más de 90 llevaban la marca Cray.