La depresión es una de las enfermedades psiquiátricas más frecuentes alrededor de todo el mundo, aproximadamente, afecta a por lo menos al 12% de las mujeres y un 8% de los hombres durante su vida. Hay países como el Líbano con cifras bastante más elevadas de depresión de hasta un 19%.
La O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), ha determinado que la depresión influirá severamente en la productividad de los países en desarrollo como asimismo el gasto de los servicios de Salud. La depresión puede ser conceptualizada como una enfermedad crónica de diversa etiología y con un amplio espectro de gravedad que van desde las formas subsindromáticas moderadas hasta la depresión mayor, con síntomas melancólicos o signos psicóticos.
Los límites entre estos sub-tipos de depresión son flexibles y algunos pacientes pueden presentar inclusive en forma alternada una o varias de dichas formas.
La etiología de la depresión, ha suscitado el intenso de bate a través de la historia. Hipócrates por ejemplo, postuló que la "alineación de los planetas provocaba secreción de bilis negra lo cual oscurecía el humor, y causaba melancolía". Otros autores como Burtón plantearon que "los melancólicos nacían de padres melancólicos ", y que ciertos factores como la "dieta y el alcohol" provocaban la depresión. Otros atribuyeron la melancolía a un daño en los "espermios" del padre.
La teoría psicoanalítica puso énfasis en los traumas de la temprana infancia . Freud no descartó la posibilidad de disposición genética, pero enfatizó, en las "pérdidas objetales en la niñez como etiología de la depresión adulta. Se trataría de una separación traumática de un objeto significativo, con el cual el niño se siente protegido y querido.
Meyer, en Maryland , acuñó en termino de psicobioligía procurando enfatizar la interrelación entre los factores genéticos de la persona y sus eventos vitales en la génesis de enfermedades mentales .
Siendo la menopausia, el cese de las menstruaciones debido a la pérdida de la función folicular ovárica , el período de transición que empieza antes de la última menstruación y termina un año después de ésta, es denominado perimenopáusico. Durante este periodo se presentan ciclos menstruales irregulares; síntomas físicos (bochornos, sudores nocturnos, trastornos del sueño, sequedad vaginal; cambios cognitivos y oscilaciones del ánimo) .
Aproximadamente un 10% de las mujeres presentan cambios del ánimo relacionados con la perimenopausia. Los factores de riesgo de la depresión perimenopáusica incluyen: el antecedente de una depresión pos-parto; desorden disfórico pre-menstrual, un largo período perimenopáusico; menopausia quirúrgica, histerectomía y disfunción tiroidea .
Diversos investigadores han enfatizado el rol de los eventos estresantes en la vida de las personas magnificando los síntomas perimenopáusicos. De estos debemos mencionar el cuidado de los padres ancianos, el casamiento de los hijos o el retorno de ellos al hogar y la enfermedad o muerte del cónyuge.
Por otra parte, las creencias negativas de la sociedad en torno al envejecimiento pueden incrementar dichos síntomas como fatiga y tristeza.
La sicoterapia emplea en base a diversas escuelas, estrategias diferentes combinándolas entre sí. Si la capacidad intelectual del paciente y el nivel de introspección lo permiten, es una buena oportunidad para analizar el grado de influencia que han tenido en el paciente las propias experiencias de separación temprana, abandono mal trato infantil y cualquier situación traumática muchas veces reprimida durante años, y proyectada en una disfunción comunicacional importante con la pareja y
con los hijos.
Otros enfatizan en una aproximación cognitiva conductual del paciente ayudándolo a corregir las distorsiones presentes en el pensamiento depresivo (inferencias arbitrarias, generalización de las situaciones negativas , pensamientos automáticos etc.,)
El enfoque terapéutico familiar, de pareja o entre miembros restringidos de un mismo núcleo, pude ayudar a restablecer el equilibrio que se suscita con el casamiento de los hijos, ayuda a elaborar todo tipo de pérdidas generadas por el cese de la actividad laboral, enfermedades y en general, si el abordaje del médico es exitoso se puede llegar a constituir un nuevo equilibrio en el funcionamiento emocional y psicológico del paciente.
Sin duda el tratamiento hormonal ha ido modificando el perfil biológico de la mujer en sí, durante la perimenopausia , siendo hoy en día menos las personas que reciben tratamiento suplementario. Por otra parte el advenimiento de diversos medicamentos tendientes a mejorar la disfunción sexual masculina ,junto con una mayor información y disminución de los prejuicios en el hombre, confiere a este periodo de la vida, tal vez nuevas perspectivas que cambiarán
dinámicamente en estos
próximos años. Me refiero a la prolongación de la actividad sexual.
Los medicamentos antidepresivos de preferencia inhibidores selectivos de la recapatcion de serotonina, carecen de efectos tóxicos a nivel cardiovascular, pocos efectos colaterales y en combinación con los tratamientos mencionados constituyen el enfoque ideal para el tratamiento de la mayor cantidad de casos de depresión en la perimenopausia.
Finalmente el tratamiento electrocovulsivante, en casos graves y resistentes a todas estas medidas, también se ha ido perfeccionando, utilizando más y mejores recursos anestésicos y dosificándose de una modo apropiado. Existe coincidencia en los distintos trabajos de investigación en que el, daño cognitivo que ocasiona, es recuperable y consiste, generalmente en alteraciones leves de la memoria reciente.-
Referencias:
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