El pasado mes de septiembre se cumplieron cinco años del fallecimiento de Rodrigo González, uno de los personajes de nuestro rock que más han influenciado a las nuevas generaciones de músicos, originando que su nombre tome más importancia. Por lo tanto, la que fue su compañera, Mireya Escalante, no ha dejado de recordarle, ya sea con un pensamiento, una canción o simplemente una anécdota. Así que nos pusimos a platicar con ella, precisamente para que nos hablara de Rodrigo González, el ser humano.

¿CUÁLES HAN SIDO LAS SITUACIONES EXTRAÑAS O ILÓGICAS QUE HAN ACONTECIDO CUANDO LLEGA LA FECHA DE LA MUERTE DE RODRIGO?

No tanto situaciones extrañas o ilógicas, yo más bien diría manifestaciones Cósmicas, porque todo se desarrolla siempre de noche. A Rodrigo se le dio por muerto a las 7:00 hrs., pero a los pocos meses del sismo, de aquel 1 9 de septiembre, a las tres de la mañana sentí que su voz me hablaba, volteo y no hay nadie . Entonces a lo mejor falleció de noche. La primera manifestación gruesa qué me hizo temblar, ocurrió en el derrumbe del 1o. de noviembre de 1986, en el lugar que falleció. Ahí habíamos puesto un altar, y dos grandes fogatas, de repente, a las tres de la mañana el altar, la cruz y la vela se caen, y uno con mucho miedo voltea a ver a las fogatas, y éstas están aventando chispitas. No había aire. ¿Quién las tumbó? ¡Quién sabe! Luego, un día un amigo me contó que llegó bien cuete a su casa y se encontró a unos amigos de Oaxaca, y que por la noche veía unos papeles que volaban, y éstos eran unos escritos sobre RodrigoGonzález. En el Foro Tlalpan, sucedió otra más el Día de Muertos. Y conociendo que Rockdrigo se manifiesta a las tres de la mañana, o tres quince, ya lo estábamos esperando. Y, efectivamente, a esa hora sonaron en el techo del foro tres golpes, como si alguien estuviera aventando unas piedras. Al día siguiente en el techo, que es de lámina transparente, no se veía, ninguna piedra, y arriba del techo no había un árbol o una construcción como para que cayeran ahí objetos.

BUENO, REALMENTE SÍ SON COSAS NO MUY NATURALES, PERO, ¿NO HAS CONSULTADO UN VIDENTE, UN MEDIUM O UNA PERSONA ASÍ, PARA QUE VER QUÉ SUCEDE?

Mira, consultar a alguien, no. Más bien consulto al sique interno que llevamos cada uno de nosotros. Precisamente el pasado 19 de septiembre estaba soñando que Rodrigo y yo estábamos platicando sentados en el piso, oyendo la canción Piano Man de Billy Joel. De repente suena el despertador, me levanto, prendo el radio y al poco rato suena Piano Man. Y eso es. Entonces, yo no sabía si llevar a cabo el homenaje -más bien recuerdo, para este año-. Y es que también el año pasado sólo fueron diez gentes. 0 sea, que los amigos que fueron sus cuates, han desaparecido, aunque por otro lado, han resultado amigos que han salido de la calle, que no conozco, que provienen de vecindades, de los suburbios de la ciudad, que son los que verdaderamente se manifiestan ahora como sus amigos.

BUENO, ES QUE SUS AMIGOS COMO ALBERTO Y GONZALO, TAMBIÉN YA FALLECIERON.

Bueno, Gonzalo murió el Día de San Rodrigo y Alberto murió seis meses después. Y no nada más ellos: Tito de la Vega, en Tampico, El Niño Ochoa, su vecino, su amigo del alma, Chago. Todos han muerto de ese tiempo para adelante. Y todos de la misma edad, 35 años. Gonzalo tenía 34 años cuando murió Rodrigo. Es extraño todo, pero no he consultado a nadie porque solito va a decir qué es lo que quiere, porque consultar a alguien no se vería claramente si alguna cosa es honesta. ¿NO NECESITARÁ AYUDA EL RODRIGO? Tal vez eso sea. Muchas veces, cuando un ser se manifiesta, es porque necesita luz, apoyo, que recen por él, o que pidan por él, o que le ayuden a salir de alguna tiniebla. A lo mejor Rodrigo lo está pidiendo. Y el pasado 19 de septiembre, fue sorprendente porque había cerca de cuatrocientas gentes, entre unas que se iban y otras que se alejaban. Por cierto, gente desconocida. Y lo mejor es que estuvo todo bien organizado y en orden. Todos cantaron a manera de murmullo. Nunca se vio el reventón. Y yo no sé por qué siento que Rodrigo quiere más paz, más tranquilidad. Y nos va a dar, tal vez, más luz, a las gentes que estamos afuera, para saber qué hacer.

¿HAY UNA CANCIÓN DE RODRIGO QUE LO REFLEJO A ÉL COMPLETAMENTE?

Pues muchas, pero en diferentes situaciones. Tal vez El Huapango de la Muerte o Algo de Suerte. Yo más bien creo que es esta última, ya que nos dice ahí que ha sobrevivido entre muchas cosas y que, al final de cuentas, es un tipo que tiene algo de suerte, entre la vida y la muerte.

¿AÚN EXISTEN CANCIONES INÉDITAS POR AHÍ DE RODRIGO? Nosotros en Tampico, tenemos unas rolas viejísimas, bluseadas Y acompañadas por sus cuates. Hay unos carretes grandes que tenía Gonzalo Rodríguez, que son como tres horas en palomazos, chistes, de todo. Muy musicalizado. Y, claro, eso alcanza para dos o tres discos.

¿TIENES IDEA DE COMO CUÁNTAS CANCIONES COMPUSO RODRIGO?

Quizás unas 250, 300 o más, porque cualquier papelito, cualquier escrito, cualquier cosa que está guardada en Tampico, es una canción. Y él igual le ponía música a lo que estaba platicando o si te veía venir. Pero rolas hechas, como unas 300.

Y TÚ, QUE COMPARTISTE MUCHO DEL TIEMPO CON ÉL, ¿CUÁL CREES QUE ERA SU BÚSQUEDA EN ESTE MUNDO?

El buscaba, definitivamente, trascender en un plano cósmico. Esta vida sabía que era pasajera, y él no se detenía a pensar, como sus demás amigos en Tampico.El de contraer matrimonio y tener una casa, no. Sus búsquedas no eran materiales o monetarias. Más bien él era un ente que se iba a separar de este mundo e iba a rolar en otras dimensiones porque estaba completamente seguro de que esto no era todo.

¿Y TÚ VISTE ALGUNA EXPERIENCIA DE ESTE TIPO EN ÉL? Experimentó cosas desde pequeño. A su papá le gustaba la astronomía, tenía muchos telescopios, y esas cosas. Entonces, él se acostumbró a ver al cielo, y llegó a ver cosas extrañas a temprana edad. Y las siguió viendo a medida que fue creciendo. Él estaba seguro de que un día iba a ver una cosa grande. Y sí, una noche vi con él una cosa extraña en el cielo, una cosa en forma de cigarro que se abría y se cerraba, y de repente se desapareció. Y yo, como “no creyente de estas cosas”, me tuve que dar cuenta de que en realidad estaba en lo cierto. Además, se nutría de un tipo de literatura, que no lo escribía cualquier farsante, sino gente como científicos que habían tenido 'experiencias'. Gente muy gruesa.

ALGO MUY INTERESANTE REALMENTE, PERO VOLVIENDO UN TANTO AL ROCK, ¿RODRIGO ESTABA FASCINADO POR ALGÚN ROCKANROLERO EN ESPECIAL?

Le gustaba la música de muchos, de Dylan, de Lennon, de Clapton... pero ya después más bien era la música cósmica... empezó con Moody Blues, luego Pink Floyd -el disco Wish you were Here para él era todo un viaje- después, toda la música que traía efectos de naves espaciales... hasta Stockhausen... y toda la música electrónica lo volvió loco... y eso se reflejó en su canción La Máquina del Tiempo, así como el arreglo que le hizo a la canción Ratas.

¿EL PENSABA QUE MÉXICO ES MÁGICO EN EL SENTIDO ESTRICTO DE LA PALABRA?

Sí, MUY mágico porque solamente México, y otros países, muy pocos, se dan ciertas plantas que los Dioses enviaron para que uno las concerniera de manera mística, para lograr un plano más cercano, poder desarrollar la mente y estar más cercano a los altos niveles de conciencia (hay libros respecto a eso como Las Enseñanzas de Don Juan). Y no cualquier país lo tiene, y el nuestro sí, Y él experimentó vivencias en la montaña y se preparaba para ello, Rodrigo era un místico, aunque no le gustaba que la gente supiera esto. Por eso nunca se manifestó tal como era. Siempre puso murallas para que no lo conocieran realmente.

ES IRÓNICO QUE ANDARA EN ESOS NIVELES, Y TOCARA UNA MÚSICA SENCILLA, DICIENDO COSAS SIMPLES Y DIRECTAS, ¿NO LO CREES?

Tal vez tenía la capacidad de llegarle a la gente en un lenguaje que fuera más entendido para lograr un diálogo con los que lo escucharan. Y, definitivamente, lo que tocaba no era lo que él deseaba, pero tenía que llegar, paso a paso, a lo que quería dirigirse. Empezó solo, luego encontró al grupo Qual, luego hizo sus arreglos. Primero fue Rupestre, luego fue Nopal, y ya estaba pesado, electrificado, y hubiera seguido progresando, pero ahí paró. _

Entrevista Segio García Por JOSÉ LUIS PLUMA

Continuamos con la serie de entrevistas a la gente que conoció a Rockdrigo en vida, y que las iniciamos con Mireya Escalante, su compañera, para proseguir ahora con Sergio García, cineasta.

¿CÓMO CONOCISTE A ROCKDRIGO?

Lo conocí en la casa de unas francesas, ahí en la calle de Berlín. Yo iba porque. me gustaba una de las francesas, y a Rockdrigo le gustaba otra, Finalmente él sí se ligó a la que le gustaba, que es con la que estuvo viviendo: Francois; y yo no, porque estaba casada la que me gustaba a mí. Ahí nos conocimos. Yo no sabía que él cantaba. El pretexto era que nos estaban dando clases de francés a ambos, e íbamos con ellas. Pero ya entradas las horas, los tragos, o los toques, Rodrigo sacaba una guitarra y empezaba a cantar. Yo no sabía que cantaba, ni que las canciones, eran de él. Incluso, cuando oí por primera vez Perro Negro y Callejero del Tree, fue con Rodrigo. Y curiosamente era la que yo le pedía siempre.

¿CÓMO ERA ÉL COMO PERSONA?

Lo voy a decir claramente: yo pienso que era buena onda, en general, pero tenía algo que no le caía bien a la mayor parte de la gente, no sé si tenía sangre pesada, o qué onda, pero les caía mal, sobre todo a las chavas. Claro, era muy tentón, también, ya que chava que veía, chava por la que iba 'sobres', de volada. Entonces, normalmente las chavas se sacaban de onda, y le rehuían. Y fue muy curioso eso porque, en el momento en que empezó a cantar y a hacerse famoso, las mismas chavas que no lo pelaban, ahora lo traían "aquí".

Y. ¿CÓMO FUE LA CONEXIÓN PARA QUE SE AVENTURARA A CANTAR AL FORO TLALPAN?

Bueno, cuando yo conocí a Rodrigo, El Foro Tlalpan ya funcionaba; de hecho, ya cantaba ahí Jaime López, Roberto González, Cecilia Toussaint, Three Souls. Y cuando a Rodrigo lo veía cantar en los reventones, una vez le propuse que lo hiciera ahí, cuando supe que sus canciones eran de él. Pero no se atrevía, como que le daba pena. Un día hasta me llevó a un grupo para que tocara ahí, pero él no quiso tocar. Después empezó a ir los viernes, cuando cantaba Jaime López, y otras gentes, y pidió echarse un palomazo con ellos. Roberto González fue el más accesible en esa ocasión. Y prendió a la banda que estaba ahí, les encantó, incluyendo a Roberto González. Luego, fue otra vez, y ya no lo hizo más. Después supe que estaba en el Wendy' s (San Rafael), donde le abría a Javier Bátiz. Luego volvió al Foro pero cuando en el Wendy's tenía cierto status, cuando José Agustin lo descubrió y le sacó un artículo muy grande en el periódico Uno Mas Uno. Y cuando volvió al Foro, coincidió con el truene del lugar.

EL NO IR AL FORO, ¿CREES QUE SE DEBIÓ A UNA DECEPCIÓN DE LA GENTE QUE ESTABA AHÍ?

No sé, yo veía como que les daba celos de que Rodrigo fuera al Foro. Yo me había comprometido con Jaime, Roberto, Cecilia y todos los que cantaban ahí los viernes, de que yo les prestaba el lugar, y ellos me pagaban una renta simbólica. Y como que no les agradó que yo le sugiriera la presentación de Rodrigo, al que vieron así como, 'quién será este güey', ¿no? Lo que pasa es que Rodrigo nunca fue glamoroso, siempre fue como fue, se vestía normal, se peinaba normal, no como rockanrolero, y no andaba con aires de vedette; entonces eso le hacía que lo vieran como menos, y de hecho lo hacían menos. Pero ya cuando cantaba, veía que prendía a la gente, y les entraba como cierta envidia. Yo creo que Rodrigo, de todos los que he conocido, era el que más envidias tenía, yo creo que porque intuían el talento que tenía. Por ejemplo, en la ENA, un maldito baterista de un maldito grupo, lo saboteó, y no lo dejaba tocar, Ahí, hasta que finalmente, gracias a los estudiantes, Rodrigo pudo cantar en la Escuela de Antropología, pero lo sabotearon, y fue un lío para que lo dejaran tocar por ahí del '84. Y muchos músicos conocidos. Cuando surgió el Consejo de la Canción Mexicana, o no sé qué, Rodrigo conseguía rollos y organizaba tocadas, y lo frenaban. Por eso él hacía sus propias tocadas, incluso juntos hicimos varias giras aquí, por la zonas aledañas al D.F.; yo llevaba la Película Larga Experiencia, del Three Souls, y él cantaba. Hacíamos presentaciones juntos. Incluso recuerdo una allá, en Atoyac de steel, donde nos recibieron tres o cuatro gentes, no fue nadie, más que los organizadores, y parecía un sabotaje. Yo exhibí la película y cuando Rodrigo cantó al final, llegaron ahí los de la CTM, los lideres sindicales, y ante ellos cantó Rodrigo. Aquellos se ponían rojos de coraje ante sus canciones y pensamos que no íbamos a salir vivos de ahí.

BUENO, VIENDO ESTO, AL PASAR LOS AÑOS, ALGUNOS QUE DICEN QUE CONOCIERON A RODRIGO, ¿HAN MENTIDO EN SU MAYORÍA?

Sí. Te puedo hacer una lista gigantesca de nombres, que fueron los que lo sabotearon, pero mejor te digo los que fueron honestos con él: Roberto González, Catana, Roberto Ponce, Fausto Arrellín, son contados. Pantoja le abrió las puertas en el Museo del Chopo, así como otros le abrieron las puertas en la UNAM, y en la ENEP Acatlán, que fue cuando Lora oyó por primera vez El Metro Balderas, que se la aprendió y luego la tocó, pero su versión no le gustaba a Rodrigo porque decía que le quitaba lo Freudiano.

BUENO, Y CREES QUE RODRIGO, MESES ANTES DE FALLECER, ¿SE VOLVIÓ MÁS HOSCO, MÁS DESCONFIADO…?

No, Rodrigo seguía siendo el mismo, afortunadamente nunca cambió. Se volvió famoso y no se le subieron los humos, ni se volvió más hosco; nada más como que comenzaba a conocer más a la gente. Cuando no era famoso, bueno, no lo pelaban como a cualquiera, pero una vez que comenzó a cantar, lo saboteaban los que podían sabotearlo pero él nada más se lamentaba. Y una vez él me dijo, refiriéndose al incidente con Jaime, que a veces la gente cree que es como uno, y, uno confía en la gente como si fuera uno mismo, y se lleva uno la sorpresa de que es totalmente diferente.

¿ERA UN TIPO QUE FILOSOFABA SOBRE LA VIDA

-Sí, todo el tiempo. Fanático de los sueños. Siempre leía. Y es raro que una gente que esté en el medio rockanrolero, lea, casi no hay. Era una gente muy lustrada, pienso yo. Con un conocimiento mayor, incluso, que la mayoría de los rockeros, ¿no? Para esto, no sé si terminó una carrera en Tampico, creo que iba para químico, no me acuerdo, la verdad.

POR LO MISMO TENÍA POCOS AMIGOS, ME IMAGINO QUE NO LO ENTENDÍAN.

De hecho tenía pocos amigos y pocas amigas. De las pocas gentes que lo entendieron, lo comprendieron, y lo respetaron, fue su gran amor, Fracoise. Ella, como recibía dinero de Francia, le ayudó a sacar su primer casete de Hurbanistorias, que en ese entonces costó cien mil pesos, y que él mismo vendía.

TÚ, COMO CINEASTA, ¿QUÉ FILMASTE DE ÉL?

¡Híjole! El problema es que estaba tan cerca, que lo filmaba poco. Yo andaba filmando al Three, en aquel entonces, y cuando lo filmé a él, fue casi a su iniciativa porque parece que le latía su final. Y es que estuvo muy compulsivo en organizar festivales, en sacar su casete, como que le dio la prisa por darse a conocer. Y cuando estaba haciendo un toke de rock, yo pensaba filmarle Ratas, ¿Por qué no me las Prestas? Y El rock del Ete .Rodrigo decía que Ratas estaba bien, pero no. ¿Por qué no me las Prestas? y El Ete, que consideraba buenas, pero desfiguraba un poco la idea de él. Pero El Metro Balderas quiso que la metiera, para que quedara constancia de que la canción era de él. ¿Por qué no me las Prestas? se quedó, y metí Asalto Chído, pero Rodrigo ya había muerto, incluso había salido el segundo disco. En la secuencia del robo quedaba bien Asalto Chido.

Y LO DEL NOMBRE DE ROCKDRIGO, ¿DE DÓNDE SALIÓ?

Una chava de Tlalpan, Isabel Talavera, que era su representante en el sur, que era la que le organizaba las tocadas en Antropología, en el CCH Sur y en la Escuela de Artes plásticas tenía un atnigo llamado Rodrigo Flores. Entonces, cuando se hablaba en el Foro Tlalpan, de Rodrigo, Para distinguirlos, nos preguntábamos, ¿cuál Rodrigo? pues que Flores, pues que González. Entonces, a ella se le ocurrió ponerle Rockdrigo, que fue la forma de distinguirlo. Y a él le gustó cuando se lo dijimos. Y desde ahí, él mismo empezó a llamarse Rockdrigo, que fue cuando empezaba en El Wendy's

Y A ESTAS ALTURAS, ¿QUÉ PIENSAS DE TODO LO QUE SE HA DICHO DE ROCKDRIGO?

Yo lo conocí en '79, recién llegado de Tampico, y cuando murió, me indigné. Es más, ni siquiera fui al velorio, nada más fui en la mañana temprano Porque, la parte de la gente que estaba ahí, eran gentes que habían hablado mal de Rodrigo. Entonces, a la hora de que se muere, todos lo adoran, todos lo quieren y todos lo aman. Todos decían que eran amigos de Rodrigo. _

Ojalá Estuvieras Aquí Por MARISELA NARANJO

Ni la espera que muchas personas tuvieron que hacer para poder ingresar al lugar, ni el reducido espacio del foro, fueron obstáculo para que el pasado sábado 23 de septiembre se llevara a cabo un homenaje más a Rockdrigo González en el Multiforo Alicia, ubicado en Av. Cuauhtémoc 91-A, colonia Roma. El concierto estaba programado para iniciar a eso de las 17:45 horas, pero en ese momento iba entrando la gente, había quien llevaba dos horas esperando, pues no quería quedarse fuera y sin escuchar a los compañeros y amigos del cantante rupestre. Entre el auditorio hubo desde curiosos que habían visto pasar a la banda y salieron de su hoyo para acercarse a preguntar quién iba a tocar, hasta gente que ha seguido la huella del trabajo y la tradición del compositor de Metro Balderas. Rockdrigo González, fallecido en el temblor de 1985, no yace apagado, por el contrario, quienes trabajaron con él siguen mostrándonos que está vivo y con nosotros, muestra de ello es que hay quien conoce su trabajo y busca a los que continúan cosechando lo sembrado. Pepe Rolas, Arturo Meza, Carlos Arellano, Rafael Catana, Armando Rosas, Gerardo Enciso, Roberto González, Nina Galindoy Qual (si la memoria no me falla, en este orden pasaron por el escenario) son un grupo de personajes difíciles de reunir por el trabajo de que realizan individualmente y por la distancia que existe entre los lugares de residencia de cada uno de ellos. Entre un cantante y otro, se dejó escuchar música del homenajeado; también fue posible ver un video de un concierto filmado a principios de la década pasada. Cuando algún intérprete terminaba su participación, bajaba del escenario y se estacionaba entre el público a escuchar comentarios de sus compañeros, beberse algunas cervezas o platicar con los asistentes. La jornada musical fue larga, concluyó durante las primeras horas del domingo, los que estuvimos presentes salimos del lugar con un buen sabor de boca por haber escuchado excelentes canciones, la mayoría de ellas en voz de sus compositores. Agradezco la atención de Ignacio Pineda, Arturo Meza, Carlos Arellano, Rafael Catana, Gerardo Enciso, Roberto González, Nina Galindo y toda la gente que colabora en el Multiforo Alicia por apoyarme para la realización de este trabajo.

¿Qué dicen los rupestres?

-Rafael Catana Rafael

Catana fue una de las personas que compartió el escenario con Rockdrigo González. En 1991, sale la grabación “Polvo de Ángel”, aquí Catana une su trabajo a Qual, Follaje y Juan Valdés. Para 1996 sale “El Nahual” donde Federico Luna (baterista de Guillermo Briseño) y José Luis Montiel ( bajista de Celia Cruz cuando viene a México) apoyan a Catana para la elaboración del material. Ya para “La Rabia de los Locos” participa Jorge García Montemayor (guitarrista de Betsy Pecannins y Nina Galindo) y Daniel Rivadeneyra (guitarrista de Delirium) quien ha acompañado varias veces a Rafael en sus conciertos. Actualmente está elaborándo un trabajo con Ramón (La Castañeda) para su primer disco acústico. M.N. ¿Qué canciones interpretas de Rockdrigo? R.C. Yo hice un pacto con Rockdrigo, su memoria es mantenerla a partir de que existe el movimiento rupestre, yo en estos casos cuento anécdotas y procuro respetar mucho sus canciones, aunque vamos a hacer un trabajo donde estoy intentando hacer un acoplado con diferentes artistas, buscando darles a las canciones de Rockdrigo otro estilo, no sé, quizá hacerlo con cuerdas, con piano o con banda de rock. Yo casi no interpreto canciones de Rockdrigo, a veces toco “La máquina del tiempo”, precisamente por eso, porque él era una generación anterior a nosotros, pero empezamos el movimiento rupestre con él. El trato con él es que el movimiento no muera, es lo que me ha tocado más de 16 años. Esto de Rockdrigo nosotros lo empezamos a hacer, no tiene mucho tiempo, porque siempre había otra gente que lo hacía y de momento todo mundo se ponía la camisa y quería sacar dinero con ella, eso es muy triste. M.N. Tú trabajaste con Rockdrigo, platícame algo que recuerdes de él, una experiencia o una frase. R.C. Fue a fines del 84, veníamos de tocar de un festival en el foro Tlalpan, veníamos Sergio García, quien decía hacer cine rupestre; Fausto y yo sobre Patriotismo, veníamos corriendo en un Datsun històrico que tenía Fausto, de pronto nos íbamos a estrellar y Rockdrigo, que venía manejando, iba platicando “yo vivía en Tampico, cabrón, mi papá era rico, mi mamá tenía casa junto a la playa, un día dije pues qué hago aquí” y se vino al D.F. a tocar en los camiones y en los restaurantes. M.N. ¿Cómo se conocieron? R.C. Nosotros nos conocimos afuera de la huelga de Radio Universidad, del 84, llegaron Fausto y Roberto Ponce y nos prendimos a hacer cosas, es muy difícil porque luego hay como grupos, nosotros estamos aquí tocando en este caso para él y vamos a seguir haciéndolo, aunque a mí no me toque interpretar sus canciones, pero si seguir en esto y hacer cosas juntos. Aunque él de pronto era un cabrón ya te alucinaba o te decía me estás copiando, pero es un rollo generacional. -Roberto González Roberto González, amigo de Rockdrigo, estuvo con él un día antes de su muerte. Para él, va más allá de la música el movimiento rupestre, pues hay todo un grupo de arte que muestra esta tendencia. Rockdrigo y Roberto compartían frecuentemente el escenario pues, además de ser excelentes autores, había una profunda amistad que los unía. Precisamente un día antes del temblor, 18 de septiembre de 1985, “fue miércoles” dice el entrevistado con más precisión, ellos se encontraban juntos, andaban por las calles de la ciudad en una camioneta que a Rockdrigo le había prestado uno de sus vecinos, de nombre Fredy, y que le urgía entregar. Roberto le decía que la fuera a dejar después, al otro día quizá, y que mejor fueran juntos a una fiesta, pero Rockdrigo no accedió. Según Roberto, quizá si hubieran asistido a la reunión otro hubiera sido el final del compositor de Distante Instante, pero “es tonto pensar en eso ahora”.

-Gerardo Enciso

Con tres discos grabados, Enciso está a punto de sacar un nuevo material discográfico que llevará por titulo “Tarará”, el cual tiene elaborando alrededor de un año. M.N. ¿A ti te gusta interpretar alguna canción de Rockdrigo? G.E. Si, hay varias, por ejemplo la de “No la hagas más de tos”, “Solares Baldíos”, me gustan sus canciones. M.N. ¿Cuánto tiempo tiene que te incorporaste al movimiento rupestre? G.E. Yo no pertenezco a los rupestres, los rupestres son Roberto, Catana, Nina. M.N. ¿Y tú por qué no? G.E. Porque yo no estuve con ellos en ese momento, ellos formaron el movimiento. M.N. Cuéntame algo que hayas vivido o que recuerdes de Rockdrigo. G.E. A Rockdrigo lo conocí hace un chingo de años. Una vez que habíamos estado tocando en Guadalajara, en ese entonces yo hacía rock progresivo con una guitarra, íbamos pasando por la Catedral, él se pone muy serio y me pregunta que si creo en Dios, nos miramos y comenzamos a reir. -

Arturo Meza

Justo donde comienzan las escaleras del Alicia, Meza estaba firmando autógrafos, me mantengo a cierta distancia esperando a que disminuya la cantidad de gente para poder acercarme, pero es difícil que se quede solo, pues cuando pasa alguien, y lo ve, se estaciona ya sea para preguntarle donde será el próximo concierto, cuál su teléfono o pedirle su firma; él, siempre con una sonrisa en el rostro, accede a sus peticiones. Al preguntarle si le molestaba que le hiciera algunas preguntas mientras escribía, me mira y me dice que no importa, puedo preguntar. M.N. Platícame algo de Rockdrigo González. A.M. Yo no conocí mucho a Rockdrigo, con él tuve una conversación muy larga en un lugar que se llamaba la Escuela Antigua de Pintura en San Carlos, él iba a buscar unas fechas para unos conciertos o un festival rupestre, yo estaba preparando un concierto con Alejandro Montoya en una exposición que estaba planeada con cadáveres humanos, Montoya tenía un grupo que se llamaba “Hielo de Risa” que tocaba música para sus eventos, ahí fue nuestro contacto digamos más siniestro y anímico, Rockdrigo vio el montaje de la exposición que, aunque no pudo ser con cadáveres humanos, pues se usaron de perros; se presentó Alejandro y nosotros hicimos la música, a Rockdrigo le pareció aquello alucinante. Conversamos en ese momento y hablamos de muchas cosas, él comentó algo respecto a ese instante dijo que le había parecido muy rupestre e inclusive nos invitó a tocar con ellos. Después se dio lo de unos conciertos para la Ciudadela, pero nunca se llevaron a cabo; también en el teatro Independencia, iban a ser en septiembre precisamente. M.N. Algo que te haya sorprendido de él, algo que te haya dicho o que recuerdes. A.M. Mi contacto con él fue muy poco. Nada que ver, ni que comentar. Sólo una vez me dijo andas muy volado, hablas de un mundo muy grueso, estás muy locochón, fue algo así; es el único recuerdo. Lo trascendente fue por otro lado. M.N. En tus conciertos, ¿incluyes algo de Rockdrigo? A.M. No, esta fue la primera ocasión. Cantó rolas mías o una de Charlie García.

-Carlos Arellano Arellano

comienza a tocar por allá de la década de los setenta, para el 87 graba su primer disco y después salieron otros cuatro, entre colectivos e individuales . Adelanta que el próximo año saldrá un nuevo material, que está todavía sin título. M.N. ¿Tú trabajaste con Rockdrigo González? C.A. Creo, tengo que preguntar bien, que soy el único que no conoció a Rockdrigo. M.N. ¿Cómo te integras con los rupestres? C.A. Cuando sale primer disco en el 87, Fausto Arrellín trabajaba en Pentagrama, la compañía que me sacó este material, y como que reconoció en mí cosas comunes con los rupestres y me empieza a conectar con Catana y me involucré. A Rockdrigo lo había escuchado, no es mi principal influencia, aunque me gusta. Aunque yo soy de Puebla y allá vivo, me adoptaron como parte de los rupestres. M-N. ¿Qué tal te has identificado con el grupo? C.A. Me encanta. Ya son como cinco años que participo en los eventos. Hemos terminado por ser cuates todos. M.N. ¿Qué temas de Rockdrigo prefieres tocar? C.A. Yo no toco nada de Rockdrigo, aunque me gustan muchas rolas, nunca interpreto canciones que no sean mías, alguna vez canto algo pero porque me guste mucho o por diversión. Encuentro una actitud parecida, yo creo que es lo que nos une, si tú despacito miras las canciones de uno y otro yo creo que cada quien tiene sus características. M.N. ¿Qué tan importante es para ti que, aunque no conociste a Rockdrigo, te tomen en cuenta para estos homenajes? C.A. Me gusta. Aunque yo soy, de algún modo, como de reciente acceso, es decir, no soy de los originales. _

"Rodrigo era indisciplinado" GONZALO RODRÍGUEZ Revista LA BANDA ROCKERA, 1987

Rodrigo y yo nos conocimos desde niños y más en la secundaria, allá en Tampico, éramos pues de la misma camada; en la preparatoria nuestra relación se hizo, del compañerismo a la amistad, y a trabajar juntos. Colaboramos para una publicación de esas mimeografiadas y que hoy se hacen llamar fanzines. Lo hacíamos entre varios amigos con diversas inquietudes en la creatividad; el grupo lo formábamos, toda la raza, pero principalmente Celestino González, Boris Luengas, ¡muy buen cuentero! Y Roberto Treviño, como director. Por los días en que iba a Jalapa, a la Universidad, estrechamos más nuestra amistad y después, al regresar. Y con Edmundo Font iniciaríamos el grupo Siglo XXI, que sería una forma de taller de poesía pero que maduraría como grupo interdisciplinario; trabajábamos en base... a la importancia... se apoyaba pues, en la poesía. Y experimentábamos las diversas maneras de expresarla, en lo teatral y lo musical. Con ese grupo nos presentamos por montones de lugares por todo el estado de Tamaulipas. Era un mundo de locos inquietos; no teníamos foros ni fondos y, más bien arañando de aquí y de allá, lográbamos hacer cosas. Terminamos trabajando juntos para algo que se llamó más o menos, Teatro Independiente Zeus, para una obra, Kean; de Alejandro Dumas, pero adaptada por Jean-Paul Sartre. Esa vez participaríamos sólo como actores, Rockdrigo hacía el papel de anunciador y saltimbanqui, ¡era un papel comiquísimo!. Nos divertíamos mucho en esa época. Luego, cuando él se viniera a México, tanto la primera - que hasta llegaría para vivir en mi departamento, por largas temporadas -, y por nuestro taloneo por la ciudad; tocábamos por todas partes, o como pareja de complemento, para requintear y sostener; por la primera época, por el 75-76, más que nada cantábamos versiones que se hacía a rolas clásicas, por ejemplo, Sitting on the Fance, de los Stones, o bien, de Dylan; las interpretábamos en español, por supuesto, además de lo que era más nuestro, tanto de su parte, como de la mía, y ya combinados, en la improvisación... y con lo que se nos ocurría al momento. Lo de la Sala Manuel M. Ponce, fue algo así como - quién sabe qué sería - pero el caso era que parecíamos un grupo, que no lo era; éramos cuatro músicos y, la cosa es que cada uno iba a aportar una obra, una rola y, al tiempo que los otros la enriquecerían, le apoyaríamos, con ideas y tocando instrumentos. Pablo haría algo sobre el Periférico; el Oliverio sacaría una rola sobre el "Despertar al hombre"; Rockdrigo se lanzaría con una suite. Ya no juego, me encajaría perfectamente en lo que muy bien él denominaría "Huapango Blues". Yo hice "Historias al Sol", no sé qué sería lo mío, nunca me he puesto a catalogarla, a no ser decir que fue "una canción". Rockdrigo y yo la rolamos juntos muchas veces, en algunas ocasiones por largas temporadas, siempre dentro de la música, para tocar en las calles, en los parques, o en foros como teatros y auditorios. Otras veces, en que dejábamos de vernos, nos juntábamos para alguna cosa especial. Luego, seguido nos juntábamos en mi casa, sólo para tocar y cantar por el gusto de hacerlo. Nunca compusimos juntos ninguna rola en particular y más bien, lo que hicimos fue mucha improvisación; cuando nos juntábamos para "ensayar", cosa que hacíamos muy seguido, nos pasábamos las horas toque y toque, cante y cante, por noches enteras: siempre teníamos la idea de juntarnos, para ensayar alguna rola en particular; pocas veces lo hacíamos, la tocábamos un ratito y terminábamos... improvisando. A mí me gustaba mucho la experiencia de trabajar con él, porque lo hacíamos de tal manera, en que nos dábamos oportunidad a que cada uno manifestara en su propio sonido, o sea, que así teníamos dos y, ya conjuntamente, lográbamos un tercero; me gustaban mucho esos resultados, ninguno de los dos sobresalía, era algo conjunto. Me sacaba de onda con su indisciplina, claro que ésta, siendo de ambos, se podía pasar, pero él... él era en extremo. Rockdrigo era como se expresa en sus canciones; él muestra cierta inseguridad, pero ésta es sólo al principio: como en una rola el compositor se desnuda, pero poco a poco, al subir una y otra vez a los foros, terminas por perder el pudor. A Rockdrigo le dio la seguridad la propia calle, eso le daría su más grande experiencia. Rockdrigo era un hombre irónico; lo fue desde niño; era muy desordenado, pero también era un hombre neto, muy directo; era muy anárquico, pero en la medida íntima en que lo exige la creatividad, la búsqueda. Su primer interés era la música, pero dándole un sentido a la temática y esa misma anarquía le llevaría a la pintura, a desarrollar inventos, a fabricar juguetes, a hacer esculturas EFÍMERAS; a veces sólo usaba plastilina para sus trabajos, chácharas... en realidad a Rockdrigo no le importaba mucho la permanencia. "A su muerte y todavía... siento mucho la pérdida del gran amigo..."

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