15 de agosto de 2002
Entrevista de Marta Harnecker
A todos los que hicieron posible la realización de este libro, muy especialmente a quienes transcribieron las cintas, las venezolanas: Jorgina Eloisa Moya, Belkis Herrera, Clara Carrillo, Dayimar Sosa, y la cubana Hilda Betancourt; a Bertha Menéndez y Pavel Alemán que colaboraron en la edición; a Rafael Vargas, que siempre estuvo dispuesto a evacuar mis dudas; a los que fueron leyendo los diferentes capítulos y dándome sus opiniones; a Nelly, quién preparó la cronología; a Lorena que me liberó de muchas tareas para poder concentrarme en este trabajo, y a todo el equipo del Centro de Investigaciones "Memoria Popular Latinoamericana" que, como siempre, me apoyó en todo.
La idea de entrevistar al presidente venezolano Hugo Chávez Frías, surgió en mí en abril del 2002. Tenía programado hacer una gira por varios Estados de Venezuela para realizar conversatorios sobre mis últimos trabajos sobre la izquierda. ¿Cómo no aprovechar esa ocasión para entrevistar al líder del proceso revolucionario venezolano, un proceso tan tergiversado por los medios de comunicación internacionales y tan poco comprendido por los sectores progresistas y de izquierda de éste y de otros continentes?
No es de asombrarse que esto ocurra ya que se trata de un proceso sui generis, que rompe con los esquemas preconcebidos de los procesos revolucionarios. Primero, surge a partir del abrumador triunfo de Chávez en una contienda electoral y continúa avanzando por la vía institucional a pesar de todas las provocaciones que recibe por parte de los opositores. Segundo, es conducido por un ex militar que 6 años antes -buscando superar la crisis política que ya entonces vivía Venezuela- osó promover un alzamiento militar contra el régimen. Tercero, ha sido incapaz de eliminar la corrupción -una de sus banderas de lucha-. Cuarto, no cuenta con un partido de vanguardia para conducir el proceso. Quinto, es catalogado ideológicamente de indefinido, porque no asume el marxismo como ideología orientadora del proceso sino el bolivarianismo. Éste, evidentemente, no habla de lucha de clases pero sí habla de integración latinoamericana. Concibe la democracia como el sistema político que da máxima felicidad al pueblo. No acepta que un militar dirija sus armas contra el pueblo. Y, quizás, lo más significativo, advierte, ya en aquella época, (1) que los "Estados Unidos de Norteamérica aparecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias a nombre de la libertad". Sexto, no ha materializado todavía transformaciones económicas de envergadura y es un fiel pagador de la deuda externa.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente señalado, muchos se preguntan: ¿cómo hablar entonces de proceso revolucionario?
Paradójicamente habría habido una contrarrevolución sin una revolución.
Propuse, entonces, al presidente Chávez , realizar una larga entrevista partiendo de las dudas de la izquierda en general, que le permitiese informar y reflexionar sobre temas como los siguientes: el porqué de la elección de la vía institucional para realizar cambios revolucionarios; las razones de una presencia militar tan importante tanto en los órganos de gobierno como en la conducción de muchas de las principales tareas revolucionarias; las características de estas generaciones de militares venezolanos que los hacen diferentes a otros ejércitos latinoamericanos; las relaciones históricas con la izquierda organizada y sus desilusiones; el tipo de modelo económico que se pretende llevar adelante y las razones del escaso avance en este terreno; las dificultades que ha debido enfrentar, los errores cometidos; el aprendizaje logrado a través de estos años, y una visión de los últimos acontecimientos .el golpe reaccionario del 11 de abril y retorno a Miraflores del presidente.
Mi intención era que esta entrevista sirviese no sólo para dar a conocer el proceso venezolano y los enormes desafíos que enfrenta al tratar de avanzar en las transformaciones profundas de la sociedad por la vía pacífica constitucional, sino también como material de formación para quienes creen .frente al neoliberalismo salvaje que hoy arrasa en nuestro continente. que otro mundo humanista y solidario es posible y buscan afanosamente cómo construirlo.
Cuando me decidí a emprender la tarea, leí algunas entrevistas que él había otorgado y me di cuenta que varios de los temas que me interesaba abordar ya habían sido desarrollados en ellas. Estuve a punto de abandonar la empresa. No tenía sentido obligarlo a repetir lo que ya había dicho a otros. Dos cosas me decidieron a seguir adelante. Primero, el convencimiento a que finalmente llegué de que era posible profundizar en varios temas ya abordados y plantear algunos nuevos. Y segundo, la posibilidad de difundirlo en forma masiva entre quienes siguen mis trabajos desde tiempo atrás.
Comprendía las dificultades que el presidente tendría para otorgarme una larga entrevista y por eso, en aras del tiempo y de ofrecer al lector el máximo de información posible sobre cada tema, pensé que lo mejor sería elaborar las preguntas precediéndolas de un largo comentario informativo que diese una síntesis de las principales ideas ya expuestas en otros lugares .entrevistas y discursos. permitiéndome obviar los temas ya tratados y destinar el tiempo que me concediese a profundizar en ellos y abordar los nuevos. Hice entonces un largo cuestionario de 12 páginas que -como era de esperar, dada sus múltiples tareas- él nunca leyó. No pude realizar la entrevista en la forma en que me lo había propuesto. Chávez es un gran conversador, fue muy difícil que se centrara exactamente en el tema propuesto. Suele acompañar sus exposiciones de anécdotas y referencias históricas. A veces pareciera que ha perdido el hilo o que no quiere abordar la materia propuesta, pero luego de un rato, y sin que yo se lo demandara, volvía sistemáticamente a la pregunta. Por otra parte, en algunos asuntos no pude impedir que repitiera la información que había otorgado a otros entrevistadores, lo que finalmente resultó positivo, porque en varios lo hizo con mayor profundidad, tal vez motivado por el perfil del lector al que sabía estaba destinado este trabajo.
Iba llena de aprehensiones a mi primera entrevista: ¿sería capaz de estar a la altura de la tarea? ¿Comprendería mi entrevistado la crudeza de algunas preguntas? ¿Funcionaría bien la grabadora? Bastó conocerlo y conversar unos minutos para que todas mis preocupaciones se desvanecieran. Encontré a un hombre sencillo, simpático, autocrítico, reflexivo, con una gran capacidad para escuchar con atención los comentarios que se le hacen. Apasionado, con una gran fuerza interior. Me llamó especialmente la atención su gran sensibilidad humana y su genuina vocación popular. Adora a sus hijas e hijos, y es muy tierno con ellos. No puede vivir sin tener un contacto directo y frecuente con los sectores populares más humildes, donde sabe reside su mayor fuerza. Se sabe adorado por su pueblo, pero quiere volcar ese amor en organización y desarrollo autónomo. Es un dirigente extraordinariamente humano. Todas estas virtudes no niegan sus defectos. El mismo reconoce que tiene grandes dificultades para trabajar en equipo, pierde fácilmente la paciencia, hiere a sus colaboradores, confía excesivamente en gente en la que no debería confiar, es incapaz de organizar su agenda en forma racional, habla más de lo que debería hablar: dice toda la verdad cuando sólo podría decir una parte.
No se define como marxista, pero sí como revolucionario y bolivariano. Esta convencido que sólo una revolución, es decir, una transformación económico-social profunda. puede sacar a Venezuela de la crisis que arrastra desde hace décadas, y sobre este tema no está dispuesto a tranzar cueste lo que cueste. Sabe que en el proceso revolucionario bolivariano se juega la esperanza no sólo de su pueblo, sino de muchos pueblos de América latina y del mundo. Ha elegido la vía pacífica para lograr que ésta se materialice y cree sinceramente que éste es el camino más deseable. Tiene una gran fe en el papel que puede jugar el pueblo como poder constituyente para evitar que sus opositores obstruyan este camino. "La maravilla de nuestra nueva Constitución -suele decir- es que no permite que se aliene el poder constituyente". Ese es el último recurso en caso de que el proceso se empantane institucionalmente.
No pretende tener soluciones claras y precisas a todos los problemas que angustian a la izquierda mundial. Reconoce honestamente que no posee todas las respuestas, y está convencido que debe caminar guiado por algunas orientaciones básicas e ir inventando en el camino muchas de ellas.
Tiene absolutamente claro de que no hay proceso revolucionario sin un pueblo organizado y consciente y por eso dedica una parte significativa de su tiempo a educar a ese pueblo a través de sus discursos y de su programa semanal radiotelevisivo "Aló presidente", y de su contacto directo con el pueblo. No se cansa de llamarlo a desempeñar un papel activo en la construcción de la nueva sociedad que está germinando. Su obsesión ha sido transformar ese mar de pueblo que se expresó en las calles el 12, 13 y 14 de abril en organización. No pierde ocasión para llamar a constituir círculos bolivarianos de los más diversos tipos. Sabe que un pueblo organizado y no desarmado, porque cuenta con el apoyo del grueso de la Fuerza Armada, es invencible.
Pero , volviendo a la entrevista, a pesar de haber podido grabar algo más de 15 horas en diferentes sesiones de trabajo que transcurrieron en los meses de junio y julio del año 2002, en variados lugares de Venezuela .un jeep camino a El Vigía, en Mérida; un helicóptero hacia un platanal en el mismo Estado, donde se desarrolló el programa .Aló, presidente.; el avión presidencial en vuelo de regreso hacia Caracas; la residencia presidencial La Casona; la residencia presidencial en la isla La Orchila, lugar donde estuvo preso en las últimas horas del golpe militar de abril; el Palacio de Miraflores, y el Fuerte Tiuna., fue imposible desarrollar completamente el amplísimo cuestionario que yo había elaborado. Los mayores vacíos se dieron en dos temas: los elementos teóricos que fundamentan su proyecto y el instrumento político que se requiere para enfrentar los enormes desafíos que se plantean. Temas que, por lo demás, Chávez reconoce abiertos para él.
Me pareció que la mejor forma de cubrir estos vacíos temporalmente -ya que no renuncio a la idea de profundizar estos temas en una futura entrevista- era sintetizar los aspectos no abordados con datos conseguidos por mí en la misma forma en que lo había hecho para el cuestionario, intercalándolos a manera de síntesis entre tema y tema, o al inicio de alguna pregunta.
La entrevista había sido planificada para antes del golpe de Estado del 11 de abril del 2002, pero sólo fue posible materializarla dos meses después. Las informaciones y reflexiones acerca de cómo un gobernante depuesto por un golpe militar recupera el gobierno en menos de 48 horas, acontecimiento único en el mundo, ocupan un espacio importante en este libro.
Y hablando del golpe quisiera terminar esta introducción con las palabras finales de este libro: Cuando reflexiono sobre el golpe del 11 de abril recuerdo las ideas de John Kennedy, ex presidente de los Estados Unidos, quién dijo: Los que le cierran el camino a la revolución pacífica, le abren el camino a la revolución violenta. Nosotros escogimos hacer la revolución constitucionalmente, por un proceso constituyente de incuestionable legitimidad. Si en algún momento del 11 y 12 de abril dudé que una revolución democrática y pacífica fuera posible, lo que pasó el 13 y 14 de abril .cuando esa inmensa cantidad de gente salió a la calle, a rodear Miraflores y varios cuarteles, exigiendo mi regreso. reafirmó en mí con mucho vigor la idea de que sí es posible. Claro que la batalla es dura, y será dura y difícil. Se trata del arte de hacer posible lo que ha parecido y sigue pareciendo a muchos como un imposible.
-Quisiera que me hablaras, para empezar esta conversación, de tu visión de la izquierda venezolana cuando comenzaste a tener inquietudes políticas. Pero antes quizá sería bueno conocer qué cosas son las que van influyendo en tu vida que despiertan tu motivación política.
-Mira, Marta, yo entré a la Academia Militar en 1970, cuando tenía 17 años recién cumplidos, era casi un niño, no tenía ninguna motivación política: en ese momento una de mis aspiraciones era ser pelotero. Éramos una generación de muchachos de los pueblos, los barrios, de los campos, que entraba en un momento en que la guerra de guerrillas estaba terminando y el país parecía entrar en una relativa estabilidad democrática.
Y entro en unas circunstancias bien particulares. Pertenezco a la primera promoción de lo que se conoce como el Plan Andrés Bello. La vieja escuela militar dio en ese momento un salto a una especie de universidad militar. Antes la Academia formaba bachilleres militares, en cambio nosotros entrábamos ya bachilleres y salíamos licenciados en Ciencias Militares, que era como un nivel universitario. Por exigencia universitaria el currículo de estudio sufrió un salto positivo. Estudiábamos Ciencias Políticas y yo empecé a motivarme con el estudio de la teoría militar. Mao (2) me gustó mucho y entonces me puse a estudiar un poco más a este autor.
-¿No influyó en eso tu hermano?(3)
-No, aunque tal vez indirectamente, porque en aquellos años de esa juventud yo veía muy poco a mi hermano; él estaba estudiando en Mérida, yo no sabía que él andaba metido en el Partido Revolucionario Venezolano (PRV) Ruptura con Douglas Bravo.(4)
De mis lecturas de Mao saqué varias conclusiones que fueron determinantes para mí. Una de ellas era que la guerra tenía una serie de componentes, de variables, que había que calcular. Los chinos hablan del cálculo para todo, tienen un pensamiento que vuela rasante con el suelo, tratan de conectarse con la realidad. Mao decía que una de esas variables era la moral y señalaba que lo que determina el resultado de una guerra no es la máquina, el fusil, el avión o el tanque de guerra, sino el hombre, el ser humano que maneja la máquina, pero, sobre todo, la moral del hombre que maneja la máquina. Y, en segundo lugar, algo creo que mucho más importante, mucho más amplio y profundo: aquello de que "el pueblo es al ejército, como el agua al pez". Yo concordé siempre con eso y he tratado de practicarlo, o sea que siempre tuve una visión cívico-militar, veía que debía existir una estrecha relación entre el pueblo y el ejército.
En esa época leía mucho. Me lo pasaba leyendo todo libro que me llegara a las manos sobre ese tema. Entre esas lecturas recuerdo el libro que se llamaba: El ejército como agente de cambio social de Claus Héller. Este señor compilaba una serie de artículos que hablaba de casos donde el ejército había actuado como agente social. Leí también mucho sobre estrategia militar, historia de la guerra de Clausewitz, (5) también Bolívar, los escritos militares de Páez, Napoleón, Aníbal. Teníamos un muy buen profesor de Historia militar y Filosofía militar, Jacinto Pérez Arcay, militar doctor en Historia, un hombre de un pensamiento muy profundo.
-Entre todos esos autores has dicho que estudiaste también a Marx, aunque confiesas haberlo hecho sólo superficialmente y por eso mismo estimas que no puedes definirte como marxista, aunque dices no ser antimarxista. Sostienes que para buscar la solución de los problemas de nuestros países hay que ir más allá del marxismo ya que en ellos es difícil encontrar una clase obrera como la que Marx mencionaba en sus obras. No eres comunista pero tampoco eres anticomunista y no tienes problemas en decir que tienes muy buenos amigos entre los comunistas y que rechazas las posiciones que demonizan al marxismo o al comunismo. (6)
Supe que también estudiaste derecho constitucional a fondo, porque era una de las materias que exigían para la licenciatura en Ciencias y Artes Militares; que los preparaban para defender el sistema democrático y estudiaban el tema de la democracia. Hablas del libro: Venezuela: Una democracia enferma, escrito por un adeco que tenía reflexiones muy interesantes (7). Hablas que definían la democracia como un gobierno del pueblo y que, por lo tanto, se detenían sobre lo que es el pueblo, los derechos humanos y los derechos del pueblo. Y sobre el planteamiento de Bolívar que identificaba democracia con la mayor felicidad del pueblo. Dices también que entonces comenzaron a estudiar las tesis bolivarianas y que ustedes hicieron allí, en la Academia, sociedades bolivarianas.
Por otra parte, señalas que tu generación no se formó, como las anteriores, en la Escuela de las Américas (8),sino que más bien la escuela de ustedes fue las montañas de Venezuela y los libros sobre ese país. Toda esta información acerca de la formación de tu generación de militares me parece sumamente importante para entender a los militares venezolanos.
Por supuesto Marta. Mira, otra de las cosas que creo influyó en mí fue el estudio que como militares hacemos de la técnica del liderazgo, es decir, la técnica de cómo conducir grupos humanos. Uno aprende cómo levantarles la autoestima, la moral a la gente. Yo recuerdo hasta la matriz del liderazgo, porque además fui instructor durante muchos años.
.¿Liderazgo hacia adentro, hacia la Fuerza Armada (9)?
No, no sólo. Yo siempre lo pensaba en ambas direcciones: hacia adentro y hacia afuera. Todos son seres humanos, lo único que uno tiene un uniforme, un fusil y el otro no. Los soldados son campesinos, muchachos de los barrios. ¿Cómo levantar la autoestima a un grupo de soldados por allá, en la frontera, a veces comiendo mal, sin ropa adecuada, y lejos de la familia? ¿Cómo mantener una unidad con alta moral y autoestima? ¿Cómo inyectarle nacionalismo, patria, conciencia de por qué es un soldado? ¿Cómo hablarle a uno por uno de noche, en la mañana? ¿Cómo atender sus problemas? .¿Qué pasa? ¿Por qué llegaste tarde de tu permiso?. "Bueno, es que tengo a mi madre enferma," "la novia me botó," "me tomé unos tragos y me quedé dormido". "Bueno, está bien, pero trata de no hacerlo otra vez, porque eso es malo". No todos los militares somos así de preocupados por los demás, pero especialmente esa muchachada tiene mucho de eso.
-He sabido que, en 1980, a los pocos años de graduado volviste a la Academia de instructor, junto con un grupo de compañeros que tenían tus mismas preocupaciones. Y que ahí comenzaste una labor de proselitismo para el movimiento que estabas formando en esos años (10) y de formación de esas nuevas generaciones; y que casi todos los oficiales rebeldes que participaron en la Rebelión del 92 fueron los mejores estudiantes de esa promoción [1980 .1983]. (11)
Sí Marta, casi toda la década de los ochenta nosotros estuvimos trabajando en la Academia Militar y en los cuarteles, formado a esa juventud, esos núcleos bolivarianos.
-Volviendo a lo que tú decías acerca del ejército como agente de cambio social, quisiera saber si influyeron en ti las experiencias de los gobiernos militares que entonces existían en América latina.
-Claro que sí, tanto la experiencia panameña como la peruana. Mira, a la Academia Militar nuestra llegó un hijo de Omar Torrijos, que entonces era presidente de Panamá. Ese país no tenía Escuela Militar. Este muchacho jugaba béisbol y por ahí nos hicimos amigos. Y en una ocasión yo le pedí que me llevara algunos libros de su padre. Vi fotos de Torrijos con los campesinos, me hablaba de lo que era la Fuerza de Defensa y lo que desde niño vivió con su papá entre los campesinos. Me contó del golpe de Estado aquel que derribó a Torrijos, estando él en Costa Rica, y cómo después regresó por las montañas de Chiriquí. Yo me hice torrijista. Tuve varios amigos panameños. Eso fue entre 1971 y 1973.
-Otra cosa que influyó en mí fue el golpe contra Allende. ¡Mira! te voy a contar algo: cuando a Allende lo tumban yo estaba comenzando el tercer año de la Academia. En agosto habían entrado los nuevos aspirantes a cadetes así es que estábamos en el período de instrucción intensiva, de adiestramiento, de enseñarles a disparar, a pararse firmes, las leyes y reglamentos militares, todo aquello; un período duro de entrenamiento. Al pelotón que yo comandaba llegó un aspirante, un muchachito de 17 años, José Vicente Rangel Ávalos -hoy alcalde del Municipio Sucre-, hijo de José Vicente Rangel .actual vicepresidente-, que era candidato presidencial en ese preciso instante por la izquierda: por el MAS (12), MIR (13), el PCV (14)... Algunos oficiales de la Academia opinaban que ese muchacho no debería ser militar, porque era hijo de un comunista .acuérdate que todavía en ese momento había guerrilla en Venezuela., y entonces comienzan a presionarme, primero para que vigilara a este nuevo recluta. .¡Cuidado!, me decían, que es comunista. y luego para que lo calificara mal, para buscar excusas para darlo de baja en ese período previo. Yo me negué a hacerlo, el muchacho era bueno, además era buen estudiante, tenía mucha voluntad, era muy buen tirador. Una vez se ganó un premio de tiro, entonces me dijo un oficial: "Se da cuenta, ese muchacho es guerrillero, está entrenado". En esos días tumban a Allende y como yo ya tenía simpatía por esas corrientes de izquierda ese golpe me conmocionó. Recuerdo que en aquel momento pensé: "Bueno y si gana José Vicente Rangel ¿será que a nosotros nos van a obligar a dar un golpe porque es de izquierda?".
-Luego también influyó en mí la visita que hice a Perú en 1974, cuando todavía yo era cadete. Me seleccionan para ir a Ayacucho para el 160 aniversario de la batalla de Ayacucho (15). Tenía 21 años, estaba en el último año de Academia y ya andaba con una clara motivación política. Para mí fue una experiencia emocionante vivir como muchacho militar la revolución nacional peruana. Conocí personalmente a Juan Velasco Alvarado. Una noche nos recibió en el Palacio a los militares de la delegación venezolana y nos regaló un librito del mismo tamaño de éste de nuestra Constitución (saca el librito y lo muestra), yo lo guardé toda la vida hasta el día de la rebelión del 4 de febrero cuando me quitaron todo. El manifiesto revolucionario, los discurso de aquel hombre, .El Plan Inca., me los leí durante años. Y, en aquel viaje, conversé sobre todo con la juventud militar peruana, allí entre las muchachas, la fiesta, el desfile de Ayacucho.
Todas esas cosas, Marta, me fueron impactando de alguna manera: Torrijos, me hice torrijista; Velasco, me hice velasquista. Y con Pinochet, me hice anti pinochetista.
En ese entonces me interrogaba: ¿para qué los militares?, ¿para tenerlos encerrados en los cuarteles?, ¿para servir a qué tipo de gobierno: para establecer una dictadura como Pinochet o para gobernar como Velasco o Torrijos al lado del pueblo, enfrentando incluso corrientes hegemónicas mundiales? Entonces, yo comencé a percibir al militar, no como un masacrador del pueblo, ni para dar golpes de Estado, sino como un servidor social y a la Fuerza Armada como un ente social.
Cuando me gradué en 1975 yo ya estaba prendido; ya cargaba una idea política por dentro, y eso me nació ahí, en la Academia.
-Recuerdo que leí que en ese momento, cuando te envían a Barinas y te nombran oficial de comunicaciones del Batallón de Cazadores "Manuel Cedeño" .uno de los trece batallones que en los sesenta había destinado el ejército a la lucha antiguerillera . en la Marqueseña, la tierra de tu bisabuelo, tenías mucho tiempo para leer, porque ya en ese momento, 1975, por esos lados no había guerrillas. Contabas que por allí .cuando tenías unos 21 años. descubriste en la maletera de un carro viejo decomisado a la guerrilla una buena cantidad de libros, casi todos marxistas y que decidiste hacer con ellos una biblioteca. Había uno que te llamó mucho la atención: Tiempos de Ezequiel Zamora de Federico Brito Figueroa. (16) Dices también que de tus lecturas y experiencias de esa época tú empezaste a relacionar guerrilla con hambre, miseria; a los jefes militares con los gobernadores, a los soldados con el pueblo. Y que empezaste a hacer reflexiones sobre las causas de las guerrillas y recomenzaste a leer de nuevo sobre este tema al Che, a Mao, buscando conocer las causas de esos procesos. (17) ¿Cuáles son las experiencias más significativos de aquella época?
-Hubo algo que entonces me marcó: yo estaba en un teatro anti guerrillero y en una ocasión un cuerpo de inteligencia trajo a unos campesinos presos y en la noche los estaban torturando, yo me negué a aceptar aquello. Tuve un enfrentamiento duro. Mi actitud de rechazo a que torturaran a esos campesinos me valió una amenaza de juicio por instigar a la rebelión militar y al desconocimiento a la autoridad. Eso me marcó mucho porque yo decía: "Bueno, qué ejército es éste que está torturando a unos señores allí, aún cuando fueran guerrilleros no tendrían porqué hacerlo".
Pero también presencié cómo un grupo guerrillero, Bandera Roja (18), había masacrado soldados. Ellos venían montados en un camión de volteo medio dormidos, cansados de caminar por esas montañas y los guerrilleros estaban esperándolos en un sitio en el camino y les dispararon; no les dieron tiempo ni de defenderse y los remataron. Yo decía: "No estoy de acuerdo con torturar a esos campesinos porque dicen que son guerrilleros, pero tampoco que guerrilleros masacren a esos soldados que son muchachos inocentes que estaban cumpliendo una misión". Además, se trataba de una guerrilla que ya estaba derrotada, que no tenía apoyo popular ni trabajo popular de ningún tipo; se trataba de pequeños grupos.
Cuando yo tenía unos 15 años, en Barinas, mi propia tierra, conozco a intelectuales como Ruiz Guevara, un viejo comunista e historiador de quien me hice muy amigo; conocí a sus hijos, ellos eran de La Causa R (19), grupo político que recién estaba naciendo. A través de ellos entro en contacto con los hermanos Vladimir y Federico Ruiz Tirado. Vladimir hoy es del PPT y trabaja con María Cristina Iglesias (20). El se metió a La Causa R de jovencito y fue un poco el orientador político que yo tuve; era 4 años mayor que yo, muy maduro, muy estudioso, le decíamos "popeye". Esa fue una etapa de discusiones políticas, de lecturas.
Los hermanos Ruiz me llevan a conocer a Alfredo Maneiro (21) y a Pablo Medina(22). Conversé con Maneiro en un apartamentico donde yo vivía por allá en Maracay, yo tenía 25 años, era el año 1978. Fue la única vez que lo vi en mi vida.
Recuerdo a Maneiro clarito cuando me dijo: "Chávez, hemos conseguido la cuarta pata de la mesa". Él hablaba de la clase obrera -la pata en Guayana-, de los sectores populares, los intelectuales y clase media y, la Fuerza Armada que era la cuarta pata. Y agregó: "Sólo le voy a pedir algo a usted: tiene que comprometerse conmigo en que cualquier cosa que aquí vayamos a hacer no es para ahora, es para mediano plazo, para una década". A menudo recuerdo aquella tesis que manejaba de que en política había que tener dos cosas: eficacia y calidad revolucionaria, cuando veo a muchos revolucionarios que no tienen eficacia política, no saben gerenciar, tu les das un cargo de gobierno y salen con las tablas en la cabeza (23), o consigues el otro tipo de gente que es muy eficaz pero no tiene calidad revolucionaria, no entiende el proyecto. También, él hablaba del movimiento y sobre todo tenía clara la idea de la estrategia.
A mí me gustaba meterme en los barrios populares a ver qué pasaba allí, tratando de pasar desapercibido. Fui a Catia (24) a ver qué hacían allí los muchachos de La Causa R, cómo sacaban propaganda. Llegué hasta pegar afiches en la calle con un grupo de ellos.
También apareció Douglas Bravo en esos años a través de mi hermano Adán. Algunos grupos de izquierda nunca terminaron de aceptar el proceso nuestro, otros quisieron manipularnos con esa idea quizás de que los militares debíamos ser como el brazo armado del movimiento político. Yo comencé a tener choques con Douglas Bravo.
Mi encuentro con Maneiro y, por qué no decirlo, mi certeza de que por la vía de Douglas Bravo no andaba la cosa, hicieron que me acercara más a La Causa R, sobre todo por su trabajo en el movimiento popular, que era vital para la visión cívico-militar de la lucha que comenzaba a germinar en mí. Yo tenía entonces muy clara la idea del trabajo de masas y no había eso en el grupo de Douglas; en cambio en La Causa R yo olía a masas.
-Has explicado en otra entrevista que fueron 3 capitanes: Jesús Urdaneta Hernández, Felipe Acosta Carles y tú, los que se decidieron a fundar el Movimiento el 17 de diciembre de 1982 (25), aunque hacía ya 3 años que venían trabajando. Y que Francisco Arias Cárdenas (26) se incorporó un año después. Lo fundaron dos años antes del Caracazo (27), realizando un juramento en el Samán de Güere (28). En ese momento lo denominaron Ejército Bolivariano 200 .doscientos por el bicentenario del nacimiento de Bolívar.. Le quitaron la R de revolucionario, por el recelo de algunos oficiales frente a ese término. (29) Cuentas que ese incipiente movimiento militar comenzó a formar Comandos de Áreas Revolucionarias (CAR), grupos cívico-militares en varios lugares y que estos comandos bastante sorprendentemente tenían nombres indígenas. (30) Dices que se juntaban los fines de semanas, cada quien exponiendo los problemas de su área, con láminas, proyectos; que entonces estudiaban el pensamiento de Bolívar, Rodríguez (31) y Zamora (32), el árbol de las 3 raíces que sueles mencionar. Afirmas que luego del Caracazo, al incorporarse otras fuerzas y algunos civiles, es que ese movimiento asume el nombre de Movimiento Bolivariano Revolucionario 200. (33)
Por aquella época comencé a toparme con las terribles divisiones de la izquierda venezolana, con los conflictos entre ellos mismo. Eso inclusive me llevó a despegarme muchas veces porque yo decía: "Bueno, si estos están peleando entre ellos, estoy en peligro porque de repente pelean conmigo también y me denuncian, me delatan". Tenía que distanciarme por la misma seguridad del Movimiento.
-¿Qué repercusiones tuvo el Caracazo en el MBR 200?
Aquel 27 de febrero de 1989, en que el pueblo de Caracas salió masivamente a las calles en repudio al paquete económico aprobado por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez y las masacres que entonces tuvieron lugar, fueron acontecimientos que marcaron mucho a mi generación.
Algún escritor venezolano escribió una vez que ese 27 de febrero el pueblo venezolano salió a las calles y no ha regresado de ellas. La represión salvaje hizo que la gente se replegara, pero continuó empujando desde su casa: actos, escritos, murales, por aquí; concentraciones pequeñas, algunas marchas por allá. Hubo estudiantes y dirigentes sociales muertos; hubo prisión, persecución.
Cuando Carlos Andrés Pérez envió a la Fuerza Armada a la calle a reprimir aquella explosión social y hubo una masacre, los militares bolivarianos del MBR 200 analizamos que habíamos pasado el punto de no retorno y decidimos que había que ir a las armas. No podíamos seguir siendo los cancerberos (34) de un régimen genocida. Ese acontecimiento fue un catalizador del MBR 200. Comenzamos entonces a acelerar la organización del Movimiento, la búsqueda de contactos con civiles y movimientos populares; a pensar en la estrategia, la ideología, pero, sobre todo, en la estrategia: el cómo hacer para trascender una situación y buscar una transición hacia otra.
Discutíamos acerca de cómo romper con el pasado, cómo superar ese tipo de democracia que sólo respondía a los intereses de los sectores oligárquicos; cómo salir de la corrupción. Siempre negamos de plano la figura de un golpe militar tradicional o de una dictadura militar o una junta militar de gobierno. Teníamos muy presente lo ocurrido en Colombia en los años 1990.1991 cuando allí se realizó una Asamblea Constituyente, ¡claro! muy limitada, porque al final terminó subordinada al poder constituido. Fue el poder constituido quien diseñó la Constituyente colombiana y la puso en marcha y, por tanto, ésta no pudo transformar la situación porque fue prisionera del poder constituido.
Ese proceso fue la fuente de inspiración del movimiento de venezolanos que se llamó Frente Patriótico. Era un grupo de intelectuales, entre ellos algunos juristas que, en 1990.1991, emitió algunos comunicados y se pronunció por una Asamblea Constituyente citando el ejemplo de Colombia.
Comenzamos a pedir materiales, a leer, a buscar alguna asesoría jurídico.política y, ya antes del 4 de febrero, traíamos la tesis de convocar a una Asamblea Constituyente como único camino para salir de la trampa, de la democracia falsa, aquella representativa en la que terminó siendo el pacto de Punto Fijo (35). Habíamos pensado en algunas acciones a impulsar en el caso de que la rebelión hubiese tenido éxito. Llegamos a elaborar algunos decretos para convocar a una Asamblea Constituyente. ¡Claro! sin haber desarrollado la idea suficientemente. Creo que entonces no teníamos ni la fuerza, ni los actores preparados para impulsar aquel proyecto, pero en todo caso sembramos la semilla y fue entonces cuando el país comenzó a preguntarse ¿bueno, qué es eso de una Constituyente?
-Empezamos a preparar la rebelión. Contactamos a diversos sectores de la izquierda. Con quienes más trabajamos su preparación fue con La Causa R.
Hacíamos reuniones, discutíamos planes políticos. Recuerdo haberle dicho a Andrés Velásquez (36) y a Pablo Medina que vieran cuántos reservistas -esos muchachos que pasaron por el ejército- trabajaban en SIDOR (37)[1], que hicieran una lista y organizaran unidades aunque sean simuladas para luchar por sus derechos, de forma tal que cuando viniese la rebelión pudiésemos contar con esa gente con entrenamiento militar. Estaba pensando en los .Batallones de la Dignidad. que se organizaron en Panamá en la última etapa del gobierno del general Noriega para defender la soberanía nacional panameña.
Cuando Andrés Velásquez ganó las elecciones para gobernador del Estado de Bolívar, el 6 de diciembre de 1989, yo estaba preso. Esa mañana me habían detenido en el Palacio de Miraflores (38), donde estaba trabajando. Ya estaba señalado como conspirador dentro de la Fuerza Armada y andaban buscando la manera de cercenarme la carrera; me acusaron de que yo iba a matar a Carlos Andrés Pérez. Recuerdo que a pesar de estar preso estaba feliz, porque me enteré que había ganado Andrés Velásquez y así se lo dije a varios militares amigos.
Pero luego, un mal signo comenzó a aparecer. Cuando asumió la gobernación le mandé muchos mensajes con Pablo para que nos reuniésemos. Yo había tomado en serio lo de la unidad cívico -militar en Guayana, incluso fui allí varias veces a escondidas. Hasta una peluca usaba para disfrazarme, porque ya me estaban vigilando mucho. Y empecé a reunirme con militares allí. Incluso le dije a varios de ellos que se acercaran a la gobernación. Hice todo un plan de acercamiento.
Llegué a decirle a un militar que estaba en el Movimiento y era jefe de los almacenes militares allá (39), que se presentara al gobernador y le pidiera una audiencia para ofrecerle el carnet de compras. La idea era establecer un acuerdo con la Gobernación del estado de Bolívar para suministrarle productos más baratos. La instrucción era que tratara de hacerse amigo de él. El muchacho trató y no pudo. Eso para mí fue un mal signo y así se lo dije a Pablo varias veces. También traté de ponerme en contacto con Lucas Matheus (40). Me metí en un hospital violando las medidas de seguridad buscando a Lucas y le dije: "Mira, nosotros necesitamos hablar con el gobernador, tener una reunión". Y no ocurrió nada. Lo último que le mandé decir fue: "Mira, dile que quiero que nos veamos aunque sea en el fondo del Orinoco. Si no quiere que nos vean juntos nos ponemos una de esas escafandras de buzo, y nos lanzamos al agua ..." Pablo siempre trataba de justificarlo.
Con Andrés no pudimos reunirnos, pero si nos reuníamos con la plana mayor de Causa R, veníamos trabajando a dúo la parte popular, y la parte militar de la rebelión que preparábamos. Pero luego, pocos días antes de su materialización ellos decidieron en una reunión de la Dirección Nacional no apoyarla y, lo más grave fue que no nos comunicaron esa decisión y había compromisos de acción, de combate ese día. El plan previamente hablado con ellos era de que iban a llegar grupos populares a unos puntos donde íbamos a tener armas, sólo Alí Rodríguez (41) estuvo por allá en un punto esperando y un pequeño grupo suelto tratando de cumplir pero no pudieron. Pero La Causa R como partido no llegó. Y lo peor es que nos condenaron públicamente. Nosotros les habíamos pedido: transporte, comunicaciones .en ese momento recién estaban llegando los teléfonos celulares al país., editar un folleto con algunas ideas de la Constituyente. Nada de eso funcionó. Cuando más tarde me contaron la decisión que habían tomado yo no quería creerlo, porque hasta entonces uno era como virgen en lo político y yo era un soldado y para mí la palabra era un documento de honor.
-Eso ocurrió con una parte de ellos, porque la otra entiendo que apoyó la rebelión...
Sí, fue sólo una parte de ellos. Entonces comenzaron a dividirse. Pablo Medina se mantuvo firme, auque cometió el error de no habernos comunicado la decisión de la Dirección Nacional. Claro entendimos que era una razón táctica y una disciplina partidista así es que nunca lo condenamos. Hasta el último momento nosotros creíamos que podíamos contar con todo ese movimiento del que ellos habían hablado, sobre todo en Caracas y especialmente en Catia donde decían tener fuerza popular y los matanceros allá en Bolívar.
Teníamos fe en que el pueblo iba a moverse, pero nosotros .militares activos. no podíamos dirigir ese pueblo, ni convocar desde la clandestinidad. Contábamos con ellos y otros dirigentes, no sólo de La Causa R, también gente del MEP (42) y otros grupos políticos. Incluso yo recuerdo que me traje un camión lleno de armas de Maracay a Caracas, y nunca llegó nadie a buscarlas. Habíamos acordado armar a esos grupos de combate popular, pero no se dio el enganche, entiendo que por sus divisiones, por sus conflictos internos. No hubo tal movilización popular, nada. Nos quedamos entonces solos en la rebelión, sin pueblo, como en el vacío, como pez sin el agua. Mao decía, como tú sabes, que el pueblo es al ejército como el agua al pez. Nos quedamos como pez sin el agua. y esa fue una de las razones por la que yo decidí rendir las armas en la mañana del 4, cerca de las 9 ó 10 de la mañana.
Eso me hizo comenzar a perder la virginidad .permíteme la expresión. en esto de lo que es la política y esos compromisos y esa palabra empeñada. Quizás si Maneiro no hubiese muerto las cosas hubiesen funcionado de otra manera.
Luego vinieron los hechos del 4 de febrero del 92, ya bastante conocidos (43). La protesta popular se desató cuando el pueblo se dio cuenta que un grupo de militares estaba junto a él. En ese momento el pueblo pasó de esa situación en ebullición reprimida a una etapa de expansión explosiva. Esa rebelión militar fue, creo, la más grande de la historia venezolana.
.¿Cuántos militares participaron en ella?
Fue mucho más importante el peso cualitativo que el cuantitativo, porque si bien movilizamos el 10% de los efectivos, es decir, unos 10 batallones, eran batallones élite, batallones importantes; unidades de mucho peso: tanques, paracaidistas, mísiles antitanques, etcétera y eso conmovió las estructuras internas de la institución militar. Salimos como unos 6 mil hombres; movimos tanques, helicópteros; tomamos ciudades; hubo combates en Miraflores (44), en la Casona (45), en Valencia, Maracay y Maracaibo.
.¿Qué información tenían esos militares de la acción en la que iban a participar? ¿Sabían exactamente a qué se enfrentarían?
Yo tenía mi batallón, eran como 20 oficiales y 500 y tantos soldados. De ellos sólo un grupo muy pequeño de oficiales sabíamos lo que íbamos a hacer esa noche, las tropas no sabía nada. Yo tenía un dilema, me había formado para ser un líder y pensaba que si era líder de estos muchachos, yo no podía llevarlos a Caracas con el riesgo de morir sin decirles qué era lo que nos proponíamos. Entonces llamé primero a los oficiales y les expliqué en qué consistía la operación militar, y les dije que el que no estuviera de acuerdo me entregara su pistola y se metiese a su habitación y luego, cuando yo saliese con mi batallón a Caracas, quedaba libre para irse a su casa o para donde quisiera. Antes, no podía dejarlos salir. Uno salió llorando y me dijo; "No vaya a pensar que soy un cobarde, pero es que mi mujer, mis hijos..." "Está bien, vete para tu casa, pero sólo puedes hacerlo después que yo salga.". Y así lo hizo, luego pidió la baja, no aguantó la presión interna porque fue el único que se quedó. Reuní mas tarde a los soldados y les hice el mismo planteamiento.
De esos 6 mil hombres ¿cuántos cayeron presos?
Unos 300; luego fueron liberando a algunos que no tenían mayor compromiso.
Mucha gente me atacó por haberme rendido. Por ejemplo, Bandera Roja hizo un trabajo con un grupo de capitanes tratando de convencerlos de que ellos representaban la verdadera revolución ya que yo me había rajado. Parece que no saben que en toda operación militar tú tienes derecho a replegarte. Sin embargo, el que yo haya asumido frente a las cámaras de televisión la responsabilidad del levantamiento y que haya pronunciado la frase "por ahora (46)" me catapultó...
Y te transformó en el líder indiscutido de este proceso.
Por cierto que esta gente de Bandera Roja se infiltró en niveles medios del MBR 200, sin haber conversado nunca con la dirección del Movimiento, y nos causó mucho daño. Antes de la rebelión de febrero del 92 trataron de lanzar un movimiento dentro del nuestro. Tuvimos que tomar una serie de medidas para pararlo.
Como sabes, pasado algunos meses, el 27 de noviembre del 92, se dio una segunda rebelión militar y aún cuando no la dirigimos, nos sumamos a ella desde prisión. Fue un movimiento de la Fuerza Aérea, donde había también un componente importante que no pudo pronunciarse el 4 de febrero y lo hizo entonces. Varios de esos oficiales tuvieron que exiliarse. Al Perú, por ejemplo, se fueron más de 60 oficiales, una de ellos es mi secretaria. Ella participó en aquella rebelión y se fue junto a su esposo, otro militar de la Fuerza Aérea. Estuvieron exiliados esos dos años.
Esos dos levantamientos lograron reunir cierta fuerza militar, pero no lograron contar con la participación popular. Hubo apoyo pero no participación activa del movimiento popular al movimiento armado. Luego nosotros desistimos de la idea de continuar por esa vía armada.
-¿Por qué?
Bueno, porque la situación no daba para otro movimiento armado en ese momento. Los cuadros dirigentes del MBR 200 estaban en prisión o habían sido dados de baja. Los que se quedaron dentro de la Fuerza Armada comenzaron a ser perseguidos y enviados a lugares remotos. Estaban muy vigilados. Existía una verdadera persecución que hacía sumamente difícil cualquier coordinación.
Después de esas dos rebeliones no teníamos ninguna capacidad militar para organizar o impulsar algún nuevo movimiento desde prisión. Por otra parte, desde el punto de vista psico-social y socio-político -podemos decirlo así- la salida de Carlos Andrés Pérez fue una jugada de las clases dominantes, para aprovechar de lanzar el fardo que les estorbaba, y claro, en efecto, eso funcionó como una válvula de escape. Así lo denunciamos desde prisión.
Desde la cárcel nosotros comenzamos a desarrollar algunas tesis organizativas para ayudar a que ese movimiento de apoyo masivo, informe aún, tomara cuerpo. Sabíamos que en el pueblo existía un sentimiento de simpatía hacia nosotros. Aún no había una organización popular. Y fue ahí cuando salió la idea de los comités bolivarianos .en aquel momento no se llamaban círculos., es decir, la idea de ir creando pequeños grupos que se identificaran con nuestro proyecto. Estos grupos eran casi clandestinos, porque éramos un movimiento perseguido en las calles en ese momento.
Después de la rebelión del 4 de febrero del 92, el Movimiento Bolivariano Revolucionario dió un salto, porque hasta ese día éramos un movimiento militar pequeño clandestino, un grupos de jóvenes militares,- sobre todo-, algunos civiles, algunas corrientes de izquierda que estaban allí incorporadas. Pero luego de esa fecha aquello fue una explosión de sentimientos más que todo.
Luego vinieron los problemas de las elecciones de 1993. Tanto Caldera como La Causa R trataron de capitalizar la Rebelión del 4 de febrero a su favor.
La Causa R, comenzó a utilizar nuestra prisión como un símbolo del Partido y comenzaron a correr versiones de que yo y otros militares más éramos miembros de su dirección, cosa que nunca fue cierta. Manejaron las cosas con interés electoral, lo cual causó muchos problemas.
No fueron los únicos. Mucha gente dice que Caldera (47) y Aristóbulo Istúriz (48) ganaron las elecciones el 4 de febrero, debido a esos dos discursos que hicieron a nuestro favor el día del golpe. (49) Se montaron en la ola de simpatía popular que se había producido hacia nuestro gesto. Yo no niego que ellos tenían fuerza propia, sobre todo Aristóbulo que siempre ha tenido un gran arrastre en los sectores populares, pero parece claro que eso los catapultó aún más. Caldera era un cadáver político y resucitó el 4 de febrero. Luego, yo recuerdo que detectamos que había gente de La Causa R haciendo lobby en los sitios donde estábamos presos a través de familiares o algunas veces de manera directa para que alguno de nosotros aceptara ser candidato a diputado regional o nacional en las elecciones del 5 de diciembre de 1993. Fue entonces cuando Arias Cárdenas comenzó a dar muestras de flaqueza, porque nosotros habíamos decidido no participar en el movimiento electoral en ese momento.
Entonces hicimos un comunicado de los militares presos. Conseguimos algún dinero y salió publicado en algún periódico, creo que en Ultimas Noticias, donde decíamos que intervenir en un proceso electoral como ese, cuyo marco había sido impuesto por las élites, era hacerse cómplice de una burla deliberada de las aspiraciones populares; que hubiese podido participar si se hubiese aceptado la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Advertíamos, al mismo tiempo, que no queríamos descalificar a quienes habían decidido participar en ellas sabiendo que, a pesar de las discrepancias inmediatas, podían ser futuros aliados. Y terminábamos diciendo: .El MBR 200 no va a las elecciones, pero seguirá siempre en el combate por el país, invitando a adherir a esa tarea estratégica a todos los que se consideran .una reserva patriótica. y una "esperanza de liberación para las masas irredentas". Recuerdo que el comunicado terminaba con una frase de Simón Bolívar. "Todo El cuerpo de la historia indica que las gangrenas políticas no se curan con paliativos". Esta posición comenzó a generar roces, y algunos militares sí aceptaron ser incluidos en las listas de candidatos de La Causa R. Cuando Arias Cárdenas salió de prisión se alió con ellos y se lanzó a la gobernación de Zulia como candidato de La Causa R. y ganó las elecciones. Claro, él hizo una alianza extraña con ellos y con Copei, más con Copei que con Causa R, y apenas ganó las elecciones le dio la espalda a esta última.
Además del comunicado donde fijan posición, entiendo que ustedes hicieron campaña a favor de la abstención, ¿podrías explicarme en qué consistió?
Unos meses antes de dichas elecciones comenzamos lo que llamamos como abstención activa: no a los partidos, no a las elecciones y sí a la propuesta alternativa de constituyente popular. Con esas consignas fuimos visitando algunas regiones y eso nos permitió apuntalar la organización, movilizar a la gente, recoger firmas en contra de las elecciones. Toda esa actividad en torno a la abstención permitió fortalecer la organización del MBR 200 y ampliar su radio de acción. Discutíamos con la gente diversos temas: el sentido de la abstención electoral, la idea de la Constituyente, nuestra apreciación crítica sobre el partidismo político, etcétera. Hicimos foros, talleres, y transmitíamos estas ideas en algunas entrevistas de radio y televisión, escasas por supuesto, ya que entonces la gran prensa nos había vetado. Creo que contribuimos a incrementar la abstención que superó todos los pronósticos.
Finalmente sale el presidente Carlos Andrés Pérez acusado por corrupción, va a prisión y el discurso del sistema toma entonces la forma esa de que sí funcionan las instituciones. Nombran un presidente de transición hasta las nuevas elecciones: el doctor Ramón Velásquez, un historiador. Entonces vienen las expectativas electorales de 1993.
En ese momento no había condiciones políticas, ni sociales, ni psicológicas, ni militares para otra rebelión.
Luego gana el Dr. Caldera la Presidencia y salimos de prisión. Algunos de los nuestros no se fueron del ejército, otros fuimos obligados a salir y tan pronto como pudimos nos dedicamos a recorrer el país.
-¿Pudo quedarse?, entonces ¿no eran automáticamente excluido del Ejército?
No, porque hicimos una negociación. Nosotros, los jefes militares del Movimiento aceptamos solicitar nuestra baja, pero a condición de que algunos de ellos se quedaran. Esa fue parte de una negociación con el gobierno de Caldera, exigimos que se quedaran algunos de ellos.
.¿Con la idea de seguir el trabajo ahí?
¡Claro! de seguir trabajando dentro. Recuerdo que con Florencio nos veíamos a través de familiares: sus padres, su esposa que en paz descanse. Yo recuerdo papelitos, algunos contactos, amigos, es decir, había un movimiento interno, pero sumamente descuadernado. Cuando yo venía de gira por el Táchira, donde él trabajaba, lo encerraban; le metían guardia o inventaban cualquier pretexto para mandarlo llamar a Caracas.
-¿Para que no hubiera contacto?
Para que ni siquiera hubiera la posibilidad de coincidir de alguna manera en algún sitio de la ciudad. Le quitaban las llaves de los parques donde estaban las armas, cosas como esas ¿no? Hasta que un día me dijo: Yo no aguanto esto, me voy.
Todos ellos tuvieron que soportar esos maltratos, faltas de respeto a su dignidad como profesionales: no les permitían a veces usar armas siendo oficiales de la Fuerza Armada. Sin embargo, ellos cumplieron con su tarea.
A Florencio le gustó la carrera política y nosotros autorizamos su solicitud para irse a estudiar Ciencias Políticas, en la Universidad del Estado Mérida, y comenzó allí la carrera.
Yo recuerdo que estaba todavía activo y andaba haciendo política en los barrios, hasta que pidió su baja y se fue del Ejército ya de capitán.
Desde la cárcel en Yare, habíamos continuado elaborando, profundizando las ideas sobre la Constituyente. Y algunos sectores civiles, académicos, intelectuales, continuaron escribiendo sobre el tema. Aquello tuvo algún auge momentáneo, pero luego vinieron las elecciones en las que ganó Caldera y la idea fue siendo relegada para luego resurgir con fuerza cuando nosotros salimos de prisión. Porque salimos de prisión a recorrer el país con ese planteamiento y, sobre todo, salimos a racionalizar la idea, a trabajarla. Para ello nos pusimos a estudiar a los teóricos del Poder Constituyente.
Yo recuerdo a Toni Negrín, por ejemplo, y sus estudios del Poder Constituyente; a los teóricos franceses del Pouvoir Constituant. Estudiamos a fondo el pensamiento de Rousseau sobre el contrato social. Comenzamos también a buscar experiencias en América Latina. Fuimos por Bogotá, conversé con los tres copresidentes de la Asamblea Constituyente colombiana: Álvaro Gómez Hurtado -que fue asesinado unos años después-, Horacio Serpa y Antonio Navarro Wolf. Nos trajimos muchos documentos y conocimos muchas iniciativas que allá se tomaron a nivel popular. Aunque no tuvieron expresión en la Asamblea Constituyente, sin embargo quedaron allí como propuestas de participación.
Fue así como fuimos madurando la idea, la semilla sembrada el 4 de febrero. Poco a poco fue adquiriendo una proyección histórica, porque entonces comenzamos a hablar de .proceso constituyente. y no sólo de Asamblea Constituyente. Una de las importantes lecciones que sacamos de lo que ocurrió en Colombia es que ahí realmente no hubo un proceso, fue un hecho puntual que llegó a ser dominado por el Estado imperante, por el poder constituido. Realmente no hubo la liberación del poder constituyente.
En esos primeros años 94 y 95 no habíamos cancelado la posibilidad de un nuevo movimiento armado, pero igual salimos a evaluar posibilidades, fuerza verdadera, fuerza real y concluíamos en que no la teníamos.
Cuando Caldera fue electo presidente, nosotros salimos de prisión51 y nos dedicamos a recorrer el país de punta a cabo durante esos dos años (1994.95). Yo creo que no dejamos de ir a ninguna ciudad, pueblito, campamento, pueblo indígena, barrio. Íbamos de pueblo en pueblo con la bandera de la Constituyente, ayudando a la organización, ampliándola, fortaleciéndola; organizando, por ejemplo, las coordinadoras locales y, coordinadoras regionales del MBR-200. Dejó de ser militar clandestino para transformarse en un movimiento popular, aunque con corrientes militares siempre presentes allí; un movimiento cívico-militar.
Nosotros elaboramos, luego de salir de prisión, un mapa estratégico nuestro, donde en una primera instancia estaba el MBR 200 y los aliados políticos, los habíamos identificados antes de hacer alianzas con ellos: la Causa R y otros grupos menores. Luego, más abajo dibujábamos a los .independientes., que en realidad no eran los independientes, eran los indecibles, la parte militar, lo que no se podía decir. era el año1994, éramos perseguidos, el MBR 200 entonces tenía un carácter semiclandestino. Como los navegantes del mapa estaban: grupos políticos, grupos sociales; veíamos la necesidad de establecer una alianza con ellos. Luego teníamos otro conjunto de proyectos: el proceso popular constituyente era uno de ellos; otros eran: la defensa de la calidad de la vida, la defensa de la soberanía nacional, el polinomio de poder (52). Estos proyectos estaban incluidos en un mega proyecto que denominábamos: "organización del movimiento popular". Y más acá teníamos un proyecto de transición rumbo a un proyecto nacional de largo plazo que era la parte programática. Acá abajo teníamos América Latina y el Caribe, y más allá otros aliados de otras partes del mundo. Trabajamos esto durante años. Giordani (53) hizo un trabajo extraordinario; Héctor Navarro (54), el ingeniero Ciavaldini y otros.
Entonces, en este mega proyecto que llamamos organización del movimiento popular, empezamos a llenar de contenido cada proyecto: cada uno de ellos debería tener una especie de motorcito que permitiese impulsarlo. Comenzaron a aparecer experiencias incipientes aún en aquellos tiempos. De ahí viene la idea de los comités bolivarianos, de los comités constituyentes. La idea es que fuesen instrumentos de organización del movimiento popular. En el proyecto de defensa de la calidad de vida no se avanzó mucho, aunque se llegaron a crear algunos círculos contra el desempleo, círculos contra la inseguridad ciudadana, contra el alza del costo de la vida. La soberanía nacional tenía que ver con la frontera y el polinomio de poder incluía a sectores de la Iglesia, a sectores de la Fuerza Armada, a sectores del empresariado, para tratar de convocar más allá de los actores sociales, a otros actores.
Te quería comentar esto para que tengas en cuenta que nuestra estrategia había sido bien estudiada. Y dentro de ella siempre estuvo presente la necesidad de buscar esos contactos con movimientos de izquierda de Venezuela, pero conseguimos muy poco apoyo, había incomprensión, muchas dudas sobre el movimiento militar y creo que con razón por la experiencia latinoamericana. Este mapa sigue teniendo vigencia, sólo que ahora hay que revisarlo, hay que actualizarlo.
Al analizar la situación nos dimos cuenta que una nueva insurrección hubiese sido una locura. Desde el punto de vista militar, nuestro movimiento tenía la mayor parte de sus líderes militares .que gozaban de un gran apoyo y habían generado una gran expectativa popular. fuera de la institución y, el movimiento militar interno quedó muy debilitado, muy descuadernado, con poca capacidad para organizar un nuevo levantamiento armado porque la mayoría de sus líderes ya estaban detectados. A eso hay que agregar que el sistema había tomado medidas internas para evitar una nueva sublevación: fortalecimiento de sus cuadros, ubicación de su gente en los sitios claves, etcétera.
Desde el punto de vista social, nos dedicamos a investigar qué pensaba la gente. Y si bien aquí siempre ha habido corrientes populares partidarias de un movimiento armado, en esos recorridos que hicimos por el país, y en los sondeos de opinión que efectuamos, nos dimos cuenta que buena parte de nuestro pueblo no quería movimientos violentos sino que tenía la expectativa de que organizáramos un movimiento político, estructurado, para optar por una vía pacífica. Decidimos entonces avanzar por la vía electoral.
Aunque todo nos hacía pensar que ese era el sentir popular generalizado, seguíamos teniendo la duda de sí debíamos continuar llamando a la abstención electoral, buscando oportunidades más adelante para tener una correlación de fuerza distinta en otros escenarios no electorales o sí debíamos irnos por el camino de las urnas.
Decidimos entonces realizar una consulta popular usando la metodología de la encuesta. Resultó mucho más que una encuesta, organizamos equipos donde trabajaron psicólogos, sociólogos, profesores y también estudiantes; buscamos integrar a personas que no eran necesariamente del Movimiento, para cuidar la objetividad de la consulta.
Hicimos alrededor de 100 mil consultas en el 96.97. Recuerdo que dividíamos al país en Occidente, Oriente y Centro y se fueron a la calle muchachos, profesores, estudiantes a hacer consultas. Había dos preguntas registradas en unos talonarios, la primera: "¿Esta usted de acuerdo en qué Hugo Chávez sea candidato a la presidencia de la República?" "Sí o No". Y una segunda pregunta: "¿Votaría usted por él" "Sí o No?" Los resultados de esa medición fueron como la luz verde para tomar la decisión. Recuerdo que las respuestas a la primera pregunta fueron: alrededor de un 70% dijo .Sí. y casi un 30% dijo "No". Ese resultado fue bastante contundente. Y la respuesta a la segunda pregunta "¿Votaría usted por Chávez?" fue sorprendente, el porcentaje de positivos fue casi exactamente igual al obtenido dos años después en las elecciones presidenciales: un 57% por el "Sí".
Recuerdo que con Giordani, economista y profesor universitario, Navarro, también profesor universitario de planificación y matemáticas; y Nelson Merentes (55), un matemático, comenzamos a trabajar unos escenarios y a jugarlos con computadoras. Hasta eso incorporamos a la discusión.
Discutimos mucho acerca del camino a tomar. En ese momento no dejaron de aflorar contradicciones; algunos grupos estuvieron en desacuerdo con la vía electoral y se fueron. Nos acusaban de haber abandonado la vía revolucionaria porque habíamos abandonado las armas, ¿pero quien dijo que las armas garantizan una vía revolucionaria? Muchas veces las armas han estado al servicio de procesos contrarrevolucionarios. Por ahí siguen algunas individualidades o grupos que se mantienen críticos a la vía electoral; otros han vuelto. Sabíamos que era una decisión estratégica que podía llevarnos por un camino catastrófico, que podía encerrarnos en la trampa de las fuerzas del sistema de Punto Fijo; que podía conducirnos a un pantano en el cual podíamos hundirnos.
Finalmente decidimos tomar esa decisión estratégica de avanzar por el camino pacífico, pero cuando me refiero a este tema .como tú dices. siempre advierto que este movimiento nuestro es pacífico pero no está desarmado, tiene armas de guerra para defenderlo. Creo que eso se demostró claramente cuando se articuló toda esta confabulación de la oligarquía y una gran parte de la elite militar el 11 de abril.
Recuerdo que cuando íbamos a tomar la decisión electoral hablábamos siempre de la ventana táctica. Las elecciones eran para nosotros la ventana táctica dentro de la estrategia, y siempre aceptábamos que las computadoras tenían razón cuando recogían en aquellos juegos que practicábamos, que esa ventana táctica se acercaba a un escenario catastrófico muy riesgoso, que corríamos el riesgo de caer en las redes del sistema. Cuando elegimos ese camino lo hicimos muy conscientes de que corríamos ese riesgo, Marta. Yo tenía mucho miedo de terminar con algunos diputaditos, algunos gobernadorcitos, negociando.
Hasta 1996 nos habíamos negado a ir a elecciones. Más bien andábamos llamando a la abstención, como elemento táctico o como parte de una estrategia hacia la convocatoria de la Asamblea Constituyente, que siempre fue nuestro planteamiento.
Fue así como decidimos avanzar por este camino. Ahora, tú preguntas: ¿por qué insistir tanto en ese camino? Y yo te respondo: porque creemos en él y no sólo como algo táctico, sino porque creemos estratégicamente que es posible, lo dijimos millones de veces "Vamos a la presidencia de la República para convocar al Poder Popular, a la Asamblea Constituyente". Yo mismo tenía grandes dudas acerca de la posibilidad de romper las barreras del sistema de Punto Fijo y trascender a otra situación, pero lo logramos. Ese mismo año de 1999 hicimos el referéndum.
-Decías que el Movimiento Bolivariano 200 rechazó desde sus inicios la idea de un golpe militar tradicional, de una dictadura militar o una junta militar de gobierno, y que planteó ya antes de la rebelión militar de febrero del 92 la idea de convocar a una Asamblea Constituyente. Se trataba -según has dicho- de buscar crear una situación, sea a través de las armas o por un proceso pacífico electoral, que permitiese romper con el pasado para poder realizar las transformaciones que el país tanto necesita. ¿Podrías explicarme cómo se fue materializando la idea?
-Mira Marta, aquí en Venezuela casi nadie hablaba de Asamblea Constituyente. Mucha gente incluso no sabía qué cosa era eso. Diseñamos una metodología para explicar el proceso constituyente y para que nuestra gente no se limitase a ver a la Asamblea Constituyente como la meta, como el fin. Dividíamos este proceso en etapas.
Definíamos la primera etapa como el despertar del poder constituyente: la transformación de la fuerza en potencia real. Recuerdo que yo ponía el ejemplo de un hielo que se derrite y corre como el agua, o una roca que esta arriba en una montaña y cae y desata la avalancha, algo así. Y desde nuestro punto de vista eso ocurrió el 27 de febrero de 1989, cuando el Caracazo.
Luego vinieron los hechos del 4 de febrero del 92. La protesta popular se desató cuando el pueblo se dio cuenta que un grupo de militares estaba junto a él. En ese momento el pueblo pasó .como te decía. de una situación en ebullición reprimida a una etapa de expansión explosiva.
El desafío fue entonces cómo hacer para convocar una Asamblea Constituyente por vía legal. Lo primero que había que hacer era ganar la Presidencia de la República para, desde ese órgano de poder, convocar a un referéndum donde el pueblo pudiera pronunciarse. Nos basamos en el artículo 4 de la vieja Constitución que decía: "La Soberanía reside en el pueblo quien la ejerce mediante el sufragio (el referéndum es una forma de sufragio), por los órganos del poder público, etcétera". Le sacamos punta jurídica e interpretativa a ese artículo que permite al presidente convocar a un referéndum para que la soberanía que reside en el pueblo se exprese por un órgano del poder público.
Logramos ganar ese referéndum con la bandera de la Constituyente y aunque la oposición atacaba mucho diciendo: "Con la Constituyente no se come, no se hacen carreteras, no se hacen viviendas", el tema pegó a nivel nacional. A esa etapa, la llamamos etapa de la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Luego vino la etapa de las elecciones para la Constituyente y en ellas participaron no sólo candidatos de los partidos, sino también periodistas, indígenas, cantores, postulados ante el país, algunos por circunscripción nacional y otros por circunscripciones regionales. Hubo muchísimas postulaciones para elegir 130 constituyentes.
Una vez electos los miembros de la Asamblea Constituyente, pasamos a la etapa asambleísta: la asamblea deliberando y elaborando el nuevo proyecto de Constitución.
-Me han dicho que hubo toda una idea de hacer participar a la gente en el proceso de discusión de la nueva Constitución y, que hubo gente que hasta estuvo planificando cómo facilitar desde el punto de vista técnico dicha participación y, de repente, eso se cortó y la elaboración de la Constitución se volvió un proceso muy cerrado, no seguido por la gente ni consultado con ella.
-Yo creo que el proceso de discusión de la Constitución fue un proceso bastante abierto. Creo que hubo bastante participación, lo que pasa es que había que establecer un límite de tiempo a ese proceso. Un debate muy largo habría entrado en contradicción con la velocidad que necesariamente tenía que tener el proceso político. La Asamblea Constituyente se eligió el 25 de julio de 1999, se instaló en agosto y en diciembre se concluyó el debate del proyecto de Constitución, que luego fue votado en referéndum. Seguramente hay sectores que hubiesen querido un proceso más largo, más profundo. Pero, a pesar de eso, creo que no hay precedentes en la historia reciente del país de un proceso tan abierto y de tan amplio debate. ¿Cómo se hizo, por ejemplo, con la Constitución del 61? El pueblo eligió un Congreso y ese Congreso se atribuyó facultades constituyentes cuando no las tenía de origen; fue elegido para hacer leyes y, sin embargo, se dedicó a hacer una Constitución que fue aprobada por ese mismo Congreso. Esa sí fue una Constitución hecha en forma cerrada.
-¿No hubo referéndum?
-Aquí, en toda la historia venezolana, no había habido ningún referéndum. El primero fue el que convocamos el 2 de febrero de 1999 para preguntarle a la gente si estaba de acuerdo en llamar a una Asamblea Constituyente.
Una vez instalada la Asamblea Constituyente, ella misma hizo su propio reglamento y creó una comisión de participación .algo así la llamaron. cuya tarea era motivar a la participación, recibir propuestas diversas y discutirlas para llevarlas al proyecto constitucional.
Se abrieron líneas de teléfonos gratuitas para que la gente pudiera opinar; los constituyentes hicieron asambleas regionales para recibir ideas, al menos los nuestros, que eran la mayoría. Creo que ellos se iban a la región por la que fueron electos uno o dos días a la semana a hacer asambleas, a conversar, a buscar ideas, a buscar proyectos.
Ahora, claro, hay quienes imaginaban un proceso constituyente más radical, más participativo y pensaron .como dices. en mecanismos técnicos para lograrlo. Eso es posible. Algunos decían que el proceso de discusión debería durar dos años, ¡imagínate!; que cada capítulo debería someterse a un referéndum para no aprobar en bloque el proyecto. Eso hubiese podido terminar en nada, como ha ocurrido en otros países.
A veces hay que sacrificar algunas cosas importantes por la urgencia, y en esos momentos era urgentemente necesario transformar el mapa político para poder continuar impulsando el proyecto revolucionario. Recuerda que cuando yo fuí electo presidente de la República, la Corte Suprema seguía siendo la misma, dominada por los partidos de Acción Democrática y COPEI. Ahí íbamos a encontrar un fuerte obstáculo. Teníamos sólo 3 gobernadores afectos al proyecto, la mayoría eran de Acción Democrática y COPEI; y el Congreso Nacional estaba en manos de ellos: éramos minorías. Ahora, Marta, cuando uno topa con la realidad muchas veces debe acoplar la idea a la realidad, en este caso me refiero a la velocidad del proceso político.
Luego pasamos a la fase de aprobación de la Constitución. Más del 70% de los votantes dijo sí a la nueva Constitución.
Y finalmente viene la fase más larga y la más compleja: la fase ejecutiva -tomamos el término de Toni Negri.
En esta nueva fase, el primer paso era elegir a las nuevas autoridades para transformar .como te decía. el mapa político del país. Logramos relegitimar todos los poderes: presidentes, gobernadores, alcaldes, diputados.
Durante el proceso de conformación de las candidaturas a diputados, gobernadores y alcaldes surgieron problemas por disputa de cargos dentro de la coalición política electoral que se había creado: el Polo Patriótico, que reunía al Movimiento V República (MVR); al Partido Patria Para Todos (PPT), al Partido Comunista (PCV), sectores del Movimiento al Socialismo (MAS), el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP).
-Me han dicho que el Movimiento V República fue muy sectario y quiso imponer a sus candidatos en todos los espacios. También he oído que tú atacaste muy duramente al PPT en público en aquel momento, ¿Fue así?
-Hay algo de todo eso, aunque no en términos absolutos. No se puede negar que hubo sectarismo en algunas instancias del Movimiento V República, por desgracia esos vicios siempre están presentes. Pero si tú revisas de manera general, puedes ver que pocos partidos en la correlación de fuerzas que entonces teníamos han abierto tantos espacios a candidatos de otros partidos como nosotros hicimos.
-¿Y cómo se explica la ruptura con el PPT?
-La situación con el PPT se dió porque ni ellos ni nosotros fuimos capaces de anteponer el proyecto estratégico a nuestras diferencias secundarias y a los conflictos regionales que se fueron dando. Yo recuerdo incluso que el primer día de la campaña hicimos una marcha muy grande desde el centro de Caracas hasta Petare. Allá estaba el candidato nuestro a la Alcaldía de Petare, José Vicente Rangel Ávalos, el actual alcalde, pero como el PPT tenía otro candidato, -porque no nos pudimos poner de acuerdo sobre eso-, ellos habían montado por allá arriba, en un nivel alto, como un parque, un equipo de sonido que lanzaba consignas en medio de nuestro acto. Cuando nuestro candidato estaba hablando empezaron a decir cosas, y yo no pude contenerme, le quité el micrófono a Pepe Rangel, el acto estaba siendo transmitido directamente por televisión y todo, pero yo soy así y dije: .¿Nos van a dejar hacer el acto o vinieron a sabotearnos los amigos del PPT?. Y Pablo Medina estaba ahí y le dije: "Pablo, por favor, éste es un acto de nivel nacional dejen hablar a Rangel". Hice un llamado al orden. Se callaron, pero después volvieron a intervenir. Esa fue una actitud divisionista, electorera, pretender aprovechar nuestro acto para lanzar sus consignas.
Ese fue el primer encontrón. Allí empezaron las cosas mal y luego se agravaron con las candidaturas a gobernadores.
-Me han dicho que había un compromiso entre el PPT y ustedes en el sentido de que ellos apoyarían tu candidatura a presidente pero llevarían sus propios candidatos en algunas gobernaciones y alcaldías, y que el compromiso era que en esos lugares no aparecieras públicamente apoyando al candidato de V República. Dicen que no cumpliste con ese compromiso.
-Marta, yo nunca me comprometí a tal cosa. Yo te digo, yo tengo mi conciencia tranquila al respecto, porque hice todos los esfuerzos que pude para llegar a acuerdos en algunas regiones. Mas adelante, el PPT nuevamente saboteó nuestro acto en Guárico. Estaba hablando el candidato a gobernador y allí estaba su gente pegando gritos. Hubo hasta golpes entre el público. Formaron un desorden, mucha gente se fue del acto. Entonces en el discurso les di muy duro. Después de ese discurso mío se reunió la dirección nacional de PPT y decidió la ruptura, dejaron de apoyar mi candidatura a presidente. Fueron esos discursos duros en respuesta a sus actitudes de indisciplina y sabotaje de nuestros actos, lo que fue explotado como una falta de respeto mía hacia ellos. Yo creo que allí influyó mucho Pablo, él estuvo siempre muy reticente a esa alianza. Pablo fue el último de ellos en decidirse a apoyar mi candidatura presidencial la primera vez y luego se mantuvo en muy bajo perfil, no hizo campaña.
Yo siempre tuve muy clara la importancia de la Asamblea Nacional como espacio estratégico a conquistar. En el primer discurso que hice cuando empezó la campaña electoral dije que cambiaba todas las gobernaciones y alcaldías por la Asamblea Nacional. Era fundamental ganar la mayoría de los escaños, porque esa mayoría iba a determinar la composición de los otros instrumentos de poder: La Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo de Justicia, el Poder Electoral, el Poder Moral. Y era fundamental tener buenos diputados para elaborar las leyes revolucionarias ¡pero no!, producto de errores tácticos se debilitó la estrategia y todavía estamos sufriendo por esos errores.
El PPT, un partido con mucha más solidez, se retiró de la alianza, fue solo a las elecciones y no eligió a ninguno de sus candidatos. Ese espacio dejado por el PPT lo ocupó el MAS. Por desgracia, no pocas de las personas que entraron a la Asamblea Nacional Constituyente resultaron ser personas con poca consistencia ideológica y política. Ahí tienes a Puchi y a Mujica (56) que son verdaderos negociantes de la política. Estamos ahora con una Asamblea Nacional con grandes debilidades y esta situación está pesando mucho. En ella debería estar María Cristina Iglesias, Wladimir Villegas (57), Aristóbulo Istúriz, José Albornoz (58). Hay como unos 20 cuadros muy buenos del PPT que deberían ser diputados.
No fue posible resolver entonces las diferencias políticas y llegamos a la Asamblea con una mayoría, pero no determinante. Y para poder lograr los dos tercios de la Asamblea requeridos para designar el Tribunal Supremo y los demás poderes fue necesario hacer acuerdos momentáneos, de un día, con Acción Democrática, COPEI y Proyecto Venezuela. Ellos impusieron candidaturas de personas no idóneas en el Poder Judicial y en otros cuerpos. Por eso es que tú ves hoy en el Tribunal Supremo de Justicia a un grupo de señores que no están dispuestos a ejercer su cargo en forma honrada y que se dejan manipular políticamente porque han mantenido relaciones históricas con Acción Democrática, con COPEI o con otros sectores contrarios a la revolución.
Pablo Medina nunca aceptó mi liderazgo, terminó separándose del PPT y el día del golpe (11 de abril 2002) apareció en Miraflores. El día anterior lo había visto por televisión arengando a aquella gente enardecida contra Chávez y contra la revolución bolivariana, al lado de Carlos Ortega (59). Perdió completamente el horizonte. Afortunadamente hay un grupo de luchadores como María Cristina, Aristóbulo y muchos otros más, que mantienen en alto la bandera original de la Causa R, aquel partido que fundó Alfredo Maneiro.
-Tú has dicho que uno de los defectos de Pablo Medina es que no aceptaba tu liderazgo, ¿no será también que a ti te cuesta mucho aceptar otros liderazgos?
-No me cuesta en verdad.
-¿Alguna vez en tu vida has debido reconocer otro liderazgo que no sea el tuyo?
-Sí, estando preso, cuando se preparaba la segunda rebelión militar y surgió un grupo distinto de jefes militares. Yo recuerdo que desde la prisión mandábamos cartas y papelitos preparando una segunda rebelión, que estaba prevista para junio o julio, con gente del ejército sobre todo. En ese momento nos llegó a prisión la información, por vía de uno de los oficiales del ejército que estaba fuera, de que había gente de la Marina, de la Fuerza Aérea preparando también otro movimiento. Ante esta noticia nosotros decidimos frenar él nuestro y yo fui uno de los que me dediqué a escribir, a mandar nombres, reconociendo un comando que estaba afuera. Yo era uno de los que decía: .Nosotros estamos presos, con grandes limitaciones, ahí hay un liderazgo: el almirante Grüber, el general Visconti, el almirante Cabrera Aguirre, el coronel Virginio Castro. Ellos conformaron un comando militar y político. En aquel momento, por ejemplo, yo recomendé que incorporaran a Pablo Medina a ese comando político y así se hizo. En ese momento las circunstancias me indicaban que yo no era el líder. Creo que ese ha sido el único momento, en que se ha dado esa situación, porque luego no se ha presentado una situación parecida.
Yo no soy el líder porque Hugo Chávez ha decidido serlo. Yo salí de la cárcel a la calle a ver qué pasaba, salí a recorrer el país y a tratar de organizar a la gente. Realizando esas tareas surgió un liderazgo natural que no puedo delegar en otra persona por capricho, por presiones o por acuerdos. Creo en los liderazgos naturales, no en los impuestos. Y si me doy cuenta que se debilita mi liderazgo al extremo de poner en peligro un proceso y surge otro líder, no tendré ningún problema en apoyarlo, ninguno.
Mira, Marta, yo tengo muy presente lo que Bolívar dijo alguna vez: "Sólo soy una débil paja arrastrada por el huracán revolucionario". Los hombres individuales nos sentimos ante una avalancha que nos arrastra. Sería muy triste y lamentable que un proceso de cambios, que un proceso revolucionario dependiese de un caudillo. Es tan vulnerable un ser humano. Hay muchas razones: o lo compran, o se vende, o se corrompe, o se enferma, o lo enferman... Vean lo que ocurrió con la guerra federal de los 5 años: prácticamente dependía de un guerrero que se llamó Ezequiel Zamora. Bastó una bala, una sola bala aquel día 10 de enero de 1860, allá en San Carlos, para que lo matara y con la muerte de Zamora murió la esperanza de un pueblo: aquello se anarquizó y la revolución se retrogradó y fracasó, y los oligarcas y las clases dominantes continuaron ejerciendo el poder y hegemonizando todos los espacios de poder.
Unos me señalan como el culpable de todos los males de la sociedad, otros como el benefactor, el responsable de todo lo bueno, no soy lo uno ni lo otro. Sólo soy un individuo colocado en una circunstancia, pero lo más hermoso es que el tránsito de la vida de un individuo contribuya de alguna manera al despertar, al crecimiento de la fuerza colectiva. ¡Eso es lo importante!
Luego de la salida de Pablo del PPT hemos reconstruido la alianza. Ahora tengo a varios cuadros de este partido en el gobierno: Aristóbulo Isturiz; María Cristina Iglesias; Alí Rodríguez a la cabeza de Pdvsa (60); Julio Montes como embajador en La Habana y muchos otros cuadros que están trabajando en la calle. Y siento que todas esas diferencias tácticas del pasado se van borrando paulatinamente. Esta fase de ejecución de la Constitución te repito, es sin duda la más compleja. Se trata de legislar y hacer el esfuerzo para que ese proyecto constitucional .la Revolución hecha Constitución. no se quede ahí en la teoría o no se quede en la gaveta, no se quede en el proyecto, en el sueño, en la utopía. Tenemos que engancharlo con la realidad.
El Gobierno habilitado por la Asamblea Nacional hizo, como sabes, 49 leyes, entre ellas: la Ley de Tierras, la Ley de Bancos, la Ley de Micro finanzas, la Ley de Pesca, la Ley de Hidrocarburos, leyes que tocan los intereses de la oligarquía y de las clases dominantes, históricamente hablando. Cuando estas clases vieron que nosotros sí estábamos decididos a profundizar este proceso y estábamos apuntando a la transformación de la estructura económico-social, entonces comenzaron a trabajar por el golpe que reventó el 11 de abril.
Quiero aclararte que siempre dijimos que esta fase ejecutiva no debería caracterizarse .porque sería suicida. por el congelamiento del poder constituyente. Siempre consideramos que ese poder constituyente no debería congelarse, sino que debería continuar activado junto al poder constituido y los representantes del pueblo en los diversos poderes; que no deberíamos cometer el error de que los miembros del poder constituido expropiaran de su poder originario al pueblo.
Los días 12 y 13 de abril demostraron que ese poder constituyente sigue ahí vivo. Si ese poder constituyente se hubiese congelado, se hubiese quedado dormido o hubiese sido víctima del chantaje mediático y la amenaza represiva, el intento golpista habría tenido éxito y el poder constituido .expresión de ese poder constituyente. no hubiese podido instalarse de nuevo. Ese poder constituyente no permitió que le expropiaran su derecho y lo exigió a su manera, pero lo exigió con mucha firmeza y apoyado por sectores militares.
-En tu idea de que no se podía realizar una verdadera transformación social sin cambiar las reglas del juego, es decir, sin cambiar la Constitución, ¿influyó de alguna manera la experiencia chilena y los problemas que tuvo que afrontar Allende al pretender realizar cambios sociales profundos dentro de los marcos del sistema democrático representativo burgués?
-Mira, te puedo decir que la experiencia de la Unidad Popular, no influyó mucho en mi forma de ver las cosas, pero sí influyó Carlos Matus, un economista chileno, que fue ministro de Allende. En uno de sus libros plantea que una fuerza política para ser transformadora debe ser capaz de ejercer liderazgo, debe ser capaz de identificar el frente más débil del adversario .y éste es un planteamiento aplicable a la ciencia militar. y de atacarlo por ahí. La sociedad tiene tres tipos de estructuras: la estructura político jurídica (el recipiente: copa, vaso, de cristal, de madera, redondo, cuadrado), la estructura económico.social (el contenido) y la estructura ideológica (el contexto). El sostiene que quien pretende transformar la realidad debe ser capaz entonces -a través de la ciencia y del cálculo- de determinar cuál de esas tres estructuras es la más débil y por ahí hay que atacar. Si tú te equivocas y atacas por donde la fuerza adversaria es mayor, entonces te estrellas, y puedes aniquilar la fuerza transformadora o desgastarlas hasta que deje de ser transformadora. Nosotros usamos esta metodología para analizar la realidad venezolana y fue así como decidimos comenzar el ataque por la estructura político-jurídica, porque era la más débil de todas y, fíjate, no nos equivocamos. Yo incluso pensaba que el adversario iba a tener mayor capacidad de resistencia en el año 1999, pero aquello fue un ataque fulminante. Le dimos hasta en el corazón, no tuvieron tiempo de rehacerse, y aquí estamos hoy.
-Ahora, las cosas no son nada fáciles. Estamos librando una batalla muy dura porque tú construyes lo nuevo sobre lo viejo, y ahí entonces arrastras vicios. Lo que hemos cambiado hasta ahora es la macro estructura jurídico-política, pero, por la naturaleza misma del proceso pacífico y ampliamente democrático, ésta aún permanece viciada, infiltrada por los adversarios, y, a veces, por infiltración en nuestras propias filas o por pérdidas de conciencia entre los nuestros.
Por eso es que no hemos podido eliminar el flagelo de la corrupción.
Alguien que no tenga claridad pudiera sentirse defraudado porque el resultado no es el que queríamos, pero ¿quién dijo que un proceso de esta magnitud o con tal magnitud de metas y de objetivos va a lograr crear en tres años la nueva situación política-jurídica soñada? Ahora, de lo que estoy seguro es de que hacia allá vamos. ¿Cuántos años faltan? Si se tratara de lanzar una fecha, diría que sólo lograremos acabar este proceso hacía el 2021. Tal vez pudiera ser antes.
-He sabido que en algunos lugares se ha nombrado a personas que tienen muy malos antecedentes y quehan caído en la corrupción, ¿quién los ha nombrado?
-El anterior Ministro del Interior y Justicia, Luis Miquilena. A pesar de que esta persona cumplió una tarea importante en la fase constituyente, perdió luego la visión del proyecto. Amistades, intereses, quizás presiones, a lo mejor la edad, no sé cuántos factores fueron influyendo en aquel ser humano. Terminó una noche diciendo que yo tenía que dar un paso atrás eliminando las Leyes Habilitantes .una de las demandas de la oposición.. Le respondí: "Tú sabes que no voy a hacer eso, porque esas son las leyes que nos van a permitir entrar en una nueva etapa en la aplicación de la Constitución": [la Ley de Tierra, la Ley de Pesca, la Ley de Espacio Acuático, Hidrocarburo, etcétera]. Reaccionó diciéndome que nosotros no podíamos hacer una revolución, que las revoluciones se hacen por las armas o no se hacen; que lo más que podíamos hacer aquí en Venezuela era cambiar algunas cosas, hacer algunas reformas, pero que habíamos topado con la fuerza del adversario y que entonces había que maniobrar. ¡Imagínate que quien estaba planteando eso era mi propio ministro del Interior! Eso fue un poco antes de la huelga del 10 de diciembre del 2001.
-A propósito de Miquilena, hay quienes dicen que este personaje influyó mucho en la composición de la actual Asamblea Nacional; que fue el artífice de la alianza con el MAS...
-Es cierto. Influyó también, como te decía, en la composición del Tribunal Supremo de Justicia y en la Fiscalía.
-¿Por qué te apoyaste en Miquilena y no en gente más de izquierda?
-Mira, para entender mi relación con Miquilena hay que examinar todo el proceso. En estos momentos podríamos decir muchas cosas negativas de él, pero aunque había críticas sobre el manejo del Partido y otros asuntos, hace un año casi ninguno de nosotros podía imaginarse lo que iba a ocurrir con él. Era difícil pensar que una persona con una trayectoria tan larga de lucha al lado de la izquierda fuese a terminar en lo que terminó. Hasta una novela llamada La Muerte de Honorio escribió Miguel Otero Silva, refiriéndose un poco a su vida.
Miquilena comenzó siendo líder sindical, por allá por los años 40. Creo que estuvo en el Partido Comunista y luego fundó un movimiento que llamaron los "Comunistas Negros". Este grupo estuvo apoyando al gobierno de Isaías Medina (61) el día que los adecos le dieron un golpe de Estado, el 18 de octubre de 1945. Estuvo preso 7 años bajo la dictadura del general Pérez Jiménez, en Ciudad Bolívar; muchos de esos dirigentes viejos de la izquierda lo conocieron en la prisión. A la caída de Pérez Jiménez, salió de la cárcel y estuvo muy cerca de Jovito Villalba de URD (62); luego fundaron un partido .el MAS. que lanzó a José Vicente Rangel como candidato presidencial. Eso es un poco lo que yo conozco de su trayectoria; hay gente que lo conoce mucho más.
Ahora, ¿cómo conocí yo a Miquilena? Una noche sonó mi telefonito celular. Yo tenía un celular escondido allá en la prisión. y me dice: "Es Miquilena". Me sonaba el nombre, pero yo sabía muy poco del personaje, todo esto que yo te he contado lo supe después. Y el nombre me sonaba porque alguien había conseguido una oficina de abogados en Caracas donde nos reuníamos clandestinamente, y a veces hasta dormíamos allí. Yo cargaba la llave, abría y esperaba a los oficiales. Allí había un escritorio grande con un portanombre que decía: Luis Miquilena. Ese nombre se me grabó. Te estoy hablando de uno o dos años antes del 4 de febrero del 92, pero yo nunca conocí al personaje, ni pregunté tampoco de quién era esa oficina, sólo usábamos la oficina para reuniones.
Cuando él me llama por teléfono, yo asocio: Luis Miquilena... .¡Ah! .le digo., ¿la oficina, así, asá?. "Esa oficina era de un hermano mío que ya murió que era abogado, yo la compartía con él y se la prestaba a Pablo Medina". Fue Pablo quien había conseguido las llaves de esa oficina y me las había pasado. Recuerdo que me dijo: "Comandante, un grupo de viejos amigos -estaban creo que echándose unos tragos en Maracay- queremos manifestarle nuestra solidaridad; le voy a pasar aquí a la doctora tal...", y todos ahí alegres, una noche cualquiera. Luego me volvió a hablar Luis y me dijo: .Comandante, yo que he vivido bastante quiero que sepa esto: usted está ahí metido, pero usted invirtió y está invirtiendo, y usted es un hombre joven que va a cobrar., y luego me dijo que quería visitarme y yo lo incluí en la lista de mis visitantes. En la prisión sólo podían visitar a los prisioneros quienes estaban anotados en una lista que el propio preso debía confeccionar. Me visitó como dos o tres veces y conoció allá a la gente, a los compañeros presos. Este tema no deja de tener para mi un cierto dolor, porque yo le cogí mucho cariño a este hombre. Luego yo salí de la prisión y el primer día estaba fiel ahí, esperándome. Recuerdo que lo primero que hicimos fue ir a grabar un programa de televisión llamado "José Vicente Hoy", con José Vicente Rangel. Fue un viernes. Él era muy amigo de José Vicente desde hacía muchos años. Luego salimos a la casa de Carlos Fermín, -otro buen amigo que perdí en el camino, no sé que se hizo de él-, que era mi abogado. Vivía en un pequeño apartamento, ahí pude ver el programa, hablamos y brindamos. Dormí esa noche en ese apartamento de Carlos Fermín y de su esposa Yomaida, y los recuerdo con mucho cariño. Al día siguiente yo estaba en la calle, me llevó el huracán, me fui por los caminos. Recuerdo que Miquilena nos prestó un viejo Mercedes Benz que tenía y casi no usaba. Nosotros lo utilizábamos para cargar algunas armas. Una vez detuvieron al bendito carro con algunos fusiles y bueno, hubo un escándalo en la prensa: .El carro de Miquilena se lo llevó la Disip. (63). El muchacho que conducía el carro cayó preso y citaron a Miquilena a la policía porque era su dueño.
Por otra parte, como yo no tenía dónde llegar .vivía por ahí del timbo al tambo (64)., él me dijo: "Mira, Hugo, allá en el departamento mío hay un cuarto, si quieres te vas para allá". Fue así como estuve varios meses viviendo en un apartamento pequeño que él tiene ahí en la Plaza Altamira, en el edificio Universo 6. Luego pasé varios 24 y 31 de diciembre ahí. Había mucho diálogo e iba mucha gente ahí... Luis fue uno de los que promovió el frente Pro.Constituyente y comenzó a buscar recursos, a recoger dinero; no era mucho. Estaba fuera de la política, hasta que se sumó a ese esfuerzo. Tuvimos luego un distanciamiento, el frente Pro.Constituyente no funcionó y entonces yo me alejé y me fui con mi pequeño grupo de muchachos.
Los otros con quienes tenía contacto, ¿quiénes eran? No había casi ninguna otra relación. Recuerda que yo no era querido por muchos sectores de izquierda o al menos por sus dirigentes fundamentales. Ya te he contado los problemas que se fueron presentando con la Causa R (65). Cuando ellos se presentaban a elecciones nosotros estábamos llamando a la abstención activa. Recuerdo que la consigna nuestra era: "Por ahora por ninguno; ¡Constituyente ya!" Andrés Velásquez, Pablo Medina, decían que yo estaba interfiriendo el desarrollo político con esa actitud del llamado a la abstención, que no entendía de política y otra serie de cosas. La figura que ellos levantaban era la de Arias Cárdenas. Él sí era inteligente, era el líder verdadero, Chávez era un loco. Te estoy hablando de La Causa R, el movimiento político que pudiéramos decir estaba más cerca de nosotros, porque todos los líderes históricos del MAS estaban con Caldera.
La izquierda más leal a sus principios también chocaba conmigo, incluyendo el PCV. Recuerdo, por ejemplo, que una vez me invitó un grupo de trabajadores a una reunión que había en Parque Central para preparar la marcha del 1 de mayo -una marcha alternativa a la de la CTV (66), con la CUTV (67) y todos esos movimientos de izquierda, el Partido Comunista y otros-. Bueno, llegué a esa reunión y me senté en un asiento cualquiera. Todos los dirigentes que estaban en la mesa principal, vieron que yo llegué pero no me saludaron. Nunca se me olvidará eso, porque es parte de la explicación de esa pregunta que tú me estás haciendo. Imagínate, yo tratando de presentarme en la sociedad política de izquierda, vigilado, perseguido, difamado, etcétera y esa reacción de los dirigentes.
-¿De que año estamos hablando?
-De 1994, 1995. Como te decía, llego a ese acto, me siento, tratando de ser humilde. Había bastante gente ahí, la sala estaba llena. Alguna gente se acercó por detrás a saludarme y yo tratando de oír lo que estaban diciendo, de no alterar aquello. Entonces, mientras hablaban los de la mesa, alguien pegó un grito en la sala diciendo: "Bueno, y ustedes no van a saludar al Comandante Chávez, que está aquí", y se oyeron unos aplausos. Sólo entonces esos dirigentes me dieron la bienvenida.
Por otra parte, supe que en otra asamblea de esos pequeños grupos de izquierda se había llegado a concluir que Chávez representaba un liderazgo mesiánico que era contrario o perjudicial al movimiento de masas.
El discurso oficial burgués caló en la izquierda y la desmoronó. No niego mis culpas, seguramente también las tengo, pero yo era rechazado, condenado por esos sectores. Eso explica que me moviera entre algunos militares retirados y algunos dirigentes, que no eran de partidos políticos como Luis Miquilena, Manuel Quijada, y otros más, no muchos.
Y además era un dirigente sin recursos. A veces no teníamos ni para pagar la gasolina, andábamos del timbo al tambo en pequeños grupos, muchos caían presos. De vez en cuando .una o dos veces al año. José Vicente Rangel me llevaba a la TV; de vez en cuando Alfredo Peña (68), me invitaba a su programa también. Recuerdo que una vez convoqué a una rueda de prensa porque venía llegando de Cuba y fueron sólo dos periodistas.
Ante esta realidad, nuestros dirigentes locales, en casi todos los estados, nacieron enfrentados no sólo a la derecha sino también a la izquierda. Nuestro Movimiento MBR.200 nació chocando con el MAS, chocando con La Causa R, chocando con todos esos grupos. Quiero aclararte que Miquilena nunca fue dirigente del MBR.200, él apoyaba, hacía reuniones, participaba en grupos de discusión, siempre estuvo por el Proceso Constituyente.
Luego viene nuestra decisión de participar en las elecciones presidenciales del 98 y ahí el Partido Comunista fue el que rompió el muro, digamos así. Apenas anunciamos la disposición de ir a las elecciones dijo: "Apoyamos al Comandante Chávez en su precandidatura".
Luego empezamos a reunirnos con distintos grupos y personalidades, y fue ahí cuando comenzó Miquilena a operar políticamente, porque él es un buen operador político. Él armaba las reuniones con sectores de la izquierda , porque yo a veces no tenía paciencia para soportar esas discusiones interminables con La Causa R, con sectores del MAS y otros partidos menores como el MEP.
Entonces él comenzó a dialogar como vocero mío y a buscar alianzas. Fue así como logramos formar el Polo Patriótico y Miquilena fue asumiendo ese papel de liderazgo, de conducción, con una gran habilidad política: infundía mucho respeto en todos estos sectores, tanto aliados políticos, como potenciales aliados.
Recuerdo la primera reunión que tuve, por ejemplo, con Fedecámaras, con Francisco Natera. En ese entonces era el presidente de esa institución. ¿Quién fue el que armó esa reunión privadísima en su casa? Luis Miquilena. Igual pasó con las reuniones con empresarios, casi siempre estaba ahí metida la figura de Luis Miquilena, haciendo lobby, haciendo los contactos. De esa manera él se fue convirtiendo en el articulador, por el lado político, por el lado empresarial, e incluso con ministros de Caldera.
Faltando poco para las elecciones nos reunimos en la casa de Miquilena con Maritza Izaguirre, quien era la ministra de Finanzas de Caldera. Ante la evidencia de que yo tenía muchas posibilidades de ganar las elecciones, ella quiso hablar conmigo, para explicarme algunas cosas económicas.
En fin, para no alargar más las respuestas, creo que ahí hay bastantes elementos que pudieran explicar las razones por las cuales Luis Miquilena se convirtió en un articulador, un director de esa campaña. Y creo que a pesar de todos los errores que cometió, de sus manejos, estilos, etcétera, cumplió una tarea importante en la conformación de la unidad para las elecciones, y en diseñar los mecanismos para nuestra actuación electoral.
Y luego, cuando yo asumo la presidencia, lo designo ministro del Interior .un ministerio esencialmente político, no había entonces la figura del vicepresidente., precisamente porque reunía el perfil, reunía experiencia, manejo político. Y luego, a los tres meses, le pido que se vaya a trabajar en la Constituyente, porque yo estaba demasiado atareado con los problemas de gobierno, con todo el desastre que había recibido para preocuparme de ese asunto. Y fue así como él se convirtió prácticamente en el director de orquesta de toda la campaña constituyente, buscando recursos, elaborando los listados. Tuvo bastante influencia ahí. Yo, creo que él cumplió un papel, aunque con muchos errores, errores que no son sólo de él, porque sería injusto atribuir a él todo lo negativo.
-Volviendo al tema de los vicios del pasado, la gente se queja porque la corrupción en lugar de disminuir habría aumentado; que no hay servicio público en que no se cobre una mordida por el servicio; que no hay ningún preso por corrupción. ¿Cómo se entiende esto en un movimiento que levantó con tanta fuerza la bandera de la lucha contra la corrupción; bandera que por lo demás ha demostrado ser en América Latina la que quizá permite hacer avanzar más a la izquierda? El Partido de los Trabajadores de Brasil, es un ejemplo de ello, otro es el Frente Amplio de Uruguay.
-Yo reconozco que ahí tenemos mucho que hacer todavía, no se ha hecho gran cosa en el combate contra la corrupción, acciones que podamos pensar que sean sustanciales, definitorias. Pero no creo que se pueda decir que las cosas son ahora peor que antes. Habría que hacer una tabla comparativa lo más objetiva posible para poder afirmar o negar eso.
Aquí la corrupción, como en buena parte de América Latina, es un fenómeno cultural; un fenómeno duro, difícil de combatir; es una cosa que está presente no sólo en los más altos niveles, también llega a los niveles bajos. Es como un cáncer que se ha irradiado en todas direcciones. Eso hay que tomarlo en cuenta, de entrada.
-Claro, el discurso de la oposición es permanente, que no se ha hecho nada contra la corrupción. Creo que sí se ha hecho mucho, pero reconozco que hay fallas estructurales que impiden medir la eficacia del gobierno en la lucha contra ese flagelo por la cantidad de presos en las cárceles. Las instituciones nacientes están todavía como entre dos aguas: entre lo viejo y lo nuevo; no cuentan todavía con leyes adecuadas a la nueva Constitución.
Te voy a poner un ejemplo. Recién comenzado el gobierno recuerdo, que yo ordené abrir una investigación a un general que había sido jefe del Ejército. Los delitos en los que había caído eran tan claros que se logró llevar a la cárcel a este General cuando todavía estaba activo. Entonces recuerdo que comenzó el ataque por los medios de comunicación opositores acusándonos de hacer un juicio político, porque aquel general es yerno del ex presidente Caldera. Aquel hombre pasó como dos meses en prisión, y, al poco tiempo, de la noche a la mañana, un juez tomó la decisión de exonerarlo de toda culpa diciendo que no había pruebas suficientes.
Otro ejemplo, en una ocasión, también empezando el gobierno, le dije a la Policía Política que le metiera el ojo a varios casos de denuncias de corrupción y comenzamos a hacer los expedientes, las investigaciones. Una noche me llama el jefe de la Disip y me dice: "Hemos capturado a un grupo de personas del Hipódromo, designados por el gobierno nuestro, prácticamente con las manos en la masa, chantajeando, comprando a alguien con una suma de dinero en efectivo. Se tomaron fotos que lo atestiguan". Pero ¿qué ocurrió?, la alegría duró poco. A los pocos días el tribunal correspondiente tomó la decisión de dejarlos en libertad. Y lo hace argumentando que la foto en que se ve la operación con el dinero no era suficiente prueba, porque los señores en su defensa, decían que ese dinero se los sembró el cuerpo policial para implicarlos; y no había manera de demostrar que ese dinero lo habían llevado ellos a la mesa.
Como Poder Ejecutivo, hemos iniciado centenares de investigaciones que hemos enviado a los órganos correspondientes. Pero además, yo, personalmente, he destituido a funcionarios, algunos incluso muy de mi confianza, por el hecho de denuncias donde hay algunas evidencias de corrupción. Estos casos luego pasan a los procesos investigativos: a una comisión en la Asamblea Nacional, o al Poder Judicial, o a la Contraloría, y es ahí donde se empantanan las cosas.
Por otra parte, la lucha contra la corrupción no tiene que ver sólo con la represión del fenómeno, sino también con la prevención de éste; hay que hacer una labor pedagógica, educativa.
-Hay acciones de mi gobierno que demuestran claramente nuestra voluntad de luchar contra este flagelo. No sé si sabes que en Venezuela todos los cuerpos de Inteligencia: la Disip, la DIM (69), la PTJ (70), y algunos ministerios manejaban gastos secretos.
Existía un reglamento viejo, donde se incluía como gasto secreto, por ejemplo, la alimentación de las tropas, o sea, que tú podías manejar eso a discreción y esos eran -y siguen siendo- miles de millones de bolívares; lo mismo en cuanto a la ropa de uniforme, ropa interior, calzado, botas de combate, las gorritas. Esos gastos secretos eran una de las fuentes más grandes de corrupción, no sólo para los militares, sino también para los civiles. ¿Qué hicimos en relación con esto? Se reformó el reglamento respectivo y se bajó casi en un 80% el gasto secreto y con ello la corrupción que estaba enmascarada como gasto secreto.
Esa es una de las acciones más contundentes que hemos tomado. Tanto bajamos esos gastos, que ahora tenemos algunas dificultades. Por ejemplo, los cuerpos de Inteligencia no tienen recursos para adquirir algunos equipos de Inteligencia: un microfonito, un largavista. Antes, para hacer esos gastos no se requería permiso de nadie; allá iba el dinero y tú lo gastabas como tú querías. Y fue así como los que manejaron eso se repartieron fortunas durante mucho tiempo, miles de millones de dólares. Los grandes contratos de armamentos: tanques de guerras, aviones, mísiles, bombas, todo eso era gasto secreto... ¡Imagínate!
Pero ese gesto del gobierno en la lucha contra la corrupción pasó casi que desapercibido, nadie lo tomó en cuenta y nosotros fuimos incapaces de difundirlo.
-La Fiscalía, que es el ente central para la lucha contra la corrupción, y la Contraloría tienen grandes limitaciones. En esos cuerpos hay una serie de funcionarios que laboran desde hace mucho tiempo y son portadores de viejos vicios; incluso muchas veces sabotean investigaciones, las desvían, hacen acuerdos con las personas sujetas a investigación, etcétera. Hay mil maneras de amparar la corrupción o de interferir en las investigaciones contra la corrupción.
En la Fiscalía, por ejemplo, hay todavía fiscales amparados por su derecho al trabajo, que llevan allí muchos años y si tú no tienes una prueba bien fundamentada no puedes removerlos. Ha ocurrido que fiscales que han sido removidos han recurrido al poder judicial, debido a que este poder también está minado. Se ha logrado sacar unos 400, pero los jueces son miles.
-Ahora, aprovechando que estamos en el tema de las dificultades institucionales, seguramente sabes que Lenin murió preocupado por no haber podido cambiar el aparato zarista, luego de seis años de revolución. ¿Te imaginabas tú que iba a ser tan complicado transformar el aparato de estado heredado? Porque en mis estudios acerca de los gobiernos locales, las personas que asumen tareas de gobierno se dan cuenta que es mucho más complicado gobernar de lo que se imaginaban. Y por eso suele ocurrir un distanciamiento entre el militante que queda fuera, que no sabe lo que es gobernar, y el militante que gobierna y aprende que las cosas son mucho más difíciles.
-Ciertamente manejar un Estado con el grado de complejidad, clientelismo, inoperancia como el que hemos tenido y seguimos teniendo, es algo bastante complejo. Mucho más de lo que uno se lo imaginaba. Hay una enorme cantidad de organizaciones, de organismos que desconocíamos. Recuerdo que pegábamos en la pared un mapa del Estado para detectar las diferentes instituciones y quiénes las controlaban y todavía siguen apareciendo instituciones. Y si a eso agregas los procedimientos, los vicios de los funcionarios públicos... ¡Imagínate que aún no se ha cambiado una vieja ley que ampara a ese funcionariado clientelar que fue incorporado por AD y COPEI! Un ministro, o cualquier funcionario está imposibilitado de removerlo salvo que viole la ley. Han habido casos en que algunos ministros han removido gente y luego se han visto obligados a reponerlos en su sitio.
Los primeros días de gobierno uno encontró situaciones inimaginables. El primer problema que se enfrentó es que no había dinero ni para pagar sueldos. El petróleo estaba por 7 dólares y el presupuesto que nos dejaron .además reconducido (71). había sido hecho en base a 14. El .riesgo país. por la amenaza de Chávez llegó al cielo. Nadie nos quería prestar un centavo. En plena Constituyente tuve que ir por el mundo buscando apoyo internacional. Fui a China, a Arabia Saudita, a varios países de América Latina. Me acerqué mucho a Fernando Henrique Cardoso y a Brasil como nación. Las complicaciones burocráticas para hacer pequeños cambios eran numerosas. ¿Por qué? Porque nos encontramos con una serie de leyes, códigos, reglamentos que dificultaban la adopción de medidas necesarias. Para hacer una transferencia de recursos en un ministerio, por ejemplo, el ministro tenía que venir no sé con cuantas carpetas para que yo le firmara. Para dar jubilaciones a funcionarios había que realizar una serie de procedimientos burocráticos. También hemos tenido que enfrentar la cultura tradicional, la resistencia al cambio.
Muchas veces ocurre que tú designas a un funcionario bueno, con buena capacidad, para que vaya a un lugar a transformar una institución y resulta que la institución termina tragándoselo, absorbiéndolo. Un ejemplo es Pdvsa, esa empresa monstruo. Allí aún no hemos hecho grandes cambios.
Hemos realizado una transformación grande en el nivel macro estructural con la nueva Constitución. En el Poder Ejecutivo, por ejemplo, hicimos algunos cambios al máximo nivel: redujimos los ministerios, fusionamos algunos. Cometimos errores en ese terreno, por ejemplo, cuando fusionamos el Ministerio de Agricultura con el de Producción, Comercio y Turismo, todo eso en un superministerio. Ahora, 3 años después, nos hemos visto obligados a separar de nuevo Agricultura y Tierras. Eliminamos no se cuántas fundaciones: aquí había una infinidad de fondos, hasta un fondo para el estudio del gusano verde del maíz del Estado Portuguesa, cosas así...
Ahora en la transformación de los ministerios por dentro, ahí no hemos avanzado lo suficiente. Nos hemos topado con esas estructuras anquilosadas, complejas, difíciles. Pero, yo creo que vamos por el buen camino. Se requiere sí, una gran dosis de voluntad y una gran capacidad para transformar esas estructuras y crear un marco jurídico adecuado. Poco vamos a poder hacer hasta que no se cambie la Ley del Empleado Público, esa ley vieja de la que te he hablado, que protege a funcionarios que no rinden o no son necesarios.
-¿Qué enseñanzas sacas de este proceso de lucha institucional que puedan ser útiles para la izquierda, para la gente progresista? ¿Qué no harías de nuevo y qué harías de otra manera?
-Yo creo que un movimiento como el nuestro debería haber tenido ya seleccionados y preparados, cuando ganamos las elecciones de 1998, a buena parte de los nuevos funcionarios que debían ocupar los cargos del Estado y no lo teníamos. Producto de eso ha habido mucha improvisación y, como consecuencia de ella, hemos cometido muchos errores como el nombramiento de personas no siempre las más adecuadas. Yo creo que un partido que tenga un proyecto como el nuestro y que tenga además opciones reales de acceder al gobierno, al mismo tiempo que realiza la campaña electoral, la búsqueda de recursos para el futuro gobierno y otras tareas, debería llevar adelante un proceso de preparación de los cuadros que deberían asumir tareas de gobierno para que éstos puedan ocupar eficientemente esos espacios. Este debe ser un proceso meticuloso, realizado con tiempo, que incluya capacitación, cursos, etcétera. Habría que lograr lo que hace un ejército que forma y capacita a sus cuadros y les da una orientación estratégica y específica para enfrentar el combate. Nosotros no hicimos eso y fue un grave error, y más aún cuando quien te entrega el gobierno no es gente de tu partido.
-Y qué además suelen sabotear al nuevo gobierno...
-Mira, aquí se perdieron archivos, se quemaron cosas. Casi ninguno de los principales funcionarios esperó para hacer el relevo de tareas y otorgarle la información necesaria a quien asumía su cargo. En esto nos faltó a nosotros previsión, planificación y todavía tenemos grandes deficiencias en la formación de los empleados públicos. Necesitamos una buena escuela para la formación del funcionariado público.
-Yo creo Marta, que hay que distinguir entre la Constitución y los instrumentos del Estado. Pienso que las situaciones que se están creando pudieran obligarnos a hacer una revisión estratégica del funcionamiento de los poderes del Estado.
Ahí tenemos, por ejemplo, el caso del Poder Electoral. Este poder está hoy prácticamente neutralizado. No ha sido capaz, en más de seis meses, de dar un veredicto final sobre el resultado de las elecciones de la CTV y hay evidencias de ilícitos electorales, de fraude electoral que han sido presentadas por Aristóbulo Istúriz .que fue candidato a la presidencia de la CTV. y María Cristina Iglesias, que fue su jefa de campaña. Han habido denuncias en el mismo sentido de otros sindicatos, pero ese cuerpo .que son cinco personas. no se ha puesto de acuerdo para tomar una decisión. Esa es una prueba de que una parte tan importante del aparato de Estado como es el Poder Electoral ha entrado en una fase de neutralización.
-Por otra parte, además de las debilidades de la Asamblea Nacional originadas .como te contaba. por nuestra incapacidad para mantener la alianza estratégica con partidos como el PPT, varios diputados electos bajo el alero de MVR, ahora están contra el gobierno. Hay que tener en cuenta que en un proceso de cambios profundos la gente también cambia: se radicaliza el proceso y te vas dando cuenta que hay diputados que se van quedando atrás y que ya no representan las posiciones políticas de quienes los eligieron. He debido ser mucho más exigente de lo que fuí en la campaña electoral a la hora de opinar sobre las candidaturas a diputados. Hoy, algunos de los que llegaron a la Asamblea Nacional con nuestro apoyo, son enemigos del pueblo, de la revolución, y traficantes de puestos. Y lo mismo ocurre con los gobernadores y los alcaldes. Mira lo que ha ocurrido con el alcalde mayor de la Región Metropolitana, Alfredo Peña, por ejemplo, que salió electo con mi apoyo y que hoy es uno de mis principales opositores; el pueblo de Caracas se siente traicionado. Y eso ocurre también en otras partes del país. El pueblo votó por unos señores que salieron a la calle bajo el sable de Bolívar y con una camiseta del Movimiento V República, y después, a los pocos meses, estos señores cambiaron de posición.
A eso se suma últimamente que la oposición, una vez debilitado el escenario violento, ha comenzado a fraguar una estrategia institucional para sacarme del gobierno. Están usando diversos métodos para tratar de que la correlación de fuerzas en la Asamblea Nacional cambie a su favor: presiones de todo tipo, algunas abiertas y otras encubiertas, ofrecimiento de dinero, etcétera. Con una correlación favorable podrían aspirar a sacar al Fiscal, pieza clave en su estrategia de golpe institucional, porque el Fiscal es el único que puede autorizar llevar adelante un juicio contra el Presidente. Pero el Fiscal ha manifestado una firmeza a toda prueba, a pesar de que le han hecho marchas, amenazas a su integridad física, a su propia vida, llamadas anónimas a la familia.
-¿Cómo se resuelve este tema de los representantes que han dejado de ser representativos, es decir, personas que han sido electas para un determinado mandato popular y han terminado traicionando ese mandato, porqué han cambiado de camiseta?
-Existe el recurso constitucional del Referéndum revocatorio. Algunos andan hablando del Referéndum revocatorio para sacar a Chávez. Eso está contemplado en la Constitución, pero antes que el mío, vendrán muchos otros. El mío será el último, porque el mío será a partir del 19 de agosto del 2003, pero el 14 de febrero del 2003 podrán comenzarse a hacer procesos de Referéndum revocatorios a diputados. Veremos qué hacen aquellos diputados que llegaron a la Asamblea Nacional colgados del brazo de Chávez y ahora andan por ahí diciendo que Chávez debe salir del gobierno. Prometieron fidelidad hasta la muerte y a las primeras de cambio saltaron la talanquera (72).
Estamos concientes que ese Referéndum revocatorio puede golpear también a alguno de nuestros gobernadores y alcaldes. Es un reto. Eso obliga a los gobernantes a cumplir, porque a la mitad del período te pueden sacar los mismos que te eligieron.
-Y, ¿qué va a pasar con los juicios a los militares golpistas?
-Como te explicaba, la nueva Constitución contiene elementos como ese de que para que un General, un Almirante . no establece excepciones., pueda ser enjuiciado, tiene que ser sometido primero a un ante juicio de mérito. El Fiscal General de la República ya elaboró el ante juicio de mérito de los Generales golpistas y entregó un largo documento al Tribunal Supremo de Justicia y éste debe pronunciarse en relación a si hay mérito para enjuiciar a esos señores. Si no se cumple con eso, sencillamente estaríamos violando la Constitución. Hay pruebas suficientes de la responsabilidad que un grupo de Generales y Almirantes tuvo en el golpe, pero el veredicto del Tribunal Supremo de Justicia se ha ido dilatando, producto de la estrategia adversaria: la estrategia de los juristas que apoyan y defienden a los golpistas y sus redes y conexiones. Yo confío en que se haga justicia, y no sólo en el campo militar, sino también en el campo civil. Esto es a todas luces lo que la mayor parte de los venezolanos está esperando. Esta es una prueba de fuego para esas instituciones que tienen fallas estructurales.
Pero, supongamos que el Tribunal Supremo de Justicia termine siendo secuestrado definitivamente por una minoría que logra una mayoría bajo presión, o que controla desde afuera al Tribunal de Justicia y que éste se convierta en un ente que, en vez de administrar justicia la desadministre, en vez de enjuiciar a los golpistas termine enjuiciando al Presidente de la República, como algunos proponen y ya están dando algunos pasos hacia ello. En ese caso, el país .no sólo la Constitución, el país real, ese gran porcentaje de venezolanos que me apoya. tiene que ayudar a buscar una salida que queremos sea pacífica, que queremos sea democrática, en el marco de la Constitución. Pudiera ser un Referéndum, la misma Constitución plantea la posibilidad de una enmienda constitucional que tendría que ir a Referéndum (73) -y ya hemos comenzando a considerar esto como una medida que nos permita destrabar esta situación- para reformar algunos artículos de la Constitución, amparados en la mayoría que conservamos en la Asamblea Nacional y que estamos tratando de fortalecer. Y hay otro recurso extremo que es convocar el Poder Constituyente de nuevo, pero como eso se hizo hace apenas tres años, habría que agotar primero las instancias previas de enmiendas, de reformas.
La Constitución podrá tener muchos defectos, muchos vacíos, pero una de las maravillas que tiene, y que son bastantes, es que establece el mecanismo para que el poder constituyente no le sea expropiado al pueblo. En el caso de una crisis institucional política sin salida, queda siempre un recurso: que el pueblo, recogiendo firmas hasta un porcentaje determinado, o la Asamblea Nacional, o el Presidente de la República, puedan activar un Referéndum para reformar, enmendar, reestructurar o incluso elaborar un nuevo texto constitucional. Para realizar esto último, obviamente, habría que agotar las instancias previas.
-¿Qué balance final haces de todo este proceso?
-Mira, Marta, a pesar de todas las dificultades que estamos viviendo, yo me siento contento. Y creo que la reacción de la derecha en contra nuestra, revela que sienten que el proceso, por muy limitado que sea, está atentando, de verdad, contra los intereses establecidos aquí durante muchos años, si no, no hubiese llegado a lo que ha llegado. Eso quiere decir que más allá de cuántas fallas, cuántos obstáculos, cuántas micro estructuras o medianas estructuras queden intactas y otras apenas aflojadas, la dirección estratégica del proceso va bien orientada. Creo que tiene la fuerza para seguir avanzando, para seguir demoliendo por una parte y construyendo por otra. Creo que los líderes debemos ser capaces de reconocer esa fuerza y no pensar que estamos debilitados y que por ello hay que empezar a dar pasos atrás y entregar banderas. La fuerza existe: esto quedó demostrado el 11 [de abril de 2002] y todavía podemos incrementarla muchísimo más, no sólo en cantidad, sino en calidad. Hay un mundo de cosas por mejorar, organizar; hay que incrementar el nivel de conciencia, de organización, para que esa fuerza no se pierda, y para que incremente su capacidad transformadora.
Simón Rodríguez decía, en uno de sus escritos: "La fuerza material esta en la masa, la fuerza moral en el Movimiento". Y yo me he atrevido a agregar: "La fuerza transformadora de la masa está en el movimiento acelerado y consciente".
-Me ha tocado muchas veces defenderte contra aquellos que te critican por haberte rodeado de militares.
Yo entiendo la angustia que debe sentir quien gobierna y tiene que resolver rápidamente cuestiones fundamentales y no cuenta con un aparato de estado a la altura de las circunstancias ni de cuadros políticos suficientemente preparados. Pienso que es eso lo que te ha llevado a apoyarte en los militares. Pero entonces pareciera existir una contradicción en el hecho de que los principales ejecutores prácticos de las tareas más importantes del proceso revolucionario sean militares, y el hecho de que éste se piense a sí mismo como un proceso en que el pueblo soberano ejerza el poder participando en todos los terrenos. Entiendo que los militares suelen ser eficientes y disciplinados, pero poco acostumbrados a delegar poder en la gente, no preparados para hacerla participar.
He oído decir, en este sentido, que el Plan Bolívar 2000 ha significado muchas cosas buenas para el pueblo: caminos, escuelas, casas, es decir, soluciones concretas , pero que se trata de soluciones que le llegan desde arriba, en las que el pueblo no participa.
Por otra parte, estoy convencida de que la participación no se decreta, la gente necesita aprender a participar. Se trata de un proceso de transformación cultural lento. Nosotros tenemos un vídeo que habla del trabajo lento, de hormiga que hay que hacer para que se logre esta transformación, pero bueno hay que empezar haciéndolo y hay que tener cuadros que faciliten esa tarea. ¿Qué puedes decir al respecto?
-Vamos a suponer que fuera plenamente cierta esa crítica que ya me han hecho incluso en reuniones de partidos, en el sentido de que los militares sólo saben mandar, que son ejecutivos, pero no proclives a la participación, lo que no es así. Yo soy el primer militar de ese grupo. Siento que desde muy joven mi orientación fue la participación y tuve experiencias maravillosas cuando fui jefe de algunas unidades lejanas, sobre todo en pequeños pueblos, donde desatamos con los militares acciones participativas muy aleccionadoras que incluso entraban en conflicto con los poderes políticos locales: cómo es eso que este militar esté metiéndose en cosas del pueblo, arreglando calles con la gente y los soldados haciendo deportes con la gente. Y esa no es una tendencia mía nada más, si fuera así yo hubiese chocado con una estructura militar cerrada, autoritaria y no participativa y no hubiese durado mucho tiempo en el ejército.
-Ahora tu tienes razón cuando dices que entiendes que haya tantos militares en mi gobierno. Imagínate el 2 de febrero de 1999, con casi todas las gobernaciones y alcaldías más que opositoras, adversarias (99,99%); el Congreso en contra; el Tribunal Supremo en contra; un presupuesto que recibimos reconducido; un gobierno casi sin recursos ni para pagar sueldos; con un precio del petróleo a 7 dólares; además con el inmenso nivel de expectativas que generó el triunfo nuestro: en torno a Palacio había colas de miles de personas pidiendo empleo, con sus muchachos enfermos, que ahí dormían, se tiraban al suelo, no dejaban salir el carro, "hasta que no nos atienda Chávez no salimos de aquí". Y a todo esto hay que agregar una estructura partidista comprometida en la lucha política: venía la Constituyente, venía todo aquello. Entonces yo me decidí a emplear a la Fuerza Armada. Creo que sin la participación de los militares en el área social, el Plan Bolívar 2000 .iniciado en el 99 y que continuó en el 2000. quizás el proceso no hubiese avanzado en lo político con la rapidez con que lo hizo.
-Surge así el Plan Bolívar 2000, un plan cívico.militar.
La orden que yo di incluso fue: "Vayan casa por casa a peinar el terreno, el enemigo ¿cuál es?, el Hambre". Y lo comenzamos a hacer el 27 de febrero del 99, diez años después del Caracazo, como una forma de reivindicar a los militares y yo incluso utilicé el contraste y dije: "Hace 10 años salimos a masacrar a ese pueblo, ahora vamos a llenarlo de amor, vayan a peinar el terreno, a buscar la miseria, el enemigo es la muerte. Vamos a llenarlos de ráfagas de vida, en lugar de ráfagas de muerte". Y en verdad la respuesta fue bien bonita.
Mientras los políticos estábamos metidos en el combate político, 40 mil militares estaban de campaña atendiendo la salud de la gente; abriendo caminos con las maquinarias de la ingeniería militar; llevando pasajeros en aviones militares hacia los sitios más pobres y cobrándoles sólo el precio de costo .
-Yo les dije a cada uno: "Presénteme su plan en base a sus recursos y su capacidad". Y cada componente de la Fuerza Armada fue diseñando su plan. La Fuerza Aérea y su plan de las rutas sociales: helicópteros, aviones militares volando donde no había ni caminos, con pasajeros que cargaban su gallina, su cajita. Los marinos y el plan Pescar 2000: ahí han estado ellos metidos con los pescadores, organizando cooperativas, reparando cavas, refrigeradores, dictándoles cursos, etcétera. A la Guardia Nacional le dimos sobre todo la tarea de la seguridad ciudadana, del control de la delincuencia, pero también programas por todo el país, también en zonas indígenas que nunca habían sido atendidas. Ojalá pudieses ir por allá, hay cosas que parecen milagrosas. Eso sin negar las improvisaciones y hasta la corrupción en la que cayeron algunos militares, especialmente de la parte alta y la gente contraria que saboteaba. Pero los muchachos han desarrollado una conciencia social impresionante.
-La Guardia empezó a inventar el Plan Casiquiare 2000. Casiquiare es un río allá en la selva, que está poblado por miles de indígenas. Hicieron hasta una barca para ir recorriendo de pueblo en pueblo, llevando médicos, medicamentos, atendiendo a los niños, vacunando gente, haciendo con los indígenas casas, pero según lo que los indígenas querían y no según lo que nosotros pensábamos.
-Entonces comenzaron a despertar cosas como esas de Barranco Yopal y Caravali, con los indígenas Cuivas y Yaruros. Hace años yo iba a Barranco Yopal y llevaba latas y palos a los indígenas, porque ellos hacían ranchos con esos materiales para pasar allí una temporada de invierno, pero en verano se iban. Eran nómadas: cazadores y recolectores, como hace 500 años. Yo vi mujeres indígenas pariendo allí, agachadas en el monte y la placenta la botaban y limpiaban al niño y seguían caminando. La mayoría de los niños se moría de paludismo, tuberculosis, de cualquier tipo de enfermedad. Eran vejados, se la pasaban borrachos en el pueblo. Las indígenas se prostituían, muchas veces las violaban. Eran unos fantasmas, despreciados por la mayoría de la población. Robaban a veces para comer. Ellos no tenían la concepción de la propiedad privada: para ellos no era robo eso de meterse en un sitio y agarrar un cochino para comérselo porque tenían hambre. Pero qué vi yo allá ahora: los militares con un técnico agrícola y su capacidad de movilización: vehículos, equipos, organización, ejecutivismo, rapidez, pero con los indígenas, con los capitanes indígenas (74) al frente; con una gorrita y una franelita que decía Plan Bolívar. Los militares llevaban los materiales, los ayudaban con algún personal de ingeniería y soldados más que todo, y los indígenas proyectaron las casas y trabajaron construyendo su escuelita y sus casitas.
-¿A quién se le ocurrió que la población debía participar y no sólo recibir...?
-A los militares con unos asesores civiles: un técnico agrícola, un ingeniero. El Plan Bolívar no ha sido sólo militar, en cada guarnición militar han contratado técnicos civiles que conocen su trabajo.
Bueno, entonces, aquellos indígenas estaban felices, el rostro distinto. Me llevaron a ver sus siembras. En apenas 4 hectáreas estaban produciendo caña de azúcar, patilla, plátanos, maíz, lechosa. Estaban comiendo bien y ahora estaban pidiendo un camioncito para llevar su producción al pueblo para venderla. Ya les habían dado unas pequeñas embarcacioncitas con motor y un curso para manejarlas, porque ellos antes pescaban con una púa, con una lanza a la orilla de los pequeños ríos; yo fui a pescar con ellos como dos veces, pescaban con la mano o los mataban con una piedra grande. Aquella comunidad resucitó. 200. Cuando una vez tomé la palabra en esa región utilicé una frase de Zaratustra. Entonces dije: "Hace quince años que vine por aquí y los vi a ustedes con sus cenizas y ahora vuelvo y los veo con su fuego".
-Ahí tienes tú también el Plan Avispa, que es un despertar de participación. Este plan lo inventó el general García Carneiro. Un día me llegó con esto del Plan Avispa. .¿Qué es eso, van a vacunar a la gente?. "No chico, se trata de autoconstrucción de viviendas en parcelas aisladas". "Explícame, pues". Y me dieron unas láminas ahí. "Mira como vivían .me mostró la foto de la familia paradita ahí frente a un rancho de palo o de lata., y mira dos meses después, la misma familia ahora más alegre, con una casita".¿Quién hacía esa casita? La comunidad. Mientras una empresa privada hace una de esas casas en 10 millones de bolívares, el Plan Avispa la hace en 3 millones. ¿Por qué? Porque es la comunidad la que construye las casas. Y eso, a su vez, nos permite reactivar empleos. Los militares consiguieron unas maquinitas de hacer bloques y dictan cursos con algunos técnicos civiles, maestros de obras. Hacen también puertas de madera. Con el INCE (Instituto Nacional de Cooperación Educativa) -allí puse un general retirado que es un tipo exigentísimo y eficientísimo, lo conozco porque fue maestro mío- consiguieron hacer como 40 talleres ambulantes (75) de educación técnica, que estaban sin cauchos (llantas), desmantelados, les dimos dinero y empezaron a repararlos. Conseguimos créditos con España para equipos nuevos y eso. Y ahora tenemos todos esos carros rodando por el país. Llegan allá a dictar cursos, a enseñar a la gente a hacer puertas. Entonces hacen las puertas, hacen los bloques, las tejas y hacen la casa entre todos y la corrupción baja, no digamos a cero, pero disminuye muchísimo.
¿Eso nació de dónde? Del seno del Plan Bolívar y seguramente no de los militares sólo, sino del militar en contacto con la realidad, del militar que ve que no alcanzan los recursos para hacer casas y se pregunta cómo hacer. Y la gente empieza a hablar, a calcular, y de ahí, de ese intercambio, surge el Plan Avispa.
-Por allá unos militares hicieron unas carreteras en una autopista que llevaba 20 años paralizada y el presupuesto que había para terminarla con asfalto y todo eran como 5 mil millones de bolívares, y ellos con la maquinaria militar y los ingenieros militares lograron terminarla con sólo 1 500 millones. O sea que los costos de muchas obras bajaron, de viviendas, de carreteras, puentes, caminos por donde nunca pasaba nadie. Se hizo una operación gigantesca.
-Y la parte de salud ¡ni hablar! Se generó un voluntariado médico formidable y se empezaron a hacer operativos con hospitales quirúrgicos de guerra, bueno la guerra social. Eran colas de gente. Una vez en un pueblo llamado Zaraza, los militares y civiles del Plan Bolívar operaron en una semana más personas
-operaciones de la vista, de piernas- que lo que el hospital de ese pueblo había operado en 10 años. ¡Una cosa impresionante! Recuerdo que una vez uno de esos muchachos dijo: "Hay que ver lo hermoso que es devolverle la vista a un anciano y verlo llorar de alegría y oírlo decir: "Pensar que yo creí que iba a morir sin volver a ver el cielo azul". Eso es lo que nos hace sentir felices, sentimos que somos útiles". Este contacto con el pueblo desató un caudal de sentimientos y de ganas de participar.
-El gobernador del estado de Cojedes, al sur de Caracas, un estado llanero grande, casi al centro del país, es un teniente coronel de la Guardia Nacional, que no estuvo en ningún alzamiento ni nada. El era el jefe militar del Plan Bolívar 2000 en ese Estado y en pleno proceso constituyente, cuando se abren las elecciones para gobernador, llega un día y me dice: "Mire, Presidente, tengo ganas de pedir la baja". "¿Para qué muchacho, tu eres teniente coronel apenas?" "Bueno, es que me están pidiendo aquí los partidos de la revolución que sea el candidato a gobernador para botar al adeco (76)". "¿Tú estás seguro de eso?". Y en efecto, a los pocos días me llega una carta firmada por el MVR y otros dirigentes de los partidos de izquierda de ese Estado. Con su candidatura incluso solucionamos allí un problema que parecía no tener solución: las divisiones internas. Este muchacho logró aglutinarlos a todos, ganamos las elecciones y ahora está gobernando. Se reveló como un líder. Claro, se lo pasaba con sus guardias en los pueblos, en los campos, atendiendo a la gente y fue así como empezaron a verlo como un líder. Hay muchos casos como éste. Yo te he nombrado sólo algunos.
-Y fíjate, muchos dirigentes políticos se han quedado cortos frente a los militares y hasta más de un celo se ha generado, porque a la hora del liderazgo se ven desbordados por unos muchachos que aprendieron la técnica del liderazgo como yo ya te conté.
-Hay muchos buenos ejemplos, pero, sin embargo, también hay ejemplos malos. Pero el cúmulo de los buenos es maravilloso y desborda los errores y los defectos de alguna gente y los hechos irregulares. Estos últimos se enviaron a la Contraloría y se investigaron. El Contralor General de la República me decía hace unos días que él ha detectado que el Plan Bolívar .que empezó con errores. es uno de los planes que ha mejorado muchísimo.
-¿A qué errores te refieres?
-Por ejemplo, el uso del dinero de una partida presupuestaria para atender otro problema para el que no estaba destinado. Estas partidas están rígidamente direccionadas: si se destinan 20 millones de bolívares para reparar viviendas, no se pueden desviar para otros gastos.
Recuerdo que una vez, en una masa desbordada apareció una mujer llorando con un niño que tenía una pierna zafada, parecía como un muñeco de trapo. Un niño grande de 7 u 8 años que no podía caminar y ella cargándolo. Yo la vi, me impresionó mucho, paré, bajé del carro, y a mi lado no estaba el gobernador, estaba el general jefe de la guarnición y, al mismo tiempo, jefe del Plan Bolívar. La mujer me cuenta que el niño nació así y que nunca había podido operarlo. "Ven acá general, anota ahí la dirección, mándalo para que lo operen". Entonces había que pagar esa operación. Otras veces se trataba de una prótesis que había que ponerle a alguien, qué se yo. Había que pagar y entonces sacaban el dinero de alguna de las partidas; algunos por inexperiencia, otros se aprovecharon.
Entonces como al comienzo la Contraloría estaba en manos de adversarios a mi gobierno, empezaron a aprovecharse de estas cosas para hacer toda una campaña en contra.
Cuando salió la denuncia: .Corrupción en el Plan Bolívar., yo pensé: destrozaron el Plan. ¡Imagínate!, la prensa ésta que trata de destruir todos nuestros proyectos saca una lista con los nombres de los militares supuestamente corruptos. Llamé a algunos y les dije que tenían que justificar los gastos hasta el último bolívar. Entonces se inició un proceso investigativo: ellos tuvieron que empezar a buscar al señor de la pierna, dónde pagaron la pierna de palo que se le hizo a esa persona. Se empezó a revisar factura por factura. Y así se empezó a justificar casi todo. Algunos casos están pendientes, otros cuando no pudieron justificar, fueron removidos.
-Evidentemente mucha gente se quedó con la primera información de la prensa y nunca supo los resultados de la investigación. Es terrible cómo se lanzan campañas infundadas y luego, cuando se obtienen datos que demuestra la falsedad de dichas acusaciones, los medios no rectifican y si lo llegan a hacer lo hacen en una forma tan poco destacada que nadie se entera.
-Así es. Pero bueno, volviendo al plan, la Contraloría General de la República determinó que las metas del Plan Bolívar del año 99 y 2000 se cumplieron en un 280 por ciento.
Este año, por ejemplo, no hemos podido darle recursos al Plan Bolívar, lo que están haciendo es terminar cosas que quedaron pendiente del año pasado, como este proyecto que hoy vimos.(77)
-Ahora el plan pasó a otra etapa, la que llamamos: entrar a la estructura. Ya no son centenares de militares en las calles. Ya tengo gobernadores, alcaldes, planes en marcha, estructura. Ya no es el gobierno de hace 3 años. Entonces ellos se han limitado a ser una especie de coordinadores de proyectos especiales con los gobiernos locales y regionales. Ya no andan ellos solos haciendo las cosas.
Y hay militares que volvieron a los cuarteles a dedicarse de lleno a las actividades rutinarias .nosotros llegamos incluso a utilizar unidades de combate. porque necesitamos tener unidades de combate entrenándose para el combate: tener batallones de infantería, los muchachos submarinistas, los batallones de paracaidistas, cada uno haciendo su entrenamiento. Entonces, buena parte de esa gente retornó a su función rutinaria.
-Estamos también organizando unidades de reservistas. ¿En qué consiste eso? En convocar a muchachos que ya pasaron por la Fuerza Armada, la mayoría jóvenes desempleados, sin educación especializada, sin formación, a constituir cooperativas. En el año 2001 organizamos a 8 mil de esos muchachos y ellos pasaron a formar cooperativas. La misma idea: cooperativas, micro créditos, dotaciones de tierras; incluso les hemos estado transfiriendo activos que son del Estado pero que estaban por ahí desactivados en manos de FOGADE (Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios). Cuando aquí hubo aquella crisis bancaria fenomenal, se fueron muchos banqueros, pero dejaron aquí muchos activos y el Estado se apropió de ellos: eran garantías de los depósitos. Muchos se han vendido para recuperar el capital, pero quedaron por ahí tierras, fábricas abandonadas. Entonces hemos estado transfiriéndolas a algunos grupos de reservistas para que ellos funcionen como unidades de reservistas: tengan entrenamiento militar .cosa que no se ha cumplido muy bien por falta de recursos. y trabajen conformando cooperativas. Se les dictan cursos agrícolas y ellos se ponen a trabajar.
Eso es parte del Plan Bolívar: organizar las reservas .que es el pueblo. y dotarlas de algunos instrumentos de trabajo. El Plan Pescar 2000 continúa, ya tiene un capital acumulado, cooperativas de pescadores en contacto con la Marina. Esta los apoya, llegan a sus atracaderos, los ayudan a reparar motores. Está también es la experiencia de los guardias nacionales en las fronteras trabajando unidos con los indígenas.
-Marta, lo que ocurrió el 12 y 13 de abril tiene algo que ver con este proceso cívico-militar, porque más allá de la atención social, más allá de la poca, ninguna o mucha participación social que haya habido en ese intercambio en el Plan Bolívar y de sus fallas, el objetivo se ha cumplido: la alianza cívico-militar. El 12 de abril sucedieron cosas que jamás se habían visto en el país: cientos de miles de venezolanos desarmados, muchos de ellos sin dirección política, sin orientación, sin un plan preconcebido -falla nuestra- se dirigieron hacia los cuarteles realizando grandes concentraciones frente a los cuarteles o alrededor de ellos. Cantaban el Himno Nacional y hablaban a los soldados y les gritaban: "Soldado, consciente, busca a tu Presidente!" "¡Soldado, amigo, el pueblo está contigo!" No sólo fueron al Fuerte Tiuna, sino a muchos cuarteles en distintas partes del país. ¿Por qué el pueblo se dirigió a esos cuarteles? Nunca antes había ocurrido algo así. Y no era porque yo estuviera ahí. De hecho la masa que rodeaba al Fuerte Tiuna al tercer día, cuando ya se sabía que yo no estaba allí, era impresionante: 300 mil o más personas.
También ocurrió en algunos lugares como en Maracay, donde un grupo de militares de la brigada de paracaidistas vieron que había gente afuera del cuartel, pero dijeron: "falta más gente, falta pueblo que se una a nosotros," y se fueron a los barrios. Claro, ellos conocen a los dirigentes de los barrios y esos dirigentes los conocen a ellos, porque cada unidad militar hizo su plan y se distribuyó sectores: al batallón tal le corresponde el barrio tal. Y en eso llevan 3 años, en ese contacto en que el militar va al barrio, hace patrullaje, hace la escuelita o arregla el hospitalito, y así empiezan a darse a conocer. Ya el militar sabe que yendo al barrio tal no lo van a rechazar como antes. Después de la matanza del 27 de febrero, por ejemplo, para ir a un barrio pobre un militar tenía que vestirse de civil, porque corría peligro, ya que el pueblo sabía que eran militares los que lo habían masacrado. Hoy llega un militar y la gente lo saluda con entusiasmo y alegría.
Toda esa reacción no hubiera ocurrido sin ese contacto profundo entre el ejército y el pueblo. Eso es Mao. El agua y el pez. El pueblo es al ejército como el agua al pez. En Venezuela hoy tenemos peces en el agua y por eso la campaña contra el Plan Bolívar, para tratar de partir, de fracturar esa unidad. Una buena parte de los militares está junto al pueblo. Claro, no todos, porque hay sectores militares opuestos, que se han hecho eco del discurso de los adversarios. ¿Cuál es este discurso? Que Chávez va a acabar con la Fuerza Armada, porque eso afecta la operatividad del cuerpo militar, porque ahora los militares andan limpiando pocetas, o sea, un poco denigrando el plan: andan limpiando calles, y eso en radio, prensa y televisión cala afuera y adentro también, y algunos militares se hicieron eco de eso. Y, sin embargo, la respuesta es positiva al plan: uno los ve felices. Hoy vi a esos militares allá, sobre todo al responsable del Plan Bolívar en Puerto Cruz, el capitán de navío de la Armada, Becerra, estaba feliz de ver terminada su escuela, la que el hizo con su gente.
-En relación con el aspecto pacífico de la Revolución, cuando te han preguntado si no temes que se produzca un nuevo Chile en tu país, teniendo en mente el golpe de Estado contra Allende, tu has respondido que la diferencia entre ese y este proceso es que el primero fue una Revolución desarmada y que la Revolución Bolivariana tiene armas y hombres dispuestos a usarlas en caso de necesidad para defenderla; y, por otro lado, expresaste antes del golpe de abril del 2002 que cualquier intento de golpe de Estado en Venezuela podría generar una radicalización de la Revolución, por lo que la oligarquía tenía que pensarlo mucho si se decidía a dar ese paso. Has afirmado también que tener fuerza militar no significaba necesariamente "usar las armas" sino contar con ella como "una fuerza de apoyo y una fuerza disuasiva". (78) De hecho, según cuentas, fueron las fuerzas armadas las que bloquearon un intento de golpe militar que se preparaba durante el proceso electoral del 98 y fueron ellas las que impidieron el fraude electoral en los inicios del proceso. Por otra parte, no se puede negar que han jugado un importantísimo papel durante el actual proceso: en primer lugar, como garantes de seis procesos electorales en menos de dos años, evitando fraudes y golpes militares; en segundo lugar, como los principales ejecutores del Plan Bolívar 2000 y de los planes de emergencia para salirle al frente a las consecuencias de los desastres naturales que sufrieron varios poblados venezolanos.
Entiendo que hasta antes del golpe del 11 de abril del 2002 tú estimabas que la mayoría de los altos mandos te apoyaba, a pesar de que en los últimos meses habían aparecido públicamente algunos oficiales de alto rango pidiendo tu renuncia a la presidencia de la República, y el general Guaicaipuro Lameda había renunciado recientemente a la presidencia de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), manifestando tener contradicciones con algunas políticas de su gobierno. ¿Es así? Sin embargo, el golpe del 11 de abril del 2002 sólo se pudo dar porque un sector no desdeñable de los altos mandos apoyó a la oposición, aunque también es cierto que tu retorno al gobierno se debió, entre otras cosas, a que muchos de esos mandos recapacitaron y finalmente terminaste contando con un apoyo mayoritario entre las filas militares.
-¿A qué se debe que tuvieses una percepción errada del nivel de apoyo con que contabas en la Fuerza Armada?
Y aquí se plantea todo un gran tema: ¿cómo un gobernante logra tener una información objetiva de lo que ocurre en su país cuando, por una parte, suele ocurrir que las personas que lo rodean para complacerlo, para no preocuparlo o por oportunismo, evitan informarle de los problemas transmitiéndole una información edulcorada; y, por otra, sucede también que la propia actitud del gobernante le lleva a no atender las informaciones críticas? ¿Qué mecanismo hay para evitar lo que Eduardo Galeano alguna vez conversando señalaba como el problema del eco, el gobernante y su eco...
-O como dice Matus: "el líder y su jaula de cristal".
Mira, sobre la primera pregunta, yo sin dudas, sobre estimé la fortaleza de un grupo de personas a las que creía conocer suficientemente, quizás fue el corazón..., cuando los sentimientos juegan un papel importante a veces es fatal, trágico. Desde 1999 yo vine respetando las antigüedades; el escalafón militar, respetándolo con pequeñas variaciones. No hubo ningún cercenamiento de la cúpula militar. Y en cuanto a la percepción de su disposición a respetar a la Constitución, al gobierno, a su comandante en jefe me equivoqué. En verdad no fue una equivocación total, si hubiese sido total no estaríamos aquí tú y yo sentados. Porque en verdad la respuesta que hubo el día sábado y que permitió el retorno del gobierno, indica de manera objetiva que la gran mayoría de generales no estaban comprometidos. Fue una minoría la que logró confundir al resto. Yo desconfiaba de algunos de ellos. No hubo sorpresa con los que motorizaron el golpe; teníamos informaciones delicadas, por ejemplo, sobre el agregado militar que estaba en Washington y algunos gestos de otros generales. Pero reconozco que me equivoqué con algunos que estaban en posiciones claves como el comandante del Ejército, el general Vázquez Velasco y que jamás llegué a pensar que ese grupo de oficiales fuese a llegar a esos extremos, es decir, a comprometerse como lo hizo con el movimiento golpista. Ahí hay que asumir como para la autocrítica: tener mucho más ojo.
Lo de la renuncia fue una cosa que afectó muchísimo. Muchos militares fueron sorprendidos por ese manejo de la situación, pero luego reaccionaron.
Bueno, de todos modos ha sido una enseñanza. De ahora en adelante vamos a atender con mucho más cuidado algunos gestos, vamos a procurar tener más precisión en la evaluación individual de cada ser humano: sus intereses, los conflictos internos de la institución, muchas veces inyectados desde afuera.
-Ahora, en relación a la segunda pregunta sobre cómo un gobernante puede lograr una información exacta de lo que ocurre en el país. No me cabe duda que un gobernante necesita de un equipo que haga un seguimiento permanente y que le informe de lo que ocurre sin desvirtuar la realidad, sin tapar informaciones. Ahora, es cierto lo que tú dices de que por distintas razones se suele no informar de manera clara la situación al Jefe de Estado, y yo creo que eso es inevitable. ¿Qué hago yo para corregir eso? Leo los periódicos, es una forma de enterarme de cosas, sobre todo las páginas interiores donde salen denuncias, cartas del público, la página de los lectores; a mí me gusta mucho hurgar por allí y comienzo a llamar gente. "Mira, ¿qué pasó con esto?" "¿Qué problema es éste?"
Por otra parte, yo tengo en Palacio un grupo de personas, algunos son militares, otros son civiles al que llamo la Inspectoría. Los envío a hacer inspecciones imprevistas en sitios determinados y que me traigan información de lo que vean con fotos e informes de la gente. Por ahí me entero de muchas cosas, las que funcionan y las que funcionan mal o no están funcionando. Les insisto mucho en que me digan las verdades. Al jefe de Inteligencia le insisto mucho que me informe de los hechos, las tendencias, en el momento en que ocurran. Claro, mis informantes tienen que tener criterio, porque tampoco se trata de que el Presidente sea atiborrado de rumores, de todas las informaciones que corren por la calle, pero sí de aquellas que a criterio de ellos puedan impactar la toma de decisiones. Es una prédica mía constante. Y en eso creo que vamos mejorando.
Y, por otra parte, Marta, yo tiendo a escaparme del encierro de la jaula de cristal de la que habla Matus, para lograr un contacto directo con la gente. Recibo una enorme cantidad de papeles y cartas. Claro que no tengo tiempo de leer todos, pero una parte importante las leo y los muchachos que trabajan conmigo leen, procesan, me pasan resúmenes y por ahí me llegan quejas de diversos ámbitos: sociales, económicos, populares. O ese contacto con pequeños grupos como el que tuvimos en Las Malvinas, con unos 60 dirigentes de los barrios, que informan, critican, aportan, entregan anteproyectos, ideas. Otras veces, cuando voy caminando por la calle, hago preguntas.
Todos estos son mecanismos, algunos institucionales, otros personales; algunos coyunturales, pero deben ser más bien estructurales.
Tengo conciencia que esto no puede limitarse a acciones personales, espasmódicas. Debe ser un proceso continuo, con una metodología para diagnosticar, evaluar, inspeccionar. Hay que organizar una oficina que sea eficaz en la detección de problemas y en el seguimiento de las instrucciones. Creo que esa es la mejor manera que uno puede tener para enterarse al mayor nivel posible de esa realidad que lo circunda, porque sería terrible que a uno lo tengan engañado, que uno termine siendo un autista, que piense que todo va bien y resulta que el país se está hundiendo.
-Y en cuanto a tu equipo asesor, ¿buscas rodearte de personas críticas?; ¿aceptas fácilmente la crítica?
-Sí, por supuesto que sí, y más bien la pido. No me gusta la gente complaciente. Si hay decisiones que se toman y que no comparte un ministro o un funcionario, me parece absolutamente correcto que se plantee, que se discuta, que se delibere para buscar la mejor opción.
-¿No crees que lo primero que hay que tener en cuenta es que los militares no son un todo homogéneo? Y creo que lo que el golpe del 11 de abril revela justamente es que tu puedes contar con el apoyo de la gran mayoría de la tropa, la suboficialidad y la oficialidad joven; y que los que te traicionaron fueron fundamentalmente miembros del alto mando; el sector más permeable a la ideología de las clases dominantes. ¿Es así?
-Sí, pero tampoco son todos los generales...
-¿Cuántos generales estuvieron con el golpe?
-Los realmente golpistas, que estaban planificando eso hacía tiempo y que se sumaron a la operación de manipulación y de apoyo al golpe, no pasan del 20% y quizá estoy siendo exagerado. Y si tú analizas a casi todos, uno por uno conseguirás entender sus razones. Algunas son políticas, otras económicas. Algunos por falta de comprensión del proceso político. Otros influidos por esa campaña persistente que si el comunismo, que si la guerrilla colombiana, que si las milicias populares bolivarianas, que si el plan para debilitar la Fuerza Armada, etcétera. Algunos confundidos, otros comprometidos con eso.
De casi 100 generales, ese grupito no pasa de 20, aún cuando muchos aparecieron en el video. (79) Ese que leyó el comunicado si estaba en la conspiración pero la mayoría de los demás estaba allí porque fueron llamados, los manipularon, les dijeron: "El Presidente mandó matar gente, vean las imágenes y ahora quiere que nosotros salgamos a la calle a seguir matando gente. El mismo ha dicho que maldito es el soldado que dirija las armas contra su pueblo -frase de Bolívar- así es que nosotros no vamos a obedecer eso, vamos a pronunciarnos institucionalmente". Y muchos cayeron en ese juego, en esa trampa, en esa manipulación.
-¿Cómo caracterizarías al grupo de golpistas?
-Casi todos los del grupo conspirador son hombres de privilegios, de contactos políticos con el entorno anterior, con AD y COPEI, u oficiales que han hecho riquezas, a veces de dudosa procedencia en combinación con perros de la guerra. Allí estaban -perros de la guerra- metidos en el golpe: el señor Pérez Recao, vendedor de armas, de equipos militares.
En fin, yo sigo pensando, aún con lo que pasó, que la mayoría incluso de los generales .gente de mi generación., no fueron participantes activos en el golpe.
-¿Cuál es tu análisis de lo que ocurrió dentro de las Fuerzas Armadas? ¿Cómo fue posible que militares de tu relativa confianza fueran ganados para ese intento golpista?
-Venezuela está viviendo un conflicto histórico .así lo catalogamos., un conflicto terminal, una guerra que termina y una guerra que comienza: es una ruptura con el pasado. Y esto no puede dejar por fuera a un sector que tiene múltiples interacciones: históricas, sociales, económicas, sicológicas, etcétera, con toda la sociedad y los sectores que la conforman. Entonces la Fuerza Armada desde hace tiempo ha venido sintiendo el impacto del estremecimiento nacional, no es un sector aislado del acontecer nacional.
Y dentro de ese contexto, un grupo de militares ciertamente formados en aquellos criterios de democracia fueron captados, fueron convencidos por grupos de civiles, de políticos, grupos empresariales golpistas. Son personas que pasaron una, dos y más de dos décadas inmersos en un proceso y con influencias externas que generaban intereses individuales o grupales muy similares a los intereses de estos sectores civiles, políticos o empresariales. Algunos de esos militares que se comprometieron, que fueron los promotores del golpe, pertenecieron durante varios años a grupos que se fueron formando y amparando en el poder establecido, fueron llenándose de privilegios o asumiendo posiciones de privilegio; y cuando llega nuestra Revolución y se instala nuestro gobierno comienzan a perder privilegios como, por ejemplo, el manejo de la institución armada, el manejo de contratos de compras militares. No es extraño por eso que uno de los golpistas que está en los Estados Unidos ahora .y está casi demostrado que estaba detrás del señor Carmona., es un señor llamado Isaac Pérez Recao que, durante muchos años, hizo negocios vendiendo armas: fusiles, granadas, vehículos blindados a la Fuerza Armada. Este señor hizo amistad, por ejemplo, con uno de los generales que estaba en Washington. El día del golpe ese general (80) vino desde Washington en el avión de Pérez Recao y aquí se unió a los golpistas, incluso introdujo armas de guerra -pero no de la Fuerza Armada venezolana- en el Fuerte Tiuna para asumir allá el control de algunos espacios.
Otros venían proyectándose como posibles jefes militares, porque venían asociándose a los partidos que gobernaron al país durante mucho tiempo. Aspiraban a ser generales de División, jefes militares, jefes del Ejército, jefes de la Fuerza Armada y bueno no se dieron sus planes. Y fue entonces que se comenzaron a llenar de rencores: "Chávez ascendió a otro y no me ascendió a mí", "Chávez le esta dando los cargos a sus amigos y no a nosotros que veníamos proyectados"; que si la meritocracia y todos estos cuentos.
Esos fueron básicamente .con algunas excepciones. los militares que se convirtieron en los motores de la conspiración y, además, manipularon a un grupo de oficiales.
-Anoche (81) yo conversé con cuatros generales de la Fuerza Aérea a quienes hemos decidido no llevar a juicio "he estado hablando uno por uno con muchos generales; casi todas las semanas hablo con algún grupo" y entonces me explicaba uno de ellos que uno de los generales golpistas le dice que se presente al comando aquí en la base de la Carlota, y él se viene y se presenta. Y le dicen allí: "Mira, ¿sabes lo que está pasando? Mira esas imágenes. Hay una marcha pacífica y mira la gente del Presidente, los Círculos Bolivarianos armados; y fíjate, disparando, matando a esta gente", y le pasaban las imágenes aquellas que todo el mundo vio. "El Presidente se volvió loco y está pidiéndonos que salgamos a seguir masacrando a la gente, pero nosotros no vamos a hacer eso, ¿estás de acuerdo?" "Bueno sí, estoy de acuerdo, no quiero matar gente, ¡es horrible eso que está pasando!" Y le dijeron además: "Mira, el Presidente renunció y hay un vacío de poder y estamos haciendo un documento; vamos a pronunciarnos ante el país". Y viene una cámara de televisión y uno de los generales lee el documento. Lo manipularon con mentiras y cayó en el error. Me dijo: "Fui un bobo, pero ¡más nunca me van a engañar!" Y yo le creo, porque tenemos identificados a aquellos que fueron de verdad los promotores y sabemos que hubo otro grupo que fue engañado, manipulado, el grupo que pertenece básicamente a mi generación.
Además es un dato favorable el que al día siguiente algunos de ellos hayan comenzado a reaccionar, a pensar con más calma, a mirar la realidad y a asumir posiciones. Eso antes de yo regresar. Te aclaro esto porque cualquiera pudiera pensar que fue a mi regreso que volvieron a saltar para este lado. No, no, aunque algunos lo hicieron. Fue al día siguiente que la mayoría reaccionó cuando se dio cuenta de que yo no había renunciado. Comienzan a pronunciarse algunos de manera muy firme, otros de manera más reservadas, pero a fin de cuenta fueron esos pronunciamientos, acompañando la reacción popular, los que permitieron que la situación se revirtiera.
Uno de los generales golpistas, por ejemplo, fue jefe de la Casa Militar de Caldera y muy amigo del yerno de Caldera. Otro de los golpistas es un general retirado, pero que estaba activo cuando yo gané las elecciones y trató de preparar un golpe de Estado contra mí, pero no pudo, no tuvo la fuerza para lanzarlo aquel diciembre del 98. O sea hay una diversidad de razones, algunas individuales, otras políticas, que fueron agrupando a estos militares y los fueron acercando a partidos políticos, Acción Democrática, COPEI, sectores empresariales, vendedores de armas, etcétera , medios de comunicación con cierto poder. Ellos lograron montarse sobre un momento conflictivo alimentado desde fuera, preparado en parte por un conflicto como el de Pdvsa, un conflicto interno de lucha de sectores, de lucha de poderes internos. Fue sobre ese escenario golpista que venían ya preparando desde hacía cierto tiempo que se dieron los hechos ocurridos el 11 de abril.
-Tú dices que decidiste no llevarlos a juicio. ¿Cuál es la razón que te lleva a tener una actitud tan benevolente? Porque debes saber que existe tanto fuera como dentro de Venezuela la preocupación de que aquí no se castiga a nadie; que a pesar de ser un gobierno que ha levantado con gran fuerza la lucha contra la corrupción, sin embargo no se ha juzgado a ningún corrupto, habiendo pruebas evidentes de corrupción. Y lo mismo en el caso del golpe. Entiendo que en sectores de la tropa y de la suboficialidad que están absolutamente con el proceso no se entiende esta actitud del gobierno. Tampoco se entiende que hayas nombrado al general Rincón, quien anunció tu renuncia, como ministro de Defensa. Todo esto da la impresión de debilidad y no de fortaleza. Hay quienes piensan que la correlación de fuerzas dentro de las Fuerzas Armadas te es tan desfavorable que no te ha quedado otra posibilidad que conciliar. ¿Qué puedes decir al respecto?
-Habrá muchas maneras de leer una realidad como esta. Si es debilidad o fortaleza depende de cómo se conciba la debilidad y como se conciba la fortaleza. A nuestro regreso, luego del golpe de estado del 11 de abril, teníamos varias opciones. Una era venir a mostrar fuerza desde el punto de vista tradicional, entendido esto como la ejecución de acciones contundentes; como un batallón de tanques que ataca, que va avanzando y destruyendo posiciones y derribando un muro tras otro y ocupando espacios. Algunos conciben la fortaleza de esa manera, es una concepción respetable. Yo no la estoy demeritando, pero no deja de ser una concepción que no es exactamente válida para todas las situaciones. Me imagino que los nazis cuando iban hacia Leningrado iban con esa concepción de fortaleza: vamos a avanzar hasta el corazón del enemigo y a reventarlo. Hay otra concepción de fortaleza. Mira ahí tu ves esos bambúes (82), es una imagen que utilizan los chinos: el bambú se dobla, no se quiebra, a diferencia de otros árboles aparentemente mucho más fuertes que sí se quiebran. Creo que desde siempre he tenido esa concepción de la fortaleza: la fortaleza de la flexibilidad, la fortaleza de la maniobra, la fortaleza de la inteligencia y no la de la fuerza bruta, es decir, la de demostrar a primera de cambio signos de fuerza pero que muchas veces no aguantan un espacio de tiempo determinado.
-Volviendo a lo que te decía, cuando regresé tenía varias opciones, una de ellas era demostrar fortaleza en el sentido señalado antes: si hubiésemos metido un grupo de gente en prisión habría sido interpretado como fortaleza, pero no lo hicimos. Unos se han ido del país, otros están en su casa, algunos con restricciones de movimiento y otros sin restricciones, sólo que los citan semanalmente a un tribunal porque están en proceso de investigaciones.
Yo recuerdo Marta que cuando nosotros hicimos nuestra rebelión nos metieron presos -como se dice Aquí- "a Raimundo y todo el mundo". Éramos como 300, no cabíamos en las cárceles, tuvieron que inventar prisiones. En la cárcel donde yo estaba pusieron hasta minas alrededor porque había el temor de que me fueran a rescatar. No nos dejaban hablar al país porque se temía que dijéramos la verdad; para que nos visitaran la mujer y los hijos y familiares había que hacer una lista y mandarla con una semana de anticipación al Ministerio de la Defensa para que autorizaran su entrada. Pablo Medina, por cierto, propuso en ese tiempo que nos interpelaran en el Congreso y respondieron: "¡Cómo se les ocurre, esos golpistas no deben hablar!" Tuvimos que hacer una entrevista en Yare con José Vicente Rangel y salió el cassette escondido, clandestino, pero el gobierno se enteró y mandó cerrar el programa. Allanaron mi casa, se llevaron hasta ropa de los niños, un dinerito que tenía mi primera esposa. Yo preguntaría ¿era esa una demostración de fuerza? En el fondo era una demostración de una gran debilidad. A mí no me da ningún temor ni me quita el frío que Carmona Estanga haya estado creo que quince horas o dieciséis horas en la Asamblea Nacional, interpelado, y que se haya hecho una transmisión en vivo por televisión y radio a todo el país. Y que el general tal y el almirante tal digan su verdad. Creo que quedaron muy mal parados algunos de ellos cuando, por ejemplo, dijeron: "Aquí no hubo golpe". La gente se reía. ¿No hubo golpe? Y Carmona Estanga diciendo: "Aquí hubo un vacío de poder y a mí me llamaron unos militares y yo me juramenté". Eso no se lo cree ni él mismo. Hizo el ridículo. El pueblo se da cuenta, yo creo que ha sido una lección, una pedagogía. Ahora, no te niego que puede haber gente, sobre todo gente joven muy impulsiva, que puede pensar que eso es debilidad y que ese señor no debería estar hablando ahí, que debería estar encerrado allá en Yare donde me detuvieron a mí. A lo mejor tú misma compartes esa posición.
Ahora quiero aclararte que no es que los golpistas estén exculpados, no Marta, se está aplicando la Constitución.
-Nosotros decidimos convertirnos en un partido político, meternos en unas elecciones, instalarnos como gobierno, llamar a una Constituyente, reconocer ahora cinco poderes y elaborar esta Constitución, que contiene elementos como ese de que un general, un almirante -la Constitución no establece excepciones-, para que pueda ser enjuiciado tiene que ser sometido primero a un ante juicio de mérito. Es decir, decidimos aceptar las reglas del juego que hemos establecido y es eso lo que se está haciendo.
El Fiscal General de la República ya elaboró el ante juicio de mérito. Eso no se puede hacer de un día para otro, porque se puede caer el juicio si no está bien sustentado; hay que elaborar documentos, entrevistar a las personas. A mí me entrevistaron tres fiscales durante cinco horas y entrevistaron a muchísima gente. Luego el Fiscal General, de acuerdo al plazo estatuido por la Constitución, entregó un largo documento al Tribunal Supremo de Justicia y éste está ahora revisándolo a ver si hay méritos para enjuiciar a esos señores.
Si no se cumple con eso sencillamente estaríamos violando la Constitución. Claro que la Fiscalía también ha adoptado algunas medidas, ha establecido algunas restricciones: no pueden salir del país, tienen que presentarse, no pueden emitir opiniones públicas, no pueden asistir a concentraciones.
Si se considera como un acto de debilidad el cumplimiento de la Constitución ¡imagínate lo que eso significaría!
Ahora si la Constitución es demasiado permisiva en algunos artículos .y ya hemos ido detectando vulnerabilidades. habría que revisarla, ver si se le hacen algunos retoques. Eso es tan válido como cuando se construye una casa y se descubre que está debilitada una de sus columnas y se decide fortalecerla. Hay gente ya pensando solicitar enmiendas para fortalecer algunos elementos de la Constitución. Ese es el proceso constituyente y eso es válido. También la oposición está pidiendo enmiendas por otro lado, y es válido que lo hagan, que recojan firmas, que vayan allá, después habrá que ir a un referéndum.
-Entonces hay diferentes niveles de responsabilidad, hay un primer grupo de militares: los golpistas de verdad, verdad, que están sometidos a ese ante juicio de mérito. Hay otro grupo al que hemos decidido, en base a un estudio bien concienzudo, no mandar a juicio, sino someterlo a una figura que está en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada que se llama "Consejo de Investigación".
-Cuando dices "hemos decidido", ¿qué significa?
-Hablo en plural porque no soy yo sólo, yo recibo recomendaciones de los mandos militares y de otras fuentes que me dan informaciones de inteligencia, que hacen investigaciones; y yo me encargo de recabar otras informaciones. Así, vamos consolidando informaciones para acercarnos a la verdad acerca de la actuación de tal o cual militar. Este Consejo de Investigación también es una cosa seria que no puede hacerse de un día para otro, tú no puedes dar de baja a un militar que tiene ya un grado, unos derechos, sin fundamentación. La Constitución establece el debido proceso y el derecho a la defensa. Tú tienes que darle el derecho a que se defienda, sino seguiríamos cayendo en actitudes como las de Carlos Andrés Pérez. Este dio de baja a unos militares así, sin juicio, ni investigación, los sacaban hasta descalzos, les quitaban las armas y todo, una humillación y ahí sí pagaron justos por pecadores. Muchos justos y unos pocos pecadores, en el caso aquel nuestro.
Esos señores que están siendo sometidos a Consejo de Investigación ya están en la fase final. Hace como cinco días firmé una recomendación para dar de baja a dos almirantes: uno que estaba comandando la Infantería de Marina, en Carúpano, en el Oriente, y otro que estaba por aquí en Caracas. Consideramos que cometieron falta grave, no delito, porque si el Consejo de Investigación determina que hubo delito o presunción de delito entonces va por la vía del antejuicio de mérito que es más largo. El Consejo de Investigación es más rápido porque la aplicación de sanciones depende del Comandante en Jefe. Hay como quince generales y almirantes del Ejército, la Marina, la Aviación y la Guardia Nacional sometidos a Consejo de Investigación ahora mismo, y ahí decidiremos si mandarlos a juicio, arrestarlos por unos días, amonestarlos verbalmente o darlos de baja de la Institución.
-Lo que yo estoy haciendo con algunos es que los siento aquí y hablo con ellos dos y tres horas y les digo: "Tú cometiste un error". Además les digo: "Bueno mira vete a seguir en tu cargo, pero tienes que tomar conciencia de que cometiste un error y que si aquí se repite una situación parecida espero que no lo vuelvas a cometer..." Es decir, es una sanción moral. Eso está previsto en nuestras leyes y reglamentos militares, es lo que se llama una .amonestación verbal. Yo he visto aquí a un general llorando decir: "¡Coño Hugo, me engañaron, pequé de ingenuo". Y sé que me lo dijo de verdad y me dijo: "Mira como han sufrido mis hijos, porque salí por la prensa y mis hijos te quieren mucho". Incluso me he dado a la tarea de reivindicarlos a algunos públicamente, para un poco resarcir aquel daño moral de un hombre que tiene veintitantos años en la Fuerza Armada, ya un señor que tiene nietos y que se siente un soldado y que se siente adolorido porque lo engañaron y le dijeron que Chávez había renunciado y que Chávez mató un poco de gente. Y entonces él dice: "¡Cómo yo creí eso, por qué Dios mío no desperté y pensé que era un engaño! No le creí a mí superior que me lo dijo, y le creí al otro que me llamo por teléfono, y le creí a la televisión y a toda esa campaña, como creyeron muchos en el mundo".
Yo pienso que sería una gran injusticia que esos oficiales manipulados y engañados estuvieran en prisión. Porque además buena parte de ellos, lo único que hicieron fue que los llamaron, se presentaron en sus comandos y los pararon ahí y apareció un periodista o una periodista con una cámara, y entonces uno de ellos, el golpista, comenzó a leer y él ahí parado.
-Luego del golpe hemos realizado transferencias de militares, y lo justo es que las decisiones tengan relación directa con el nivel de gravedad del implicado. Y en eso hemos estado actuando con mucho cuidado. Sería terrible que se desatara una cacería de brujas en la Fuerza Armada.
A mí me ha dicho algún oficial: "Mire, vea esta foto, hemos estado analizándola, el coronel Moreno el día que usted llegó no tiene puesta la boina roja, lo que tiene es una gorra verde, ¿por qué se quitó la boina roja y se puso la gorra verde?" Pudiera indicar que él no quería parecerse ya al boina roja... Te aclaro que este coronel Moreno es jefe de la Casa Militar y estuvo conmigo hasta el último minuto el día del golpe. Yo le respondí: "Mira, cuidado con lo que tú estas pensando, si aquí nos vamos a poner a dudar todos de todos, vamos a parar en locos. Ese coronel arriesgó la vida ese día. A ti no te consta porque tú no estabas, y ¿sabes por qué ese coronel tiene la gorra esa; ese y el coronel Morao, y los soldados que comandaban andaban con gorra verde, todos? Porque ellos, dentro del plan táctico para retomar el Palacio, decidieron quitarse la boina roja, porque con ella eran blancos fácilmente detectables, en cambio con la gorra verde la gente que los veía no sabía con quién estaban. Se quitaron el signo que los identificaba como gente del regimiento de Chávez y de la Guardia Presidencial de Chávez". El muchacho de buena fe estaba dudando del coronel Moreno, pero ¡imagínate que por una foto mal interpretada o por un chisme o por un comentario, se empiece a cuestionar sin razón a algunos militares!
Otro me dijo: "Mira, que el coronel tal se fue para su casa, nadie lo vio por aquí el día que estábamos planificando la retoma del Palacio". Resulta que ese coronel estaba en otro sitio haciendo otras coordinaciones. Es decir, uno no puede guiarse por el impulso, por observaciones preliminares, y desatar .en un medio además tan complicado y tan sensible como la Fuerza Armada. una cacería de brujas.
-Puedes explicarme ¿por qué nombraste Ministro de Defensa al general que anunció al país que tu habías renunciado, el general Rincón? Eso no lo entiende nadie.
-¿Nadie lo entiende?
-Nadie. ¿Cómo es posible que alguien que ha dicho que tu renunciaste no habiendo renunciado pueda contar con tu confianza?
-Hay muchas versiones, pero yo si sé la verdad. Quizás sólo yo la sé exactamente. Yo sé qué fue lo que lo llevó a decir eso. Él no es culpable sino víctima de una situación en la que yo estoy implicado; y por eso quizás soy yo el que lo entiende, a lo mejor más nadie lo entiende. Yo me sentiría mal si hubiese removido a Rincón.
-¿Por qué? ¿Tuviste tú una actitud ambigua en algún momento?
-No diría ambigua, sino que hubo un momento en el cual efectivamente empezamos a discutir el tema de la posibilidad de la renuncia. Eso fue cuando me di cuenta que habíamos perdido casi toda la fuerza militar que teníamos a mano para poder resistir o movernos a otro sitio. Entonces llamé a José Vicente, William Lara, el Presidente de la Asamblea, que estaban ahí en Palacio, y a otra gente, otros ministros y les pedí que pasaran al despacho. Entonces examinamos la Constitución y comenzamos a pensar en la posibilidad de la renuncia. Y yo lo dije al grupo: "Yo soy capaz de renunciar pero sí se cumplen cuatro condiciones. La primera era que se respetara la seguridad física de todos los hombres, las mujeres, el pueblo, el gobierno; seguridad física y respeto a los derechos humanos. La segunda: que se respetara la Constitución, es decir, que si yo renunciaba tenía que ser ante la Asamblea Nacional y el Vicepresidente debía asumir la Presidencia de la República hasta que se llamara a nuevas elecciones. La tercera condición era hablarle en vivo al país. Y la cuarta: que me acompañaran todos los funcionarios de mi gobierno y esos muchachos que me custodiaron años" Sabía que no iban a aceptar eso, porque ese era un grupo de choque que yo iba a tener a mano.
Entonces los emisarios -el general Hurtado Sucre, Ministro de Infraestructura, y el general Rosendo- se van al Fuerte Tiuna y hablan con los golpistas y regresan diciendo que sí, que allá aceptaron las condiciones.
-Yo había autorizado al general Rincón, que había estado conmigo toda la tarde y la noche, para que se fuera al Fuerte Tiuna a indagar qué es lo que aquella gente quería de verdad, en ese momento él estaba allá. En el medio de esas circunstancias él me llama y me dice: "Presidente, mire aquí están exigiendo su renuncia y me están presionando para que yo también renuncie, pero he dicho que yo asumo la decisión que usted tome". Entonces yo le digo: "Mira Lucas, aquí llegó Rosendo y llegó Hurtado y han dicho que allá aceptaron las condiciones que yo estoy exigiendo para esa posible renuncia. Diles que sí, que voy a renunciar". Yo le di como una luz verde. El sale diciendo lo que yo dije. Lo que dijo es: "El presidente ha aceptado la renuncia y yo igual, con el alto mando pongo mi cargo a la orden". Así es que yo estoy completamente seguro que él dijo lo que yo le había trasmitido por teléfono.
-¿Qué pasó a los 10, 20 minutos? Que allá él da esa declaración y se va de allí, pero a los pocos minutos nos llega la información de que no, que ya no aceptan ninguna condición. Yo estaba casi seguro de que no las iban a aceptar, era una forma de ganar tiempo y eso. Ahora estaban exigiendo que yo me fuera para allá preso y si no lo hacía amenazaban con venir a atacar a Palacio. En pocos minutos la situación había cambiado.
Y el desenlace fue ese: acepté irme preso.
Lucas salió, se fue a llevar a su familia a algún sitio y el día sábado regresó a Fuerte Tiuna y se sumó a García Carneiro y ese grupo de generales que estuvieron allí retomando el hilo de las cosas. ¿De qué se le puede acusar, entonces?
-¿Se ha informado sobre esto, porque, que yo sepa, esta información no ha llegado al exterior?
-Esto lo expliqué, creo, también a la comisión especial política de la Asamblea Nacional que investiga los hechos ocurridos durante el golpe de abril, cuando fue a entrevistarme a Palacio. Lo había dicho antes, cuando lo nombré ministro de Defensa para avalarlo, para fortalecerlo. Por otra parte, es un hombre que ha estado conmigo desde el inicio del gobierno. Fue jefe de la Casa Militar, fue ministro de mi secretaría, fue comandante del Ejército y luego inspector de la Fuerza Armada. Y bueno lo nombro Ministro de Defensa, porque, ante la nueva situación que se da a nuestro retorno, que exige un diálogo político, el hombre de más experiencia que tengo en el gabinete es José Vicente Rangel y por eso lo pasé de Ministro de Defensa a Vicepresidente. Pero hay algunos que parece que no entienden esto.
-¿Podrías sintetizarme las enseñanzas que tu sacaste del reciente golpe militar? Cuando conversábamos tú me explicabas que en el Fuerte Tiuna estaban localizados los mandos golpistas en un edificio y en otro más alejado estaban los regimientos y allí estaba el general García Carneiro, un hombre fiel a ti, junto a su tropa. Me decías que éste había sido llamado al otro edificio pero que no había querido presentarse para no abandonar la tropa, aunque finalmente, dado que le dijeron que iban a ir a conversar contigo a Miraflores, lograron convencerlo, con lo que esa tropa quedó sin mando y de eso se aprovecharon algunos jefes militares golpistas para controlarla mediante el uso de la jerarquía y el engaño.
-Te decía que yo he tratado de respetar siempre la llamada línea de mando. Las instrucciones del comandante en jefe eran dadas siempre a través de los altos jefes militares. Ahora, dada la situación que ocurrió que yo te graficaba de García Carneiro y la dificultad que tuve para poder conversar con él y otros generales de las guarniciones militares que se mantuvieron fieles. Con el general Baduel (83), por ejemplo, apenas pude conversar en una ocasión, luego perdí el contacto. No pude establecerlo: nos habían saboteado las líneas de teléfono de Palacio.
Pues bien, se trata de tomar eso como una lección para establecer mecanismos mucho más flexibles, más seguros, de comunicación y de contacto directo, desde el comandante en jefe hasta los comandantes de unidades operativas, los que tienen en sus manos las armas, los que comandan a los hombres de las fuerzas armadas.
No se trata de desconocer a los altos mandos, sólo que en un conflicto interno o un conflicto externo un alto mando militar puede desaparecer por muchas razones, ser capturado, ser eliminado físicamente incluso, por lo que el jefe máximo debe tener la capacidad, los canales de comunicación para no perder jamás algo que es fundamental, el comando militar directo sobre las unidades del ejército. Y eso fue vulnerado el día 11 de abril. Y de eso se valieron los golpistas para manipular a comandantes de unidades; para neutralizar otras unidades; para engañar a jefes militares que sólo recibían la información que le daban estos sectores de altos mandos, que iban desorientándolos, desinformándolos, confundiéndolos, engañándolos, manipulándolos.
Esa es entonces una lección: el contacto mucho más directo con la oficialidad media, y los jefes y los oficiales y también las tropas.
-¿Tú crees contar con un apoyo absolutamente mayoritario en estos sectores?
-Sí, absolutamente mayoritario. Y podría demostrártelo.
-¿Y los altos mandos cómo ven esto?
-Como no se trata de desconfianza, sino de prepararse para todas las eventualidades no deben verlo mal, aunque pudiera haber algún celo. Sin embargo, la prédica, la discusión, el buscar eliminar cualquier tipo de celo ha sido mi preocupación.
-¿No piensas que en la medida en que el proceso revolucionario se radicalice será cada vez más difícil contar con el apoyo mayoritario de un cuerpo cuya formación esta muy influida por los valores de las clases dominantes y que, por lo tanto, es muy permeable a las campañas que los sectores reaccionarios realizan contra tu gobierno, como lo demostraron los últimos acontecimientos?
-Sí, yo creo que eso es normal. Yo creo que en cualquier ejemplo que podamos tomar de cualquier lugar del mundo eso ocurre. Si aplicamos, incluso, las leyes de la física a unos nadadores que van cruzando el Orinoco, habrá quienes dicen: .ya no puedo más,. por razones físicas. Lo mismo ocurre en un grupo de escaladores de montaña, habrá algunos que por debilidad, por un accidente, van quedando atrás. Si esto ocurre a nivel físico; pasa más aún en un proceso tan complejo donde influye no solamente lo físico que no es ni siquiera lo más importante, sino lo cultural, lo ideológico, muchas veces lo material, lo económico. Hay personas que sí te acompañan en una fase .y lo hemos vivido a lo largo de este proceso, que para mí tiene, Marta, casi veinticinco años, desde que yo comencé de manera firme, seria, a organizar pequeños grupos., pero que luego van quedando en el camino por diversas razones. Yo siempre he tratado de ser en eso agradecido; incluso agradecerle al que se queda porque él ayudó en una etapa. Que no sea capaz de seguir adelante no es razón para condenarlo. No, sencillamente por diversas razones se quebró allí o se quedó, o se apartó.
Muchos oficiales que ayudaron bastante en la etapa pre-insurreccional no llegaron a la insurrección, pero no hay que dejar de reconocer su labor allí. Claro, aquí no estoy hablando de los traidores, sino de gente que se quedó atrás por razones diversas.
En la cárcel, por ejemplo, hay gente que se quebró, o mejor dicho no quiso seguir adelante . ¿Cuántos oficiales? Muchos oficiales, compañeros de armas; salieron de prisión me dijeron: "Mire mi comandante, o mira Hugo, yo me voy para la casa. Tengo la mujer allá, tengo los hijos, tengo que trabajar para mantenerlos". Yo jamás tuve la reacción de condenarlos, todo lo contrario.
Mira, Marta, recuerdo una vez que conmigo andaban cuatro muchachos, en una época en que compramos cambures (84) para alimentarnos, comíamos pan, cambur y una Pepsi cola o un café. No teníamos ni un centavo, y todo lo que teníamos era para la familia que estaba por allá lejos; los hijos pequeños, la mujer. Una madrugada, cuando yo dormía en un chinchorro (85) y ellos en un colchón donde no cabían todos, en el pasillo de una casa donde un señor muy valiente nos permitía estar; porque casi nadie se atrevía a que Chávez durmiera en su casa, sentí que uno de ellos estaba llorando. Me acerco, pensé que estaba soñando, y cuando le pregunto que le pasa, me responde: "Es que mi mujer me llamó hoy, está comiendo galletas con sardinas". Entonces yo a ese muchacho le dije: "Bueno, tú reconoces que yo soy el jefe". "Sí" "Te voy a dar una orden: mañana no te quiero ver aquí. Vete para donde tu mujer, busca un trabajo donde alguien que te pueda pagar algo, yo no te puedo pagar nada". El tipo no quería irse, pero le ordené que se fuera.
Ya yo de Presidente volvió un día y trabajó un rato con nosotros aquí. Luego está trabajando en otras cosas, pero digamos que cogió su camino. La mayoría se fueron a buscar qué hacer, dónde trabajar, claro, si eran muchachos jóvenes, con mujer, con hijos. Y entonces algunos muy radicales decían: "No, esos son traidores, son débiles". Y yo pienso que son humanos, no todos son como nosotros, que dejamos mujer e hijo; no nos importa dormir donde sea; tenemos una ilusión muy grande, quizás tenemos una fuerza superior que nos arrastra más que a ellos.
Entonces, lo que quiero decirte es que estoy de acuerdo con lo que dices. Considero normal, que a medida que el proceso va exigiendo más, requiere de gente con mayor conciencia, capacidad, fortaleza, fuerza; y hay personas que tienen su límite: y hasta ahí llegan. Y fíjate, ahí uno se lleva sorpresas por el lado negativo, pero también por el lado positivo: hay personas que a veces uno tiene la impresión de que no van a llegar más allá de una línea determinada y pasan esa línea, y la otra y siguen adelante y dejan atrás a muchos.
Y yo creo que en el caso nuestro, esa constatación de gente que avanza y avanza, es mayor en cantidad y significación que la otra parte. Tenemos un pueblo que ha avanzado después del 4 de febrero mucho más allá de lo que uno hubiese pensado. Cuando recuerdo cómo me sentía en el 92 cuando llamé a la rendición. ¡Qué vergüenza! "Si hubiésemos luchado hasta morir pensaba yo solo en una celda". Claro, estaba aislado de la realidad y no conocía la explosión afectiva, emocional, emotiva que aquel gesto de ese grupo de militares había generado en esa población. Eso jamás lo habíamos calculado. Y esto que vimos en Las Malvinas antes de ayer (86), esa es una pasión, una pasión que despertó desde entonces en la mayoría de esas personas. Por eso te digo hay gente que demuestra que puede ir mucho más de lo que pudiera haberse pensando. Los que se van quedando lo hacen por cuenta gotas, por pequeños grupos.
-Tendrías que estar atento también a eso, es decir, así como fuiste sensible con aquel muchacho y lo mandaste a su casa, tratar de detectar que ya una determinada persona ha llegado a su límite y tomar una decisión respecto a ella antes de que se quiebre ¿no?
-A veces no es fácil, habría que estar atento para desarrollar aún más la percepción, el instinto. Yo gozo de un buen instinto; y me arrepiento a veces de no haber hecho caso a ese instinto. Suelo hacer mucho caso al instinto estratégico, pero a veces al pequeño instinto sobre una individualidad a veces no lo tomo en cuenta. Eso me ocurrió antes del 11 de abril; trataré de que no siga ocurriendo.
-Por otra parte, he sabido que una importante camada de oficiales jóvenes que ha estado al frente de las tareas sociales de la Revolución se ha radicalizado y exige la adopción de medidas más drásticas contra la corrupción, pide acelerar el ritmo de las transformaciones, no entiende tu actitud conciliadora con los generales que estuvieron involucrados con el golpe ¿Estoy bien informada? ¿Cómo valoras su actitud? ¿Cómo encauzarla? ¿Qué se puede esperar de ellos?
-Yo creo que ha crecido ese sector o ese fenómeno de radicalización de sectores militares a favor del proceso revolucionario y ha crecido no sólo en número, sino en intensidad. Me preguntas cómo enfrentar esa situación. Lo que trato es de ejercer liderazgo: me he reunido con algunos de los que presionan, que se molestan porque no hay presos, no sólo militares sino civiles, y porque los medios continúan haciendo lo que hacen: irrespetando, inventando, tergiversando.
Trato de hacerles comprender que estamos haciendo, hasta donde podemos, el esfuerzo por conservar la opción estratégica que elegimos y que ese pueblo apoyó por una gran mayoría.
Tengo claro que un proceso de degeneración de esta situación, pudiera traer como consecuencia el crecimiento o el mayor peso de esos actores. Y es una de las cosas que algunos sectores de oposición no calibran.
-¿En el sentido de que pueden sacar a Chávez, pero el proceso va a continuar?
-Claro, Chávez puede irse; pero bueno, Chávez no es sólo Chávez. Ellos a veces tienden a simplificar el problema. Esta situación que vivimos ha despertado corrientes y sentimientos bastante radicales. Estoy seguro que en el supuesto negado de que yo me doblegue ante la reacción, estos sectores pasarían por encima de mí y surgirían nuevos liderazgos. Y eso me tranquiliza, Marta. Por encima de todas estas preocupaciones estructurales, políticas, de fallas, yo estoy seguro de que este proceso ya no tiene vuelta atrás; este movimiento de cambio, de reestructuración, de Revolución, no se va a detener. Ahora, que tome otro curso, eso sí pudiera suceder.
Lo he dicho públicamente, no es un comentario aquí solo para ti para tu publicación. No, yo lo he dicho y a veces se ha tergiversado como si fuera una amenaza que yo estoy lanzando. No, yo lo digo como conclusión y ahora después de lo que ocurrió lo digo con mayor certeza.
Aquí puedo tomar una cita sobre el pensamiento de John Kennedy al respecto, donde éste decía que si no se hacían las revoluciones pacíficas aquí, en estos países, vendrían revoluciones violentas, y fue cuando nació la Alianza para el Progreso. Lo leí en tu libro y además en su contexto (87), que yo me lo imaginaba, pero lo desconocía.
Ahora, yo estoy convencido que, si aquí nosotros fracasáramos en este esfuerzo de hacer cambios profundos en lo político, económico y social, por esta vía, vendrán otras vías, Marta, vendrán otras vías. A lo mejor violentas, a lo mejor militares y a lo mejor cívico-militares; pero esto ha ido tomando una fuerza propia. Yo pongo el ejemplo del río: un río tú lo puedes represar, pero no lo puedes detener; si no le das aliviadero te va a derribar la presa, o se busca un cauce por otro lado y cambia su curso, pero va siempre hacia el mar.
-Tú has sostenido que sin una Revolución Venezuela no puede salir de la profunda crisis que ha vivido en las últimas décadas. Y que para lograr realizar las transformaciones socio-económicas profundas que necesita el país se necesitaba previamente realizar cambios importantes en el aparato político-institucional. Ya hemos analizado los cambios realizados en esta esfera: los grandes logros y también las serias trabas que han ido surgiendo en el camino. ¿Crees que es posible en la actual situación avanzar en la transformación de la estructura socio-económica que consideras la esencia del proceso revolucionario? Porque hay quienes sostienen que el proceso Revolucionario Bolivariano no es sólo inédito por haber sido capaz de revertir el golpe militar del 11 de abril y devolverte el poder en menos de 48 horas, sino también porque existe una contrarrevolución sin que haya existido realmente una Revolución, entendiendo por ésta esa transformación socio-económica de la que tú hablas. ¿Crees que es justo este planteamiento? Y si no lo compartes, ¿cuáles han sido los pasos revolucionarios que tu gobierno ha dado en esta esfera? ¿Qué papel juega en este sentido el fuerte impulso al movimiento cooperativo que se está dando desde el gobierno?
-Esta es una pregunta provocadora ¿no? A propósito de esto estaba recordando lo que dijo algún dirigente africano: "El papel de una Revolución es despertar la conciencia del colectivo y ponerla en marcha, lo demás viene como consecuencia". No creo que esto sea absolutamente así pero sí creo que eso es algo de lo que ha logrado la Revolución. Ese despertar, esa emoción, ese deseo de participar y esa participación activa de muchísima gente, algo que antes no se veía aquí. Es que hay que comparar la situación que se vivía hace una década y la situación de hoy para ver los pasos que se han dado.
Un paso importante que nosotros dimos apenas iniciado el gobierno fue la definición del rumbo, y no sólo el definirlo, Marta, sino todo ese proceso educativo, pedagógico, participativo en el que una gran mayoría de nuestro pueblo asume la Constitución como su Constitución, la conoce, aunque no totalmente todavía. Yo sigo insistiendo en que hay que leerla, discutirla, analizarla, interpretarla, amarla.
Creo que en los 200 años de vida republicana de Venezuela jamás un pueblo sintió tan suya una Constitución como ésta. Y creo que ese es un paso importantísimo de una Revolución, no sólo en lo ideológico: lograr sembrar el concepto bolivariano en el alma de un pueblo hasta tal punto que los oligarcas que antes se llamaban bolivarianos ahora no se quieren llamar así. Ellos habían secuestrado a Bolívar, ahora Bolívar es del pueblo. Yo creo que .repito- ese es un paso importantísimo. Y es algo que está trascendiendo nuestras fronteras. Tú ves ahora plataformas bolivarianas en España, Alemania, Francia, Senegal, Argentina, Estados Unidos, Londres, Canadá, y otros países de Europa.
La reivindicación de la esencia de la nación, que estaba desdibujada, es un logro revolucionario que tiene una connotación práctica de soberanía, de autoestima, de voluntad y unión colectiva. Recuerdo la expresión de Camus en El hombre rebelde: "Yo me rebelo, luego nosotros somos". Aquí se recuperó el .nosotros somos., porque había un individualismo aterrador, una frialdad colectiva. Tengo la imagen de ese 4 de febrero de 1992, yo con un fusil y unos binóculos mirando: ¿dónde está el pueblo? Había una frialdad colectiva y mira lo que pasó 10 años después. El mundo vio un pueblo salir con coraje a defender su Constitución, su Revolución imperfecta... Hay alguien que dice que lo perfecto es enemigo de lo bueno.
Eso es un signo revolucionario, por eso esa pregunta que tú me estás haciendo de cómo la ausencia de una Revolución puede haber generado una contrarRevolución eso lo dice Petkoff, lo leí en un titular del periódico Tal cuál, pero Petkoff y los revolucionarios que andaban con él, cuando eran revolucionarios nunca fueron capaces de sembrar en el alma popular, en el ente colectivo nacional, una idea que uniera. No llegaron a las masas. Esta Revolución ha llegado a las masas. Aquí hay gente que incluso está dispuesta a morir por esto. Aún con dudas, aún con imperfecciones, aún con hambre, por eso es que yo no creo en ese dicho que dice: "Amor con hambre no dura". Ese dicho no es aplicable a una Revolución y aquí en concreto no es aplicable. Esa gente que salió a defender esta Revolución tiene hambre. Dura el amor aún con hambre, claro, para siempre seguramente no dura.
No es cierto que aquí no haya Revolución. Aquí hay una Revolución. Ha habido un cambio en la estructura jurídico-política. Que esa estructura sea imperfecta, que está viciada, que está amenazada, que es muy incipiente, todo eso es verdad, pero existe una nueva estructura naciente que hay que cuidar, potenciar, fortalecer. En el aspecto jurídico la nueva Constitución es muy sólida, ha adquirido una solidez impresionante y eso ha sido reconocido por diversas corrientes y sectores del mundo como una Constitución modélica sobre la democracia. En Canadá, cuando firmamos la Cláusula democrática (88) nosotros levantamos la mano y dijimos: "nosotros firmamos esto pero tenemos un voto salvado en lo de la democracia representativa, nosotros creemos en la participativa". Y se ha generado un debate incluso a nivel internacional.
Pero bueno, ese es un elemento. Ahora, cuando vamos al fondo de la cuestión, a la esencia de la estructura socio-económica del país, hemos avanzado muy poco, pero es que esa estructura tiene una naturaleza diferente de la estructura jurídico-política. Si nosotros logramos cambiar la Constitución, es decir, la estructura jurídica, y en dos años darle nacimiento a una nueva estructura política contenida en la Constitución, sobre la cuál todavía hay que trabajar mucho, insisto en eso; sería una ilusión pensar que en dos o tres años pudiésemos realizar cambios esenciales en la estructura socio-económica y más aún tomando en cuenta que el proceso es pacífico y que está aferrado hasta más allá de lo imaginable a la Constitución.
Si aquí hubiésemos triunfado por las armas, o aún sin haber triunfado por las armas, si después de un triunfo electoral hubiésemos tomado el camino de la violencia o de la dictadura y hubiésemos empezado a detener gente, a poner a toda la oligarquía en prisión, a expropiar hatos y viviendas, casas y riquezas, a estatizar bancos, bueno, no sé qué hubiera pasado. Pero nuestra estrategia era otra: vamos a pulsar el botón de la transformación político-jurídica, llevemos la económica con calma. Generar perturbaciones en ambas estructuras a lo mejor hubiese sido inmanejable. Se trata de unas fases previstas así. La primera fase no es que esté concluida sino que trascendió un punto de no retorno, así lo creo, Marta, me refiero a la estructura jurídico-política. Esa Constitución va a estar ahí durante bastante tiempo, porque incluso para cambiarle una palabrita van a tener que consultar al pueblo. Antes, las enmiendas de la Constitución la decidían los partidos a conveniencia en el Congreso; ahora no, hay que realizar un referéndum popular: hay que realizar un debate, explicar por qué se hace necesaria esa enmienda.
Ahora, en el orden económico-social hemos avanzado poco pero estamos orientados correctamente. Si no fuese así no hubiese habido golpe aquí, porque esta oposición, esta oligarquía, estos sectores contrarrevolucionarios habían venido jugando a que este proyecto se apagara, se desviara, a que ellos pudieran neutralizarlo, a que yo me vendiera, me entregara, me rindiera, y a lo mejor pensaron: "Bueno, no importa una Constitución más., pero luego cuando vinieron las leyes habilitantes del año 2001, cuando aprobamos la Ley de Tierras, la Ley de Pesca, la Ley de Hidrocarburos, la Ley de Microfinanzas, la Ley de Bancos, y otras leyes que están ahí en Asamblea .un proceso muy lento por cierto., pero sobre todo las leyes de contenido social, entonces la contrarrevolución ideológica, jurídica, y ahora económica y social se dio cuenta de que el proyecto sigue presionando para profundizar, que nosotros seguimos moviendo las palancas para profundizar.
Eso explica la respuesta que nos dieron. ¿Por qué uno de los primeros decretos contrarrevolucionarios fue el de derogar las leyes habilitantes? Porque se sintieron tocados por la aplicación de algunas de esas leyes. La aplicación de las leyes habilitantes está siendo perturbada por diferentes manifestaciones de la derecha: actos públicos quemando las leyes; la huelga del 10 de diciembre, paros, el Golpe de Estado del 11 de abril, las presiones a través de los medios para que las leyes se deroguen o se modifiquen en la Asamblea Nacional o el Tribunal Supremo las elimine, porque todavía allí tenemos jueces comprometidos con intereses contrarios a los que establece la Constitución.
El proceso es lento, es complejo, es dificultoso, pero ahí andan los campesinos con su ley. ¿Se la van a quitar? Difícilmente, porque están dispuestos a pelear por ella, a defenderla y están dispuestos a presionar por ella, y yo les digo: "Presionen, presiónennos, exijan que se cumpla", "Presionen a los jueces, ustedes son los dueños del poder". Nunca antes en Venezuela hubo una ley como esa que permitiera la organización comunitaria, que le diera prioridad a las mujeres para la asignación de tierras.
-¿Aclárame una cosa, se trata de una Ley habilitante que habilita al ejecutivo a elaborar leyes diversas o son leyes habilitantes?
-El Consejo de Ministros hace la ley, la aprueba el Presidente, se notifica a la Asamblea Nacional y pasa a convertirse en ley.
Así se hizo la Ley de Presupuesto, pero están pendientes una serie de otras leyes sociales.
En verdad es una Ley que habilita, pero nosotros a todas las leyes aprobadas les pusimos el sello de habilitante.
Son leyes verdaderamente revolucionarias, Marta, no tan radicales como algunos quisieran, pero bueno hay que tratar de encontrar un punto de consenso mínimo sin entregar los principios de la Revolución. Ese es un punto difícil del lograr muchas veces.
-Dicen que tú prometiste en la campaña electoral que tu gobierno no iba a pagar la deuda externa, pero he sabido que la están pagando. Mucha gente de izquierda no concibe que un gobierno pueda ser considerado revolucionario si continúa pagando la deuda cuando con ese dinero podrían resolverse tantos problemas materiales del pueblo, ¿qué puedes decir tú al respecto?
-Oigo esta preocupación con mucha atención, pero quiero aclararte que nunca dijimos en la campaña electoral que no íbamos a pagar la deuda. Había el rumor, comentarios de prensa, etcétera. Sí dijimos que propondríamos un esquema para reestructurar la deuda externa y en eso no se ha podido avanzar y hay que reconocerlo.
-¿Por qué no se ha podido avanzar?
-Bueno, porque para lograrlo se requiere de la voluntad de los acreedores. Hay que sentarse con los bancos de los países a los que adeudas y entonces establecer los mecanismos de reestructuración de la deuda respectiva. Eso por una parte.
Por otra, hemos estado aquí en tantos conflictos que no nos ha dado el tiempo para discutir ese tema en profundidad con los acreedores.
Ahora, en relación con tu pregunta, no creo que un proceso revolucionario deba, necesariamente, para serlo, desconocer temas compromisos como el de la deuda externa; u otros asumidos con instituciones, corporaciones o países del mundo.
No creo que lo de la deuda sea el elemento central para calificar de revolucionaria o no una propuesta. En este sentido yo creo que se trata de ver lo que en este momento se puede hacer. Tu frase aparece otra vez: "el arte de hacer posible en el mañana lo que hoy pareciera imposible".
Si nuestro gobierno se hubiese negado a pagar la deuda externa, eso sin duda nos hubiese ahorrado una cantidad importante de recursos: unos 8 ó 10 mil millones de dólares. Podíamos haber decidido no pagar esa deuda para aplicarla a proyectos de desarrollo. Si eso fuera así de sencillo nadie podría dejar de aplaudir esa decisión. Se trataría de un gesto revolucionario antineoliberal y todas estas cosas.
Pero ¿qué habría ocurrido si hubiésemos adoptado esa política? Eso seguramente hubiese originado problemas en diversas áreas: la inversión internacional, por ejemplo, seguramente se hubiese detenido. Como sabes hemos adquirido nuevos endeudamientos en proyectos para el desarrollo del país como el de la Faja del Orinoco, una represa que estamos proyectando en el Estado de Zulia; el contrato que firmamos hace poco para incrementar la producción de aluminio con una empresa francesa de mucho peso mundial que se llama Pechiney; el acuerdo con los chinos para instalar la planta China Petroleum Co., una planta de orimulsión (89) en el Orinoco, para producir 4 millones de toneladas orimulsión dentro de 5 años y toda esa producción va para el consumo chino; la explotación del gas en la Plataforma Deltana. Todas estas inversiones significan miles de millones de dólares y vienen por el mismo mecanismo; son todas inversiones productivas, pero, al fin de cuentas, se traducen en deudas que contrae el Estado venezolano, porque qué es lo que hace esa empresa francesa: le pide un préstamo al banco, lo obtiene y viene a invertirlo aquí. Y lo mismo hacen también las otras empresas: contraen préstamos en bancos, ya sean públicos o privados. Casi todos privados.
Si nosotros hubiésemos dejado de pagar la deuda ahorrando esos recursos para destinarlo a inversiones sociales y económicas, lo más seguro, Marta, es que ninguno de esos proyectos tuviesen vida, porque seguramente cualquier empresa petrolera, gasífera, minera, maderera, o lo que sea, va a un banco a pedir préstamos, y cuando le preguntan: "¿para invertirlo dónde?", empiezan las computadoras a buscar datos. "¡Ah, no, pero Venezuela no paga la deuda! ¿Cómo te voy a prestar yo a ti para un país que no paga la deuda?" Lo más seguro es que esos proyectos estarían todos congelados. Lo que debemos preguntarnos es cómo enfrentar esta situación desde esta modesta posición, en un mundo como el actual con variables tan pesadas como el financiamiento internacional.
Ahora, qué le diría yo a los revolucionarios: primero, bienvenida sea la crítica. Pero de lo que se trata es de poner en la balanza lo que se obtendría a favor y en contra. Y yo creo que en estos años que hemos vivido de transición política acelerada, de cambios políticos, de perturbación interna y externa, por la OPEP, el petróleo, las conspiraciones, la economía, la sociedad, la constituyente, las elecciones, las otras elecciones, con todas esas perturbaciones, si le hubiésemos agregado una más a ese complejo sistema de huracanes -pudiéramos llamarlo- se podía correr el riesgo de hacer inmanejable la ola en la que uno viene navegando.
Ahora, si tú me dices que el contexto mundial, o al menos el regional comienza a cambiar, y que un grupo mayor de países comienza a acercarse a una posición que nos permita mañana o pasado mañana tener una correlación de fuerzas más favorable. Si aquí surgiera por voluntad política de líderes dispuestos a afrontar en conjunto el riesgo y a explicarle al mundo su decisión, de organizar una OPAE de la deuda .permíteme la expresión: Organización de Países Altamente Endeudados, estoy inventando un nombre aquí., donde debería estar Argentina, México, Brasil, Venezuela, etcétera, y nos sentásemos aquí en esta mesa cinco o seis presidentes a tomar una decisión y a comunicarla al mundo: .Convocamos a una reunión a los dueños de los bancos A, B, C y D, a los que entre todos les debemos, a lo mejor, cien mil millones de dólares y les dijésemos: "Bueno, señores, hemos tomado una decisión a nombre de nuestros 200 ó 300 millones de habitantes que nos presionan y que nos eligieron para gobernar por ellos. Nosotros queremos pagar la deuda, pero no así como la estamos pagando. Exigimos cambiar el esquema del pago". Yo creo que en esas condiciones, con una correlación de fuerza mucho más favorable, eso sí se podría lograr.
Pudiéramos decir: no pagamos la deuda, así, de manera tajante: yo prefiero una vía de conciliación. Entonces ¿cuáles son las vías de conciliación? Pues, hay muchas. Una de ellas el llamado Fondo Humanitario Internacional: hagamos un acuerdo de que el porcentaje equis de esa deuda que le debemos a usted, pero que ya la hemos pagado tres veces y seguimos debiendo .un mecanismo eterno, como dijo Fidel., lo coloquemos en un fondo a ser administrado por un grupo de personas que elijamos en Naciones Unidas. ¿Para qué?, para luchar contra la pobreza en nuestros propios países y otros países hermanos.
Otro mecanismo es pagar la deuda en un plazo mayor; exigir un período de gracia de varios años; colocar condicionantes. Así hacemos nosotros aquí con los pobres: les damos créditos pero esta estatuido que una persona no debe pagar más allá del 30 % de su ingreso familiar mensual. Si tú ganas cien dólares mensuales, no vas a pagar más de treinta dólares. Y hacemos eso porque tenemos que velar por la vida de esa persona.
Elaborar programas especiales para generar recursos entre todos de otras mil maneras y que eso sea válido.
Fíjate todo este detalle que lo discutíamos hace poco en una reunión de presidentes. Decía algún Presidente de Suramérica: se paró y habló bien, con claridad, dijo: bueno, cómo es que los países desarrollados, o los bancos, o el Fondo Monetario Internacional, o el Banco Mundial nos presta dinero a nosotros, por ejemplo, para hacer carreteras y autopistas y eso lo incorporan como deuda, en el monto de la deuda global. En cambio, esos mismos organismos le otorgan a los países desarrollados, un préstamo para autopistas y obras sociales y no es deuda. Le aplican otro procedimiento, como ayuda para el desarrollo y a lo mejor pagan una parte, otra no, porque es ayuda para su pueblo. En cambio, a nosotros los países pobres, nos clavan los intereses: deuda externa. Después que ese caballero habló yo pedí la palabra y dije: "Saben ustedes por qué nos hacen eso?, porque nosotros no tenemos el coraje de oponernos, la culpa es nuestra, porque si nosotros dejáramos de estar llorando y tomáramos decisiones políticas a nombre de nuestros pueblos; o saliéramos de aquí con el compromiso de hacer un referéndum en cada país para ver qué opinan nuestros pueblos y después de dos meses viniésemos aquí con los resultados de ese referéndum para tomar una decisión amparada por la decisión de nuestros pueblos, entonces el mundo comenzaría a cambiar. Pero nosotros nos quedamos ahí sólo para hablar y salimos para tomarnos una foto y no tomamos ninguna decisión. No nos atrevemos a retar al mundo. Y mientras no lo hagamos como un todo, no vamos a poder tener un desarrollo propio".
De eso se trata el modelo de integración que yo propongo, el ALBA, o como se llame. Vamos a integrarnos también mirando cuáles son los problemas más graves que tenemos todos en común: ¿la vivienda es uno? Vamos a ver cómo hacemos para solucionar este problema en todos nuestros países. Algo podemos hacer juntos más allá de lo que cada quien hace por su lado.
La miseria, el desempleo, la deuda, vamos a aplicar entonces un esquema conjunto para decirle al mundo: aquí estamos nosotros; tenemos un problema en común, queremos tratarlo de esta manera con ustedes, vamos a dialogar. Pero si actuamos cada quien por su lado, no lograremos nada.
Decía también otro Presidente suramericano hace unos meses atrás: que la Argentina, cumplió la plana (90) neoliberal al pie de la letra; fue el país que mejor la cumplió y ahí está. Y a la hora de la crisis el Fondo Monetario la dejó sola, porque aparentemente no tiene la importancia geopolítica que tienen otros lugares del mundo.
¡Ah!, pero si el tratamiento del problema argentino lo asumiéramos entre todos, si hiciéramos un convenio así como en una guerra: si agreden a uno nos están agrediendo a todos; que es lo que planteaba Bolívar cuando se refería a un sólo ejército; y la Santa Alianza regresa y ataca a Ecuador, es una guerra contra todos nosotros, no contra Ecuador nada más. Si eso se hubiera aplicado en Las Malvinas, por ejemplo, los ingleses no hubieran recuperado esas islas argentinas.
Ahora, he allí elementos como para discutir pero bien a fondo y pensar en un modelo de integración que ataque junto los problemas como la deuda. Mientras esto no se logre uno tiene que navegar en estas aguas, porque en soledad es bastante difícil. No es que uno no se atreva. Se trata de la viabilidad de decisiones políticas que pueden afectar mucho más a una situación que el continuar pagando la deuda como hasta ahora lo hemos hecho.
-Entiendo que han logrado elaborar un plan de desarrollo económico para seis años...
-Efectivamente, nosotros contamos con un Plan de Desarrollo Económico 2001-2007 elaborado por el gobierno nacional para dar los lineamientos estratégicos del desarrollo económico del país. Este plan fue trabajado por un equipo que dirigía Giordani y fue consultado con mucha gente, entre otros con los gobernadores. Luego de ser aprobado en el Consejo de Ministros lo enviamos a la Asamblea Nacional como manda la Constitución y allí, después de varios meses de debate con todas las fracciones políticas lo aprobaron.
-¿Cómo se compatibiliza este plan nacional con el proceso de descentralización?
Se produce una contradicción a la que hay que buscarle solución y la única posible está establecida en la Constitución nuestra, o al menos una de las soluciones, es la planificación democrática, participativa, de discusión plena.
Se nos ha acusado de ser enemigos de la centralización, pero no lo somos realmente, ahora sí lo somos de la descentralización desintegradora. Uno de los 5 ejes estratégicos del proyecto nacional de desarrollo es precisamente la descentralización desconcentrada. Es decir nosotros le agregamos el término .desconcentrada. al concepto de descentralización dentro del modelo federal.
-¿Por qué "desconcentrada"?
-Porque planteamos como elemento central de esa descentralización la desconcentración del poder y por ese poder entiéndase poder político, poder económico, poder social.
Teniendo en cuenta que lo que se generó con la descentralización vamos a llamarla neoliberal o de viejo cuño, fue la creación de centros de poder en las gobernaciones. Los gobernadores se transformaron en verdaderos caudillos locales, en dueños casi absolutos de los poderes regionales, y, al mismo tiempo que se adueñaban de todo el poder a ese nivel le negaban la participación a las comunidades. Ellos entendían y algunos todavía entienden la descentralización pero hasta su nivel, de su nivel hacia abajo, hacia las comunidades, no descentralizan nada.
La descentralización neoliberal parece que creyese que, así como estima que una mano invisible como la del mercado en el terreno económico va a solucionar de manera mágica las desigualdades, las diferencias y va a regular automáticamente la distribución de las riquezas, igual pasaría con la descentralización: una mano invisible se encargaría de compensar las diferencias regionales y de regular automáticamente todo aquello. Eso jamás será así.
-Entiendo que existen experiencias a nivel mundial en las que se ha pensado tener un fondo llamémoslo solidario para que una determinada cantidad de recursos de los gobiernos estaduales y municipales de las regiones más ricas se puedan volcar hacia las más pobres...
-Bueno, nuestra Constitución prevé un fondo en ese sentido. La idea es que el Consejo Federal de Gobierno cuente con un fondo inter-territorial para la descentralización cuyo objetivo es jugar un poco ese papel que tu señalabas, una especie de regulador de voltaje de las diferencias, un homogeneizador, que permita ayudar de la mejor manera posible a las regiones más deprimidas.
Los fondos que hemos heredado: el FIDES (91), la LAES (92), favorecen siempre a las regiones que tienen un mayor nivel de desarrollo, no a las más deprimidas.
Pero en esto hemos sido muy lentos. Ya deberíamos tener una ley nueva del Consejo Federal de Gobierno .que debe ser presidido por el Vicepresidente. que considere un fondo compensatorio que permita destinar un porcentaje de fondos comunes a ayudar a las regiones más deprimidas, de forma tal que el país vaya balanceándose un poco mejor. Con los actuales mecanismo al gobierno nacional no le queda más que tratar de dirigir un mayor esfuerzo hacia las zonas más deprimidas a través de los recursos de los entes descentralizados, de los Ministerios. Darle un aporte especial a Estados como Delta Amacuro, Apure, Trujillo, Sucre, donde la pobreza es mucho más alta que en el resto del país.
Tenemos entonces un plan económico nacional y por eso yo insistía en la última reunión de gobernadores y alcaldes en este concepto y tengo que seguir insistiendo: no puede existir un plan aislado para un territorio que no contemple el concepto nacional de desarrollo.
Yo insistía ayer que nosotros somos un solo gobierno con varios niveles de gobierno. El gobierno del país debe ser sólo uno, debe haber un sistema de gobierno y lo que nos une entre otras cosas .además de que a algunos nos une la ideología, la amistad, pero eso no es lo más importante en este momento. es un concepto y un plan aprobados por la Asamblea Nacional, por lo tanto un plan para todo el país.
Hay muchos gobernadores y alcaldes, aún de los nuestros, que se han dejado llevar por una inercia, por la problemática coyuntural y a veces pierden el sentido estratégico o no lo han captado.
-Pasando a otro tema, tú has dicho que el proceso revolucionario bolivariano pretende ser una propuesta alternativa al neoliberalismo. Se trata, según has dicho de un "proyecto revolucionario antineoliberal"; de un modelo económico "humanista, autogestionario, endógeno fundamentalmente, pero que no se cierre al mundo, que satisfaga las necesidades básicas de la gente" (93), donde el desarrollo humano sea más importante que el desarrollo económico mismo (94), ¿quiere decir esto que tú consideras que el sistema capitalista es reformable, humanizable?
-Yo creo que visto como capitalismo, como sistema económico aislado o descontextualizado de otros componentes como el social, el ideológico y político, el capitalismo puro, pues, no es humanizable.
Cuando conversaba aquí con Meszaros, el economista marxista húngaro, y le decía: .Bueno, critícanos., él me respondió: "No, yo no tengo nada que criticarles, ustedes están en una etapa de transición y creo que no es el problema únicamente de Venezuela. Es imposible que un país por si solo vaya a pretender desprenderse con un modelo alternativo y llegar hasta dónde, le pasaría lo que le pasó a Napoleón cuando quiso invadir Rusia, que se le quedaron las unidades en el camino".
Entonces esto es algo dentro del concepto que tú planteas. No es que nosotros estemos planteando que la política como el arte de lo posible, no, sino el arte de hacer posible mañana lo que hoy parece imposible. ¿Para Venezuela es posible trascender en este momento el modelo capitalista sembrado hasta en los tuétanos, no sólo en Venezuela sino que en el mundo y, sobretodo, en el contorno latinoamericano donde estamos y con países con los que tenemos relaciones de dependencia y de interdependencia en algunos casos muy fuertes: Colombia, Brasil, el Caribe, Estados Unidos?
Pero tú me preguntabas que si el capitalismo es humanizable. Te respondo: creo que el capitalismo no es humanizable visto en el marco del más puro sustrato capitalista .un capitalismo salvaje como lo califica Juan Pablo II. no es humanizable.
Pero en el caso venezolano, con un gobierno como éste, con una Constitución como ésta, con un pueblo que ha despertado como el nuestro, con una correlación de fuerzas como la que tenemos, sí es humanizable. Creo que en estos tres años le hemos dado más de algún toque. Nosotros estamos en el marco de un sistema capitalista, no lo hemos cambiado, sería mentira decirlo, pero Marta, nosotros hemos bajado la desnutrición infantil en 10%, hemos bajado la mortalidad infantil entre otras cosas porque hemos vacunado a todos los niños contra la hepatitis B, vacuna que viene de Cuba. Hemos destinado un presupuesto mucho mayor a la educación .hemos pasado de menos del 3% a más del 6%.; el acceso al agua potable se ha incrementado mucho. Entonces esos son toques de humanización dentro del modelo capitalista. Claro, como una etapa transitoria.
-Creo que los desafíos que plantea el mundo globalizado a los procesos revolucionarios son enormes y que hasta ahora ningún movimiento revolucionario puede decir que tiene ya elaborada la alternativa a la actual sociedad, por eso no me extraña que plantees que en el terreno económico es necesario inventar y suelas recordar que Simón Rodríguez decía: "O inventamos o erramos"
-Marta, sería una audacia mía tener una definición propia cuando veo a reconocidos intelectuales como Meszaros y otros que están estudiando el tema. Por nuestra parte, nosotros estamos tratando de orientar muy modestamente algunas luces hacia donde pudiésemos ir: una economía alternativa al capitalismo deshumanizado.
-Consciente de los peligros que significa una excesiva dependencia venezolana de Estados Unidos para un proceso revolucionario que entra en contradicción con las políticas neoliberales que pretende imponer ese país a todo el continente, y con la visión de caminar hacia un mundo multipolar, tú has ido creando y profundizando relaciones con otros países grandes del mundo. Varios de ellos están dando apoyo económico y político como es el caso de China y Rusia. También tienes buenas relaciones con Canadá, Brasil, México. Se puede decir que has llevado adelante una verdadera ofensiva en el campo internacional. Has impulsado procesos de integración sudamericanos y caribeños; has privilegiado la relación con los socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) jugando un papel crucial en su renacimiento y, más recientemente, en haber propiciado una banda de precios para el petróleo que fluctúe entre 22 y 28 dólares, idea que ha sido acogida favorablemente por casi todos los países desarrollados. Has estrechado, al mismo tiempo, los vínculos con Cuba y los foros de naciones en vías de desarrollo, como el Grupo de los 15 de cooperación Sur-Sur y el Grupo de los 77, que reúne a más de 120 naciones en vías de desarrollo, habiendo sido electo presidente en ambas entidades. Estableciste también un compromiso de suministrar a 11 países centroamericanos y caribeños un trato preferencial en la venta de petróleo, como un gesto de cooperación. Y en un convenio firmado con Cuba, te comprometiste a suministrar a la isla hasta 53 mil barriles diarios de crudo en condiciones especiales de pago y a colaborar en la recuperación de la refinería de Cienfuegos. Por su parte, Cuba se ha comprometido a brindar a Venezuela una serie de servicios: médicos; venta de medicinas genéricas; asistencia técnica en los sectores agrícola, turístico y deportes. Por otra parte, en el Cono Sur, has buscado una alianza con Brasil para oponerse al ALCA e ingresar como miembro en el Mercosur . Todo esto refleja que tú, siguiendo a Bolívar, entiendes perfectamente que no habrá futuro para nuestros países si no se realiza algún proceso de integración. Por eso es que frente al ALCA estás proponiendo otro tipo de integración el ALBA (Alianza Bolivariana de las Américas). ¿En qué consistiría este proceso de integración? ¿Se ha avanzado en su diseño concreto? ¿Qué países lo apoyarían?
-Se trata de retomar la idea originaria de Bolívar .que no fue sólo de Bolívar, fue de otros también., quién planteó en el Congreso de Panamá, la idea de conformar una Liga de Naciones: una Unión de Repúblicas.
En la Carta de Jamaica en 1815, el Libertador estaba diciendo que habría que formar de este nuevo mundo una sola gran nación, fuerte. Pero fue en el Congreso de Panamá donde él concreta aquella idea con una acción política, después de haber libertado luego de 14 años de guerra a 5 países. Y propone una Liga de Naciones; una Liga de Repúblicas y un solo Ejército. Incluso, llegó a plantear la cantidad de tropas que cada república debería aportar en función de su tamaño, a Nueva Granada, Colombia en aquel tiempo, él le asignaba una cantidad importante, a México otra, pero a Centroamérica menos: había una idea del respeto a las diferencias de las repúblicas que ya estaban naciendo. Pero la idea era tener un solo ejército, una sola armada, un solo modelo económico.
Él hablaba de la idea de conformar un solo cuerpo político para negociar en condiciones de igualdad, en paz y en guerra, con las otras tres partes del mundo. Bolívar visualizaba entonces el mundo como un mundo pluripolar. Y pensaba, e hizo todo lo que pudo, para que en el Sur de América, incluyendo el Caribe, por supuesto y Centroamérica, se consumara un polo de fuerza.
Volver a esa idea es lo que nosotros planteamos. Por eso el ALBA. Habría que retomar esos documentos; habría que revisarlos de nuevo. Bolívar chocó mucho con los Estados Unidos. Tuvo conflictos duros. En una ocasión detuvo dos fragatas, dos barcos norteamericanos aquí en el Orinoco, que venían a traerle armas a los españoles. Y él decía: "¿Qué hermanos son éstos, que hasta la Europa nos reconoce la independencia y ellos no la han reconocido aún?".
Y en una ocasión, seguramente producto de esos enfrentamientos, él escribe en una de sus cartas un pensamiento profético: "Los Estados Unidos de Norteamérica parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad". Eso fue en 1824-25. ¡Imagínate qué sentido tenía de lo que venía! Quién sabe cuántas otras cartas escribió sobre esta idea que no se conocen aún. Muchas cartas de Bolívar se perdieron, fueron quemadas, otras se hundieron en el mar en el naufragio de un historiador que las cargaba.
El no sólo tenía razones para tener dudas sobre el comportamiento futuro de aquella gran nación que ya se estaba consolidando, sino también tenía aprehensiones sobre Europa, la Santa Alianza que amenazaba con volver a retomar las colonias suramericanas. Para hacer frente a cualquier amenaza externa había que conformar ese cuerpo político.
Para hacer algo nuevo habría que empezar por reconocer el fracaso de los modelos de integración del siglo XX montados casi todos en el marco del capitalismo neoliberal, de la integración por arriba, de élites y replantearnos el tema. Por eso proponemos nosotros el ALBA.
Tú me preguntas si se ha desarrollado con más profundidad esta idea. No, creo que esa es una responsabilidad que tenemos nosotros como país y proponentes de la idea de llevarla adelante a través de los contactos con todos esos grupos y corrientes alternativas que hay en el Continente y en otras partes del mundo: El Foro Social Mundial, por ejemplo; los movimientos alternativos en cada país. Debemos buscar la manera de ir trabajando el tema de la integración.
Yo planteo algunos elementos estratégicos.
Una de las primeras cosas que he planteado es la de colocar la caballería al frente. ¿Qué quiero decir con eso? Tú sabes que en la guerra la caballería va al frente, ¿quién ha visto la caballería en la retaguardia? Es la artillería la que va siempre en la retaguardia: los grandes cañones pesados que disparan a largas distancias. Yo comparo la artillería con la economía; y la caballería con la política. Entonces, producto del modelo neoliberal, nosotros tenemos invertida la ecuación: los caballos están atrás y los grandes cañones o pequeños, adelante. Hay que invertir. Hay que retomar la política. Se requiere de decisiones de estado, de estadistas, de políticos con visión macro.
Estoy convencido de la necesidad de avanzar en una integración real, que no sea pura poesía ni puras palabras. Una integración económica que no sea esa de .yo te vendo tal cosa y tú me compras tal cosa.; de los aranceles, las zonas de libre comercio. Eso ¿a quién favorece? Favorece sobre todo a las transnacionales, a las élites de cada país que comerciarán un poco más, un poco menos, pero ¿qué ocurre con los pueblos, con las cadenas productivas reales?
Mira, podríamos llegar a acuerdos interesantes con Colombia. Por ejemplo: Venezuela produce aluminio y buen aluminio ahí en Guayana y nosotros exportamos bastante aluminio como materia prima a Europa, a Estados Unidos. Por su parte, Colombia ha desarrollado de una manera más o menos importante, mucho más que nosotros, lo que es el procesamiento aguas abajo del aluminio, pero este país le compra aluminio a Europa o a otros países. ¡Qué bueno sería que Venezuela y Colombia conformaran una cadena productiva para que entre ambos pudiésemos producir todo lo que podamos de aluminio y sus derivados para venderlo al mundo! Ese es un ejemplo de una integración diferente.
Otro idea que tengo es la de conformar una empresa petrolera de los países de Suramérica, y ¿por qué no pensar también en México?, la Petroamérica. Venezuela, país petrolero de los más grandes del mundo. Colombia productor de unos 700 mil barriles diarios, a pesar de que la situación interna impide explorar y explotar el petróleo en algunas zonas donde hay mucha violencia. Ecuador también tiene petróleo, pero sobre todo gas y Perú igual. Bolivia sobre todo tiene gas. Los 5 países libertados por Bolívar son países energéticos: tienen gas, petróleo. Y agreguemos a eso Brasil, que no es un país petrolero pero que tiene petróleo, tiene gas y tiene una producción importante, aunque sea para su consumo interno. México también produce y lo tenemos allá arriba; Trinidad y Tobago que está muy cerca nuestro es gran productor de gas licuado. ¿Por qué no se puede formar una Petroámerica; una especie de OPEP aquí? Pero ahí viene lo de la caballería: ¿dónde están los caballos?, ¿quién toma la decisión?
Se ha planteado la idea y hasta ahora no ha habido respuesta salvo de Brasil. Con este país estamos elaborando papeles y reuniones, pero no ha habido más respuesta de ningún otro país del continente.
Ahí tienes los proyectos de pulpa para el papel. Venezuela la importa y Colombia también. Pero nosotros tenemos aquí 600 hectáreas de pino Caribe para producir toda la pulpa que necesitamos los dos países. Hay que tratar de instalar una planta para producirla y elaborar el papel.
Tenemos los ríos, esos ríos que nos inundan, una fuerza de la naturaleza. Pero también ahí falta el trabajo del control de las aguas, que hasta ahora no se ha hecho: canales y tantas cosas. Pero bueno, qué gran riqueza tenemos. Por ejemplo, el Río Meta que pasa por los dos países, que no es tan grande como el Orinoco, pero le cae el Orinoco. A ambos lados de ese río hay una gigantesca sabana con un potencial ganadero enorme.
¡Qué grandes proyectos pudiéramos hacer en común! Pero hace falta entonces comenzar a definir el modelo de integración.
Nosotros hemos propuesto varias veces en la Comunidad Andina hacer una reunión de presidentes, pero solo política. Esta idea se aprobó en Cartagena en 1999, pero la reunión fue saboteada. Me imagino que a alguien no le interesa que los presidentes de Suramérica hablemos de integración política. Yo propuse que no habláramos de cosas técnicas ni de documentos, de cancilleres, ni de libre comercio, sino de política. No se hizo. Ese primer año no se hizo porque en verdad faltó coordinación. No voy a decir que fue sabotaje, pero en el segundo año sí sabotearon la reunión. Volvimos a insistir en Lima sobre el punto acordado que no se había cumplido y propuse fecha; porque habíamos quedado en proponer una fecha y nunca hubo un acuerdo. Propuse el 9-10 de diciembre, fecha en honor al Mariscal Sucre y la Batalla de Ayacucho, en Cumaná, la cuna de Sucre en Venezuela.
Luego de aprobada la idea, empezamos a trabajar ese documento sobre el futuro político de la integración para la Cumbre. Y ¿qué pasó? Estábamos a pocos meses de la reunión y se habían hecho reuniones de cancilleres, vicecancilleres, pero comienzan a pasar cosas extrañas en Suramérica en torno a Chávez. Primero fui a Bolivia a una visita oficial de dos días y hubo una manifestación popular de apoyo, Marta, cosa que a mí me sorprendió muchísimo, fue la primera manifestación así, muy fuerte de apoyo popular que yo he sentido en otro país. Eso fue en el año 2000. Pasamos dos días allí. Hubo una cierta incomodidad en el gobierno por todas estas cosas, no manifestadas directamente. Yo me fui de Bolivia íbamos hacia Brasilia, por cierto, a una reunión suramericana. Lo cierto es que a los pocos días comienzan a circular versiones de que yo me reunía en Bolivia en secreto con unos dirigentes indígenas, con un señor Quispe. Y que yo estaba financiando la toma de carreteras en las zonas cocaleras. Pocas semanas después hubo varios muertos y tuvo que decretarse el estado de sitio, y bueno, el culpable era Chávez porque vino aquí, incendió esto, se reunió con Quispe, le mandó dinero, no sé si armas... Un poco lo que ocurrió aquí con el Caracazo: 20 días antes había estado Fidel Castro en la llamada coronación de Carlos Andrés Pérez, y tú sabes lo que nos decían a nosotros, militares, que la culpa de la explosión del Caracazo era de Fidel Castro, porque había venido y había dejado doscientos cubanos en los cerros de Caracas que eran los que habían alentado todo eso.
Bueno, entonces en Bolivia, resultado de esto, Bánzer .que en paz descanse. dijo que no venía, porque Chávez andaba estimulando esas acciones. En el caso de Ecuador, a las pocas semanas empezó a circular la versión de que Chávez estaba apoyando a Lucio Gutiérrez y a otros militares con dinero y armas para un golpe contra Novoa; que Chávez andaba buscando la internacionalización de esos movimientos militares. Novoa me dijo que no venía. En el Perú estaba el Sr. Paniagua de Presidente, supuestamente él no podía salir del Perú, pero en su lugar siempre mandaba a Pérez de Cuéllar. Dijeron que tampoco venían porque según las noticias que ellos tenían aquí estaba escondido Vladimiro Montesinos. Todo un caso que montaron. Pastrana había dicho que sí venía a pesar de las versiones que circulaban del apoyo nuestro a la guerrilla, pero que venía si venían los otros. Así es que tuvimos que suspender la reunión.
Ese mismo año fue aquí la Cumbre de la OPEP. Y yo recuerdo que en el Panteón Nacional, el 17 de diciembre del año 2000, estaban los embajadores de nuestros países. Ahí casi nunca se toma la palabra pero luego de colocar la corona decidí decir unas breves palabras, sólo dije: "Este año padre libertador frente a tus cenizas lo decimos: esta América tuya tan dividida, fue más fácil reunir este año en Caracas a los jefes de estado de la OPEP que cruzaron mares, desiertos y caminos, que a los presidentes de los países liberados por ti". Ahí la dejé nada más.
Y bueno, me he convertido en un fastidioso, porque se las he cantado en todas esas cumbres que hemos estado haciendo. Reclamando que se cumpla lo que se promete y lo voy a seguir haciendo: es importante que nosotros asumamos la discusión política de la integración.
Tú me preguntas que qué países apoyarían esta iniciativa. En este momento creo que ningún país de Sudamérica. Sólo Fidel me dijo que contara con Cuba.
Algunos jefes de Estado, sobre todo los del Caribe Oriental, que estaban en la reunión, manifestaron agrado. Pero, te repito, nos ha faltado a nosotros, proponentes de la idea, desarrollarla más. Habrá que trabajar muy duro en eso, porque me parece que es una alternativa.
Yo estoy seguro que el ALCA no es el camino, no es el camino. Entonces habría que definir cuál es ese otro camino. Creo que Bolívar nos puede ayudar mucho en eso
-¿Qué piensas de la posibilidad de hacer un plebiscito contra el ALCA o una consulta popular, más que una cosa demasiado legal, eso que hicieron allá en Brasil con la deuda externa, porque en el fondo de lo que se trata es de elevar el nivel de conciencia política de la gente?
-Yo creo que eso debería concluir en algo formal, legal, constitucional. Nosotros tenemos la ventaja de que la Constitución Bolivariana prevé que, ante cualquier tema o acontecimiento trascendental para el país, el Presidente es quien podrá convocar al referéndum consultivo, o sea, tiene más peso. Pero, sí estoy de acuerdo contigo, en que antes de ese referéndum constitucional, es imprescindible todo ese debate, todo esos movimientos, consultas, foros, talleres, etcétera.
-Y que la gente del pueblo relacione el tema del ALCA con su vida cotidiana; o sea, hacer un trabajo de educación popular, casa por casa. Una de las cosas que a mí me gusta de las consultas es que te permite darle tareas a mucha gente y especialmente a muchos jóvenes que en América Latina .no te digo que sea éste el caso de Venezuela., quieren hacer algo y no tienen espacio; que no quieren militancia política, no quieren meterse en un partido, pero que están dispuestos a realizar tareas concretas en las que se sientan útiles. Imagínate estudiantes yendo a los sectores populares a explicarles las consecuencias del ALCA, el choque de este tratado con el proyecto bolivariano del ALBA y con lo que ustedes están intentando hacer desde este país. Podría transformarse al mismo tiempo en una campaña de solidaridad con Venezuela.
-Es una excelente idea, estábamos debatiendo hace unos días contigo el tema de los partidos y esa sería una tarea importantísima para ser asumida por muchos sectores sociales y los partidos políticos que apoyan este proceso; habría que levantar eso como una bandera. Hasta ahora no se ha hecho. Tendríamos que trabajar mucho más la idea del ALBA a partir de las ideas que he ido adelantando en discursos y conversaciones con algunos dirigentes políticos.
He planteado .como te decía., la idea de crear Petroamérica, con esto de las economías complementarias; la integración de las universidades; la integración cultural; el tratamiento del desarrollo de zonas fronterizas comunes. Hay una serie de elementos, incluso hay algunas ideas del modelo de integración existente que están en marcha con las patas quebradas .por decirlo así., y que pudieran ser útiles: trabajos técnicos de la CEPAL (95), de la ALADI (96), del SELA (97). Hay instituciones que tienen trabajos elaborados de integración que pudieran muy bien aportar. Casi todas fueron satanizadas por el neoliberalismo.
Los presidentes suramericanos deberíamos darle un mandato al SELA, a la ALADI, a la CEPAL, para que nos presenten a los presidentes .a los dirigentes políticos, no a los técnicos. en un tiempo prudencial un plan de largo plazo de integración real, concreta. Se podría hacer una comisión. Tenemos los técnicos para elaborar propuestas de integración. El tiempo, cuando se quiere se encuentra, la voluntad política es la que falta para arrancar la caballería. Yo espero que en la medida en que vayan cambiando las situaciones políticas en algunos países de este continente, estas propuestas tengan más apoyo a ese nivel de presidentes. Mientras tanto, habrá que trabajar mucho más a nivel de los grupos sociales, los partidos políticos, para que eso vaya tomando calor desde abajo y tenga fuerza propia.
-¿No se iban a integrar ustedes al Mercosur?
-Marta. no habían pasado ni ocho días de mi elección , yo estaba en Brasilia y allí lo dije: "Venezuela quiere integrarse al MERCOSUR". El Presidente Cardoso dio de inmediato instrucciones a su equipo para que ayudara a Venezuela. Pero eso generó reacciones encontradas en la Comunidad Andina de Naciones: que si Venezuela lo que quiere es acabar con la Comunidad Andina de Naciones; que si Venezuela quiere romper la unidad de la CAN para incorporarse al Mercosur. Nosotros aclaramos, en un viaje que hice a Bogotá meses después, que lo que proponíamos era que Venezuela se incorporase al Mercosur, como una vía para acelerar la unión de ambos bloques. Después de muchas reuniones acordamos que íbamos a apoyar la alianza de los dos bloques; pero siempre hemos dicho que si esa alianza no avanza con el ritmo que necesitamos, sobre todo cuando tenemos lo del ALCA ahí, a la vuelta de la esquina, Venezuela seguirá insistiendo en su incorporación al Mercosur.
-Conocemos tu posición frente a los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos y a la campaña antiterrorista lanzada por el gobierno estadounidense. Quisiéramos, sin embargo, que te explayaras sobre este tema tan importante para el movimiento revolucionario mundial. ¿Qué entiendes por actividades terroristas?¿No crees que es terrorismo de Estado la guerra desatada por Estados Unidos contra el pueblo de Afganistán y la actual agresión de Israel al pueblo palestino?
-Mira, la posición nuestra se acerca mucho a la que China manifestó en su momento, y de alguna manera también Rusia. Francia, también ha manifestado algunas opiniones parecidas a la nuestra. Por supuesto que nosotros no nos oponemos a una lucha contra el terrorismo, ¿quién se puede oponer? Pero primero decimos .lo que yo dije aquella vez y que generó en Washington una reacción dura. que no se puede luchar contra el terrorismo, con más terrorismo. Y eso no lo dije sólo yo. Ya lo había dicho Javier Pérez de Cuéllar, Kofhi Anan; el Papa, y Fidel, emitió un comunicado muy preciso en esos días.
Nosotros estamos dispuestos a luchar contra el terrorismo interno, externo, donde quiera que se ubique, pero hemos dicho: .respetando la autodeterminación de los pueblos, la soberanía de los Estados; el derecho internacional público; las convenciones de Naciones Unidas; los derechos humanos de los pueblos., esa es nuestra posición y yo creo que es una posición con una gran fortaleza ética, política y jurídica. Que no le guste a algunos, bueno, no les gustará, pero es nuestra posición y, por supuesto que la mantenemos y la conservaremos siempre.
Lamentablemente se ha querido poner este tema en blanco y negro, manejándolo con un maniqueísmo total. Yo recuerdo que, en aquella gira que hice por Europa el año pasado, ese fue el tema que salía en todos lados, porque estaba reciente el 11 de septiembre. Conversando con Tony Blair, a pesar de que conocemos la posición de Gran Bretaña en ese sentido, él manifestó que habría que hacer una especie de alianza mundial para luchar contra las causas del terrorismo; no solo contra sus efectos y yo aplaudí esa idea. Y propuse que el Grupo de los 77 y el Grupo de los 8 nos reuniésemos para analizar a fondo el problema. Pero eso no ha sido posible.
Ahora, en cuanto a perseguir a los terroristas, bueno, sí, vamos a perseguirlos. A nosotros nos han pedido colaboración y modestamente hemos hecho lo que hemos podido: hemos puesto a nuestras policías a investigar, a hacer seguimiento a personas, a cuentas bancarias o informaciones que pudieran ayudar a la lucha contra el terrorismo. Todo eso lo hacemos y lo seguiremos haciendo. Pero, te repito, en el marco del respeto a esas leyes internacionales; derechos humanos...
-¿Qué dices respecto a la tendencia a asociar al terrorismo con la guerrilla?
-Mira, yo creo que puede haber movimientos guerrilleros o subversivos, que se acerquen a un movimiento terrorista. Yo sí creo que un movimiento subversivo que ponga una bomba en el centro de una ciudad, y aquella bomba cause daños a gente inocente, niños incluidos, estudiantes, un policía que está ahí parado en la esquina, realiza un acto terrorista. Si yo fuese guerrillero no estaría de acuerdo con esa cosa; evitaría causarle daños a la población civil: volar torres eléctricas para dejar sin energía eléctrica a un pueblo: imagínate tú cuántos problemas sociales, económicos puede causar eso a un pueblo. Yo creo que esos son actos terroristas.
-Pero en una guerra ¿no se justifican? O sea ¿cuál es al diferencia entre la guerra de guerrilla y una guerra regular?, porque la guerra...
-En la guerra regular se hacen cosas como esas y más: bombardean ciudades, se han dejado caer bombas atómicas sobre una ciudad, por ejemplo, en el marco de una guerra regular. Pero dejemos la guerra regular y vamos a la guerra irregular. Creo que te lo comentaba hace días atrás, recordando viejas lecturas de cuando yo era muy joven, que la guerra irregular debe procurar ganar la motivación popular y retenerla. Yo no creo que un movimiento guerrillero, para ganar la motivación popular tenga que estar volando torres, poniendo bombas, haciendo acciones que más bien dañan a la población. Yo creo que eso le genera daños al movimiento que lo hace. Claro, esto ha sido así desde que la historia es historia, pero aun cuando haya sido así, yo, incluso como soldado, siempre he creído que es una degeneración. Si yo fuera guerrillero sería incapaz de poner una bomba en una esquina, ¿cómo voy a saber yo quién viene en el momento que explota esa bomba? Y si vienen cuatro niños cantando felices de la escuela. ¿Quién me da derecho de poner una bomba allí sin saber a quién me voy a llevar por delante, y si es gente inocente?
Mira, por ese enorme respeto que me merece la vida humana, me he entregado en las dos ocasiones: el 4 de febrero de 1992, aquí en el Museo Histórico, ante el riesgo de que la población civil desarmada sufriese los efectos de un enfrentamiento aquí en Caracas. Esa fue una de las razones principales que me llevó a entregar las armas en ese momento. Podía ver aquellos rancheríos que rodean el museo militar y sabía yo que estaban preparando un bombardeo con un ataque por tierra, para rodearnos y bueno, me imaginé todas aquellas casas que estaban ahí mismo. Yo me asomaba y veía niños mirando por la ventana... Yo veía a esa gente y decía: "Ellos no tienen la culpa de esto, ni saben lo que está pasando". Y después, luego de diez años, se da nuevamente en Caracas una situación muy distinta, pero que también puede producir enfrentamientos y muertes.
-Mira, a propósito que hablas de entregarte, tengo un mensaje de una mujer que supo que venía a entrevistarte y me dijo: "Dígale a Chávez, por favor, que las mujeres de este país decimos que no renuncie más, porque nosotros sabemos que él tiene un corazón tan grande que no quiere muertes. Si él renuncia va a haber muchas más muertes. Por favor, dígale que no renuncie, que ese es el miedo de muchas madres." Fíjate que decía que estaban dispuestas a morir y a que mueran sus hijos, con tal de que este proceso siga adelante.
-Marta, ese es un mensaje bien profundo para mí. Yo sé que mucha gente piensa eso y te digo para que lo escribas: "Yo me rendí el 4 de febrero de 1992 como a las diez de la mañana, y me rendí diez años después, el 11 de abril como a las tres de la mañana; pero si ocurre una tercera vez yo no estoy seguro de que me rinda, a pesar de lo que pueda ocurrir". Eso para que tú se lo digas a esa preocupada madre, o las madres y jóvenes y a mucha gente que me escribe papelitos: "Chávez, Chávez, no te vayas otra vez; no nos hagas eso de nuevo".
Pero, volviendo al tema del terrorismo y la guerrilla, quiero aclararte que en el caso de Colombia nosotros no hemos caído en eso de señalar a la guerrilla colombiana de terrorista. Ahora si la guerrilla colombiana coloca bombas o tal cosa..., bueno, sí, es un acto que yo considero que es una degeneración de la guerra. Pero ni siquiera eso nos puede llevar a nosotros a estar clasificando a tal o cual movimiento como terrorista, porque creemos que no nos corresponde hacerlo. Ahora, creemos que lo que ocurre en Colombia, tiene raíces políticas. Hay que buscarle soluciones políticas; hay que buscar soluciones de diálogo, de negociación hacia la paz. Si nosotros señaláramos a la guerrilla colombiana como terrorista, estaríamos cerrando el camino para una posible participación nuestra como mediadores .que es a lo que aspiramos si así lo deciden las partes enfrentadas. en ese camino de búsqueda de un diálogo, de la paz. Lo que pediríamos, sí, no sólo a la guerrilla, a todos los factores involucrados en este caso de Colombia, es que no utilicen acciones que causen daño a la población civil.
Esa es nuestra posición en torno al terrorismo, además, insisto en el concepto de luchar contra las causas.
El mundo como va -lo he dicho- no es viable. Si se sigue ensanchando la diferencia entre ricos y pobres; entre países desarrollados y subdesarrollados; si cada día hay más miseria, más hambre, más muerte; bueno, ese es otro tipo de terrorismo. Hay terrorismo de diverso tipo: el hambre es uno de ellos. Y contra ese terrorismo hay que luchar y yo creo que con más razón que contra los otros terrorismos violentos.
¡Qué bueno sería que el mundo se diera cuenta de esto cada día más y hubiese mayor voluntad para cooperar para el desarrollo humano, como lo pide Naciones Unidas, la FAO!. El Secretario General de la FAO decía en Roma que la ayuda del mundo desarrollado a la agricultura y a la producción de alimentos en el mundo pobre en vez de incrementarse había disminuido. Los programas de desarrollo o de combate contra enfermedades terribles como el SIDA, contra la desnutrición, todo eso ha disminuido más bien con el neoliberalismo.
Entonces, si seguimos en esa dirección y cada día la cifra de pobres crece más en América Latina, el Caribe, África, Asia, ¿hacia dónde va el mundo? El mundo va hacia un desastre; un colapso terrorista.
-¿No crees tú que .como dice Samir Amin, economista egipcio y presidente del Foro Mundial de Alternativas. en lugar de propiciar un frente unido contra el terrorismo, como lo hacen los Estados Unidos, habría que propiciar un frente mundial contra la guerra y la injusticia social que podría reunir a militantes del Sur y del Norte con objetivos precisos: intentar impedir las guerras en preparación y desenmascarar las campañas que pretenden satanizar calificando de terroristas, tanto a los movimientos de liberación nacional y de combate contra la explotación y la miseria en el Tercer Mundo, como a los movimientos antiglobalización en los países del Norte?
-Yo estaría muy de acuerdo con esta propuesta. Nosotros hemos planteado en varias cumbres internacionales la idea de la creación de un Fondo Humanitario Internacional reduciendo el gasto militar. De eso se ha hablado hace mucho tiempo, pero ¿dónde está la voluntad política para llevarlo a la práctica?
Yo preferiría, por ejemplo, que de esos casi 5 mil millones de dólares que este año va a pagar Venezuela -ya hemos pagado la mitad- pudiésemos invertir la mitad no sólo para nuestro pueblo, sino también para los pueblos más pobres de nuestro entorno geopolítico. Me imagino un programa especial, que no lo conduciría Venezuela, un fondo humanitario para la producción de alimentos para los niños desnutridos, para los países más pobres, Haití por ejemplo, los países del Caribe, Centroamérica, Suramérica; programas especiales de vacunación contra las enfermedades... Te hablo sólo del caso de Venezuela, pero si un porcentaje de la deuda de Brasil, de México, Argentina, y de los países que estamos endeudados, se pudiera orientar en este sentido, yo no creo que eso vaya a desbancar la economía mundial: todo lo contrario. Creo que pueblos con mayores niveles de desarrollo tendrán mayor capacidad para incorporarse a los procesos económicos y darle consistencia a esa economía productiva.
El año pasado propusimos en Canadá, en la Cumbre de las Américas,(98) delante de todos los presidentes del continente, a excepción de Fidel, que como tú sabes no asistió porque fue excluido .democráticamente. que, reconociendo la gravedad de la situación social del continente, decretásemos allí en Canadá, en Québec, una emergencia social en el Continente. Pedí que esto se hiciera allí mismo. Deseché la idea de nombrar una comisión para que dentro de un año nos presente un informe. Yo creo que no hay que hacer ningún estudio ni diagnóstico. Es una realidad que está a la vista: el hambre, el desempleo, la miseria, y todo eso desequilibra las democracias; es un desequilibrio político, económico, social, una especie de terrorismo también. Nadie respondió, pero ni siquiera para contradecirme. Porque, qué bueno sería que alguien se parara y dijera: "No estoy de acuerdo con eso". "Ah, muy bueno, dime por qué, qué propones tú entonces?" Pero no...
El modelo neoliberal ha hecho mucho daño. Se cree que la apertura de los mercados, que las inversiones internacionales son la solución. A veces uno se indigna cuando oye decir a algunos jefes de Estado europeos que la ayuda de América Latina tenía que depender de que fuésemos capaces nosotros primero de acabar con la corrupción. Como si ellos no tuvieran corrupción allá. Y que debíamos disminuir el tamaño de nuestros Estados; unas condiciones indignantes, es decir, es como condicionar con el imposible.
-¿Y hablando de política internacional, ¿qué puedes decirme de lo que salió en el periódico El Nacional acerca de que los Estados Unidos pretenden abrir en Caracas una oficina para la transición?
-Mira Marta, nosotros estamos averiguando primero de qué se trata antes de adoptar una posición, porque nos hemos enterado básicamente por la prensa y creo que cualquiera puede entender que tenemos bastantes razones para dudar de los grandes titulares de la prensa opositora. Podría ser un manejo periodístico para que nosotros reaccionemos, ahora que hemos venido dando pasos suavecitos, con mucha cautela, para no complicar más las relaciones con Estados Unidos.
Estamos, por lo tanto, indagando. Le hemos pedido al gobierno de Estados Unidos a través de su embajada que aclare. Estamos buscando información por otras vías. Ellos han dado algunas explicaciones pero aún no lo suficientemente detalladas. El diario Últimas Noticias .uno de los más objetivos que tenemos. del martes 23 de julio, es decir de hoy, dice al respecto (leo): "Aclaratoria: La embajada de Estados Unidos en Caracas confirmó ayer que el gobierno estadounidense está considerando la posibilidad de abrir una oficina para iniciativas para la transición, y aclaró que su objetivo es el de fortalecer la democracia. El agregado de prensa de la sede diplomática estadounidense, John Low, dijo que la iniciativa esta siendo considerada en Washington ante la complicada situación política que vive Venezuela. Esta es una iniciativa que se viene considerando desde hace meses, es una posibilidad que se inscribe en los programas internacionales de fortalecimiento de las instituciones democráticas .aseveró Low.. Si la oficina se abre,será de una manera pública y va a trabajar con el gobierno, la oposición, las organizaciones no gubernamentales y los ciudadanos [...]. Aclaró que el nombre de la oficina se debe a la labor que desarrolló en sus orígenes para cooperar en la transición que llevaron adelante los países que tenían regímenes comunistas a sistemas democráticos".
¿Qué actitud debemos adoptar frente a esto? Primero, debemos mirarlo con atención, con cuidado, con calma, con paciencia. Debemos indagar a fondo. Hasta ahora están aclarando de que es sólo una posibilidad. Ahora, te puedo decir que hoy mismo encomendé al canciller Chaderton la tarea .y ya la cumplió. de hacerle ver al gobierno de Estados Unidos a través de su embajada en Caracas, que a nosotros nos parece que una iniciativa de este tipo, si se diera, no ayudaría a nuestro esfuerzo por bajar las tensiones internas, de buscar alternativas de solución para el país, para lo cual hemos demostrado amplitud sobrada.
Por otra parte, es sabido que estamos dispuestos a dialogar. Hemos dialogado con gobiernos de muchas partes del mundo, hemos invitado al Centro Carter, a las Naciones Unidas a visitarnos. Hemos dicho que puede venir aquí quien quiera, siempre que respete nuestra soberanía y venga a cooperar.
Ahora, ¿por qué digo yo y le hemos dicho al gobierno de los Estados Unidos que en nuestro criterio y ante estas primeras informaciones creemos que esto no ayuda?, porque generaría, como ya empezó a generar en algunos sectores de oposición, la idea, la percepción de que ese gobierno los estaría apoyando. Fue esa sensación de sentirse apoyados lo que los alentó a hacer lo que hicieron el 11 de abril. Cuando en aquellos meses iban a Washington sectores de la oposición y eran recibidos en diversas oficinas, no sé si de transición o no. Yo manifesté varias veces a embajadores anteriores y al actual, y lo hice también cuando visité ese país, que me parecía muy riesgoso la buena acogida que le estaban dando allá a gente que estaba conspirando aquí , que eso era muy riesgoso porque pudiera hacerles creer a ellos y a otras personas, incluyéndonos a nosotros como gobierno, de que allá estaban apoyando y dándole luz verde a iniciativas como esa.
Esto de la Oficina de Transición podría generar el mismo efecto. Y lo más negativo es que eso ocurre en un momento en que hay algunas razones objetivas para sentirse optimista. Hay algunos sectores de oposición que han venido reflexionando acerca de la necesidad de evitar salidas que pudieran ser traumáticas o salidas más allá de la Constitución y eso podría ir aislando a los sectores más radicalizados de la extrema derecha y la contrarrevolución. Hacia allá apuntan nuestros esfuerzos de diálogo, de rectificación en algunas cosas y la cooperación de algunas figuras y entidades internacionales.
Entonces, el establecimiento de una oficina como la que se está planteando, con el nombre y los antecedentes que tiene, pudiera más bien ser leña seca para una candela que queremos apagar.
Esto es lo que podemos decir hasta la fecha de hoy, 23 de julio.
Pero si más adelante esto llegara a concretarse, nosotros tendríamos también que concretar nuestra posición y llevar ese debate primero al país, a nuestras instituciones -ya han comenzado a surgir voceros de la oposición aplaudiendo la propuesta, pero también por supuesto hay sectores que empiezan a manifestarse en contra de esa propuesta. y luego más allá de Venezuela.
Por otra parte, aquí ya está en marcha una transición. Venezuela está viviendo un proceso de transición desde hace tres años de un modelo político, económico y social a otro modelo que está señalado en la Constitución Nacional. Esa es nuestra transición. Ahora, si el gobierno de los Estados Unidos quiere tener más presencia en Venezuela para apoyarla que es la única que yo reconozco, bienvenido sea. Si el gobierno de los Estados Unidos quiere instalar en Caracas unos asesores, unos equipos para ayudarnos en el programa de micro créditos a los pobres, en la construcción de viviendas para las clases desposeídas, en la aplicación de la Ley de Tierras, bienvenido sea. Y lo será él y cualquier otro gobierno.
Si al gobierno de los Estados Unidos le interesa el petróleo venezolano, la mejor manera de seguir obteniéndolo sería apoyar a nuestro gobierno, podemos asegurarle que podrá contar con nuestro petróleo. Es de mutuo interés seguir manteniendo ese intercambio comercial. Por el contrario una desestabilización política en el país sólo llevaría a que ese suministro dejase de estar asegurado. ¿Te imaginas lo que ocurriría si aquí se diese otro golpe contra Chávez, sea militar o institucional, como ahora están pretendiendo llevar adelante? Este país se transformaría en un polvorín. Si en Colombia hay zonas afectadas por la presencia de la guerrilla, si se producen sabotajes en los oleoductos, ¿qué pasaría aquí con todo un pueblo y un ejército que ven en la figura de Chávez encarnada la esperanza?
Quiero que sepas Marta, que no tenemos ningún interés en complicar las relaciones con los Estados Unidos, en dañarlas, ni mucho menos en romperlas. Eso sí, plantearemos siempre el tema de la soberanía, de la independencia, y este planteamiento lo hacemos, no sólo a los Estados Unidos sino a todos los países del mundo.
-En el Chile de Allende una de las principales causas de la derrota fue el que la derecha, mediante una estrategia y tácticas antiallendistas muy hábiles -entre ellas la desestabilización económica (fuga de capitales) y la desestabilización político-social-, en las que los medios de comunicación jugaron un papel muy importante, consiguió enrolar a importantes sectores de las capas medias, logrando aislar a los sectores populares más radicalizados. ¿No crees que algo similar está ocurriendo en Venezuela y que sería importantísimo conquistar para el proceso bolivariano a las llamadas capas medias intelectuales y profesionales que, aunque numéricamente poco significativas son cualitativamente muy importantes, porque, ganadas para la Revolución, podrían proporcionar un sinnúmero de cuadros bien preparados para afrontar los enormes desafíos económicos y sociales que se avecinan? ¿Crees tú que se ha tenido una estrategia correcta con relación a estos sectores que, según me han informado, en su mayor parte hoy no apoyan al proceso revolucionario? ¿Qué habría que hacer para reconquistarlos? He oído decir que tú te rodeas de los leales, que la cuestión de la lealtad es muy importante para ti y que muchas veces estas personas son muy leales pero poco eficientes y de alguna manera forman un cerco alrededor tuyo que impide que otra gente pueda colaborar con el proceso. Por otra parte, hay quienes sostienen que existen muchas personas pertenecientes a las capas medias con mucha sensibilidad social, que quieren ayudar a los sectores populares más necesitados; que no quieren a Chávez pero estarían dispuestos a trabajar en proyectos destinados a mejorar las condiciones de vida del pueblo, pero que sienten que no hay espacios para ellos, que están subutilizados, ¿cómo hacer para integrar a esa gente?
-No voy a negar que pueda haber sectores .vamos a llamarlos leales o chavistas. que tengan actitudes sectarias y tiendan a crear esos muros que pudieran aislar al proceso y al gobierno de importantes sectores medios. Pero no creo que sea el signo predominante de los equipos de gobierno, de los equipos que me rodean y me han rodeado. Si alguien analizara la composición de los gabinetes que han venido pasando por el gobierno pudiera darse cuenta que la mayoría, no son figuras del partido [MVR].
Nosotros tenemos conciencia de la necesidad de la integración de diversos sectores al proceso revolucionario. Incluso .como te dije., antes de ser gobierno veníamos trabajando con el documento que llamábamos "mapa estratégico".
De ahí nació el Movimiento V República; la alianza con otros partidos, fundamentalmente de centro, de derecha, y pequeños grupos que se incorporaron también. Y más allá de esas alianzas con partidos políticos, teníamos otro espacio al que llamábamos el polinomio de poder, -el popo-, -aunque yo inventé el término nunca me gustó pero así quedó- con la visión estratégica orientada a la búsqueda de alianzas con sectores de las iglesias, empresariales, intelectuales, académicos, profesionales, etcétera. Desde entonces venimos haciendo esfuerzos por aglutinar a esos sectores, pero no hemos sido muy exitosos y necesitamos serlo. Claro, esto es como jugar ajedrez, yo tengo mis piezas, armo mi juego mentalmente y las lanzo, pero allá al frente tengo al adversario que tiene mucha fuerza, mucho poder para influir sobre esos sectores, sobre todo cuenta con el poder mediático, que influye muchísimo en las capas medias. Ahí es donde pegan los impactos de ese bombardeo que no es nuevo, ya tiene más de diez años. La campaña de satanización comenzó tan pronto ocurrió el 4 de febrero de 1992 y, en vez de bajar de intensidad, se ha incrementado contra mí directamente, contra nuestro proyecto, nuestro intento de conformar ese bloque amplio que denominamos "polinomio de poder" y que estaba dirigido y orientado a esos sectores medios, intelectuales, algunos lo mal-llaman "pensantes", un término bastante...
-¿Peyorativo para el resto?
-Sí, porque todos pensamos. Hemos intentado -no pocas veces- hacernos de un fuerte sector de la clase media, de los intelectuales, pero no hemos tenido éxito. Ha podido más la estrategia del adversario, aunque nosotros también hemos cometido errores.
Volviendo a tu señalamiento de que yo me rodeo de leales, creo que la crítica no se refiere a que sean leales, sino a que son sectores duros, chavismo duro .como lo llaman., que se cierra a los demás.
Pero resulta que a mí suelen criticarme por lo contrario. Dicen que he sido muy amplio a la hora de escoger los equipos y yo creo que lo hago porque tengo muy metido dentro esa idea del polinomio de poder. Por ejemplo: en mi primer gabinete entraron figuras como Alfredo Peña, que ahora es el Alcalde Mayor de Caracas y adversario visceral, no sólo mío sino del proyecto. ¿Por qué entró Alfredo Peña al gobierno?, ¿fue un error de quién? Fue mío. Y lo nombré nada más y nada menos que Ministro de la Secretaría. ¿Por qué? Precisamente porque era un periodista, un hombre de televisión de muchos años, con bastante conexión con algunos sectores de esas clases medias y pensé que iba a servirme como canal de comunicación, de enlace, con diversos sectores incluyendo los medios de comunicación.
Si revisas otros nombres encontrarás algunos profesores universitarios prestigiosos, como por ejemplo, Héctor Navarro, quien ha dirigido Escuelas de Post-grado durante años en la Universidad Central. Fue Ministro de Educación tres años y ahora es Ministro de Educación Superior. A través de él llegó al gobierno mucha gente que yo ni conocía como María Hanson, una mujer muy dinámica que fue viceministra de Gestión Educativa. De ellos fue la idea del proyecto de Escuelas Bolivarianas. María había sido miembro de la directiva de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela con una serie de contactos, interrelaciones. Carlos Lanz, ex-guerrillero, un hombre de izquierda, escritor, también trabaja en ese ministerio. Ellos hicieron algo que aquí nunca se había hecho: lo llamaron la Constituyente Educativa. Realizaron cientos de reuniones en las escuelas con los padres y representantes, los maestros, los alumnos para proponer y presentar el Proyecto Educativo Nacional (PEN). De ahí surgió el proyecto de Escuela Bolivariana y otras ideas en las que participaron mucha gente del sector educativo.
Si seguimos analizando ese primer gabinete tú podrás conseguir a otro caballero, escritor, planificador: Jorge Giordani de quien ya te hablé antes, pasó tres años como Ministro de Planificación y Desarrollo.
Otro ejemplo es el del Ministerio de Medio Ambiente que dirige Ana Elisa Osorio, una mujer de una gran trayectoria universitaria, médico especializada en área social. A este ministerio también se ha incorporado gente de mucha experiencia en materia ambientalista, etcétera.
Entonces, a lo largo de estos años se fueron conformando diversos equipos donde ha participado bastante gente que son .leales. en el sentido que tú señalabas. Quizás ésta no sea la palabra adecuada para calificar a esas personas, sino la de gente cerrada, sectaria. Todavía las tenemos y yo quiero que esas actitudes sean superadas.
Pero más allá del gobierno, en espacios como la Asamblea Constituyente se dio una avalancha de nuevas caras. Muchos de los nuevos parlamentarios no tenían trayectoria política. Ahí se insertaron sectores de académicos, periodistas, escritores, cantores, poetas. El gobierno arrancó más bien con una gran apertura, no fue un gobierno que llegó cerrándose.
Pero cuando comenzamos a percibir que, valiéndose de esa apertura, las fuerzas adversarias penetran, tratan de infiltrar, de desviar el proceso, neutralizarlo, entonces uno comienza a cerrar. Y eso me ha pasado hasta, incluso, con figuras como Luis Miquilena, un hombre que estuvo duro allí, trabajando durante todos estos años, con mucha habilidad política, con muchos contactos con diversos sectores, un hombre de casi ochenta años con mucha experiencia. Pero luego nos dimos cuenta que él no compartía la real intención, los objetivos, la estrategia revolucionaria que nos anima. Y entonces esa gente ha venido saliendo y uno ha comenzado a pensar que a lo mejor hay que cerrar un poco la mano. Quizás eso ha venido ocurriendo en los últimos tiempos, sobre todo cuando afloró una conspiración, un intento de infiltrarnos.
En todo caso, acepto que hemos sido poco exitosos en ese plan o programa de polinomio de poder y hay que revisar las razones. ¿Se trata de errores nuestros? No niego que esté presente ese factor que señalas. Pero también hay que tener en cuenta, que antes de que nosotros llegáramos al gobierno, una buena parte de los más brillantes intelectuales había asumido posiciones entreguistas por decir lo menos. Esto lo confirma un libro que escribió Néstor Francia, un buen periodista venezolano de izquierda: .El antichavismo y la estupidez ilustrada., donde hace una serie de análisis bien interesantes acerca de la actitud de esos sectores ilustrados.
Pero yo creo que el principal factor, el más demoledor, es el mediático.
-He leído un interesante documento de un grupo de intelectuales, entre ellos, Edgardo Lander: Un diálogo por la inclusión social y la profundización de la democracia, publicado en mayo del 2002, que apoya el proceso, pero que formula críticas. Pienso que los hechos del 11 abrieron los ojos a mucha gente y que hoy existen mejores condiciones para el diálogo con sectores medios, especialmente con los intelectuales. Según supe tu leíste el documento y llamaste a algunos de sus autores pensando en reunirte con ellos, cosa que no ha ocurrido hasta ahora.
-Es cierto, tengo pendiente esa entrevista, se nos cayó en dos oportunidades, pero le pedí a José Vicente Rangel que se reuniera con ellos y así lo hizo. Yo tengo que verles. Esa es una falla nuestra no haber sabido aprovechar los aportes de grupos de intelectuales.
-Y a propósito de profesionales, a mí me sorprende que haya tan pocos cuadros revolucionarios extranjeros colaborando con el proceso. Recuerdo cuántos profesionales chilenos llegaron a apoyar el proceso cubano, y lo mismo ocurrió con Nicaragua. ¿Tanto habrán cambiado los tiempos o será que no han sabido motivar y buscar ese apoyo? Pensando un poco en la estrategia comunicacional de ustedes y en sus muchos defectos que tú reconoces, hay gente tan buena en periodismo en otros países que pudiera estar dispuesta a colaborar.
-Bueno, yo creo que ahí hay fallas de ambas partes, en primer lugar, fallas nuestras. Pero también ha tenido impacto a nivel internacional el tratamiento mediático que se nos ha dado en general y a mí en particular.
Si yo fuese un intelectual de izquierda de cualquier país de América Latina, al mirar este proceso desde lejos es posible que pudiese albergar alguna prevención. Gobierna el país un militar, un militar además que pretendió dar un golpe, y bueno todo ese cúmulo de leyendas o tesis que han surgido. Por ejemplo, a nosotros se nos asoció muchísimo y eso recorrió por el continente, con los cara pintada99 de Argentina. Yo recuerdo que llegando a Buenos Aires, la primera vez que fui, los titulares decían: "Llegó el cara pintada venezolano". Los sectores de izquierda, los intelectuales, estaban ausentes.
Ahora, fíjate que la primera persona que rompe con eso, es Fidel.
Hicimos empeño en Colombia con sectores sociales, políticos, pero fue difícil, éramos rechazados porque se nos asocia con la guerrilla, con los movimientos armados. Fuimos a la reunión del Foro de Sao Paulo en El Salvador y bueno conocimos y saludamos a bastante gente, pero una buena parte pensaba: ¡Cuidado, llegó un coronel golpista!
Hice bastantes esfuerzos, viajé por el continente, conocí mucha gente en los años 94-95 y logré hacer algunos contactos importantes, pero luego eso no se concretó en casi nada. No fue fácil debido a los preconceptos, a la falta de equipo, de recursos, a veces no teníamos ni para el teléfono, nos lo cortaban. Más de una vez tuvimos que trabajar en oficinas prestadas. Claro, también había una falta de visión de lo importante que era este aspecto. Estoy seguro que eso nos afectó.
Fui en una ocasión a México, logré conversar con Cuauhtémoc Cárdenas, que había sido recién electo Alcalde del Distrito Federal de México, pero igual no se concretó nada, porque el PRD Mexicano, fue uno de los que más se opuso en San Salvador, a nuestra integración al Foro de Sao Paulo. Me sentí allí como en una inquisición. Me pidieron que hiciera una carta para que ellos consideraran nuestra inclusión, pero nunca la mandamos, porque en verdad yo sentí mucha frialdad allí.
Pero la situación ha cambiado mucho después del golpe del 11 de abril. Se ha despertado una gran simpatía internacional por nuestro proceso. Creo que la reacción golpista de la derecha fue para mucha gente la mejor prueba de que algo serio estábamos intentando hacer en nuestro país. A la vez, nosotros hemos asumido mayor conciencia de la importancia de los contactos y el apoyo internacional. Tú has podido ver en Caracas la afluencia de personalidades y la cantidad de foros, talleres, seminarios que están teniendo lugar.
Pero continuamos con muchas fallas en este terreno a pesar de que tenemos una dirección internacional en el Movimiento V República, una dirección internacional en el Comando Político de la Revolución. Nos falta también una Cancillería más dinámica que lleve adelante ese trabajo de contactos a nombre del gobierno.
Hay muchos funcionarios viejos en las embajadas que no cumplen esta tarea y, por el contrario, muchas veces sabotean u obstaculizan esos contactos con grupos políticos y sectores intelectuales amigos de este proceso.
Ese es uno de nuestros retos actuales: cómo avanzar y consolidarnos en esos espacios. Y tenemos que ver cómo enfrentamos la poderosa acción de los medios de comunicación opositores que desfiguran nuestras intenciones, que nos satanizan.
Publican en primera plana, por ejemplo, fotos de los sectores culturales protestando porque no le llegan los recursos y entonces dicen algunos intelectuales: "A Chávez no le interesa para nada la cultura, le niega recursos". Esa estrategia la aplican en todos los escenarios. En cambio, se informa muy poco o nada del esfuerzo cultural popular que se está haciendo. Tú viste aquel modelo de escuelita en Puerto Cruz distinta a las del pasado, (100) los niñitos con vestidos adecuados a sus bailes típicos. Tienen ahora un espacio para bailar, un espacio digno para jugar, para pensar, para estudiar. Hemos estado construyendo centros culturales comunitarios en caseríos, pueblos, barrios populares, donde hay un centro de computación con acceso a Internet totalmente gratuito para la población o donde hay espacios para la danza, para el teatro popular; instalaciones bien modernas gestionadas por el gobierno en acuerdo con los gobiernos locales. Todas éstas son acciones en pro de la cultura y el país casi no las percibe.
Pero también es cierto que nosotros fallamos mucho en la estrategia comunicacional. Yo ando como con una obsesión comunicacional, a veces soy duro con los que me acompañan porque fallamos a la hora de prever cosas. Por ejemplo, esta mañana hablé con mi padre, el gobernador del Estado Barinas y entonces me decía: "Bueno Hugo, ayer entregamos cincuenta tractores", del programa que el Gobierno Nacional firmó con el gobierno de Brasil. Allí la maquinaria agrícola .tractores, rastras, sembradoras. estaba totalmente destrozada y desde hacía mucho tiempo no había un apoyo contundente del gobierno a los pequeños y medianos productores. Y entonces yo le preguntaba a mi padre: "¿Me trajiste algún video? ¿Filmaron eso?" Porque el país no sabe que se está entregando tractores nuevos y modernos a los productores del campo.
Muy pocos saben que hemos realizado un plan de viviendas bastante exitoso orientando, una buena parte de él, a los sectores medios, y otra parte a los sectores de ingresos más bajos. Hicimos un proyecto el año antepasado para fabricar un vehículo llamado popular. Fue un convenio con las ensambladoras y la banca y se batió el record de venta, y eso ¿a quién ha favorecido?, sobre todo a los sectores medios. En todo esto repito, ha habido fallas comunicacionales nuestras: no hemos sido capaces, por diversas razones, de lograr que esos profesionales, intelectuales y el país en general perciban todo lo que estamos haciendo en beneficio de mucha gente y, en buena medida, de esos sectores.
-¿Te puedo interrumpir?
-Sí claro, yo tiendo a hablar mucho
-En la época de Allende tuvimos el mismo problema en Chile. Por un lado, la oposición se jugó para no perder el control de los medios. Una de las tres condiciones que puso la Democracia Cristiana para apoyar a Allende fue no tocar a los medios de comunicación .esos que informaban de manera deformante.; las otras dos fueron: No tocar a las fuerzas armadas y la Educación. Cuando el Gobierno quiso hacer una educación más democrática, más orientada a lo social, hubo una reacción increíble de la derecha. Por otro lado, la izquierda y la gente progresista estaba acostumbrada a hacer prensa de oposición y no sabía hacer una prensa capaz de informar y de dar cuenta de todo lo que el gobierno hacía.
-Estamos intentando sacar dos periódicos que reflejen las acciones e iniciativas que están siendo puestas en marcha por nuestro gobierno y que el resto de la prensa ignora o relega a pequeñas noticias en espacios interiores, marginales muchas veces. Un buen periódico tendría sin duda un impacto muy positivo en esos sectores.
-Pero, volviendo a la situación venezolana, yo no entiendo cómo habiendo hecho una nueva Constitución en la era de la información, no haya normas que permitan controlar a los medios de comunicación opositores, porque yo encuentro que esta prensa es absolutamente antidemocrática, o sea, una prensa que no es objetiva, que no ayuda al país, que promueve la desestabilización y el golpe. Creo que no he conocido otro país en que haya tal libertinaje en las comunicaciones.
-En la Constitución quedó inserto el término de "información veraz". Eso se aprobó después de un gran debate. Los medios y sus representantes políticos no pudieron impedir que ese término quedara. Por otra parte, el Tribunal Supremo de Justicia emitió un comunicado el año pasado ratificando el principio constitucional de la información veraz, afirmando que los medios están obligados a respetarlo. Y ahora está en marcha un proyecto de ley -y es una de las cosas que ellos quieren detener-, la Ley de Contenidos, que al aprobarse va a establecer a un nivel mucho más detallado normas, reglas para darle concreción a lo que la Constitución señala como información veraz y eso despertó el furibundo ataque del año pasado.
O sea, no es que tengamos una absoluta carencia a nivel legal de instrumentos para regular ese libertinaje que no es nuevo, viene de lejos pero que, sobre todo, se ha desatado sin límites en los últimos tres años.
Ahora, yo te hablaba de un dilema en el cual hemos venido navegando: cómo lograr que la prensa, la televisión, la radio y quienes los dirigen, los gestionan o utilizan, entren en ese marco constitucional, legal y además ético.
Hemos tratado de establecer un diálogo, de influir de diversas maneras, pero sin duda no hemos logrado ese objetivo. Lo que ha ocurrido últimamente nos demuestra que no hay allí ninguna disposición a moderar, a entrar en el marco constitucional. Están haciendo una resistencia feroz, con el apoyo internacional que incluye hasta funcionarios de la OEA.
Sabemos que hay mucha gente que nos reclama: "Hay que apretar la mano con los medios, hay que hacerlos entrar en vereda". A estas alturas yo creo que el único camino que nos queda es la coerción; por supuesto entendida en el marco jurídico. Hay una nueva ley de telecomunicaciones que hicimos en el año 2000, en el marco de la Ley Habilitante, que establece sanciones a los medios de comunicación. Hay una instancia que se llama CONATEL (Consejo Nacional de Telecomunicaciones), que ha estado imponiendo multas, abriendo procedimientos administrativos que algunas veces han conducido a sanciones menores, a pesar de que ha habido más que suficientes razones para aplicar medidas severas y no las hemos aplicado. Pero es bueno que se sepa que no hemos renunciado a la posibilidad de hacerlo.
-He sabido que hay una proliferación de medios de comunicación comunitarios en todo el país y que éstos son instrumentos muy importantes tanto para dar a conocer la verdad sobre el proceso como para ayudar a la organización de esas comunidades. ¿Qué valoración tienes de este fenómeno?
-Estos medios comunitarios son muy importantes para contrarrestar la campaña distorsionadora de emisoras y periódicos privados. No nos podemos quedar callados ante la utilización de esos medios privados para envenenar la mente de la población.
-Me he enterado de que comenzó a gestarse un boicot popular hacia los diarios y canales de televisión que se jugaron contra el sistema democrático y que éste ha sido efectivo, hasta el punto que los dueños de los principales diarios opositores acusados de golpistas como: El Nacional y El Universal, así como la cadena Globovisión han debido reconocer que ha habido una disminución notable en sus ventas y su raiting. Por ejemplo, el columnista de El Nacional, Miguel Salazar, confesó que el tiraje de dicho periódico se había reducido significativamente, situación que calificó como "preocupante" habida cuenta de la venta histórica de este periódico. Por su parte, el canal Globovisión debió admitir que el raiting de los principales horarios en las últimas semanas, disminuyó entre 3 y 5 puntos. He sabido además, que sumado al boicot periodístico se ha hecho también un llamado a no consumir los productos o las marcas de los anunciantes en dichos medios y se ha hecho circular un listado con sus nombres. Siempre me ha parecido muy interesante el papel que pueden jugar los consumidores organizados para enfrentarse a determinadas políticas. Y esto sería una muestra de ello. Pero como tenemos poco tiempo prefiero no detenerme en este tema y quisiera que me hablaras de tu programa de los domingos. Por qué no me explicas cómo surgió el programa Aló Presidente, qué te hizo pensar en hacer este programa, cómo lo has ido desarrollando y cambiando y el balance que haces de él.
-La idea nació al comenzar nuestro gobierno, producto de la debilidad comunicacional nuestra.
-¿Fue una idea que se te ocurrió a ti?
-Surgió dentro del equipo que había trabajado conmigo durante la campaña electoral, un pequeño grupo de tres o cuatro personas, cuando evaluábamos la terrible debilidad comunicacional que teníamos. Allí surgió la estrategia de usar al presidente Chávez como comunicador, dado el peso que tenía .esto me cuesta decirlo, pero es así., su figura en el proceso y, sobre todo, al comienzo del gobierno.
Empezamos haciendo un periódico que se llamaba El Correo del Presidente. Era un buen periódico, pero fracasó.
-¿Por qué fracasó?
-Aunque tenía un buen diseño, un buen mensaje, era muy "gobiernero" (101) y, además, hubo fallas de distribución y después en la gerencia. Duró varios meses y cumplió una tarea importante.
-¿Cuántos ejemplares sacaban?
-No recuerdo bien, pero eran como 20 mil.
-¡Ah!, entonces ¿era un periódico clandestino?
-Casi.
-No llegaba a toda la gente...
-No llegaba. Luego hicimos un programa de televisión semanal De Frente con el Presidente, en vivo, todos los jueves en la noche en un estudio lleno de gente y la gente preguntaba, llamaba por teléfono. No era malo, pero comenzó a hacerse muy pesado y a perder audiencia. Creo que falló el formato del programa, quizá con un nuevo formato..., pero la idea sigue siendo válida, a mí siempre me ha gustado.
Luego surgió Aló presidente los domingos. Yo tenía entonces dos programas, los jueves y los domingos. Inicialmente eran sólo programas de radio y, consistían fundamentalmente, en llamadas, una avalancha de llamadas. Tratábamos de que las preguntas y las respuestas fuesen cortas, sobre todo mis respuestas, porque tiendo a alargarme mucho en las respuestas. Además, siempre lo hacíamos en el mismo sitio: la sede de Radio Nacional de Venezuela, que queda en un área muy populosa de la ciudad, donde habitan sectores de clase media.
Era los domingos a las nueve de la mañana y a veces duraba hasta las dos de la tarde. Su estrategia era la de las llamadas telefónicas; yo insistía mucho: .Dejen que llame mucha gente.; no había un guión; yo llegaba, me sentaba y decía por ejemplo: "Buenos días, hoy es el día de San Bernabé, es domingo, está lloviendo y qué tal, ¿hay llamadas?" El programa se iba desarrollando en base a los temas abordados en las llamadas; casi todas eran de mujeres planteando problemas. Algunas criticaban, pero no muchas, porque entonces le caía encima la avalancha de otras llamadas defendiendo al gobierno y además yo les respondía duro.
El programa duraba como cinco horas, y a la mitad del mismo .eso le daba calor y a mí me gustaba mucho., había lo que llamamos: "La hora del plomo" y era plomo duro y parejo, atacando duro, duro...
-¿A quiénes atacabas?
A la oposición, a los medios, a alguien en particular que dijo tal cosa. Era bien animado ese programa.
Desde que comenzó fueron sumándose muchísimas emisoras; sobre todo las regionales. Llegamos a tener hasta 100 emisoras pegadas a la señal, era como si tuviésemos una cadena nacional de radio.
Pero ¿qué pasó?, como lo hacíamos todos los domingos en el mismo sitio cuyo edificio tenía una única salida, yo empecé a sufrir porque era mucha gente con carpetas, papelitos, llorando. Cuando uno llegaba al lugar a las 9 de la mañana ya estaba la gente ahí, amanecían, se venían de lejos y los vecinos empezaron a quejarse porque no había instalaciones y hacían sus necesidades por ahí. Dormían en la puerta de las casas, traían un colchón. Bueno, aquello era un fenómeno y fue creciendo, creciendo hasta que dijimos: "no, no, no podemos seguir haciendo ese programa ahí: vamos a cambiar".
Entonces comenzamos a hacerlo en un estudio pequeño en Miraflores, pero allí había poco calor humano, entonces se me ocurrió empezar a salir a diferentes lugares del país. Y así hemos hecho programas desde Isla de Aves (102) hasta La Sabana; hemos recorrido todo el país.
El programa seguía siendo todos los domingos y yo me llevaba un avión lleno de ministros y periodistas a cada uno de esos lugares. Pero en un momento determinado, te lo voy a confesar: producto del cansancio, del agotamiento, porque era el domingo corrido y yo regresaba de aquellos confines por la noche y el lunes seguíamos trabajando, dije: "Vamos a pasarlo para el sábado, no puedo seguir así, voy a dedicarle a la familia aunque sea un rato el domingo". Pero cuando lo trasladamos para el sábado la audiencia cayó bárbaramente, porque el sábado la gente se levanta haciendo mercado y otras cosas fuera de la casa. La caída de audiencia fue tanta que los adversarios empezaron a explotar eso y decían: "Dejaron de oír a Chávez seis millones de personas". Y eso fue verdad, porque el programa lo veía muchísima gente.
Cuando vimos eso, nos reunimos un equipo de gente .ministros y otros funcionarios., para ver qué hacer porque no podíamos abandonar las batallas comunicacionales: José Vicente Rangel; su esposa Anita, que sabe mucho de eso; Diosdado, que era Ministro de la Secretaría, Teresita Maniglia (103). Lo primero que decidimos fue volver a los domingos porque ese día la gente se queda más en la casa.
Y los domingos que yo estoy fuera del país tratamos de montar un programa, grabarlo o mandar un mensaje. Hemos hecho programas Aló Presidente desde República Dominicana, desde Guatemala.
Lo segundo fue revisar el formato del programa y para eso llamamos a unos técnicos. Ahí fue cuando se planteó combinarlo con televisión.
Tuve que hacer un esfuerzo para cambiar un poco el estilo y acoplarme a los requerimientos de la televisión. Eso hizo que hubiera que disminuir el peso de las llamadas telefónicas en el programa, porque, claro, entiendo, a los productores de televisión no les parece muy atractivo que cuando una persona llama salga como imagen en la pantalla la figura de un teléfono, según ellos, eso afecta. He tenido que decirles: "No me desnaturalicen el programa, las llamadas son un aspecto fundamental de la estrategia de comunicación". Ahora las intercalamos, tenemos un guión.
Son programas muy largos cinco, seis y siete horas. El record es de siete horas.
-¿Y por qué tiene que ser tan largo?
A mí me gusta que sea así. Sé que a otros no les gusta. He hecho el esfuerzo por reducirlo, pero la tendencia -que la impongo yo al final (ríe)- ha sido la de alargarlo. Anita Rangel se cansó de pasarme papelitos: van veinte minutos, van cuarenta, sesenta... La audiencia se sigue manteniendo muy alta, hemos hecho algunas encuestas.
-¿Algunos comienzan a verlo después?
-Sí, mi hija me dijo una vez: "Pero papá, ¿hasta cuándo? Mira, yo me levanté, me bañé oyéndote, me fui con unas amigas a comprar y ahí estabas en la televisión. Y vinimos en el carro y prendemos el radio y ahí estás; llego a la casa, me doy otro baño y tú todavía papá, ¿hasta cuándo? Cinco horas ahí, ¿no te cansas?" A mí me gusta; yo disfruto mucho. Y además, yo siento que hay correspondencia en la gente.
Una señora mandó una carta donde me dice que por fin consiguió cómo librarse del marido los domingo para oír el programa. ¿Cómo lo hizo? Planchando. Ella inventó dejar toda la ropa para el domingo. Y hace unos bolotes grandes para que el marido no se la lleve a pasear y se pone a planchar desde que se inicia el programa. El televisor ahí en frente y ella oyendo la cosa.
Además, está la radio que penetra mucho. Tú ves hasta los muchachos a veces en la playa oyéndola.
-¿De qué forma estructuran el programa?
-Cambiamos el formato, ya lo tenemos mucho más organizado Se inicia con un video que recoge algún aspecto importante de la vida nacional; los niños, la ecología, o algún evento, tratando de que no sea directamente político, sino más bien cultural, de significación e importancia para todos; muchas veces histórico y a veces relacionado con el día. Luego viene un comentario que hago en relación con el video y doy la entrada al programa. Anteriormente había un presentador que terminó sumándose al golpe, ¡imagínate! Cuando se fue ese presentador se decidió que yo mismo hiciese ese papel, aunque no soy periodista, soy locutor; tengo mi título desde hace quince años.
Hay una parte dedicada a la agenda de la semana, que ahora tiene el nombre de Agenda Nacional. Antes del golpe de abril del 2002, nosotros anunciábamos la agenda de la semana que iba a venir; yo agarraba mi agenda y leía: "El lunes en la mañana voy a estar en tal parte; el martes en la noche no sé dónde..." Pero, por razones de seguridad, tuve que suspender esas informaciones y ni siquiera decimos dónde va a ser el próximo programa. Ahora estoy dando cuenta de la agenda de la semana ya transcurrida.
Hay una sección que se llama .Noticias Positivas., porque ante la avalancha de cosas negativas que los medios publican, tenemos que decir las cosas positivas que ocurren en el país.
-Ví que esa parte la están repitiendo en el Canal 8 (104) por la noche.
-Esa es una estrategia nueva que diseñó Rafael Vargas (105) y el equipo que está en la Secretaría; me sorprendieron gratamente. Me dijeron: "Mire hemos hecho un cassette resumen de una hora del programa para pasarlo en la noche en las horas de mayor audiencia, porque cinco horas en televisión es mucho tiempo".
Yo generalmente preparo el programa, a veces veo los videos; otras no tengo tiempo y entonces llego, me siento y empiezo a desarrollarlo. Al comienzo no tenía un equipo de producción, ahora hay uno y confío en él. Apenas terminamos el programa el equipo empieza a trabajar en el próximo.
Bueno, también tengo que decirte que la situación política del país afecta el programa; la coyuntura hace a veces que cambie lo planificado, he cometido errores o hago comentarios que no estaban previstos.
-Una de las críticas que he oído es que tú has anunciado el despido de gente que se entera de ello a través del programa.
-Ese es uno de los errores más graves que yo he cometido, y además, con un pito... (ríe)
-¿Cómo con un pito...?
-Estaba bastante molesto porque no se destituía a un personal de Pdvsa, un personal que debía ser de confianza y estaba haciendo huelga contra el gobierno. Finalmente los organismos correspondientes me enviaron la lista de los destituidos en la mañana del domingo poco antes del programa. Entonces agarré un pito, fue un abuso de mi parte, más nunca lo voy a hacer, Marta, te lo juro, pero es que yo estaba muy cargado con eso...
-Eso no estaba programado...
-Entonces les digo: "Búsquenme un pito" y digo: "Bueno, señora Marta Harnecker: está destituida". Y toco el pito. Y así con todos los de la lista. Eso cayó como una bomba en las capas medias profesionales. Se sintieron ofendidos como si yo los hubiera atacado a ellos.
-Pero bueno, independiente de errores como ese y otros que sé has cometido en ese programa, la opinión mayoritaria que he recogido es que Aló Presidente es una verdadera escuela de educación popular para el pueblo venezolano, que tú has utilizado esas horas semanales de contacto con el pueblo para informarlo de las políticas del gobierno, para elevar su nivel de conciencia política...
-¿Qué te puedo decir, Marta? ¡Ha sido una experiencia maravillosa!
-Pasando a otro tema, luego del golpe de abril, tú propusiste abrir un proceso de diálogo nacional con todas las fuerzas políticas y sectores sociales y lo único que pediste fue que éstas respetasen la legislación vigente y, por lo tanto, las nuevas reglas del juego propuestas en la nueva Constitución, pero da la impresión que éste espíritu de conciliación ha sido interpretado por los enemigos del proceso como una debilidad del gobierno y que éstos siguen jugando a tu derrocamiento y no a un diálogo constructivo. Esto me recuerda cuando Lenin y los bolcheviques adoptaron una serie de medidas que respetaban el funcionamiento de la propiedad privada y de las empresas privadas y su publicidad, suponiendo que la burguesía rusa aceptarían convivir pacíficamente dentro de la Revolución. Pero, frente a la estrategia benevolente de la Revolución, aquella opuso una estrategia de todo o nada, de guerra civil, y se jugó por destruir el nuevo poder contando con el apoyo de la burguesía de otros países. ¿No crees que es esto lo que puede estar ocurriendo en Venezuela? Parecería que la estrategia es derrocar a Chávez y no construir el país. ¿Qué balance haces del diálogo?, porque la visión que se tiene desde fuera es que no avanzaba nada.
-Yo creo que el diálogo sí ha avanzado y ha dado algunos resultados. Claro, que hay sectores, como tú dices, que se niegan al diálogo.
-Entre ellos Miquilena.
-Y muchos sectores políticos: Acción Democrática, COPEI y otros. Pero fíjate que como su negativa no tiene sustento real porque sería comprensible que alguien se negase al diálogo debido a que sus derechos han sido atropellados, pero como nada de eso ha ocurrido y nosotros hemos dado demostraciones más que evidentes, no sólo en palabra sino en los hechos, de nuestra disposición a dialogar, se hace evidente que no tienen una razón firme para oponerse y que se trata más bien de una especie de obsesión por defender privilegios; de sacar a Chávez para tratar de rehacer el pacto de Punto Fijo u otro similar que favorezca a las élites.
Nadie puede negar que hemos tenido actitudes que uno pudiera llamar de rectificación -vamos a darle ese nombre-: cambio de directiva de Pdvsa, cambio de ministros, anuncio de políticas, mesas de diálogo; el consenso de Anzoátegui (106); la decisión de transferir recursos a las regiones; el respeto a los derechos humanos en el caso del juicio a los golpistas. Por eso yo creo que es fácil desenmascarar esa actitud.
Por otra parte, se han incorporado a ese diálogo múltiples sectores de la vida nacional. Además éste se ha ido regionalizando, y en él han venido participando dirigentes sociales, políticos, incluso algunos gobernadores y dirigentes políticos de la oposición, aún cuando las directivas nacionales de sus partidos se niegan al diálogo. Yo estaba hablando por teléfono recién, cuando tú entrabas, con el gobernador de Apure (107) -Estado que tiene el problema ahora de las inundaciones-. Bueno, allá tenemos ministros, aviones, militares, es algo que afecta al país, no me importa que ese gobernador sea de Acción Democrática y que su partido se esté negando al diálogo. Y el Gobernador me decía: "Mire Presidente, aquí estoy reunido con alcaldes, hay gente de la prensa, les estoy diciendo que estoy sumamente agradecido por el apoyo del gobierno nacional y que estoy dispuesto a trabajar por usted para solucionar todos estos problemas y buscar salida a los problemas del país. Ese es un gobernador de Acción Democrática". Y hay otro, el de Monagas. A ellos se suman alcaldes, dirigentes regionales de COPEI, la iglesia: curas, obispos; presidentes de federaciones regionales de empresarios aun cuando pertenecen a Fedecámaras (108). Ellos se han sumado al diálogo mientras la cúpula de Fedecámaras se niega a participar. En Fedeindustria (109), en Conindustria (110) hay empresarios que ven la realidad y que no quieren dejarse manipular y que los lleven a sumarse a una oposición política sino que quieren asumir sus tareas de empresarios. Han venido hasta aquí banqueros a decir: "Presidente, nosotros queremos trabajar con usted para el problema de las tasas de interés, el crédito, la recuperación económica del país; no queremos que nos manipulen otra vez". Ellos se dieron cuenta que los utilizaron. No creo yo que sean totalmente inocentes, pero sí creo que hubo bastante manipulación allí, que llevó a alguna gente por temor, por presión mediática, a no negarse o a participar de alguna manera en el golpe.
El diálogo fue bombardeado por la prensa desde el primer día. Nada le ha importado a la gran prensa que en esa comisión de diálogo estén figuras como Janet Kelly .una catedrática estadounidense del IESA (111), que vive aquí hace mucho tiempo; una mujer crítica del gobierno, pero a mí me parece que ha sido una crítica no visceral. o adversarios críticos viscerales como José Luis Betancourt, de los ganaderos, que luego se retiró.
Yo sí creo, Marta, que el diálogo ha dado algunos resultados.
Fíjate lo que pasó el 11 de julio, en esa nueva marcha que convocaron. Allí se evidenció una división en el grupo de personas que ha venido encabezando la oposición. El último día -el 10 de julio en la noche- hubo un diálogo entre representantes del gobierno y ese grupo, y desde entonces ya se veía la división. Alguna gente de ellos reconoció que el gobierno tenía razón, que esa marcha no podía llevarse hasta Miraflores rompiendo trocha y mocha, rompiendo barreras policiales, militares, creando otro caos. Y al final aceptaron llegar hasta donde llegaron, a una esquina por allá a varias cuadras del Palacio de Miraflores y se fueron. Otro síntoma de esta división se da cuando un grupo de la oposición visceral decide irse hacia La Carlota, la base aérea de Caracas, luego de terminada la marcha. Algunos dirigentes de esa misma oposición salieron criticando esa acción. Y yo creo que eso no es ajeno a todos estos esfuerzos de diálogo que se han venido haciendo.
-Tú me decías que si se desata una gran fuerza social pero no se encausa, no se canaliza, puede terminar siendo destructiva y a veces hasta autodestructiva, anárquica, como ha ocurrido en muchos países. Por otra parte, has dicho repetidamente que coincides con lo que planteo en mi libro "La izquierda en el Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible" acerca de que la política es el arte de construir fuerza para hacer posible, en el futuro, lo que parece como imposible en lo inmediato, ¿cómo concibes la construcción de esa fuerza?
-Decíamos por allá en el 93 que el pueblo era el combustible de la máquina de la historia y decíamos también que no basta que en un territorio determinado haya 20 ó 40 millones de personas, para que podamos decir, desde el punto de vista sociológico, socio-político o histórico, que ahí hay un pueblo. Para que haya un pueblo se requiere una especie de sentimiento común. Algún historiador hablaba de beber en la fuente común o de tener un proyecto común, un sueño común; tener un hilo invisible que una a la gran mayoría de los ciudadanos de ese territorio.
Ese pueblo venezolano durante mucho tiempo estuvo sin conciencia, estuvo dividido, no tenía un proyecto común; era un pueblo sin esperanza, sin rumbo. Más que un pueblo éramos un conjunto de seres humanos, pero luego, producto de este proceso histórico que se ha dado en nuestro país en las últimas décadas, se ha venido conformando un pueblo. Se trata de un gigante que despertó.
Ahora, ese despertar no era suficiente. Era fundamental que el pueblo se organizara; era fundamental unificar y fortalecer esa fuerza popular inaudita que andaba dispersa por mil caminos para darle un solo camino. Necesitábamos orientar al pueblo para que aumentara su nivel organizativo, ideológico y su capacidad de combate. En ese momento teníamos una dirección nacional conformada en la cárcel, pero no queríamos que se transformara en cupulismo donde nosotros decidiéramos todo, sin importarnos los demás. Buscábamos modelos de organización para convertir la organización popular en una avalancha desde abajo hacia arriba.
-Al salir de la prisión comenzamos a desarrollar algunas tesis organizativas para ayudar a que el movimiento de apoyo masivo pero informe, tomara cuerpo. Pasamos horas discutiendo, comparando modelos organizativos, hicimos talleres, foros.
Un equipo se puso a revisar tesis organizativas, modelos de distinto tipo y nos presentaron varias alternativas. Logramos avanzar bastante aunque inicialmente el MBR 200 era un movimiento perseguido, casi ilegal, declarado subversivo; sus líderes eran vigilados, y muchas veces detenidos. En ese entonces decidimos crear los comités bolivarianos como comités de base. Estos eran pequeños grupos casi clandestinos. Recorríamos el país con esa propuesta organizativa hacia los pueblos, comunidades, barrios, etcétera. La idea de los comités fue retomada luego bajo el nombre de círculos bolivarianos durante el proceso constituyente.
Ese intento de organización no era un partido y había mucha oposición a que se convirtiera en partido.
-Pero, ¿cuál era la estructura de ese movimiento?
-Había coordinadoras regionales y una coordinadora nacional. La situación no permitía elegir en forma democrática a la dirección. Era un movimiento sui generis en una situación muy especial: los años 94-96.
Lo que tratábamos de poner en práctica no eran ideas completamente originales, provenían de diversas experiencias, de la reflexión acerca de errores cometidos por otros. Sabíamos que teníamos que estar atentos a cualquier tendencia al enquistamiento, al desconocimiento de las bases. Queríamos generar un proceso que viniese realmente desde abajo.
-¿Cómo surge la idea de crear el Movimiento V República?
-Aquello de convertir el MBR 200 en el Movimiento V República (MVR) para enfrentar las elecciones de 1998, fue todo un debate intenso y duro, porque el MBR 200 se fue radicalizando y cuando en el año 1996 empezamos a plantear la vía electoral como posibilidad hubo .como te contaba. una reacción muy dura en el movimiento, que no era partido ni tenía estructura partidista, ni había allí inicialmente una intención electoral.
-Fue en una Asamblea Nacional del MBR 200 .realizada en Valencia el 19 de abril de 1997. donde se decide participar en la lucha electoral. La idea es mantener el perfil y el proyecto del MBR 200 pero hacer que este Movimiento se transforme en el motor central de un movimiento político electoral, que luego se llamó Movimiento V República. Nunca pensamos que el MBR 200 debía desaparecer, sino que debía transformarse en la fuerza impulsora del partido electoral.
-¿Cuándo se crea exactamente el MVR?
-El MVR es un partido que nace en una coyuntura táctica bien determinada: las elecciones para la Asamblea Constituyente en 1999 y participa en el resto de los procesos electorales del 2000. Por lo mismo, fue formado al calor de un proceso electoral, no se fogueó en la lucha clandestina. Como nació en medio de una avalancha [de apoyo a Chávez], ahí se montó mucha gente interesada, ambiciosa, camaleones, etcétera. Sabíamos que eso podía suceder; fue parte del riesgo asumido a conciencia.
Pero como éste fue un partido que nació para elecciones, la gente se preparó para eso en primera instancia, es decir, para lo táctico, y quizás olvidamos un poco lo estratégico. Por otro lado, buena parte de nuestros líderes fundamentales asumieron cargos: llegaron a ser gobernadores, alcaldes, diputados, embajadores y fueron absorbidos por las nuevas tareas. Se vieron comprometidos con un sistema que absorbe, que limita; tuvieron que enfrentar los problemas del aparato burocrático.
A mí personalmente también me pasó eso. Desde el 94 hasta el 97 yo era un líder político que dedicaba mi tiempo a organizar al Movimiento, a leer, a estudiar, a orientar la estrategia, la ideología, la doctrina, la táctica, pero cuando salgo electo presidente, ¿de dónde podía sacar tiempo para esas tareas?. Tuve que delegar casi totalmente el trabajo político.partidista, siendo presidente del partido como seguía y sigo siéndolo.
Producto de esta situación, fuimos sintiendo que el MVR se fue burocratizando y alejando de las masas. Había como una modorra, una pesadez, Marta. Empezaron a surgir elementos preocupantes, por ejemplo, la gente se quejaba mucho en las regiones de que no había dirigentes a la altura de las necesidades, de que había muchas divisiones internas, rivalidades.
Yo sentía que el Partido ya no convocaba, que ya no servía para la nueva situación estratégica en la que estábamos entrando: una fase de profundización del proceso. Te estoy hablando del 2001, cuando entramos en la fase habilitante de las leyes transformadoras. Yo estaba consciente de que con eso íbamos a profundizar el proceso y que lógicamente iba a generar reacción y, en efecto, ocurrió. Yo sentía al Partido como cuando tú tienes un vehículo y le aprietas el acelerador y no arranca. A eso hay que agregar las contradicciones internas que fueron surgiendo.
Había un frío mortal en los barrios, en las calles. Frío en los actos en las regiones; muchas quejas de la gente sobre un partido sin contacto con el pueblo. Yo lo sentía, porque -como sabes- yo no me he encerrado nunca en Miraflores (112). Y eso a mí me helaba la sangre.
En ese momento se da en el Partido una discusión teórica: que si es un partido de cuadros o un partido de masas.
Los alcaldes, los gobernadores, no estaban cumpliendo su papel porque todas las quejas me llegaban a mí: que si estoy enfermo, que si no tengo donde vivir. Era un cúmulo de trabajo extraordinario que caía sobre mis hombros. Tenía que valerme de una serie de equipos pequeños para atender problemas que debían haber sido atendidos por los alcaldes y gobernadores. ¿Dónde estaban los cuadros del Partido que debían ayudar a esta gente?.
A pesar de todo esto, no podemos olvidar que el MVR cumplió un papel muy importante en 1999 en el combate constituyente, y en el 2000 en el proceso de relegitimación de todas las autoridades. Condujo 7 campañas electorales y las ganamos todas.
Motivado por esta situación preocupante en la que se encontraba el MVR, el 25 de abril del 2001 anuncié el relanzamiento del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, idea que venía discutiendo con grupos de personas hacía un tiempo.
-Dicen que no consultaste a nadie antes de lanzar esta idea públicamente, ¿es así?
-El anuncio lo hice producto de reflexiones no consultadas ni discutidas en el Partido, estoy de acuerdo. Ahora, yo recuerdo que cuando lo dije se paró todo el mundo a aplaudir allá en la Asamblea y esa gente es del Partido: diputados y otros dirigentes que estaban ahí. Lo central de mi discurso era la necesidad de generar un movimiento de masas. Este anuncio tomó a todo el mundo por sorpresa y, como siempre, la prensa adversaria comenzó a manipular: "Que si Chávez decretó la muerte del Movimiento V República y ahora viene el MBR.200, otra vez la cosa militar violenta". Claro, eso fue asumido con preocupación por algunos. En verdad no era mi intención hacer desaparecer al MVR. Creo que una parte importante de los dirigentes lo entendió y asumió la orientación que yo estaba dando. En aquel momento yo lancé la orientación general, pero luego les dije: "Diseñemos la metodología, la táctica, como hacer para reactivar la organización popular, los círculos bolivarianos".
Yo creo que ese trabajo que se inició desde entonces, con todas las imperfecciones y contradicciones que ha tenido, nos permitió dar una respuesta al paro general convocado por la oposición el 10 de diciembre. Ese día hubo una respuesta popular bastante importante.
Mi discurso terminó siendo un sacudón, incluso creo que obligó al Partido a asumir el trabajo popular que había casi abandonado. Por otra parte, revitalizó las bases populares, y comenzó un proceso entrecruzado.
Meses después del relanzamiento del MBR 200, el 17 de diciembre de ese año, aclaramos (113) que ese hecho no significaba que el Movimiento V República debía desaparecer, sino que, por el contrario había que "repuntarlo" y fortalecerlo para que se convirtiese en uno de los motores fundamentales para impulsar y orientar ese movimiento.
Aclaramos que el MBR 200 no era un partido ni era patrimonio de ningún partido; que era el propio pueblo organizado defendiendo e impulsando la revolución. Y pusimos el ejemplo de las gotas de agua. Yo decía que cada uno de nosotros es como una gota de agua y unido a otras gotas formamos una corriente y muchas corrientes forman un gran río. Un círculo bolivariano puede ser de 7 personas, 10 personas, 15 personas; deben existir en cada esquina, en cada barrio, en las aldeas, en los campos petroleros, en las fábricas, en las bodegas, en los liceos, en las escuelas bolivarianas, en las escuelas técnicas, en las fábricas, en los poblados indígenas. En todas partes debe haber círculos bolivarianos y deben construirse redes sociales de círculos bolivarianos, y varias redes sociales van conformando una corriente de círculos bolivarianos que se va transformando como en un río. Las varias corrientes deben ir conformando las fuerzas bolivarianas. Hay muchas que ya existen, pero hay que fortalecerlas mucho más, como por ejemplo la fuerza bolivariana de los trabajadores. Existen fuerzas bolivarianas de las mujeres, de la juventud, y de los campesinos, y todas ellas unidas, conforman el gran Movimiento Bolivariano Revolucionario 200. Es ese movimiento el que va a garantizar, por encima de todos los riesgos y peligros, la consolidación del proceso revolucionario.
Los núcleos básicos del MBR 200 son los círculos bolivarianos y las fuerzas bolivarianas. Estas organizaciones, como te decía, trascienden y desbordan a los partidos.
Las fuerzas bolivarianas han venido naciendo en el mismo proceso y se han venido agrupando por sectores sociales, como te dije antes. Allí hay militantes de V República, del PCV, del PPT, pero la mayoría es gente sin partido. Porque esa es otra parte de nuestra realidad, nuestro pueblo se fue alejando de los partidos y muchos han tenido dificultades para aceptar al MVR porque lo ven como un partido más. Aún les falta mucho en cuanto a organización se refiere.
Este proceso llevó a muchas dinámicas, hay redes populares por todas partes, hay organizaciones culturales, hay organizaciones ambientalistas, sindicatos, ¡cómo se han organizado sindicatos en los últimos años!, especialmente el año pasado. Bueno, los círculos bolivarianos no son más que una manifestación del poder constituyente en organización, en movimiento.
-¿Qué tareas concretas realizan los círculos bolivarianos?
-Asumen las más diversas tareas: trabajan, por ejemplo, en su comunidad: atendiendo a ancianos, cuidando la ecología, sembrando árboles; en los barrios garantizando la seguridad ciudadana y el orden público, combatiendo la delincuencia...
Y quiero aclararte que los Círculos Bolivarianos no son financiados por el gobierno. Yo les he propuesto que hagan colectas, busquen algunas finanzas entre ellos mismos, hagan cooperativas de producción, de consumo. Que hagan algo, que inventen, porque la fuerza más grande que tiene un pueblo es su propio poder, su inteligencia, su propia fuerza.
-¿Por qué la derecha los ha satanizado tanto?
-Porque han tomado mucha fuerza y lo que más teme la derecha es un pueblo organizado. Por eso realiza una campaña sistemática en contra de ellos; ejerce una especie de terrorismo señalándolos como grupos paramilitares violentos. Pero yo creo que esa campaña satanizadora en lugar de debilitarlos ha venido a potenciarlos.
-Quiero que me aclares una cosa, si el MBR 200 se transforma en V República y este partido es, como has dicho, un partido de aluvión, al que llegaron muchos oportunistas, etcétera; si la mitad o más de sus miembros no están a la altura de las circunstancias; si no son cuadros que están dispuestos a jugarse por ese proceso -al menos esa es la visión que yo he recogido en la mayor parte de los medios donde me he movido aquí en Venezuela-, ¿cómo es que ese partido va a ser el instrumento apto para conducir el proceso revolucionario?
-Yo no condenaría al Partido en forma tan drástica. Yo te diría que si nos ponemos a comparar los cuadros dirigentes de lo que fue el MBR 200 hasta el 97 y los cuadros dirigentes del Movimiento V República hoy, te diría que básicamente son los mismos. Es decir, lo que fue la dirigencia nacional y muchas dirigencias locales y regionales del Movimiento siguen siendo hoy dirigentes de MVR. A Nivel Nacional: William Lara, Iris Varela, Cilia Flores, Pedro Carreño y muchos otros siguen siendo líderes fundamentales, y son de los diputados más duros, de los más firmes. Y los gobernadores: Reyes Reyes, Florencio Porras, Blanco La Cruz, que cuando salió de la prisión se alejó, pero fue de los nuestros al inicio, Hilmer Viloria; el de Trujillo y mi papá, que se metió al Movimiento desde que yo estaba en la prisión. Adán, mi hermano, Freddy Bernal y muchos de los cuadros que trabajan con él; el alcalde de Barquisimeto. Todos ellos fueron fundadores del Movimiento y muchos otros que están en posiciones de gobierno.
Es decir, el núcleo del MBR 200 se mantiene en el seno del Movimiento V República y creo yo que ha sido el impulsor fundamental del partido. Claro que luego llegaron figuras como Miquilena que asumieron bastante poder allí, pero mira como el cuerpo mismo de lo que son los liderazgos originales las fue rechazando hasta que salieron.
Es decir, el MBR 200 como que se nucleó allí para ser el impulso del Movimiento V República. Claro, lo que tú dices es cierto, llegaron aprovechadores, gente sin escrúpulos, sin ideología, sin el concepto revolucionario, pero yo creo que el proceso mismo va decantando, va excluyendo. Yo creo que después del golpe -y esa es una cosa positiva que ha ocurrido- ha surgido un movimiento hacia adentro de reflexión, de rectificación; hay como un impulso social que surge más allá de los partidos.
-Conversando contigo me decías que tú eras un jefe sin estado mayor, creo que la forma en que relanzaste el MBR 200 es una prueba de ello, pero entiendo que has querido conformar ese estado mayor ¿es así o no? ¿Qué intento has hecho en ese sentido en estos tres años? ¿Has logrado trabajar en equipo? ¿Quiénes han conformado esos equipos?
-Te confieso que yo soy un tipo difícil. Si tú trabajaras conmigo directamente a lo mejor pelearíamos, te darías cuenta de que soy difícil para trabajar. Esa es una particularidad que tengo. Y he hecho esfuerzos por mejorar en ese sentido.
-¿Y porqué es difícil trabajar contigo?
-Yo creo que soy sumamente exigente. Muchas veces reclamo muy duro, y esa exigencia va generando distancias -me distancio yo o se distancia la otra parte- y eso no debería ser porque yo tendría que crear condiciones para que la gente rectifique y pueda mejorar el trabajo en equipo. A mí me gusta el trabajo en equipo, no me gusta la soledad .creo que a nadie le gusta. ahora, los que han trabajado conmigo han sentido el impacto de un jefe exigente, a veces implacable en cuanto al trabajo se refiere, sin límites de tiempo, ni de día, ni de hora. Creo que esa es una dificultad. He tenido equipos por supuesto y tengo equipos. A veces, cuando ocurre que algo sale mal, digo que no tengo equipo, pero ¡sí tengo! Te dije a ti que no tenía estado mayor, pero sí tengo y no sólo uno sino varios: el Gabinete, el Consejo de Ministros, el equipo político del Partido; el equipo económico y el Comando Político de la Revolución. Eso no ha funcionado de la forma como debería funcionar por diversas razones algunas yo creo que son estructurales.
-¿Estructurales en qué sentido?
-Por ejemplo, los ministros a veces son absorbidos casi totalmente por su espacio, por su estructura, por sus retos, por la dinámica de cada ministerio, por las fallas de la estructura del Estado y entonces a veces cuesta tener un equipo integrado. Los ministros tienden a aislarse en su propio ámbito. Esa es una de las causas que explican las dificultades que tenemos, además de mis propias fallas.
-¿Tus fallas?
Yo suelo tener una dinámica atropelladora, de agenda muy variable. En una ocasión me decía alguien: "Tú tienes que organizar en forma más científica tu agenda, aplicarle alguna ciencia". Mi agenda tiene una dinámica tan cambiante que dificulta en grado importante que quienes trabajan conmigo puedan llevar una agenda más científica, más programada. A veces lo que está preparado para un día lo desbarato y lo pongo patas arribas. No lo hago por gusto, creo que muchas veces se justifican los cambios de agenda. Pero creo que no siempre quienes trabajan conmigo comprenden esto o yo no se los sé explicar, y eso genera perturbaciones en el trabajo en equipo.
Pero más allá de eso, Marta, yo creo que estamos en una dinámica arrolladora y todo esto genera dificultades propias, rotación de personas. Algunos me critican, lo sé, por los cambios permanentes que hago, pero es que a veces tenemos que avanzar por ensayo y error. Pdvsa, por ejemplo, ha tenido cinco presidentes sin contar el actual, pero eso se ha debido a que no había encontrado a alguien que pudiese asumir con éxito la responsabilidad técnica y política de dirigir una entidad tan importante para el país como esa. Hace algunos meses he nombrado a Alí Rodríguez y tengo la certeza de que he logrado encontrar a la persona que se necesitaba.
He cambiado varias veces a ministros y viceministros. A veces cuesta que una persona logre tener las dos cualidades de las que hablaba Maneiro: eficacia política y calidad revolucionaria, o lo que Matus designa como la tecno-política. Tú a veces tienes a alguien muy bueno como político, pero entonces, a la hora de la dirección técnica o de la gerencia de un área específica, comienzan a mostrar debilidades. He tenido y tengo ministros y ministras maravillosos. He tenido otros, sin embargo, que creí que iban a hacer un buen trabajo y no lo hicieron, sea por individualismo, o porque querían trabajar sólo con el equipo con el que estaban acostumbrados desde hace años, o porque defendían una tesis desde mucho tiempo atrás y consideraban que había llegado el momento de ponerla en acción, pero muchas veces esa tesis particular o grupal, en un área específica, no coincidía mucho con la estrategia general del gobierno, entonces comenzaban a haber choques con otros ministros o directores y hasta con el propio Presidente. He tenido que sacar gente con todo el dolor de mi alma, porque no entienden el proyecto ni el proceso que estamos viviendo; tienen una óptica distinta, más particular o más general. En fin hay una serie de causas que explican esa rotación que yo sé que es perjudicial.
-Hay quienes dicen que tu diriges muy militarmente
-Eso es cierto. Quizá eso pudiera reflejar un deseo firme de llevar adelante algo importante, pero digamos que para las grandes cosas de gobierno no creo que sea así. A mí me gusta mucho delegar. Difícilmente encontrarás un ministro que pueda decir que me tiene encima, más bien a veces se quejan de que yo los dejo muy solos o no les atiendo algunas cosas. Creo que mi estilo es muy diferente al método militar clásico, que se limita a dar órdenes y a pasar por encima de la gente. Yo delego bastante, si tú entrevistas a la gente que trabaja conmigo pudieran ratificarte lo que te estoy diciendo. Me gusta hacerlo en casi todas las áreas, para que sus responsables desarrollen su iniciativa. Creo que a veces he delegado demasiado en personas como Miquilena o en determinados grupos que han adoptado decisiones a veces sin consultarme y cuando me he enterado de las decisiones tomadas, a veces ya no hay marcha atrás para enderezar alguna cosa que a lo mejor no era la más conveniente. El área en la que menos delego es en el área militar.
--Tú has mencionado el Comando Político de la Revolución (114) como uno de tus estados mayores y has explicado .en el momento que lo juramentaste, en enero de este año. (115), que tu idea era que este comando articulase a los responsables de llevar adelante el proceso en las distintas esferas del gobierno: gobernadores, alcaldes, ministros, diputados, etcétera, que por entonces andaba cada uno por su lado. Sostenías que ese mando conjunto era particularmente importante en esta fase política tan complicada que ustedes están viviendo, cuando se busca profundizar el proceso revolucionario y la derecha opone una tenaz resistencia a los cambios. Señalabas la necesidad de planificar las batallas para conducir a las fuerzas populares a la victoria. Estimabas que para lograr ese objetivo era necesario que este comando tuviese claro el momento que se está viviendo, hacia dónde se encamina el proceso, cuáles son las metas y objetivos de la Revolución. Recordabas entonces que el proyecto revolucionario tiene cinco grandes ejes estratégicos: el eje político que se propone construir la democracia bolivariana; el económico que busca construir un modelo económico productivo, humanista, sustentable y diversificado; el social que se plantea cancelar la deuda social y lograr la justicia social: meta esencial y el fin supremo de la Revolución; el territorial que pretende la desconcentración del poder y el equilibrio en el desarrollo territorial; y, por último, el internacional que se orienta a fortalecer nuestra soberanía en el marco de un mundo pluripolar. Decías que esos 5 grandes ejes del proyecto nacional de la Revolución fueron aprobados por la Asamblea Nacional este año y que de lo que se trataba entonces era de llevarlo a la práctica. Para cumplir estas tareas con eficacia política insistías en que era necesario abandonar los intereses individuales, partidistas, los sentimientos mezquinos, de rivalidad entre partidos, entre grupos. Decías que había que tomar con firmeza el timón de la nave revolucionaria entre todos para llevarla hacia su consolidación.
Con todo este proyecto político, ¿dónde queda tu antipartidismo?
-Yo he criticado actitudes de determinados partidos políticos, pero esto no significa que condene a los partidos políticos, no. Por el contrario, sí quisiera que hubiese un partido que esté a la altura del proceso.
-¿Cómo te imaginas a ese partido?
-Pienso que debe ser un partido apropiado al proceso revolucionario por el que luchamos y a la realidad en que éste esta inserto.
Así como una organización militar debe ser suficientemente flexible para acoplarse a una realidad cambiante .tú no puedes tener una unidad blindada que sea rígida, que no sea capaz de cambiar, de adecuarse a diferentes situaciones de combate sea en la selva o en el desierto; en invierno o en verano; que no pueda acoplarse a la realidad que se te impone. un partido político debe ser capaz de acoplarse a la realidad. Hoy, por ejemplo, el partido, sea cual sea, hablemos del MVR, del PPT, del MAS MAS 116, del PCV, cualquiera de ellos, si se abre un momento electoral debe ser capaz de volcarse a ganar las elecciones, ese es el elemento definitorio en ese momento. Pero pasado el evento electoral el partido debe dedicarse a otras cosas.
Supongamos que producto de la batalla electoral se ocuparon algunos espacios: una alcaldía, una gobernación, una junta parroquial. Pienso que el partido debe transformar esos espacios en una base de operaciones, en un instrumento para comenzar a aplicar allí algunos elementos de su ideología, de sus tesis programáticas. Debería comenzar a transformar el concepto y la praxis del gobierno. Poner en práctica una forma de gobernar diferente: hacia la gente, para la gente y con la gente. Debe promover la participación popular. Dependiendo del espacio que sea, del nivel que sea, de la fuerza con la que se llegó a ese espacio, esa aplicación será más superficial o más profunda. Desde ese punto de vista nosotros, a nivel de la presidencia, estamos aplicando muchos criterios que proceden de nuestras concepciones ideológicas. Las gobernaciones, las alcaldías deben hacer lo mismo.
Ahora, hay otros espacios donde la situación es distinta, en el sentido en que no se logró conquistar una posición de poder. Ahí el partido debe ser capaz de acoplarse a las particularidades de esa realidad. En un municipio donde no gobierne, el partido debe meterse a fondo en la organización popular, debe impulsar aún más los movimientos populares, la conciencia popular, la ideología que lo sustenta, la visión estratégica. Esto no quiere decir que en los espacios conquistados no deba también hacerlo, pero en los primeros es aún más importante.
Un partido debe tener claro su mapa estratégico y debe navegarlo. Organización del movimiento popular debe ser consigna de todos los días, sobre todo si es un partido revolucionario. Y debe utilizar para ello todos los mecanismos de que disponga, esté en el gobierno o no. Yo recuerdo que leíamos en prisión algunos conceptos gramscianos. Decía Gramsci que un partido que aspire a dirigir la sociedad debe ser dirigente antes de llegar al poder, entendiendo por poder lo que clásicamente se ha entendido por tal.
No contamos con un partido o unos partidos como ese, pero tampoco creo, Marta, que podamos decir que no tenemos nada de eso, porque si no tuviéramos nada, esta realidad no sería como lo es hoy. Yo creo que hay dirigentes políticos nuestros a nivel local y nacional .y no sólo del MVR. que están haciendo muy buen trabajo.
Hemos empezado a transitar de unos partidos actuando en un marco electoral a unos partidos trabajando por una Revolución, por una organización popular con una ideología clara, ayudando al impulso de las masas a través de cuadros bien formados. Creo que hay que afinar mucho más, trabajar mucho más en eso, pero no creo que estemos en cero, algo hemos avanzado en ese sentido.
Quizás la solución para construir el instrumento político que necesitamos, sea crear una instancia que vaya más allá de los partidos y que proponga un movimiento unitario, un bloque popular bolivariano. Creo que es parte de lo que estamos buscando.
-Tú insistes en que los cuadros del partido en el gobierno deberían tener como una de sus tareas fundamentales promover la participación popular, pero la gente se queja de que muchos de esos cuadros lo que menos hacen es eso.
-Hay que funcionar con los que estén. Ya vendrá la dinámica social que solucionará eso y la dinámica política también. Yo creo que la participación de la gente pudiera aportar soluciones a estos problemas: que si éste no trabaja, que si el otro no vino... En la medida en que la mayoría de la comunidad esté participando, esos líderes o dirigentes se verán obligados a cambiar o serán rechazados. Yo creo en eso.
En la Constitución se habla de las asambleas comunales, cuyas decisiones tendrán carácter vinculante en los términos señalados por la Ley de Participación. Es cierto que la ley aún no ha sido aprobada, pero ya el año pasado, en un municipio creo que del Estado de Trujillo, la gente hizo una asamblea y decidieron destituir al alcalde y fueron a la alcaldía con sus firmas. Aunque aquello que hicieron según la ley no era admisible, te lo cuento porque refleja todo lo que este proceso constituyente ha generado en la gente en cuanto a espíritu de participación se refiere. Aquí hay un espíritu de participación suelto, liberado por todas partes. La gente ya no anda detenida, amarrada. Ahora, ese espíritu ha tomado cuerpo y creo que la mayor parte de las veces no está tomando cuerpo en el marco exacto de lo que dice la Constitución sino que hay muchos mecanismos espontáneos. Aquí en Caracas, por ejemplo, hay unas mesas de agua 117, eso existía antes, pero ahora se han reactivado.
Ahora, yo no creo que todos los alcaldes sean indiferentes frente a la participación. Yo he visto que se le da un impulso a la participación en algunas alcaldías, por ejemplo, aquí en Caracas con Freddy Bernal. El tiene la idea y ha lanzado algunas políticas importantes de participación a nivel de barrios, de programas, de proyectos. Ha tenido algunas experiencias de brigadas juveniles, infantiles; está impulsando con gran fuerza los comités de tierras urbanas. Y, por allá en Sucre, en Barquisimeto, y no sé en cuántos otros lugares ocurre lo mismo.
Aquí en Caracas hay dos proyectos en marcha que podríamos tomarlos como proyectos pilotos de participación .son los que yo he visto, pero hay muchos otros.: el de Las Malvinas y el Winche. Yo te comenté el de Las Malvinas, donde estuvimos con el alcalde Freddy Bernal .lástima que tú no fuiste.. Allí hicimos una reunión primero con los líderes naturales de esa zona exponiendo problemas, entregando propuestas, proyectos, quejas, logros. Se les veía con mucha mística. Luego fuimos a ver uno de los trabajos que está haciendo la comunidad con recursos manejados por ellos mismos a través de cooperativas, de juntas de vecinos, con el apoyo del Plan Bolívar. Allí están rehabilitando el barrio, construyendo áreas comunes, practicando deportes, tienen una estación de radio comunitaria, han solicitado permiso para otra. Se da una actividad interesante de motivación y participación popular, aunque todavía muy incipiente, porque le falta mucho de método, de seguimiento, pero hay un impulso que no se queda en pura teoría, que tiene un impacto real que está comenzando a concretarse.
El otro ejemplo fue en el Winche, en el otro extrema de la ciudad, en el Municipio de Sucre. Ahí está como alcalde José Vicente Rangel. Esa es una de las zonas más deprimidas, allá en Petare. Ahí hicimos recientemente el programa "Aló Presidente" Y participó en el programa una dama, la presidenta del Consejo de Desarrollo de la Comunidad que existe en dicho lugar. Y yo le pregunté: "¿Tú eres la jefa?" Y ella me dio una respuesta extraordinaria: "No, yo no soy la jefa. Aquí no hay ninguna jefa, Presidente. Aquí tenemos una organización horizontal". "¡Ah, muy bien! -le digo-; ¡mira cómo me has dejado frío! Explícame un poco". "Bueno aquí no hay jefes, hay una coordinadora, este es un Consejo de Desarrollo que existe hace un año" Aquí nunca venía un alcalde ni nada y una vez llegó una gente con una franela de la Alcaldía de Sucre y nos repartieron unos folletos y un tríptico invitándonos a una reunión, hicimos una asamblea y ahí nos dijeron que fuéramos reuniéndonos para hacer el Consejo de Desarrollo, que eran instrucciones del alcalde, que éste vendría pronto.
En la reunión que se hizo para formar este consejo participaron unas 700 personas, una cantidad importante para ese barrio, y fueron ellas las que nombraron su directiva. Ellos están organizados respecto a las viviendas que se están construyendo; opinan sobre su diseño. También fueron ellos los que buscaron la solución para algo gravísimo como es el problema del agua. Allí no tienen agua, un camión sube cada 20 días para darle un chorrito de agua a cada familia, que la guarda en un pipote. A ellos se les ocurrió que podía hacerse llegar a ese lugar el agua de una represa cercana. Su iniciativa fue tomada en consideración: el alcalde junto con el Plan Bolívar, el Plan Caracas y el Ministerio de Medio Ambiente, hicieron un estudio y comprobaron que sí era factible resolver el problema del agua allí. Se podía sacar agua de ese embalse para llevarla a ese barrio. La alcaldía ya cuenta con recursos y dentro de un año se podrá terminar esa obra y ese barrio tendrá agua.
Y también tendrá escuela, cancha deportiva. Están pensando en cómo procesar la yuca, etcétera. Es decir, tú ves allí un planteamiento constitucional puesto en práctica; la participación, hecha realidad.
Hay otros proyectos en la Parroquia 23 de enero, en Catia. Son proyectos que están como sembrándose.
Tenemos que acercarnos cada día más a las organizaciones populares, oír cada día más sus críticas, sus aportes, sus ideas, porque quién mejor que ellas para controlar la acción del gobierno en todos los niveles y por todas partes. A mí pueden engañarme, yo tengo sólo dos ojos, pero en la medida en que todos los venezolanos conscientes nos convirtamos en contralores, vigilantes, tanto de las obras más pequeñas que se están haciendo en el municipio como de las actividades que desarrolla el gobierno municipal. Que observen sus fallas, dónde están los infiltrados en el gobierno municipal, en el gobierno estadal, en el gobierno nacional, dónde están los quinta columna. Hay que estar muy vigilantes porque hay una extraordinaria capacidad de camaleonismo. Esa es una de las grandísimas dificultades cuando las revoluciones se quieren hacer pacíficamente.
He pedido a las organizaciones populares que me hagan llegar informaciones, sobre todo recomendaciones juiciosas y sanas para ir tomando decisiones de manera progresiva, de manera puntual y eficiente para ir solventando los problemas.
Hay que pasar de lo que dice la Constitución a los proyectos concretos en cada área, y nada mejor que la participación de la comunidad organizada para aportar ideas en educación, salud, trabajo y tantas otras cosas.
Ahora yo estoy consciente, Marta, de que el liderazgo nuestro debe contribuir mucho más y tener más claridad para darle concreción y formas permanentes a la participación popular.
-A propósito del liderazgo que promueve la participación popular, a ti se te suelen acusar de populista, de caudillo, cuando lo que tú buscas es organizar al pueblo, darle protagonismo a la gente, impulsar el surgimiento de liderazgos locales, entender que una de las fallas más importantes del proceso ha sido no haber podido conformar un comando estratégico único de la Revolución, aunque ya se ha avanzado algo en ese terreno.
Por otro lado, sé que no puedes cerrar los ojos ante el hecho de que para este pueblo tú eres un mito o leyenda, pero también sé que has manifestado que de lo que se trata es de transformar este mito en un movimiento y no al revés. No se trata de sustituir el movimiento por un caudillo o un Mesías, sino de transformar "una masa que era inmóvil, amorfa, en una masa en movimiento." Sin embargo, ¿no crees que hay un estilo tuyo que propicia este mito, como, por ejemplo, el programa "Aló presidente" al que te has referido anteriormente; donde quien contacta a la persona de Chávez resuelve sus problemas? Por otra parte, yo sé que tú tienes una gran sensibilidad social. Cuando te acompañé al programa "Aló Presidente"y al acto de entrega de la escuelita y el centro médico en Puerto Cruz, vi cómo tratabas a la gente, cómo te interesabas por sus problemas. Pasaste varias horas en eso. Cuando te veía pensaba qué pasaría si dedicaras todo ese tiempo o al menos parte de él a promover discusiones con las comunidades organizadas y a estimular que la gente discuta sus problemas y busque soluciones; pasar del vecino que mendiga, al vecino que decide, como se dice en uno de nuestros documentales. Yo recuerdo que en alguno de los gobiernos locales que yo estudié se recibía a la gente para que expusiera sus demandas pero siempre que lo hiciese de manera organizada de tal forma que la solución se revirtiera en una acción comunitaria.
-Voy a defenderme, vamos a tomar ese caso de hoy (118). No creo que mi actitud allí haya sido contradictoria con la idea estratégica de construir una fuerza organizada, de lograr la participación. Ahora, sí creo que esa acción debe ser inyectada de una manera más afinada, con mayor metodología y, ahí precisamente es donde nos interesa mucho esas experiencias en las que tú has trabajado y a mí, en lo personal, me interesa mejorar métodos o activar otros métodos complementarios a éste. Te repito, esto no choca con la idea de la participación, es una manera de tratar de llevarla a la práctica. Voy a recordar algunos de los casos de hoy. Bajamos del helicóptero, tú a lo mejor notaste que ahí estaban esperando unos vehículos para llevarnos al lugar del acto y yo decidí ir a pie. Veía a la gente que estaba allí esperando mi llegada deseosa de que la saludara y no pude retener el impulso de hablar con ellos. Entonces una visita programada para dos horas como era la de hoy, termina siendo de todo el día.
Pero sí, hace falta mejorar el método. Recuerdo que, cuando vino Fidel y vio que el pueblo se acercaba y me pasaba papelitos, me pedía cosas, le dijo a la gente "Chávez no puede ser alcalde de toda Venezuela, lo van a matar ustedes".
Déjame decirte, Marta, que aquí han venido periodistas del mundo y algunos me han acompañado como tú lo estás haciendo, lo que pasa es que ahorita tú estas llegando en un momento en dónde yo estoy actuando casi como guerrillero social. Yo aparezco ahí a veces sin avisar, incluso esta mañana no sabían si yo iba o no iba a llegar (119).
Primero nos desbordaba aquello, nos volvíamos locos con tantas demandas. Ahora hemos pasado a otra etapa, hemos venido desarrollando un método. Ahí anda un muchacho que carga la computadora y procesa las demandas y hay una oficina en el Palacio donde trabajan 40 personas: abogados, sociólogos, gente sobre todo jóvenes, que van reagrupando las demandas y van seleccionando casos de viviendas, casos de agricultura, de empleo, casos de salud. Entonces, una parte de esos problemas se van transformado en procedimientos de organización popular y yo insisto mucho en eso, tú lo viste esta mañana, cuando la señora aquella que tiene la casa en la quebrada, la gorda que limpia el hospitalito ese, me plantea su problema, que no es de ella nada más, entonces yo propuse que mañana o pasado mañana fuese una Comisión de la vivienda, de agricultura, para que estudiara el problema que es común a toda esa gente, porque estoy seguro que la mayoría tiene problemas parecidos. Entonces de ahí surgen proyectos como el .Proyecto Avispa., del que te hablé antes.
Hay un capitán de Fragata que es jefe del Proyecto Bolívar en la zona Litoral y con él hablé un ratico. Ellos se meten en la comunidad y lo ideal es que oigan a la comunidad, que averigüen qué es lo que ellos necesitan antes de elaborar el proyecto. El hospitalito que vimos bien bonito es ejemplo de ello. Como la zona es calurosa tiene una altura adecuada y un patio al centro para que haya ventilación; la escuela igual. Ya no es como antes en que se aplicaba el mismo modelito para las zonas frías y las zonas calientes. Ahora se está tomando en cuenta las particularidades de cada región. Yo no puedo garantizarte que la construcción de esa obra haya estado impregnada en un porcentaje importante de participación comunitaria, pero por algunas cosas que vi, y por lo que me dijo el gobernador creo que sí la hubo.
Ha sido un machacar y machacar mío en el sentido en que hay que motivar que la gente exprese sus ideas, que el proyecto debe elaborarse de acuerdo a lo que ellos quieran y no que seamos nosotros los que diseñemos en frío un proyecto, sobre un mapa, sobre un gráfico y vayamos allá a hacer eso. ¡No!, ¡no!, vamos a allá primero a hablar con la gente.
Tu viste que allí estaban plantando en los cerros. No es que esa tierra sea tan buena para la agricultura, pero ellos dicen que es buena y eso quiere decir que es buena para ellos, entonces no se puede desechar; no podemos decretar desde arriba que ahí no haya agricultura. Debe venir un técnico a preguntarles qué han producido, pero también se debe hacer un estudio científico del suelo, para saber para qué es bueno ese suelo, si para arroz, caraota 120, patilla (121). Entonces, en base a eso, se les da un micro crédito. A veces no se les da el dinero, porque la gente tiene tanta necesidad que lo gastaría en otras cosas, sino se les entregan algunos instrumentos de trabajo como la escardilla (122), el barretón (123) un hacha, unos machetes para limpiar el conuco (124), y se les ofrece un perito agropecuario que les va a dar un curso para orientarlos hacia el cooperativismo. La Constitución habla de que el régimen socioeconómico de Venezuela debe tener un fuerte contenido cooperativista y asociativo y eso le da una carga que rompe con el individualismo y el neoliberalismo, lo que le da un fuerte contenido socialista al proyecto. En esa dirección nosotros tenemos que jugarnos el todo por el todo. Cooperativizar es socializar la economía, darle un contenido social. Yo estoy seguro que en Puerto Cruz, van a surgir las cooperativas agrícolas.
Hoy me pedía un señor en una carta un "rústico" (125), porque no puede sacar al pueblo su producción agrícola y la pierde. ¿Qué le dije yo a los responsables? Miren, no podemos darle un rústico a ese señor, pero sí podemos dárselo a una cooperativa agrícola. Hay que procurar que se organice con otros en una cooperativa, y cuando la registren les vamos a dar el rústico, no a él como individuo sino a la cooperativa. Y a lo mejor se le da, además, un micro crédito para que puedan comercializar su producción.
De este método tu has visto sólo una parte, la primera, el arranque, cuando se captan las angustias. Y hay angustias que son individuales como la del que tiene cáncer en la vejiga y necesita una operación, o el niño que tiene las piernas dobladas y no puede caminar, esos son casos particularizados muy dolorosos. Pero en cuanto a lo económico, tratamos de darle siempre un contenido social a las respuestas y esa es una orientación estratégica. Esa escuela, que se inauguró hoy por ejemplo, debe ser no sólo la escuela para que los niños vayan a estudiar matemáticas o computación, debe ser un centro de acción comunitaria donde se vaya a hacer cultura. Las computadoras no deben ser usadas sólo por los alumnos de esa escuela sino que deben servir también a los muchachos de ese pueblo. Es una Revolución que esos muchachitos, en ese pequeño pueblo, tengan una computadora. Ya están escribiendo cositas, ya están aprendiendo algo. Ese hospitalito debe ser también un centro de acción comunitaria.
Ahora, en tu pregunta tú te referías al mito Chávez y eso existe, aunque yo nunca lo propicié. Arias Cárdenas era uno de los que me acusaba de que yo fomentaba el mito y yo le decía que yo no tenía la culpa del mito que se formó a partir de mi aparición en la televisión treinta segundos cuando dije "por ahora"126, y otra serie de elementos que podrían explicar ese fenómeno.
Cuando salí de la cárcel unas de las cosas que pensé es que si ese mito existía, yo iba a destruirlo. Y desde la Presidencia he estado desmitificando todo eso. No ha sido nada fácil. Durante los primeros días, meses de mi gobierno, la gente era una avalancha de emoción y de pasión. Varias veces ocurrió que llegaba yo a sentarme en una tarima o debajo de un toldito por ahí, no sé donde, o en la calle, y la gente en avalancha tumbaba sillas, soldados todo lo que le impedía llegar hasta mí. Muchos lo que querían era tocarme, entregarme un papelito o decirme algo. Y todavía eso ocurre en algunas partes. Como te imaginarás esas avalanchas de gente impiden o dificultan mucho hacer una asamblea más o menos ordenada. Sin embargo, yo estoy de acuerdo contigo en que ese elemento hace falta al menos en mis actividades más restringidas, en las reuniones de trabajo.
Yo no creo de verdad que este accionar esté produciendo un pueblo de mendigos. No lo siento así porque nuestra actitud no es la de aquellos gobernantes que llegaban a un pueblo con una bolsa de billetes, repartían dinero o andaban con una bolsa de comida -eso sí era populismo-. Yo soy enemigo de eso. Nosotros estamos recogiendo necesidades, procesándolas. Y ese procesamiento de la información nos permitirá tener una base de datos de todas las personas a las que se ha dotado de viviendas, de tierra, de micro créditos, para poder evaluar tres años después todo lo que hemos hecho, y qué grado de organización social viene quedando como resultado de nuestra acción.
El Banco de la Mujer, por ejemplo, lo dirige una revolucionaria muy buena, extraordinaria mujer, se llama Nora Castañeda. Yo recuerdo que cuando la juramenté le dije: "Nora, te voy a asignar un dinero de la Presidencia para que comiences". Me dijo: "No, no hace falta dinero ahorita, vamos a empezar a hacer cursos y talleres". En ese banco no se le da crédito a ninguna mujer que no haya pasado por una instrucción y, sobre todo, por un trabajo social y comunitario.
Estoy presionando para que también hagamos la Revolución en la vivienda, es decir, para que le demos mayor carga social al trabajo de vivienda. Vamos a llegar a los sitios más pobres y de clase media más necesitada a organizar las llamadas OCV (Organizaciones Comunitarias de Viviendas). Hay que tratar de avanzar mucho más en los proyectos comunitarios. Ahora voy a crear, el Ministerio de la Vivienda para separarlo del Ministerio de Infraestructura, que es un ministerio gigantesco que se encarga del transporte acuático, aéreo y transporte terrestre, viviendas, barrios, etcétera.
En Caracas hay un barrio que se llama las Malvinas .un barrio arriba en un cerro en el valle de Caracas. del que me han hablado maravillas. Es un proyecto que están llevando adelante el general García Carneiro (127) con Nelson Merentes, ex ministro de Ciencia y Tecnología, que también se preocupa mucho del aspecto social. Allí la comunidad se ha organizado para arreglar sus calles, arreglar sus casas, incluso he estado insistiendo en que busquen espacios para hacer conucos para que ellos produzcan por lo menos lo que se coman, que críen pollos, que hagan un pequeño galpón (128) y se les dan unos cien pollitos, que siembren tomates...
Es decir, yo creo que estamos orientados en esa dirección, muchas personas no le siguen la pista a todo el proceso que se genera a partir de mi contacto directo con el pueblo, que, como has visto, no se queda sólo en recibir los papelitos.
-Ahora que estamos realizando la entrevista en el mismo lugar en que estuviste retenido durante el golpe del 11 de abril, ¿podrías contarme tus recuerdos más importantes de aquellas horas amargas?
-Inicialmente nosotros habíamos pensado que teníamos varias alternativas, incluso movernos a Maracay, pero los tanques que yo había mandado a buscar temprano, que eran precisamente el poder de fuego, la movilidad, el poder de choque, con que suponíamos contar se los habían llevado al Fuerte Tiuna por presiones de los generales golpistas, así que nos quedamos sin movilidad y con ello la opción Maracay se nos hizo muy difícil. Después de un análisis de la situación y de discutir con algunos compañeros, decidí finalmente aceptar el llamado que me hacían de entregarme preso.
Abracé a Giordani y a Navarro en mi despacho despidiéndonos y les dije: .No fue posible la ventana táctica., ellos no me respondieron nada. Pensé que iba a morir. Me cruzó por la mente esa idea nefasta por minutos, por momentos. Me despedí de todos los que en ese momento me acompañaban en el Palacio.
Me fui al Fuerte Tiuna con los generales Rosendo,129 Hurtado130 y otro oficial de mi escolta personal (131). No iba preso. Sólo cuando llegué allí y entré al edificio del Comando General del Ejército fue cuando pasé a ser prisionero de los golpistas.
Cuando estoy en el Fuerte Tiuna, y veo por un televisor que un oficial me había prestado que anuncian mi renuncia, me doy cuenta de la gran mentira. En ese momento pienso: "Ahora me van a matar, la única forma en que Chávez no puede decir que él no renunció, es siendo cadáver". En ese momento, a escondidas, un oficial me presta un teléfono y llamo a mi esposa y le digo: "Mira, muévete porque me van a matar". Trato de llamar a mis hijas y consigo a una de ellas, a María, y le digo: "María, muévete y habla porque me van a matar".
-Yo también pensé que te iban a matar. Y todavía no entiendo cómo no lo hicieron.
-La orden de matarme la dieron, lo que pasa es que los generales que estaban alzados no tenían un verdadero liderazgo y algunos generales, pero sobre todo los militares jóvenes que me custodiaban, neutralizaron esa orden.
Incluso hay un mesonero .de estos muchachos que sirven café. que oyó cuando estaban hablando unos militares, entre ellos el almirante Molina y parece ser que estaban presionando a Carmona acerca de mi eliminación física. Este jovencito mesonero dice que él oyó clarito porque tenía el oído parado cuando estaba saliendo, que Carmona dijo: "Bueno está bien, aplíquenle entonces la ley de fuga". Y, en verdad, esa noche que me sacaron en helicóptero a Turiamo, -un sitio inhóspito-, por las circunstancias que rodeaban el momento, la hora y la tensión que yo sentía en el ambiente, yo me dije: "Llegó el momento" y empecé a rezar el Padre Nuestro con este crucifijo mío. Estaba dispuesto a morir de pie, con dignidad. Me decía a mí mismo: "e llegó la hora, pero vas a morir por ser fiel a tu pueblo".
Ese personal subalterno que me rodeó en los diferentes lugares donde estuve, desde los soldados de tropa hasta los oficiales se desvivían por limpiar el cuartico, el baño que era muy modesto, querían ponerle cosas. Había una cama muy chiquita y buscaron otra; una silla. ¿Qué quiere, un refresco, un café? Andaban desviviéndose, pues.
Cuando me permitieron luego ir a trotar un rato, me llevaron una franela, andaba descalzo y buscaron unas chanclas, estaban pendientes de qué cosa podía faltarme.
También está el caso de dos mujeres fiscales militares. Resulta que las muchachas inicialmente entraron solas a mi habitación, pero no tenían ni un minuto de haber llegado cuando las mandan a salir y a los pocos minutos entran de nuevo, pero con un coronel de los golpistas que estaba allí, abogado, y se sentaron. Entonces, deduje que las mandaron a sacar porque no estaba este coronel y él quería estar presente.
Hablamos unos minutos, me preguntaron cómo me sentía. Lo primero que les dije es que quería que ellas supieran que yo no había renunciado y que no pensaba hacerlo, y que denunciaba la mentira que a través de los medios de comunicación se estaba transmitiendo.
Ellas escribieron de puño y letra en una hojita sólo algunas cosas de la salud, qué sé yo, y firmé allí. Cuando leí y me di cuenta que no habían anotado el detalle de que yo no había renunciado, supe que estaban bajo presión pero no quise ponerme impertinente con ellas. No iba yo a presionarlas además, así es que sólo les dije: "Bueno, muchas gracias".
Hicieron con la mirada un gesto de complicidad y salieron. ¿Y sabes lo que hicieron?, después que firman y que el coronel les revisa la hoja y se van, una de ellas colocó en letra chiquitica, debajo de la firma, una nota: "Manifestó que no ha renunciado". Luego hicieron llegar una copia en fax a la Fiscalía General de la República y por eso es que Isaías Rodríguez, el Fiscal, en esa entrevista que salió en la tarde, dijo: "Nos ha llegado información de la Fiscalía Militar, de que el Presidente no ha renunciado".
Está la ayuda del soldado que me da una piedra para que yo la frote y que le pida al Espíritu Santo. Este es un patriota a su manera. Y el teniente que llegó allá a Turiamo y me dijo: "Tranquilo, usted es nuestro Presidente, no se preocupe que en lo que llegue la noche vamos a detener aquí a los oficiales superiores y nos vamos de aquí". También el otro muchacho que llegó de repente a donde me tenían recluido y me dijo que él era llanero y le hice el papelito y se lo metí en la basura y salió y se lo llevó a la esposa y le sacó no sé cuántas copias difundiendo que yo no había renunciado.
Todas esas fueron ayudas, una gotita tras otra. Nunca olvidaré a esos muchachos y esos días.
[Mira el reloj: son las 2 y algo de la madrugada]
El estar aquí en Orchila me hace recordar hoy dos cosas: una grata y otra ingrata. La grata es que estuve aquí en semana santa bañándome con mi niña Rosa Inés, con María Isabel132 y el niño Raúl. Me escapé y lo pasamos muy bonito. La ingrata es la de aquella noche en que me trajeron preso.
Ya entrando la noche, comencé a darme cuenta que algo estaba pasando en el país, algo a favor de la Revolución. Lo notaba en la actitud de los militares que me custodiaban. Habían venido cambiando, comencé a sentirlos más solícitos. Llegó allí un almirante en un helicóptero y cuando entra al cuartito donde yo estaba -descalzo con un short y una franelita comiendo un pescado luego de haber trotado un rato con los sargentos que estaban en actividad- se para firme y me dice: "Presidente, vengo con una comisión especial". Ese fue otro signo, ninguno desde que me tomaron preso me decía Presidente. Luego llegó una comisión enviada por los golpistas: un general de Justicia Militar, un coronel de los golpistas y el Arzobispo. Yo estaba en aquel cuartito y ya estaba procesando escenarios, pensando qué vendrían a proponerme esas personas. Lo que quería era ganar sobre todo tiempo para tratar de tener información de lo que estaba ocurriendo en el país. Había aceptado venir a La Orchila porque como esto lo conozco sabía que, a pesar de ser una isla, aquí yo tenía más oportunidades de tener información. Hasta llegué a evaluar que si la situación no cambiaba y ellos venían a proponerme la salida del país, tal vez debería aceptar, sin renunciar al gobierno, con la idea de que desde fuera, desde algún país amigo, pudiera enterarme de qué estaba pasando en Venezuela y actuar a nivel internacional y empezar una acción. Yo quise primero hablar con el Arzobispo y le dije que me lo hicieran pasar hasta allá, y hablé con él algunas cosas, sobre todo le pregunté cómo era posible que la Iglesia Católica hubiese aceptado ese golpe contraviniendo el mandato de Cristo. Hablamos ahí un ratito. Luego salimos a la reunión. Ellos venían a traerme el decreto de renuncia para firmarlo y me dicen que hay un avión listo para sacarme del país una vez que yo la firme. Dos noches atrás ellos habían dicho que no importaba si no firmaba, que era igual de todos modos. Cuando veo esto yo dije: "Estos están en problema, esta pasando algo muy serio para que vengan aquí a poner un avión a mi disposición".
Les dije que yo no podía firmar eso así, que recordaran que yo había estado dispuesto a firmar con una serie de condiciones y les repetí las condiciones que había planteado en Palacio. Yo sabía que ellos no iban a cumplirlas. Les dije primero lo de la seguridad física de todos los hombres, las mujeres, el pueblo, el gobierno: "Ustedes violaron eso, han atropellado, han detenido, quién sabe qué estará pasando allá, pero por lo poco que yo vi mientras estuve en el Fuerte Tiuna, vi que metieron preso a Tarek (133), al otro diputado, a los ministros los sacaron de sus casas casi arrastrados".
"Segundo: Que se respete la Constitución, es decir, si yo renuncio tiene que ser ante la Asamblea Nacional y el Vicepresidente asume la Presidencia de la República, hasta que se llame a nuevas elecciones. Y ustedes patearon la Constitución, disolvieron la Asamblea Nacional, el Tribunal de Justicia, etcétera, así es que de qué vamos a estar hablando".
-¿Y tú sabías eso?
Yo lo sabía porque en el Fuerte Tiuna, como te dije, un oficial me prestó un televisor, así que todo ese día, hasta las seis de la tarde, vi televisión. Luego, cuando me sacaron de ese a otro sitio en la noche, no supe más nada. Yo había visto que habían tomado presos al Ministro del Interior, al gobernador del Táchira; vi la auto juramentación de Carmona y todo el Decreto ese. (134)
La tercera condición era hablarle en vivo al país. "¡Cómo creen ustedes que yo voy a irme así!, sin decirle nada al país".
Y cuarto: que me acompañaran todos los funcionarios de mi Gobierno; estos muchachos que me custodiaron años. Tampoco iban a aceptar eso porque ese era un grupo de choque que yo iba a tener a mano.
Y el obispo diciendo: "Bueno Chávez, tienes que pensar en el país, tú sabes, con ese discurso..." "Bueno, yo estoy pensando en el país". Empezamos a discutir y yo ganando tiempo. Veía a los sargentos que estaban por allí con sus fusiles y lanza cohetes conversando entre ellos y mirándome de reojo; había como un nerviosismo. Y allá afuera el almirante que me trajo hasta acá, haciendo llamadas, entrando y saliendo. Presentía que algo estaba pasando, más allá de esto de la renuncia.
Así que mi consigna era ganar tiempo y hablar y discutir. Entonces es cuando yo les planteo el segundo escenario, les digo: "Miren yo no voy a firmar la renuncia, no insista Monseñor. Ustedes violentaron todo esto -y les mostraba la Constitución-. ¿La falta absoluta de Presidente es lo que ustedes quieren?. Esa falta absoluta sólo es la muerte. ¿Eso es lo que quieren? La renuncia depende de mí, la muerte depende de ustedes. ¿O quieren que una junta médica me declare incapacitado mental y que esa declaratoria sea aceptada por el Tribunal Supremo de Justicia y avalada por la Asamblea Nacional? Hoy no tenemos Tribunal de Justicia ni Asamblea Nacional, no sé si habrán algunos médicos que puedan hacer eso ¿quién lo va avalar?, es que eso tampoco es viable. Les queda entonces una alternativa que se las propongo para facilitar esto, una alternativa constitucional: separación del cargo. Entonces yo les lancé una trampa interpretativa, yo sabía que monseñor no sabe mucho de leyes pero había un coronel ahí que sí es abogado y muy astuto, y me dije: "Con éste es con quién yo tengo que debatir. Él es abogado y yo no, pero él no conoce la Constitución y yo sí".
Entonces le digo: "Yo puedo abandonar el cargo, aquí está la Constitución ¿leamos?, falta absoluta del Presidente de la República, tal y tal, abandono del cargo". Pero resulta que la Constitución dice que el abandono del cargo debe ser reconocido por la Asamblea Nacional, y eso yo no se los leí. "Yo soy capaz de firmar un documento que diga que yo abandono el cargo, pero no renuncio". "Bueno, pero ¿cuál es la diferencia?" El Coronel sale a consultar por teléfono seguramente y regresa con una Constitución que alguien le consiguió y él se da cuenta de la trampa. "Pero Chávez, lo que pasa es que hay un problema: la Asamblea Nacional". "Eso es problema de ustedes, pero es la única manera en que yo pueda firmar, y además tienen que permitirme un teléfono, porque si me voy a ir a México o a Cuba yo necesito hablar con el Presidente de ese país. Yo no voy a salir de aquí en un avión sin rumbo y además necesito hablar con mi esposa, mis hijos, etcétera, y algunas otras pequeñas cosas".
Entonces me puse yo mismo a redactar un documento que decía: "Yo Hugo Chávez Frías, cédula de identidad tal". ¡Claro! lo redacté como yo lo había preconcebido: "Ante la contundencia de los hechos acepto que he sido removido del cargo, y por tanto lo abandono", algo así. Y este hombre mordió el anzuelo y me dijo: "¡Bueno! Chico, está bien, yo tengo que llevar para allá una cosa firmada".
Entonces ellos empiezan a pasar en la computadora el documento. El oficial que escribía era uno de los que yo me había venido ganando -había estado hablando con ellos uno a uno, la mayoría eran muchachos de buena fe-, lo hacía lentamente, se equivocaba, estaba jugando a ganar tiempo. El coronel lo apuraba. Ahí yo noto que hay nerviosismo. Esto estaba lleno de sargentos de defensa y yo vi que algunos estaban asumiendo posiciones de combate, de alerta. Entonces llamo al almirante que estaba por allá afuera y le digo: "¿Qué amenaza puede haber aquí?, ¿por qué los muchachos están sacando los lanzacohetes y están asumiendo posición de defensa?" El hombre nervioso dice: "No, no Presidente, no es nada, no ha pasado nada, usted sabe que hay que custodiar su vida".
Yo me quedo solo en la sala y el jefe de mi custodia, se acerca silencioso y me habla casi al oído: "Presidente, no firme nada" y se desaparece como un celaje. Me quedo pensando qué estaría pasando. Entré al baño para ganar un poquito más de tiempo y establecer rápido una estrategia. Entonces decidí no firmar. Salgo y digo: "Mire, teniente, no siga escribiendo nada ahí", y le digo al Arzobispo y a los otros "Miren, yo no voy a firmar nada definitivamente, así que muchas gracias por su visita" y entonces les eché una broma: "Si quieren quédense esta noche aquí en mi cárcel, que es de lujo y mañana se van. Lo he pensado bien, definitivamente yo no voy a irme, aquí están mi familia, mis hijos, mi mujer, mis seguidores, el pueblo... Yo no sé qué está pasando, ustedes se han negado a informarme, ni siquiera he tenido un teléfono para poder hablar con alguien, me han tenido incomunicado".
Me extrañó mucho que ellos no opusieran ningún tipo de resistencia a mi idea, sino que dijeron de repente, así, rápido, "Bueno Chávez, tienes razón, nos vamos" y salieron rápido, nerviosos, pero más nerviosos estaban cuando entraron nuevamente como a los cinco minutos. El cura estaba del color de esa silla [señala], blanco, y los demás nerviosos y a los muchachos entonces yo los noté aún más tensos. El almirante viene y me dice: "Presidente hay una situación, viene un escuadrón de paracaidistas, ya están llegando" -él no sabía que venía también una fragata y unos patrulleros rápidos de la Armada-. Y yo le digo: "Pero ¿a qué vienen?". "Vienen a rescatarlo a usted". "Y tú ¿qué piensas hacer?" "No, nada, nosotros estamos aquí para custodiar su vida, no va a pasar nada, yo ya hablé por teléfono con el general Baduel -el de los paracaidistas- y le pedí que les dijera por radio a los helicópteros que aquí no va haber resistencia, aquí no va haber ni un disparo". "¡Ah! Me parece muy bueno -le dije y le pregunté "¿Y esta gente por qué se devolvió?" "¡Bueno!, porque el avión que los trajo se fue y los ha dejado aquí". Me imagino que por radio el piloto oyó que venían los paracaidistas y se fue como alma que lleva el diablo. Yo riéndome les ofrecí llevarlos en mi helicóptero. El almirante sale otra vez y se me acerca: "Mire Presidente tiene una llamada telefónica". "¿Quién me llama?". "El Ministro de Defensa". "No quiero hablar con ese almirante -el que los golpistas habían nombrado Ministro de Defensa-". "No, no es él, es su Ministro de Defensa, el doctor Rangel". Ahí me paré como un rayo y descubrí que en la cocina había un telefonito que me habían ocultado. Oír la voz de José Vicente fue como si saliera el sol en la mitad de la noche. Aquella voz encendida. "¡Bueno te estamos esperando!, después te explico". "Pero ¿dónde estás tú? Aquí, en el Ministerio de la Defensa, hemos retomado el Palacio, Carmona está preso. Para allá van los paracaidistas a buscarte, deben estar llegando, te estamos esperando, el pueblo está aquí en la calle". "¿Ha habido muertos?", "Bueno, algunos, después te explicamos". "Y ¿con quién estás tú ahí?" "Con el general López Hidalgo". "Pónmelo". Y hablé con él un rato: "Mira compadre, ¿qué ha pasado?, ¿hay muchos muertos?" "No Presidente, no se preocupe, hay algunos pero el pueblo está en la calle y nosotros controlando el ejército y las demás fuerzas". "Bueno, allá nos vemos".
Entonces llamé al general de los paracaidistas, a Maracay, que fue el bastión de la resistencia. Hablé con Baduel, hablé con García Montoya, que estaban allá en el comando operacional. Me explicaron algunas cosas, pero no hubo tiempo, al ratico estaban ya los helicópteros aterrizando. No hubo ningún problema, venían unos abogados a chequear mi estado físico porque se habían corrido rumores de que me habían golpeado mucho, que yo tenía desprendido el hígado, no sé que cosa, y la gente estaba muy preocupada por eso.
Bueno, yo creo que era como a esta hora cuando ellos llegaron (mira el reloj, son las 2 y algo de la mañana), porque yo llegué a Palacio cerca de las cuatro de la mañana. Así es que por eso te decía que recordaré este sitio toda la vida.
Cuando reflexiono sobre el golpe del 11 de abril recuerdo las ideas de Kennedy que ya te he citado antes, quién dijo: "Los que le cierran el camino a la Revolución pacífica, le abren el camino a la Revolución violenta". Nosotros escogimos hacer la Revolución constitucionalmente, por un proceso constituyente de incuestionable legitimidad. Si en algún momento del 11 y 12 de abril dudé que una Revolución democrática y pacífica fuera posible, lo que pasó el 13 y 14 de abril -cuando esa inmensa cantidad de gente salió a la calle, a rodear Miraflores y varios cuarteles, exigiendo mi regreso- reafirmó en mí con mucho vigor la idea de que sí es posible. Claro que la batalla es dura, y será dura y difícil. Se trata del arte de hacer posible lo que ha parecido y sigue pareciendo a muchos como un imposible.
1. En los años veinte del siglo XIX.
2 Mao Tse Tung.
3. Pregunto esto porque Adán Chávez, su hermano mayor, tenía una formación marxista. Adán era miembro entonces del
Partido Revolucionario Venezolano (PRV) Ruptura, pasa a formar parte más tarde del MBR 200; actual presidente del
Instituto de la Tierra.
4. Ex dirigente guerrillero, ex militante del Partido Comunista Venezolano, que se separa del partido y funda el PRV FAL
que después se convierte en PRV Ruptura.
5. General prusiano adversario de Napoleón, autor del famoso tratado de estrategia .Sobre la guerra..
6. Agustín Blanco Muñoz, Habla el Comandante, Fundación Cátedra Pío Tamayo, Universidad de Venezuela, 3ª- edición,
1998, p.392
7. Agustín Blanco Muñoz, Habla.., op.cit. p. 122.
8. Centro de adiestramiento militar estadounidense en Panamá.
9 En Venezuela se habla de Fuerza Armada y no de Fuerzas Armadas. La Fuerza Armada está integrada por: El Ejército,
La Marina, La Fuerza Aérea y la Guardia Nacional.
10. Me refiero al MBR 200. Ver más adelante mejor desarrollo.
11. Luis Bilbao, Chávez..., op.cit. p.33.
12. Movimiento al Socialismo, partido formado por un grupo que se desprende del Partido Comunista de Venezuela.
13. Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
14. Partido Comunista de Venezuela.
15. Batalla en que el mariscal Sucre derrotó, en 1825 en Los Andes peruanos, al último ejército español de Sudamérica.
16. Agustín Blanco Muñoz, Habla... op.cit. pp.48-49. Federico Brito fue historiador, profesor universitario y miembro del
PCV.
17. Op.cit.p. 51.
18 Grupo guerrillero de los años 70, Gabriel Puerta Flores fue su jefe máximo.
19. La Causa R inicia su incursión en el terreno institucional en 1984 con cuatro concejales en la Alcaldía de Caroní, la
ciudad más industrial del Estado de Bolívar. Cuatro años después logra 3 diputados federales y al año siguiente conquista
la Alcaldía de Caroní y el gobierno del Estado de Bolívar. Tres años más tarde reconquista ambos gobiernos locales y
gana la Alcaldía de Caracas, capital de Venezuela, obteniendo mayoría absoluta en la cámara legislativa, triunfo electoral
notable en el que parece haber contribuido grandemente el hecho de que el pueblo identificara a La Causa R con el
Movimiento Bolivariano 200 encabezado por Hugo Chávez. Y en las elecciones generales de 1993 sube de 3 a 40
diputados y 8 senadores, aunque luego, por razones que aquí no podemos analizar, pierde tanto la gobernación del Estado
de Bolívar, como la Alcaldía de Caracas. La Causa R denunció fraudes electorales en ambas situaciones. La realidad
parece ser más compleja que eso. De hecho este partido terminó en una lamentable división en febrero de 1997. El sector
encabezado por el entonces secretario general, Lucas Mateo, y por el máximo líder popular, Andrés Velásquez, apoyado
por la gran mayoría del Nuevo Sindicalismo, con posiciones más moderadas y aceptando la política de privatización de las
empresas del Orinoco, mantiene el nombre de La Causa R. El otro sector, encabezado por Pablo Medina, su anterior
secretario general, y en cuyas filas militan figuras tan importantes como Aristóbulo Istúriz, ex alcalde de Caracas y
Clemente Scotto --ex alcalde de Caroní-- formó un nuevo partido: Patria Para Todos (PPT), que apoyó a Hugo Chávez en
las elecciones presidenciales de 1998.
20 Dirigente de La Causa R y actualmente del PPT. Ministra del Trabajo de este gobierno.
21. Ex militante del PCV, fundador de La Causa R y su principal teórico. Murió en 1982 a la edad de 42 años. Fue una
pérdida muy sensible para dicha organización.
22. Uno de los fundadores de La Causa R, fue su secretario general por varios años, diputado a la asamblea general en
1993, fundador y secretario general del PPT cuando La Causa R se divide. Actualmente se separó del partido y está
participando del frente político opositor a Chávez. Estuvo involucrado en el golpe del 11 de abril del 2002.
23. Fracasan.
24. Barrio popular en uno de los cerros que rodean a Caracas, perteneciente a la Parroquia Sucre
25. Dos meses antes Chávez había conformado un grupo con tres soldados y dos sargentos al que habían denominado
Ejército de Liberación del Pueblo de Venezuela; un grupo que no tenía proyecto de ningún tipo (Agustín Blanco Muñoz,
op.cit. p.57).
26. El Teniente Coronel Francisco Arias Cárdenas fue uno de los fundadores del Movimiento Bolivariano
Revolucionario-200 (MBR-200). Juega un papel destacado en la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, al salir de
prisión se separa del Movimiento y participa en las elecciones de 1996 donde es electo gobernador del Estado Zulia.
Actualmente está en la oposición a Chávez aunque, luego del golpe militar del 11 de abril del 2002 aceptó el llamado al
diálogo del presidente y ha sostenido conversaciones con él.
27. El 27 de febrero de 1989, se produjo un levantamiento popular a partir de una huelga contra el aumento del precio de
los pasajes en Guarenas, estado de Miranda. Ante la salvaje represión se generalizó la protesta popular en toda Caracas.
28. Monumento a un árbol por sus 200 años de vida en Güere, pueblito del estado de Aragua.
29. Agustín Blanco Muñoz, Habla..., op.cit. p.58.
30. Op.cit.p.125.
31. Simón Rodríguez, maestro de Bolívar, persona que tuvo una gran influencia intelectual sobre él.
32. Ezequiel Zamora, líder de ideas liberales de las fuerzas federales durante la guerra civil de 1840-1850. Levantó un
programa de Reforma Agraria a favor de los campesinos y se destacó como fuerte enemigo de la oligarquía terrateniente.
Creía firmemente en la unidad cívico-militar. Obtuvo resonantes victorias en Los Llanos y murió en el asalto a San Carlos
en 1860. El himno de la guerra federal decía: "Oligarca temblad, ¡viva la libertad¡" Entre sus consignas estaban: "Tierra y
hombres libres", "Elección popular" y "Guerra a la oligarquía".
33. Agustín Blanco, Habla..., op.cit. p.58.
34. Guardianes, custodios.
35. Alianza de los partidos Acción Democrática y COPEI para la alternancia en el gobierno.
36. Obrero siderúrgico, fue secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica, luego
concejal y más tarde gobernador del Estado de Bolívar, uno de los más industriales de Venezuela; candidato a presidente
de la República en 1993 por La Causa R, partido que se dividió en 1997 cuando Lucas Matheu era su secretario general.
Velázquez ,con el sector que conservó el nombre, pasó a la oposición a Chávez y recientemente formó parte del bloque
opositor golpista.
37. Siderúrgico del Orinoco.
38 Palacio de gobierno.
39. Almacenes del Instituto de Previsión de la Fuerza Armada.
40 Dirigente nacional de La Causa R y persona que ha ejercido gran influencia ideológica y política en Andrés Velásquez.
41. Dirigente de La Causa R y luego del PPT. Experto en problemas petroleros, ex presidente de la OPEP y actual
presidente de Pdvsa.
42. Movimiento Electoral del Pueblo, tercera división de Acción Democrática. Tuvo por líder a Luís B. Prieto Figueroa,
un educador.
43. Rebelión militar comandada por Hugo Chávez, que buscaba derrocar a Carlos Andrés Pérez.
44. Palacio Presidencial donde funciona la Presidencia de la República y algunos ministerios.
45. Residencia presidencial en Caracas.
46. Dijo Chávez ante las cámaras que se rendía "por ahora".
47. Rafael Caldera, candidato de Convergencia, una división de COPEI gana las elecciones presidenciales de 1993.
48. Actual ministro de Educación.
49. Mientras en el Congreso Nacional toados los oradores de Acción Democrática y COPEI censuraron la rebelión
militar .llegando David Morales Bello, dirigente nacional de AD a lanzar la consigna: "Mueran los golpistas"-, Caldera y
Aristóbulo tuvieron una posición diferente. Fueron críticos al sistema y vieron al movimiento militar como una
consecuencia del deterioro del régimen democrático. Estos mensajes fueron ampliamente conocidos porque esa cesión fue
televisada en directo.
50. Filósofo italiano que tiene muchos trabajos dedicados al tema.
51. Caldera otorga una amnistía a los militares presos que intervinieron en la rebelión del 4 de febrero de 1992.
52. Expresión algebraica de varios términos.
53. Jorge Giordani, economista, fue ministro de Planificación y Desarrollo, profesor universitario y de CENDES (Centro
de Estudios para el Desarrollo).
54. Fue ministro de Educación, Cultura y Deportes y actualmente ocupa la cartera de Educación Superior.
55. Actual ministro de Ciencia y Tecnología.
56. Cuadros del MAS, que hoy están en la oposición.
57. Dirigente del PPT.
58. Secretario general de Patria Para Todos (PPT).
59. Secretario general de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV).
60. Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima.
61. Militar y político venezolano. Presidente de la República de 1941 a 1945. Fue apoyado por sectores de izquierda y
durante su mandato se aplicaron medidas tales como: iniciar la reforma agraria, mejores contratos con las compañías
petrolíferas estadounidenses y se restablecieron las libertades públicas.
62. Unión Republicana Democrática (URD), partido liberal populista creado en 1945.
63. Dirección Interior de Seguridad del País.
64. De aquí para allá.
65. La Causa R quiso utilizarnos a nosotros y logró hasta cierto punto hacerlo y se llevó a Arias Cárdenas (uno de los
comandantes de la Rebelión de febrero del 92.) contribuyendo a dividir el movimiento de los llamados Comandantes.
66. Central de Trabajadores de Venezuela.
67. Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela.
68. Actual alcalde mayor del área metropolitana y acérrimo enemigo de Chávez.
69. Dirección de Inteligencia Militar.
70. Policía Técnica Judicial.
71 Es decir, el mismo presupuesto del año anterior, y que por la inflación tuvimos que recortar en un veinte por ciento
(20%).
72. Traicionaron, se dieron vuelta la chaqueta.
73. Para modificar la actual Constitución venezolana primero hay que aprobar los artículos o la enmienda en la Asamblea
Nacional, y luego someterlos a referéndum popular.
74. Forma en que los indígenas denominan a sus líderes.
75. Trailers móviles.
76. Militante del Partido Acción Democrática.
77. Se refiere a la escuelita y el centro médico de Puerto Cruz.
78. Heinz Dieterich, Hugo Chávez: Un nuevo proyecto latinoamericano, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2002,
p. 31.
79. Se refiere al video en que se anuncia la renuncia de Chávez y a Carmona como nuevo presidente.
80. Enrique Medina Gómez.
81. 12 de junio 2002.
82. Se refiere a los bambúes del jardín de La Casona, residencia presidencial en Caracas, lugar donde transcurría esta parte
de la entrevista.
83. General Raúl Baduel, jefe de la 41 Brigada Blindada de Paracaidistas de Valencia.
84. Plátanos.
85. Hamaca.
86. Se refiere a su visita a un barrio popular el 20 de junio del 2002.
87. Se refiere al acápite .La respuestas de los Estados Unidos. párrafos 31 al 36, y específicamente al párrafo 32, del
libro: "La izquierda en el umbral del Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible" de Marta Harnecker, Siglo XXI editores
España, 3ªed. 2000.
88. En la III Cumbre sobre el ALCA en Québec, abril del 2001.
89. Combustible de caldera para producir electricidad que reemplaza al fuel oil.
90. Tarea.
91. Fondo Intergubernamental para la Descentralización.
92. Ley de Asignaciones Económicas Especiales del producto del ingreso petrolero para las regiones.
93. Heinz Dieterich, Hugo Chávez..., Op.cit. p.47.
94. Hugo Chávez, Intervención sobre el Plan Extraordinario de Inversiones, 15 sep 2000, p.4.
95. Comisión Económica Para América Latina.
96. Asociación Latinoamericana de Integración.
97. Sistema Económico Latinoamericano.
98. Abril del 2001.
99. Grupo militar facistoide de Argentina.
100. Se refiere a una escuela que se inauguró en un acto en que yo asistí el 13 de junio del 2002.
101. Oficialista.
102. Esta isla queda 5000 kms. al norte de la línea costera, cerca de Islas Vírgenes.
103. Ex viceministra de Gestión Comunicacional.
104. Canal estatal.
105. Ministro de la Secretaría de la presidencia.
106. Logrado con gobernadores de todo el país, en que había varios de la oposición.
107. Martes 23 de julio del 2002.
108. Federación de Artesanos, Micros, Pequeños y Medianos Industriales de Venezuela.
109. Confederación Nacional de Industrias.
110. Confederación Venezolana de Industriales.
111 Institutos de Estudios Avanzados de Administración
112. Palacio de Gobierno.
113. Hugo Chávez, Relanzamiento del Movimiento Bolivariano 200 y dela juramentación de los círculos
bolivarianos, Discurso del 17 de diciembre del 2001.
114. El Comando Político de la Revolución, instrumento político creado por Chávez para conducir el proceso
revolucionario y juramentado el 10 de enero del 2002 está conformado por 41 miembros donde hay representantes de los
distintos partidos políticos que me apoyan (MVR, PPT, PCV, MEP, MAS MAS, Liga Socialista) y de organizaciones
populares (FBT, FBM, FBC, etcétera). Dentro de él existe un directorio general y un secretariado permanente. Tiene un
comandante general que es en este momento Hugo Chávez. En el directorio general están: William Lara (MBR 200),
Aristóbulo Istúriz (PPT), Ismael García (MAS MAS), Freddy Bernal (MVR ), María Cristina Iglesias (PPT), Emma
Ortega (dirigente campesina), Luis Reyes Reyes (MBR 200), Diosdado Cabello (MBR 200), Nicolás Maduro (MVR),
Rodrigo Cabezas (diputado independiente por el estado de Zulia) y Guillermo García Ponce (ex PCV), quien fue
designado jefe de ese comando. La Secretaría Permanente está conformada por María León (PCV) y Nora Uribe
(periodista independiente). El resto de los miembros está agrupado en 6 subdirecciones: Políticas públicas y
gobernabilidad; Organización y participación popular; Propaganda y comunicación social; Ideología y cultura; y
Soberanía y defensa nacional.
115. Hugo Chávez, Juramentación del Comando de la Revolución en la Sala Plenaria del Parque Central de
Caracas, Venezolana de Televisión(VTV), Caracas, 10 de enero 2002.
116. Fracción del MAS (Movimiento al Socialismo) que continúa apoyando a Chávez.
117. Son mesas de trabajo que agrupan a técnicos y personas de un barrio interesadas en resolver los problemas del agua
en dicha localidad.
118. . Se refiere a la actividad en Puerto Cruz. Esa misma noche grabamos esta parte de la entrevista.
119. Luego del golpe militar del 11 de abril del 2002 y las amenazas de muerte por parte de la reacción, la seguridad del
presidente le planteó que restringiera al máximo sus contactos públicos. Fue así como durante más de dos meses salió muy
poco a la calle. Un joven oficial me decía al respecto: "la seguridad es peor que los fascistas, está separando al presidente
de su pueblo cuando su fuerza está justamente en ese contacto fluido que ha mantenido con los sectores populares".
120. Zapallo o calabaza.
121. Sandía.
122. Rastrillo
123. Azadón
124. Pequeño espacio de tierra alrededor de la vivienda, donde el campesino cultiva para su consumo.
125. Un vehículo preparado para transitar por caminos agrestes, de montaña.
126. Frase que emplea cuando aparece en TV cuando llama a rendirse en el frustrado golpe de febrero de 1992. Su gesto
de asumir la responsabilidad del golpe y su advertencia de que las cosas pueden cambiar en el futuro quedó grabado en la
memoria popular y lo transformó en una figura muy carismática.
127. General Jorge García Carneiro, jefe de la III División de Infantería, uno de los generales que se destacó en la defensa
del Presidente en los días del golpe militar de abril del 2002.
128. Un cuarto rústico donde se ponen los instrumentos de trabajo.
129. Manuel Antonio Rosendo
130. Ismael Hurtado
131 Vietri Vietri, jefe de la Casa Militar, hoy director de la Escuela Militar.
132 . Su esposa.
133. William Tarek Saab, diputado por V República y miembro de su Comando Táctico Nacional y presidente de la
Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional.
134 . Se refiere al decreto en que Carmona se auto-juramentó y declara disueltos los poderes de la Nación: Tribunal
Supremo de Justicia, Fiscalía General de la República, Defensoría Popular, Contraloría General de la República, Consejo
Nacional Electoral y Poder Ejecutivo (ministros, etcétera).
Tomado de Rebelión