La comunicación ha sido una de las necesidades más grandes del ser humano, desde su aparición en la tierra (hace un millón de años) hasta nuestros días.
Cuando el hombre primitivo comenzó a sentir la necesidad de comunicarse con los demás, lo hizo a través del lenguaje de señas, es decir, de gestos o movimientos, una comunicación inmediata. Con el tiempo aparecieron los primeros indicios de un lenguaje arcaico.
Aunque no se sabe con exactitud cuánto tiempo el hombre se limitó a estas formas de comunicación elementales, no es sino hasta quince mil años a. C. que se cree que el hombre dejó plasmadas las primeras pinturas rupestres en cavernas naturales, es decir, un dibujo esquemático de los objetos que se querían representar. Esto significó el nacimiento del dibujo y con él, el nacimiento de los signos.
Una de las numerosas pinturas que se descubrieron en la meseta de Tassili, en la región shariana. La escena, que representa mujeres ocupadas en faenas agrícolas, se atribuye al neolítico inferior.
Estos primeros dibujos representaban ideas, mismas que a través del tiempo fueron evolucionando hasta llegar a convertirse en la representación de fonemas o fonogramas, es decir, sonidos vocales. Sin embargo, no es sino hasta el año 3100 a.C., que la historia registra los primeros trazos escritos de un hombre arcaico, en Mesopotamia. Hacia este mismo año, los sumerios dieron origen a la escritura, pues grabaron la palabra con signos; una escritura capaz de traducir, poseedora no solamente de imágenes y conceptos, sino también de sonidos, representados por signos o incisiones en forma de cuña (escritura cuneiforme).
La mayoría de los textos que elaboraban los sumerios tenían que ver principalmente con el control administrativo (balances e inventarios, adquisiciones, notas de entrega, sentencias, actas, contratos, etc.). Hacia el año 2500 a. C., la escritura cuneiforme estaba lo suficientemente sofisticada como para permitir la redacción de textos literarios (mitos, epopeyas, himnos, relatos, proverbios, fábulas, etc.). Así pues, en toda la región comenzaron a surgir escuelas donde enseñaban esta escritura, que a mi modo de ver, además, era un arte.
Prisma octagonal de terracota con texto cuneiforme que conforma las empresas de Sargón II. Procede de las excavaciones de Khorsabad, la antigua Dur-Sharrukún, Bagdad, Museo de Irak.
Siglos más tarde, la escritura cuneiforme fue aprendida por diversos pueblos de Asia Menor y el pueblo semita, pueblo que permitió a los fenicios crear su alfabeto (antecedente de todos los modernos), que desarrollaron y difundieron por los países a los que llevaron su civilización (el más importante de ellos fue Grecia).
A pesar del importante aporte de los sumerios a la escritura, la escritura cuneiforme no fue el único sistema, aunque sí el más importante. Al menos siete sistemas de escritura son reconocidos por especialistas : el egipcio, el protoelemita, el protoíndico, el cretense, el hitita y el chino.
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