Bella y gran actriz, Ingrid Bergman sólo tenía un defecto (si es que a eso le podemos llamar defecto) bien apuntado por el maestro Hitchcock: siempre quería hacer obras maestras, películas que estuviesen a la altura de su enorme talento interpretativo.
Ingrid nacía el 29 de agosto de 1915 en Estocolmo, capital de Suecia. Desde muy pronto, la rubia muchacha, que había quedado huérfana a los 12 años (su madre ya había fallecido cuando ella sólo contaba con dos años) y residía con sus tíos, siempre soñó con convertirse en actriz y justo después de acabar el bachiller superior se enroló en la Royal Dramatic Theater de Estocolmo para estudiar interpretación. Tenía 17 años.
A esa edad ya apareció en un brevísimo papel en la película "Lanskamp" (1932). Después de actuar en representaciones teatrales, Ingrid lograría comenzar una carrera cinematográfica mucho más regular dos años más tarde cuando regresó al cine con "Munkbrogreven" (1935), "Branningar" (1935) y "Swedenhielms" (1935).
Un año después, Ingrid Bergman intervino en "Intermezzo" (1936), un film dirigido por Gustaf Molander que obtuvo un gran éxito en Suecia. Uno de los afortunados que vieron la película fue el productor David O. Selznick, quedándose inmediatamente prendado de la belleza y talento de la joven Bergman. Selznick quería a toda costa llevarse a Ingrid a Hollywood y terminó consiguiéndolo haciéndola debutar en la meca del cine con un maravilloso remake de "Intermezzo" (1939) co-protagonizado por Leslie Howard y dirigido por Gregory Ratoff. La audiencia americana y mundial había encontrado una nueva estrella.
Después de concluir su contrato en Suecia se establecería en Hollywood junto al doctor Peter Lindstrom -su marido desde 1937- y su pequeña hija Pía para iniciar los años 40 con "El extraño caso del Dr. Jeckyll" (1941) junto a Spencer Tracy y Lana Turner; "Los cuatro hijos de Adán" (1941) de Ratoff y "Alma en la sombra" (1941) al lado de Robert Montgomery. En 1942 apareció en un film dirigido por Michael Curtiz, "Casablanca (1942), probablemente junto a "Lo que el viento se llevó" y "Ciudadano Kane" la película más mítica del cine. Esa obra maestra del romanticismo estaba llena de secuencias y frases inolvidables entre ella y Humphrey Bogart; la escena en que le tararea "As times go by" a Sam es inolvidable y vista más de cien veces aún pone la piel de gallina el contemplarla cuando entra Bogey para hacer callar la melodía enfundado en su smoking blanco y se encuentra con su gran amor frente a frente.
No cabe decir que esta película supuso su definitivo lanzamiento como superestrella, confirmado al año siguiente con "Por quién doblan las campanas" (1943) dirigida por Sam Wood y teniendo como protagonista masculina a Gary Cooper. Por su actuación, Ingrid lograría su primera nominación al Oscar, Oscar que lograría un año después por "Luz que agoniza" (1944), una película de George Cukor en la que Bergman compartiría reparto con Charles Boyer y Joseph Cotten. Sería el primero de los tres que consiguió en toda su carrera.
Los años 40 terminaron de forma estupenda con excelentes títulos como "Las campanas de Santa María" (1945) de Leo McCarey, "Juana de Arco" (1948) de Victor Fleming, "Recuerda" (1945) , "Encadenados" (1946) y "Atormentada" (1949), las tres últimas bajo la atenta mirada del genio Hitch. Por la película de McCarey y la de Fleming lograría volver a ser candidata a las estatuillas sin alcanzar el galardón. En la sensacional "Encadenados" entablaría amistad con uno de sus mejores amigos dentro y fuera de la pantalla, el extraordinario actor Cary Grant.
Cuando su carrera se encontraba en un punto álgido a pesar de que algunas películas no funcionaron tan bien como ella desearía, un tremendo escándalo casi destroza toda su vida profesional. En la época del neorealismo italiano brillaba con luz propia un magnífico director llamado Roberto Rossellini, sus películas "Roma, ciudad abierta" (1945) y "Paisa" (1946) habían levantado una gran admiración hacia su persona. Entre esos admiradores estaba Ingrid Bergman, que fascinada por el cine del transalpino pidió expresamente trabajar con él. Se trasladó a Italia y grabaron juntos "Strómboli" (1950), Rossellini y Bergman se enamoraron profundamente durante el tiempo de rodaje y ella abandonó a su esposo Peter Lindstrom y a su hija y se marchó definitivamente a Italia para trabajar y casarse -en México- con Rossellini (Ingrid ya estaba embarazada y daría a luz en 1950 a su hijo Robertino).
Esto supuso una gran campaña en contra de Ingrid Bergman en los Estados Unidos que a punto estuvo de costarle su carrera. Con Rossellini realizó otros films magistrales como "Europa 51" (1951), "Te querré siempre" (1952), "Nosotras, las mujeres" (1953), "Giovanna D'Arco al rogo" (1954) y "La Paura" (1955), no muy bien recibidos en su tiempo. Tuvo también otros dos hijos, las gemelas Isotta e Isabella Rossellini.
El perdón del público y crítica americana vino cuando Ingrid regresó a trabajar en Hollywood (aunque la película fue rodada en tierras británicas) para protagonizar "Anastasia" (1956) junto a Yul Brynner, film por el que consiguió su segundo Oscar. Al siguiente año la historia de amor entre Rossellini y Bergman terminó con el divorcio. Ingrid se casaría en 1958 con el empresario sueco Lars Schmidt. Los años 50 terminarían con buenas películas como "Indiscreta" (1958) de Stanley Donen y "El albergue de la sexta felicidad" (1959).
Pasada ya su época dorada, la fenomenal Ingrid Bergman comenzó a alejarse de la gran pantalla a partir de los años 60 en adelante repartiendo su tiempo entre el cine, el teatro y la televisión. Sus últimas películas más destacables son "No me digas adiós" (1961) de Anatole Litvak, "El rolls-royce amarillo" (1964) de Anthony Asquit o "Flor de cactus" (196) de Gene Sacks. Por "Asesinato en el Orient Express" (1974) de Sidney Lumet, Ingrid consiguió su tercer Oscar, esta vez a la mejor actriz secundaria. Su última aparición en la pantalla grande vino en la única colaboración entre los dos Bergman más famosos de toda Suecia, Ingrid y el soberbio director Ingmar con "Sonata de Otoño" (1978), film por el que obtuvo también una nominación a la estatuilla dorada. En cuanto a su vida amorosa, en 1975 se había divorciado por tercera vez de Schmidt.
Posteriormente filmó una producción para televisión que relataba la vida de la primera ministra israelita Golda Meir (Ingrid obtendría un premio Emmy). Poco después de la finalización del rodaje, una de las mejores intérpretes de toda la historia falleció de cáncer, curiosamente, el mismo día y mes de su nacimiento, el 29 de agosto de 1982 en Londres. Cumplía 67 años. Más tarde sus cenizas fueron arrojadas para su reposo eterno a las frías aguas del mar sueco.