Sean Connery
Hay quien piensa que el original y el mejor James Bond,mejora con el tiempo, como los buenos vinos.
Tanto en el físico como en la personalidad.
Connery nació en un pueblo escocés, concretamente en Edimburgo, el 25 de
agosto de 1930. Fue bautizado con el nombre de Thomas Connery. Su padre, Joe
Connery, era conductor de camiones de origen irlandés, y su madre, Euphemia, a
la que toda la familia llamaba Effie, era ama de casa.
En 1928 sus padres se trasladan a un barrio modesto porque eran una familia
humilde; vivieron desde entonces en una casa pequeña, con tan solo dos
habitaciones.
Y es que la economía de la familia quedó resentida con la llegada de
Thomas, nuestro protagonista de hoy, que era el tercer hijo de la pareja y que
desde muy pequeño tuvo que ayudar con su trabajo para el mantenimiento de la
familia. Su primer empleo consistió en recoger bidones de leche en una
carretera que unía varias granjas. ¡Quién le iba a decir a él entonces que años
más tarde sería un reconocido actor multimillonario!
En 1943, Joe Connery, el cabeza de familia, tiene que trabajar montando
motores de aviones en la fábrica Rolls Royce, tras estallar la Segunda Guerra
Mundial. Por otra parte, Thomas comienza sus estudios en la escuela de Daroch,
sin olvidarse de sus dos grandes aficiones, el fútbol (era delantero centro en el equipo 'Fetlor
Amateurs') y el boxeo, deportes que en esa época le interesaban más que los
libros.
Poco después del final de la guerra, exactamente en 1946, Thomas se enrola
en la Marina Real; en principio, el contrato era por siete años, pero a los
tres escasos volvería a la vida civil. Durante el período militar destacó
como boxeador, aunque también tuvo que pasar por el hospital aquejado de úlcera,
una de las varias razones por las que, finalmente, dejaría el ejército.
Thomas, con sus diecinueve años del ala, tenía por delante un futuro
complicado, aunque recursos personales no le faltaban. Trabajos como albañil,
minero, obrero en una fundición, carpintero, futbolista, bailarín, salvavidas
y empleado de pompas fúnebres, fueron para él la única alternativa para salir
adelante, hasta toparse por azar con el mundo del espectáculo.
Su primer golpe de suerte fue cuando le contrataron como modelo en la Escuela
de Bellas Artes de Edimburgo. Allí, posaba desnudo.
Gracias a su amigo Jimmy Laurie se presenta en 1953 al concurso de 'Míster
Universo', celebrado en Londres, representando a su país natal, Escocia, y
quedando el tercero en el evento.
Después de este intento, firmó un contrato con MGM al final de los 50, con
el cual tenía crédito para actuar en una serie de películas. Consigue
trabajos dentro del panorama de la actuación como figurante, en las obras 'The
Glorius Year' y 'South Pacific'. Con ésta última, una comedia musical de Oscar
Hammerstein, consigue recorrer triunfalmente toda Gran Bretaña.
Con grandes posibilidades para triunfar dentro del espectáculo, Thomas
decide en 1953 cambiar su nombre por el de Sane, sacando la idea de la visión
de 'Shane', la película de George Stevens, con Alan Ladd y Jean Arthur.
Entusiasmado por enfrentarse a este nuevo reto, desde entonces se llamará
Sean Connery, un nuevo cambio que le ofrece trabajar con pequeños papeles en
varias obras de teatro: "Point of departure", "A witch in
Time", "The Bacche" e incluso en la mítica 'Wittness for the
Prosecution', de Agatha Christie, que muy poco después, en 1957, llevará al
cine Billy Wilder, con Tyrone Power, Charles Laughton y Marlene Dietrich.
En esta etapa Sean también prueba suerte en la televisión, interpretando
papeles en series como "The Condemned", "Epitaph",
"Dixon of Dock Green" y "The Square Ring", aunque la más
importante sería, sin duda, "Requiem for a Heavyweight", dirigida por
Alvin Rakoff, que conocería una versión cinematográfica. En esta obra Connery
sustituye a Jack Palance y cobra veinticinco libras por actuar noventa minutos
en directo.
Sean
consigue una estabilidad artística y profesional gracias al cine. Su debut
tiene lugar en 1954 como figurante, con la comedia 'Lilacs in the Spring', de
Herbert Wilcox, aunque a este joven y sonriente actor le faltaba todavía un
camino muy largo para conseguir el estrellato.
Nuestro actor fue el primer James Bond del cine en 1962. Actuó tan bien que
se convirtió en protagonista durante los siguientes 5 años de otras tres películas
del agente de servicio secreto especial Bond. Pero al final se cansó del
encasillamiento, de estar identificado como el agente 007, así que dejó el
papel para dedicarle más tiempo a su familia y al golf.
Posteriormente a la etapa de Bond, trabajó en películas con directores como
Alfred Hitchcock, John Huston y Brian De Palma.
En 1962, el mismo año que logró convertirse en James Bond, se casó con la
actriz Diane Cilento y fueron padres de un hijo, Jason. El matrimonio duró 11 años,
desde 1962 hasta 1973 (aunque se separaron en 1971). Diane, más adelante,
confesaría que se separó del actor por las constantes palizas que éste le
daba, versión que Connery siempre ha negado y que, al parecer, ella dijo por
despecho.
Dos años después se casó con la pintora francesa Micheline Roquebrune, a
la que conoció en un torneo de golf, deporte al que siempre fue aficionado. El
torneo de golf tenía lugar en Marruecos, y según Connery, "Micheline era
una golfista acérrima".
Connery y Micheline siguen juntos desde entonces, y viven sus existencias de
una manera la mar de entretenida, como los propios protagonistas declaran, entre
sus casas de Nassau (Bahamas), Los Ángeles, un apartamento en Londres, y
Montecarlo. Y hasta no hace mucho, también en la Marbella de Gil.
Con ellos ha vivido siempre el hijo de Micheline (que entró en su vida
cuando el pequeño tenía 6 años), al que Connery considera como su propio
hijo. Cuando Sean y Micheline llevaban ya 21 años de matrimonio, saltó un
rumor que aseguraba que el matrimonio de la pareja peligraba porque en la vida
de Connery (65 años) había entrado otra mujer, una joven llamada Nina Kraft
(35 años) conocida especialista en los más complicados maquillajes de
Hollywood. Sea como fuere, la relación de Connery con Micheline es de mutua
confianza.
En 1971, Connery entregó la totalidad de su sueldo por 'Diamantes para la
eternidad' (más de un millón de dólares de aquella época) para una obra de
caridad en Escocia.
Connery no estaba boyante entonces, pero quería hacer esa donación. Como
por culpa de algunos expertos financieros ya se había arruinado tres veces en
su vida, Micheline fue la que empezó a llevar las cuentas. Como puede
apreciarse, Connery confía plenamente en su actual mujer, quien, por cierto,
dice que no entiende cómo es posible que conforme su marido envejece, se pone más
guapo... mientras que ella envejece y se estropea. Los hombres, algunos hombres,
desde el punto de vista genético, son afortunados.
Respecto al hijo de Sean Connery, Jason Connery, éste es un actor que está
casado desde 1996 con la actriz Mia Sara, (protagonista de 'Legend' con Tom
Cruise). Jason y Mia hicieron abuelo a Connery con el pequeño Dashiell Quinn.
Como Jason sabía de la mala relación entre sus padres, decidió no
invitarlos a la boda, por miedo a que le estropearan el día, pero su relación
con ellos es buena en general.
A modo de curiosidad, contaron que a Jason le ofrecieron el papel de James
Bond, y aunque la oferta era muy jugosa económicamente, decidió no hacerlo
porque sabía que eran inevitables las comparaciones entre padre e hijo.
Si Sean Connery comenzó su vida viviendo como un auténtico luchador, no se
le puede negar que este aspecto de su personalidad no lo haya olvidado. Connery
estuvo sometiéndose durante seis meses a quimioterapia para ganar una batalla a
un cáncer de garganta.
Hombre divertido, al menos para sus amistades, es de esos personajes que en
las fiestas se arranca a cantar canciones típicas escocesas mientras bebe
whisky escocés como un cosaco. Es más, durante el rodaje de Sol naciente,
antes de cada escena, cuentan que cantaba canciones tradicionales irlandesas
como si fuera un marinero. La verdad sobre Connery es que tiene fama de buscar
bronca allá donde va.
Pero si con las amistades no tiene problemas, Hacienda Española sí que puso
los ojos en él. Durante un tiempo le estuvieron investigando por un presunto
delito de evasión de impuestos. El caso tenía que ver con la venta de dos
solares en Málaga. Finalmente en 1998 puso en venta su casa de Marbella por
3.000 millones de pesetas pero tuvo que bajar el precio para conseguir su venta.
Además, vendió su casa de la costa francesa cerca de Niza. La casa que
posee en Málaga, situada en un enclave de lujo en una urbanización cercana a
Puerto Banús, rodeada de los mejores campos de golf de la Costa del Sol, había
pertenecido anteriormente al director Edgar Neville. Connery la adquirió a
principios de los 70. "Casa Malibú" se llama. Connery bajó el precio
a 1.375 millones de pesetas, cuando vio que no había forma de venderla. En la
venta iban incluidas algunas antigüedades y obras de arte. En 1999 se rumoreaba
que el precio de su casa había bajado a 800 millones de pesetas.
Una locura de cifras, en cualquier caso.
Dejando a un lado el dinero, su sentido del humor es una parte inherente de
su personalidad. En una ocasión en la que le preguntaron que dónde guardaba el
Oscar, respondió que en el cuarto de baño.
Connery, quien, insistimos, cuanto mayor parece más atractivo resulta, sigue
estando muy bien visto por las mujeres. Pero es que, además, también ha sido
considerado como el James Bond Más Seductor, según la fundación Film Society
of Lincoln Center de New York (en 1997).
En cuanto a belleza, en 1989 la revista People ya le eligió como uno de los
Hombres Más Sexys del Año. A él le gustan sus arrugas y piensa que si de
joven le adoraban por su masculinidad, ahora le respetan por su madurez. En 1999
más de 16.000 lectoras de la revista norteamericana New Woman votaron a los
hombres más sexys del siglo. La edad entre ellas: de 25 a 45 años. Connery
salió elegido como el Hombre Más Sexy del Siglo. ¡Con 69 años!. (Desbancó
nada menos que a rostros como Brad Pitt, Harrison Ford o Mel Gibson).
Como buen marinero, Connery tiene dos tatuajes en la muñeca que rezan
"Padre y Madre" y "Escocia para siempre". Sobre este último,
cabe resaltar que Connery es un ferviente defensor de su Escocia natal y que
pertenece al Partido Nacional Escocés, al que siempre que tiene ocasión
defiende y del que se hace portavoz para lograr votos.
Ya en 1998 se dudaba si darle el título de Sir por su apoyo férreo al NSP.
Tampoco ayudaron sus declaraciones machistas (según él tergiversadas) a la
revista Vanity Fair, en 1993, donde reconocía que dar un "sopapo" a
tiempo a una mujer, nunca venía mal.
Definitivamente, le negaron el título. Más tarde Connery ha tenido tiempo
de arrepentirse de aquella frase e incluso afirma que está totalmente en contra
de la violencia doméstica.
Otros cotilleos: respecto a su carrera, sigue el estilo de Michael Douglas.
No le parece nada mal que le emparenten sentimental y ficticiamente con
jovencitas, algo con lo que actores como Pierce Brosnan, no están tan de
acuerdo. Dice Connery que no tiene ninguna intención de retirarse porque su
trabajo le mantiene joven. Su papel favorito fue el de monje investigador en El
nombre de la rosa.
Entre los premios conseguidos durante su extensa carrera está el máximo
galardón, el Oscar de Hollywood al Mejor Actor Secundario, en 1987, por su
papel en 'Los Intocables de Elliot Ness', en competición con las siguientes
nominaciones: Albert Brooks ( Broadcast News), Morgan Freeman (The Street),
Vicent Gardenia (Moonlightwing) y Denzel Washington (Cry Freedon).
La ceremonia de los Oscar se celebró el 12 de marzo de 1988. Connery ganó
el Oscar, siendo hasta ahora su único triunfo o nominación. Ciertamente, se
trata de uno de los mejores trabajos, aunque la Academia olvidase 'The Man Who
would be King', en 1975.
En noviembre de 1990, la Academia Británica de Cinematografía y Televisión
le otorgó el premio BAFTA " por su contribución al mundo del cine",
un galardón que para Sean Connery es tan importante o más que el propio Oscar
de Hollywood. También consigue el León de Oro en el Festival de Venecia. Además,
dejó sus huellas y su firma en una baldosa del Teatro Chino de Hollywood en
1999.
Su caché en 1996 era ya de 5 millones de dólares por película.
En 1998, la revista Premiére, en su lista de las 100 personalidades con más
poder dentro del cine americano, colocaba a Sean en el puesto 62º.
Ha montado su propio estudio en Escocia, dado que allí no hay ninguno. Como
en Inglaterra, en Escocia no existe una industria cinematográfica. Sí tienen
estudios, pero no una industria, y Connery ha decidido invertir ahí.
Durante su extensa carrera Sean Connery ha rechazado trabajos en películas
que más tarde han tenido éxito. Rechazó protagonizar 'Juego de patriotas',
papel que finalmente hizo Harrison Ford. También estuvimos a punto de verle
haciendo el papel de Anthony Hopkins en 'Instinct', pero por desavenencias con
el guión terminó por rechazar el trabajo.
Su filmografía es muy intensa, a ésta avalan muchos años de duro trabajo
que han permitido al actor llegar a lo más alto del cine con actuaciones
portentosas, de las que en las taquillas de más de un país han sabido sacar
jugo.
Connery es un actor de talento cuyo carácter tiene un gran magnetismo, tanto
ante las cámaras como ante el resto de los actores. Quienes se jactan de actuar
a su lado lo hacen con orgullo, y es que Connery tiene la sabiduría de la
experiencia y la tranquilidad de la estabilidad. De quien ha vivido toda una
vida metido de lleno en el apasionante mundo de la interpretación.
Datos personales
Nombre completo: SEAN CONNERY
Fecha de nacimiento: 25/Agosto/1930
Lugar de nacimiento: Edimburgo, Escocia
Estado civil: Casada/o
Signo del zodiaco: Virgo
Altura: 1,87
Pelo: Blanco
Ojos: Marrones
Profesión: Actor y productor
Hijos: 1, Jason
Gustos y preferencias
Hobbys: Como buen marinero lleva dos
tatuajes en la muñeca que dicen "Padre y Madre" y "Escocia para
siempre". Siempre que puede juega también al golf para despejarse después
de un rodaje, le ayuda a relajarse
Deporte: Golf, natación y tenis
Pelicula favorita: "El nombre de la
rosa", que protagoniza
Bebida favorita: El whisky
Pensamiento: "No he aprendido a ser cínico.
No me comparen con James Bond: él es inglés y yo, escocés"
Lo que más admira: La fuerza, la energía y
el entusiasmo
Lo que más detesta: La gente que únicamente
piensa y no hace nada por llevar algo a cabo
Principales virtudes: Ser escocés, según
él, y su sentido del humor. Se describe como un hombre práctico y sencillo
Principales defectos: Ser egoísta y tener
mal genio. No se enfada con facilidad, pero si lo hace se pone terrible
Lugar favorito: Escocia
Lo que más le gusta: Fuma
La estrella que originalmente encarnó a James Bond en la
pantalla, el escocés Sean Connery, fue elegido como el mejor actor británico
de todos los tiempos en una encuesta publicada el lunes.
El veterano actor de 70 años, que pese a su edad sigue siendo considerado un
símbolo sexual por sus admiradoras, superó a Anthony Hopkins en la Encuesta de
Cine Orange efectuada entre más de 10.000 cinéfilos.
A Connery le siguen el recientemente desaparecido Alec Guinness, Hugh Grant y
Michael Caine.
Laurence Olivier, considerado el mejor actor clásico británico del Siglo
XX, apenas consiguió figurar en la lista, ocupando el lugar número 10.
Julie Walters encabezó la lista de las mejores actrices británicas,
aventajando a Judi Dench, Catherine Zeta Jones y Elizabeth Hurley.
Connery, hijo de un chofer de camión y una carbonera, dio sus primeros pasos
en el mundo del espectáculo posando como modelo.
En 1950 representó a su país en el concurso de Mister Universo y al año
siguiente consiguió un puesto en el coro del musical "South Pacific"
en un teatro de Londres.
Su carrera en el cine la inició en 1954, desempeñando papeles pequeños en
algunos filmes sin mayor importancia, pero en 1962 su vida cambió del cielo a
la tierra cuando le ofrecieron encarnar a James Bond, el agente 007 del servicio
secreto británico con licencia para matar.
Desde que filmó la primera cinta de la larga serie (actualmente van 18),
"Dr. No", junto a la escultural y sensual Ursula Andress, tanto el
personaje como Connery ascendieron a la fama como la espuma.
Actualmente se le ve en la película "Finding Forrester", sobre un
escritor que se aísla en un apartamento de un gueto negro de Nueva York y
entabla una improbable relación amistosa con un adolescente aficionado al
baloncesto, a quien orienta cuando descubre que le gusta escribir.*.
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