La Legión Cóndor llegó a la “zona nacional” de España en marzo de 1.937, un mes antes de su ataque sobre Guernica. Eran unos 5.000 hombres, la flor y nata de la aviación alemana, algunos de ellos hijos de los pilotos de la Primera Guerra Mundial. La Legión Cóndor va a servir de cobertura aérea a la ofensiva que el general Mola desencadena en el Norte.
El Jefe del Estado Mayor de la Legión era el teniente coronel Wolfram von Richtofen, de 41 años de edad y primo del “as” de la aviación alemana Manfred von Richtofen, el mítico “Barón Rojo”, muerto en combate en la Primera Guerra Mundial. Pero el Jefe de la Legión, cuyo primer destino fue Sevilla a través de la operación secreta Rugen Winter, era el general Von Sperrle. La fuerza de la Legión consistía comprendía, según Hugh Thomas, unos cien aviones: “un grupo de batalla formado por cuatro escuadrillas de bombardeos de doce aviones cada una, un grupo de cazas de una fuerza equivalente y una escuadrilla de hidroaviones, de reconocimiento y experimental. Estaba apoyada por unidades de cañones antiaéreos y antitanques y por dos unidades blindadas formadas por cuatro compañías, con cuatro tanques cada compañía”.
El general (luego mariscal) Sperrle fue el primer comandante de la Legión Cóndor, hasta que le sucedió el general Volkmann. Después Sperrle, al frente de la Luftflotte III, prestaría todo el apoyo aéreo en la guerra relámpago a través de Europa. Era más un hombre arrojado y sin escrúpulos que un estratega. Pero el héroe de la Legión Cóndor fue Adolf Galland. Llevó a cabo más de trescientas misiones en la Guerra Civil española a bordo de su Messerschmitt 109, desde su llegada hasta la retirada de la Legión Cóndor al firmarse el pacto de no intervención. A los 30 años, héroe del aire en la Segunda Guerra con 104 victorias, fue promovido al empleo de general, el más joven en la historia del ejército alemán. Galland, que llegó a España después de la destrucción de Guernica, reconoció que la ciudad había sido bombardeada por los alemanes. Era una confirmación más del hecho del bombardeo.
Los aviones de la Legión Cóndor, los Heinkel 111, los Junkers 52 y los Messerschmitt 109, arrojarían sobre Guernica decenas de toneladas de bombas, casi la mitad de las que lanzaron todos los aviones de la Legión Cóndor sobre todos los frentes del Norte en el primer día de su ofensiva en Euzkadi. Fue el ensayo para la blitzkrieg aérea de Hitler al inicio de la IIª Guerra Mundial.
