Émile Durkheim

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Solidaridad mecánica: es una solidaridad por similitud. Los miembros de una misma colectividad, se semejan porque experimentan los mismos sentimientos, porque adhieren a los mismos valores, porque reconocen las mismas cosas sacras.

A esta pertenecen las llamadas sociedades primitivas o arcaicas. La tomar de conciencia de la individualidad se desprende del propio desarrollo histórico. En la sociedades primitivas cada uno es lo que eso nosotros; en la conciencia de cada uno dominan, tanto por el número como por la intensidad, los sentimientos comunes a todos, o sentimientos colectivos.

En un sentido, una sociedad de solidaridad mecánica es también una sociedad segmentaría.

Puede ocurrir, que en ciertas sociedades en que aparecen formas ya muy desarrolladas de división económica del trabajo, subsista parcialmente una estructura segmentaría.

Durkhein ve la prueba de esta supervivencia de la estructura segmentaría en el mantenimiento de las autonomías locales y en la fuerza de la tradición.

En la sociedades en que domina la solidaridad mecánica, la conciencia colectiva engloba la mayor parte de las conciencias individuales.

Las sociedades de solidaridad mecánica, la mayor parte de la existencia está regida por imperativos y por prohibiciones sociales. El adjetivo social significa simplemente que estas prohibiciones y estos imperativos se impone al término medio, y no en el individuo, y que éste se somete dichos imperativos y prohibiciones, como a un poder superior.

Cuanto más fuerte la conciencia colectiva, mayor la indignación contra el crimen, es decir contra la violación del imperativos social. Finalmente, también la conciencia colectiva parece particularizada. Cada uno de los actos del existencia social, sobre todo cada uno de los ritos religiosos, está definido con precisión. El detalle de lo que debe hacerse y de lo que corresponde creer aparecen impuesto por la conciencia colectiva.

Solidaridad orgánica: es contraria a la anterior, es aquella labor del consenso, es decir la unidad coherente de la colectividad, resulta de la diferenciación o se expresa en ella. Los individuos ya no son semejantes, sino diferentes; y hasta cierto punto precisamente porque son distintos se obtiene consenso.

Durkhein denomina orgánica una solidaridad fundada en la diferenciación de los individuos por analogía con los órganos del ser vivo, cada uno de los cuales cumple su propia función, y no se asemejan a los demás, pese a lo cual todos son igualmente indispensables para la vida.

En la sociedades en que aparecen la diferenciación de los individuos, cada uno es libre de creer, de querer y de actuar según sus propias preferencias en elevado número de circunstancias.

Donde reina la solidaridad orgánica, Durkhein cree observar simultáneamente una reducción de la esfera de existencia correspondiente a la conciencia colectiva, un debilitamiento de las reacciones colectivas contra la violación de los prohibiciones, y sobre todo un margen más amplio de interpretación individual de los imperativos sociales.