| Andreíta nos ha dado la infausta noticia. Nuestra entrañable MARINA GALLARDAY, madre de Fanny, de César, de Sara, de Jorge, de Juan y de Carlos, esta madrugada dejó de existir físicamente. Recordamos aquella época en que las cartas, escritas sobre hojas de papel, iban o venían a través del tradicional Correo; era cuando, ansiosos de noticias acudíamos a la Oficina de Pallasca, en la Plaza de Armas. De esto hacen ya muchos años. Allí nos esperaba MARINITA GALLARDAY, la TÍA MARINA, con una sonrisa ancha como el cielo, para entregarnos los paquetes de periódicos que casi todas las semanas de vacaciones, nuestro padre nos enviaba ("Vía Chimbote") desde Lima. Y nos alegraba encontrar la remesa correspondiente y nos regocijaba la sonrisa radiante de aquella mujer que es, probablemente, una de las damas pallasquinas que merecía un cariño, un respeto, una consideración muy especial. Como madre fue realmente excepcional. Y, por ello, valiosísima como ejemplo. Prácticamente sola hizo posible que el esfuerzo de sus hijos diera como resultado el haber llegado a superarse y a descollar. Dícese que "por los frutos los conoceréis". Y, efectivamente, los hijos de Marinita, son muestra indudable de esa verdad;de la calidad de su inolvidable madre, que fue (aquí cabe la palabra con toda propiedad) una verdadera sembradora. Seres humanos como Marinita Gallarday mueren, pero no dejan, como suele decirse decirse, un vacío en sus seres queridos: los dejan llenos de amor, de ejemplo, de fortaleza, de esperanza...Por ello decimos: Se fue Marinita, pero se queda. Nuestra solidaridad para los suyos y nuestro sentido pésame! (Los restos de nuestra paisana y pariente, se velan en el Velatorio del CAFAE ubicado en la Av. PETIT THOUARS No. 493 (esquina de Radio Nacional).)
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