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GENTE DE ANCHUCAYA |
DIMAS: nuestro primerr sacerdote ¿Sabían
los paisanos anchucaínos que muy pronto tendremos al primer sacerdote de
nuestro pueblo? Bueno, pues, tiene el nombre de aquel joven que poco antes
de morir junto a Cristo tuvo el valor de arrepentirse y reconocer la
divinidad del Redentor (recuérdenlo, dijo: "no blasfemes, Gestas, no
dudes del poder de Dios, regocíjate de la gloria que te cabe por morir al
lado del Mesías verdadero"). Su nombre es Dimas. Dimas Mendoza
Saavedra, nuestro paisano, recibió el llamado de Dios para convertirse en
pastor sobre la tierra. Es el hijo mayor de don Enrique y doña Margarita,
y sus hermanos son Juan Carlos, Reyna (ya fallecida), Judith (que, como él,
ha emprendido la senda religiosa) y César. Nació el 6 de setiembre de
1980; estudió en el Colegio 20607 de Anchucaya y actualmente está por
concluir su formación sacerdotal en el Seminario San José de Cañete. Se
trata de un caso valioso por lo excepcional: sin mayor estímulo y apoyo
que su férrea vocación. Nació y creció en un ambiente social y
familiar poco propicio y nada alentador; sin embargo, Dimas ha logrado
trasponer la valla del desfallecimiento y ya casi puede decir "tarea
cumplida, ya he llegado a la meta!". El sacerdocio, si bien tiene
mucho de júbilo por su significación espiritual, es también la puesta
en práctica de una insobornable fortaleza y entereza moral, implica
sacrificio, porque no es fácil resistir a la tentación del fracaso, a la
pérdida de la firmeza y de las fuerzas. El "mundo", con su
carne y sus placeres, nos jala y quisiera desviarnos del camino. Cuántas
vocaciones se han deteriorado en el trayecto! Dimas, por ello, merece
nuestro respeto, nuestro apoyo, nuestro cariño. Anchucaya debe sentirse
orgulloso de él. |
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