MLNV (MAFIA LIMITADA A NIÑOS VASCOS)
Antonio Sáenz de Santa María
Cada vez es más común escuchar a comentaristas que se declaran perplejos ante la imposibilidad de comprender desde el análisis como actuación política las actuaciones de JARRAI. No responden a ningún objetivo positivo. Aparentemente no pretenden sino ocupar la calle haciendo el mayor daño posible dentro de sus limitaciones. Sólo hacen aquello que pueden hacer sin esfuerzo, quemar coches, destruir cabinas de teléfono, y sin riesgo personal. No tienen aparentemente ningún objetivo político claro salvo el de amedrentar e intimidar a la población o el de reclamar la atención sobre su propia existencia. En efecto, bajo este punto de vista su incidencia en la actuación política de los demás es inapreciable. Pero esta dificultad de entender su actuación desde parámetros de análisis de las actuaciones políticas se troca en facilidad de comprensión si no aplicamos parámetros de eficacia política sino si lo comparamos con las características básicas de actuación de una organización mafiosa.
Una de las principales características de la organización mafiosa es la del control social. La organización mafiosa, el gang, únicamente aspira a crear unas zonas no sometidas a la regulación imperante en el resto de la sociedad para poder controlar y gobernar a sus anchas en una sociedad paralela. Una organización mafiosa no pretende el control de toda la sociedad y del gobierno legal sino conseguir una sociedad paralela sobre la que no actúe la autoridad legítimamente establecida y ser ellos los que la sustituyen. No desean trasformar la sociedad sino segregar una parte de ella y sustraerla a la acción de la legalidad. Y vivir con ella y controlarla. En este mismo esquema de funcionamiento podemos entender mejor qué significa para JARRAI, ETA y HB el control de las zonas de fiestas, de los Cascos Viejos de las ciudades, de los pueblos en los que presiden los Ayuntamientos. En esta misma característica podemos colocar el impedir la entrada de la política en las zonas en las que ellos están, con el objeto de poder controlar en exclusiva esos espacios (txoznas, barrios viejos, Barrio italiano de Nueva York, Litle China de San Francisco).
Otra de las características de la Mafia es la "Ormetá", el silencio. No podemos olvidar a los grupos de matones apostados en Andoain, en las cercanías de los controles de la policía mientras se rastreaba en busca del comando Donosti, cerciorándose de que ningún vecino informaba de nada en los agentes, o , mucho menos, se acercaba voluntariamente a comunicar algo.La tercer característica de cualquier organización criminal es la de la imposibilidad de abandonar la "honorable sociedad". Sin llegar al extremo del asesinato de "Yoyes", que fue calificado con un "asunto interno", una "disputa entre generales" por un portavoz de la propia sociedad, los presos impedidos de ejercer sus derechos al tercer grado u obligados a ser homenajeados continuamente desde su salida de prisión, el control que sobre ellos ejercen las Gestoras y la obligación que tienen de utilizar abogados de la banda son muestras vascas de la imposibilidad de abandono de los muros de la organización y de su salida a la sociedad libre.
La cuarta característica es la de utilización de sicarios menores de edad. Los cárteles de la droga, tanto el de Cali como el de Medellín, así como en su día las familias mafiosas de Chicago y JARRAI en la actualidad emplean niños cada vez más jóvenes para llevar adelante sus actuaciones como verdugos. Los niños tienen varias ventajas, pero la mayor de ellas es su propia falta de cualquier moralidad . Actúan por pura diversión totalmente inmunes a las consecuencias de sus actos y a los daños que pueden causar en personas y bienes. Como no tienen el menor atisbo de comprender lo que está bien y lo que está mal, lo mismo les entretiene quemar a un adulto que romper cabinas telefónicas. Carecen, por no haberse educado en ellas, las condiciones humanas de empatía y compasión, por lo que pueden ser absolutamente implacables. Gozan además de una ventaja añadida cual es la de la práctica impunidad penal por minoría de edad. En otros casos sus actuaciones no pasan de ser puro gamberrismo al que se le ha dado una cobertura y un barniz ideológico. Como aquel "currela" de LAB que decía que él se escaqueaba y hacía lo menos posible para hundir a su empresario y al "sistema capitalista", ocultando con ello que era, lisa y llanamente, un vago. Estos niños, gamberros como todos, ocultan su propio gamberrismo diciendo que rompen cabinas telefónicas y queman autobuses ¿contra España?
El control de la "honorable sociedad" sobre el grupo social o el territorio que controla no es únicamente de tipo físico o impositivo sino también pretende el control ideológico del mismo. Para ello emplea, como lo hace el MLNV, la mixtificación y la falsificación de la realidad. Lo que ellos hacen es por el bien del Pueblo, de la Honorable Sociedad, de la que se declaran y reconocen como únicos portavoces e intérpretes, y lo que hacen los demás son agresiones o provocaciones. Definir palabras que actúen como consignas, pero sin una expresi´`on concreta de las mismas "autodeterminación", "independencia", falsificación de la realidad hasta producir luna auténtica inversión en la que los agresores se ven como agredidos incluso históricamente. También denigran conceptos claves de convivencia social como los derechos democráticos o el valor de las mayorías en un sistema de representación.
Creación de unas redes de interrelación personal dentro de las cuales se produce toda la vida social de los miembros del "gang"
En definitiva, si bien es imposible comprender su estrategia desde una actuación política positiva, de creación es posible contrastar que sus actuaciones son similares a las que tradicionalmente emplean las bandas mafiosas de cualquier parte del mundo. Si su actuación no se explica desde la política y se explica con gran transparencia desde las características mafiosas ¿no será ésta la verdadera cara del MLNV?
Publicado en la web de UNIDAD ALAVESA