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PAISOS CATALANS


HISTORIA DE LA SENYERA - III


Conquista de Valencia

En el Llibre dels Feyts, cronica del rey catalán Jaume I, se narra que cuando el rey marchaba hacia Valencia, observando que no llevaba ni pendón ni bandera, ordenó construir uno con las sabanas de los caballos.

Tambien se narra que cuando estaba sitiando la ciudad de Valencia, envió a decir al rey musulman que cuando quisiera rendirse lo hiciera izando en la torres de Bab el Sachar la bandera real. (Crònica, c. 282): "Y cuando llegó el otro día, al anochecer, envié a decir al rey y a Raís Abulhamalet (para que los cristianos supieran que Valencia era nuestra y no les hicieran ningún daño) que pusiesen nuestra Senyera en la torre que ahora es el templo. Y ellos dijeron que les parecía bien. Y nosotros estabamos entre la Rambla y el real y la torre, cuando vimos nuestra senyera encima de la torre, bajamos del caballo y nos pusimos de cara a Oriente, uy nuestros ojos lloraron, y besamos la tierra por la gran gracia que Dios nos había hecho"..

Efectivamente el rey moro Abu Zayyan se rindió el 28 de Septiembre de 1238, izando una bandera en la torre consistente en un trapo blanco, sobre el cual se habían pintado dos barras rojas. Esto indicaría o bien que la bandera real conservaba dos palos rojos (y tres bastones amarillos, pues el uso del blanco fue un error o más probablemente la falta de tela adecuada), o bien que los musulmanes conocían la bandera real de dos palos y aun no estaban al corriente de la ampliación a un nuevo bastón, sin que nada excluya el uso de estandartes con mas bastones como se ve por la variedad de número en las pinturas de la conquista de Mallorca. De hecho es lógico suponer que igual que el rey hizo construir una senyera cuando se acercaba a Valencia, hiciera construir una con cuatro bastones después de su conquista.

Mencionan los anticatalanes de Valencia que la senyera de "dos barras [rojas] fue reconocida como senyera de Valencia" como si se tratara de una senyera diferente de la usada en Catalunya, pero por el contrario hay que destacar que con ello se confirma la afirmación catalana de que la misma bandera ondeaba en todos los reinos de "En Jaume" (el rey Jaume el Conquistador). La bandera de tres bastones dorados es atestiguada en diversos portolanos, sellos y documentos reales en en siglo XIII y XIV, usada tanto en Valencia como en Barcelona y Aragón, y es sin duda el símbolo real en la época. Su número habría pasado a cuatro bastones en 1230 y a cinco en 1240, pero estas modificaciones, no mantenidas tras la muerte de En Jaume y recuperadas más tarde, crearían cierta confusión en los artistas, con la natural tendencia a copiar el número de barras o bastones de obras anteriores.

El numero de barras

Bandera de cuatro bastones dorados

En esta época (1238) el número de barras no estaba fijado. Como hemos visto existen ejemplos contradictorios que permiten aventurar el uso de senyeras con número de bastones variable. No obstante la senyera real debía contener cuatro bastones: uno por Barcelona y los condados feudatarios; otro por Aragon; otro por Montpellier y los derechos feudales dinasticos en el Carlades; y el último por Mallorca.

Representación heraldica y sigilografica:

Bandera de cinco bastones dorados

Desde 1241 las barras doradas en los sellos reales pasan de ser tres a ser cinco. En 1266 Jaume I completa la conquista del Reino de Murcia. Efimera conquista que pronto es transferida a Castilla.

Representación heraldica y sigilografica:

Se conserva en Valencia el llamado "Peno de la Conquesta" (Pendón de la Conquista) que sería una reproducción fiel de la senyera real de Jaume I. El rey concedería su senyera a la ciudad y Reino de Valencia hacia fines de 1238, probablemente cuando ya se había añadido un quinto bastón dorado que simbolizaba a Valencia.

El citado Pendon de la Conquista, una fotografía del cual tomada en el archivo Municipal de Valencia aparece en la Enciclopedia Europeo-Americana (Tomo 66, pag 640) sería una reproducción fiel de su original. Solo el añadido de la inscripción: "Año 1-2-3-8" (en castellano) que figura en la parte superior de las barras amarillas, ha hecho dudar de tal datación. No obstante es seguro que la fecha fue añadida mucho después ("Banderas de España") en una rehabilitación hecha en el siglo XVII. Se conocen reformas del pendon en 1356, 1394, 1436, 1449 y 1459 ("Banderas" nº 28) siempre con indicaciones de fidelidad con el original. Las Provincias indica que la primera mención escrita del pendon data de 1538 lo cual es evidentemente falso. Entregado a la ciudad de Valencia por el rey, se deterioro por el uso y con el paso de los siglos hubo de ser reconstruido varias veces y en 1449 se hizo uno de nuevo pero se establecio una modificación importante: se le añadio una corona (la corona figuraba desde 1377 sobre el escudo caironado de la ciudad de Valencia, por concesión real). El pendón anterior a la reforma de 1449, tras una rehabilitación en 1459 quedó en custodia monastica y paso a usarse la llamada "real senyera coronada".

El pendon original (Peno de la Conquesta) es mencionado de nuevo en 1538. En 1587 fue dañado por un incendio y fue restaurado en 1596 y de nuevo en 1638 (año en que probablemente le fue incorporada la inscripción). El original reformado pasó al archivo municipal de Valencia en 1838.

Como hemos visto en la conquista de Mallorca, el Pendon de la Conquista, aun no siendo seguramente el pendón real, si debe ser indentico (naturalmente sin la inscripción) a un pendon usado en la conquista o poco después. El rey Jaume I hizo diversas donaciones de los pendones usados en sus expediciones a diversas entidades: debió hacerlo a la ciudad de Valencia con el Pendon de la Conquista como lo hizo después con la cofradia de los negros de la ciudad, y por tanto el pendón representaba al rey y no al Reino.

La autenticidad del Peno de la Conquesta queda acreditada por las mencionadas pinturas del Palacio de Aguilar en Barcelona (referidas a la conquista de Mallorca en 1229 pero que muestran una senyera sensiblemente identica), las pinturas del retablo de San Jorge de Pere Niçard (actualmente en el Museo disocesano de Ciutat de Mallorca) y las pinturas murales del castillo de Alcanyís, también de época cercana, donde igualmente aparecen dos senyeras de cuatro barras amarillas y tres rojas, una bocelada y otra en punta. En el escudo del rey, conservado en Valencia, se aprecían cuatro barras rojas. Lo cierto es que entre 1228 y 1241 el número de barras rojas oscilo entre 2 y 7 y el de bastones amarillos entre 3 y 8, pero que desde 1241 las cuatro barras rojas y cinco bastones se generalizan y este es precisamente el diseño del Peno de la Conquesta.

La imagen de la senyera real de tres bastones, usada durante más de cien años (al menos desde 1112 a 1229) persistió durante bastante tiempo. Aun aparece en el el Atlas de Cresques de 1375, habiéndose atribuido también la reproducción de solo dos barras a la falta de espacio.