Sinopsis histórica sobre Guinea escrita por José Díez Vilas.
HISTORIA
De las épocas anteriores a la llegada de los europeos no existe historia escrita. Los conocimientos y hechos del pasado se han estado transmitiendo oralmente, pero por desgracia esta tradición está desapareciendo, lo que significa la pérdida de su historia más antigua. A ésta se referirá en el apartado población junto con las migraciones de estos pueblos.
PRIMERAS EXPLORACIONES
Fueron los exploradores y más tarde los misioneros los primeros que escribieron sobre la cultura que encontraron. Más tarde llegaron los colonos.
El perfil de la costa africana fue pronto conocido por Europa, pero no así su población, ni mucho menos el interior del continente. Baste decir que en los mapas del siglo XIX aparecía gran parte del territorio del interior africano en blanco o con dibujos de grandes animales, que llenaban estos espacios vacíos.
La isla de Bioco fue descubierta por Occidente, gracias al portugués Fernando Poo en 1471, estando ya habitada. La llamó Formosa. Un año antes también los portugueses descubrieron el día de Año Nuevo la isla de Pagalú, a la que denominaron Annobón.
Mediante el Tratado del Pardo de 1 778, Portugal cedió a España las islas de Fernando Poo (la actual Bioco) y Annobón, además de permitir la libertad de comercio entre el delta del Níger y el actual Port Gentil (Gabán), a cambio de varios territorios de América que se encontraban en litigio entre ambas potencias. La expedición encargada de tomar posesión de estas tierras, dirigida por el conde de Argelejos cumplió su objetivo, pero los problemas se sucedieron. Argelejos murió poco después durante el viaje a Annobón, por lo que tomó el mando Joaquín Primo de Rivera, volviendo a San Carlos (Luba), sin haber cumplido su misión. Muchos enfermaron, la tripulación terminó por amotinarse y fueron hechos prisioneros por los portugueses en Sáo Tomé. En menos de tres años el barco de esta expedición salió hacia América con los que quedaban: tan sólo el 50/o de la tripulación.
Poco después los ingleses, ante el abandono en que España tenía sumido a estos territorios, intentan convencer a los nativos del mejor protectorado de Inglaterra, con el objetivo de tener un lugar más salubre en el golfo de Guinea, y disponer de un mayor control sobre el tráfico de esclavos. Así nació la actual Malabo, con el nombre de Clarence, a pesar de la disconformidad de los habitantes de la isla, los bubis, que se apartaron de estos colonos. Las fiebres traídas del continente diezmaban a los ingleses, hasta el punto de casi acabar con expediciones enteras.
En 1840 las factorías españolas de la isla de Corisco fueron quemadas por los ingleses, y en las siguientes décadas continuaron con su labor de obstaculizar a todos los mercantes españoles.
A pesar de todo, Inglaterra seguía empeñada en conseguir la isla, esta vez del gobierno español, lo que casi logró en 1 841, a cambio de una santidad de dinero. El Congreso y la opinión pública lograron parar este proyecto.
Los gobernantes dieron un vuelco en su postura, decidiéndose a apoyar la presencia española en estos territorios con una nueva expedición, que se lleva a cabo en 1843 bajo el mando de Juan José de Lerena, nombrando gobernador de Fernando Poo a un inglés, al no haber ningún español suficientemente preparado para tal fin.
En el continente, se cede la vigilancia de la costa del actual Gabón a Francia.
Los reyes bubis acataron la soberanía de la reina Isabel II; incluso alguno de ellos fue invitado a España.
En la franja litoral e islas del estuario, la aceptación también fue buena, y entre ellos se puede destacar a Boncoro I, rey de los bengas, al que sucedió su hijo, Boncoro II.
Mención especial merece el alegre recibimiento de que fue objeto el barco de esta expedición en la isla de Corisco. El capitán a su regreso de Cádiz, no escatimaría elogios hacia los corisqueños.
PERIODO COLONIAL
En 1 846, con motivo de otra expedición, Clarence pasa a llamarse Santa Isabel. Se produce un progreso económico, y se instalan nuevas factorías, intercambiándose productos con los nativos. Este progreso no es completo ya que las enfermedades siguen diezmando a los colonos.
En 1 848, Carlos Chacón es nombrado primer gobernador español de los territorios de Guinea. Posteriormente, presos españoles son deportados a Fernando Poo. Negros y mulatos emancipados de Cuba engrosan la guardia colonial y se encargan de pequeños trabajos de mantenimiento.
EXPLORACIONES CONTINENTALES
Por lo que respecta a la región del Muni, la Guinea continental, estaba habitada por los fang
en el interior, ndowes (combes, bengas, etc.) en la costa, y los llamados semiplayeros (bujebas, balengues, etc.) entre los anteriores. Cabe citar algunos de los exploradores que en la segunda mitad del s. XIX se internaron en ella: Pedro Arriola Abengoa, Bravo Carbonell, Manuel Iradier y Amado Osorio.
Con mayor o menor acierto viajaron por esta parte de Africa, conociendo paisajes, pueblos y costumbres. A pesar de las muchas penalidades que tuvieron que pasar, estas tierras jamás saldrían de su corazón. Entre ellos resalta la labor de Iradier, que exploró el estuario del Muni y consiguió el apoyo de numerosos reyes, imprescindible para reclamar ante Europa estos territorios, y a los que concedió cartas de nacionalidad española.
Pero no fue hasta principios del presente siglo cuando se conocieron las zonas más interiores de esta región continental. Una mención especial para los misioneros, que se integraron con los nativos, aprendiendo su lengua y sus costumbres, ayudándoles en lo que estaba en su mano. Muchas veces fueron el vínculo de unión entre africanos y europeos. Por otra parte Francia, que estaba ávida de territorios, desea apoderarse de toda la costa por debajo del actual Camerún y a finales del siglo pasado, por medio de la conferencia de Berlín, se hacen las principales divisiones de Africa.
DELIMITACION DE LAS POSESIONES CONTINENTALES
Ya en el año 1900, se firma un tratado entre Francia y España por el que acuerdan delimitar sus territorios en esta parte del continente. El resultado no es nada positivo para España, ya que su representante firma por un territorio siete veces menor que el que le correspondía según la conferencia de Berlín. En los años veinte, Fernando Poo (Bioco) llega a ser el mayor productor de cacao del mundo, pero las condiciones de trabajo a que estaban sometidos los braceros extranjeros, son denunciadas por sectores internacionales, llamando la atención de la Liga de Naciones. En los años 30 se realizan gran cantidad de estudios científicos de todo tipo sobre Guinea, que perduran en bibliotecas repartidas por España. La década de los cincuenta y principios de los sesenta son las de mayor desarrollo.
DE COLONIA A PROVINCIA
En el año 1956, pasa de ser colonia a provincia, pero con un régimen económico más ventajoso que sus homónimas de la Península. En 1 959 los nativos consiguen disfrutar de los mismos derechos que los ciudadanos de España, al menos en teoría ya que en la ~áctica amplios sectores de colonos temían el cambio.
Transcurren los mejores años de la nueva provincia, y es en 1962 cuando alcanza la renta per cápita más alta de toda Africa. Posteriormente, en el año 1 964, esta región se constituye en una autonomía presidida por Bonifacio Ondó. Pero a pesar de este bienestar e igualdad de derechos que disfrutó la población estos últimos años, España comenzó demasiado tarde el proceso de modernización y preparación del país para su independencia, acelerada ésta por las presiones de las Naciones Unidas.
En Madrid ante la creación de una nueva nación, grupos económicos internacionales intentan crear confusión y desavenencias entre Guinea Ecuatorial y España para desbancar así a los consolidados empresarios españoles.
ELECCIONES E INDEPENDENCIA
En 1968, un referéndum de independencia desliga a este ya nuevo país de España. Muchos sectores de la población pensaban que todavía no estaban preparados y preferían una independencia escalonada. Esto se pone de manifiesto en los numerosos votos negativos de Fernando Poo. El resultado final en todo el territorio, es el si a la Constitución de Independencia y las elecciones para la presidencia se celebran el 22 de septiembre de ese mismo año. Diversos partidos se presentan a estas elecciones, todos ellos apoyando la independencia, pero mientas unos pretendían mantener los lazos con España, otros, como el de Francisco Macías (Partido Secretariado Conjunto), mostraba una cierta actitud hostil con la metrópoli. Todo ello sin olvidaFque los partidos se agrupaban alrededor de sus respectivas etnias. En la primera vuelta, Macías gana por escasos votos a Bonifacio Ondó, cuya candidatura estaba bien vista por el gobierno del general Franco. Se tenía que proceder entonces a una segunda vuelta, en la que los pactos serían la base del futuro ganador. Macías se adelanta y consigue los votos del tercer candidato, Atanasio Ndongo Miyone. Con su apoyo gana las elecciones.
Fue entonces el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, quien en un acto celebrado en la plaza de España de Santa Isabel (actualmente plaza de la Independencia de Malabo), el 12 de octubre de 1968, entregó oficialmente la presidencia del país al nuevo mandatario y donde ya se produjeron unos incidentes. Mientras Macías pronunciaba su discurso, unos grupos radicales intentaban tirar la estatua del que fue gobernador en estos territorios, Almirante Barrera, ante la pasividad de la policía. Estos hechos presagiaban un futuro incierto para esta tierra. En Bata ese mismo día el avión en que viajaba Fraga y el nuevo presidente tuvo que esperar la confirmación por radio, de que los alborotos de la noche anterior hablan sido controlados mientras salían nubes de humo de varias iglesias incendiadas.
EL RECIMEN DE MACIAS
Macias funda el Partido Unico Nacional, que más tarde se convertiría en el PUNT, al tiempo que deroga los demás partidos.
Se rodea de colaboradores, entre los que destaca el notario español García Trevijano, que ya había intervenido con carácter particular y a petición de algunos partidos guineanos en la escritura de un borrador de constitución para el futuro país. Hechos estos que estuvieron rodeados de polémica en la prensa de la época. Macias cuyo nombre original era Francisco Masié Nguema, nació en el distrito de Mongomo, población de la que gracias al apoyo español llegó a ser alcalde. Durante el período de la Guinea autónoma, allá por el año 1964, fue nombrado, por Bonifacio Ondó Edu, consejero de gobierno y responsable de obras públicas. El camino para la presidencia ya estaba abonado. Presentaba una personalidad cambiante e irascible. Mientras que en un discurso apoyaba la relación con España, al día siguiente arremetía contra los extranjeros. Con los años, su personalidad fue degenerando, hasta caer en un estado de enfermedad psíquica.
El nuevo estado necesita urgentemente dinero para pagar a sus funcionarios y militares esperando conseguirlo de España. Pero éste se retrasa y Macías amenaza con acudir a otras potencias. Las reacciones entre el gobierno de Madrid y el de Santa Isabel se deterioran rápidamente, al mismo tiempo que los europeos empiezan a encerrarse en sus casas en evitación de incidentes callejeros. A mediados de febrero de 1969 Macías viaja a Bata, y surge un conflicto por las banderas españolas que ondean en el cuartel de la Guardia Civil, Consulado, y residencia del Cónsul. Se ordena arriar todas menos una. Al regresar Macías del interior del continente, comprueba que éstas no han sido retiradas, ordenando a sus hombres arriar la que ondea en el consulado y entregársela al Cónsul. Las alarmantes noticias que llegan de Bata provocan la decisión de que algunos puntos estratégicos de Santa Isabel sean tomados por la Guardia Civil, mientras que la fragata Descubierta anclada en Santa Isabel, se dirige rápidamente hacia Bata. Se trata ya de proteger la salida de los residentes que lo deseen. Este escabroso asunto se soluciona bajo las órdenes de Madrid, volviendo la Guardia Civil a sus cuarteles. Pero la ciudad amanece bajo el toque de queda, con alambradas y controles militares puestos por el ejército de Macías. En los próximos días los ataques verbales de Macías se radicalizan y en un acto público ante el embajador español se ataca a toda la comunidad española calificando a éste de persona non grata. Discursos contra los blancos y algunos incidentes en Bata con una víctima española al saltarse un control, hacen temblar a la población extranjera que empieza a dirigirse al último cuartel de la Guardia Civil y hacia el puerto.
El Presidente presenta protestas ante la ONU por la permanencia de la Guardia Civil y varios buques de la armada en su país, calificándolas de fuerzas colonialistas. La presencia de estas fuerzas estaba motivada por acuerdos transitorios después de la independencia. En marzo de ese mismo año, el ministro de Exteriores Atanasio Ndongo intenta un golpe de estado, pero fracasa, muriendo él y sus colaboradores. Ante las reiteradas acusaciones de Macías, España pide observadores a la ONU, y se inician las negociaciones para la retirada de la Guardia Civil.
EXODO DE EMPRESARIOS
En este mismo mes de marzo y viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, cunde el pánico entre la población española. Los incidentes se generalizan. Entre Iberia y los barcos de línea, se produce el gran éxodo. Casi 7.000 españoles abandonan Guinea protegidos por las fuerzas que quedaban. Dejan atrás todas sus pertenencias, y el país entra en una vertiginosa decadencia.
Macías mandó construir una tapia que aislaba gran parte de la ciudad donde tenía su residencia. Desconfiaba de casi todo el mundo y temía un envenenamiento promovido por los que le rodeaban. La represión se generaliza. En España desde enero de 1971 hasta octubre de 1976 se declara materia reservada todo lo concerniente a la relación entre ambos países. La población de la península ya no podía ser informada de lo que estaba ocurriendo en la ex-colonia, y la razón oficial de esta medida es la evitación de represalias en la población española que quedaban en aquel país por las críticas de la prensa contra el régimen de Macías. La razón no oficial, además de la anterior, era evitar que salieran a la luz pública los oscuros intereses económicos de personalidades influyentes del régimen español. En 1972, son los trabajadores nigerianos los que comienzan a marcharse y Macías, temeroso, se traslada a Bata. En los siguientes años se producen incidentes con estos trabajadores, con muertes incluidas y se teme una invasión por parte de Nigeria que al igual que Camerún siempre desearon tener esta isla. Más de 20.000 nigerianos regresaron a su país abandonando las fincas que trabajaban. También muchos ecuato-guineanos se ven obligados a huir del país refugiándose principalmente en Gabón, Camerún y España. Otra comunidad, la portuguesa, sufrió saqueos y malos tratos, abandonando Guinea.
Los sacerdotes católicos son perseguidos y en 1 978 se cierran las iglesias. Un año antes España rompía las relaciones diplomáticas ton Guinea. Unos pocos empresarios y comerciantes aguantaron la difícil situación, pasando miedo y años de escasez; son éstos los que hoy perduran.
Macías no sólo arremetió contra los extranjeros. Los bubis padecieron persecución, y hasta los de su propio pueblo tuvieron que padecer las consecuencias de una persona enfermiza que se transformó en paranoica. Y no todas las culpas deben caer sobre él, de sus duras leyes y otras decisiones tienen que ver sus colaboradores, asesores y personas cercanas.
EL REGIMEN DE OBIANG
El 3 de agosto de 1979, y ante una generalizada situación de descontento,el teniente coronel
Teodoro Obiang Nguema, decide dar un golpe de estado, denominado Golpe de la Libertad, que se consuma con éxito creando el Consejo Militar Supremo.
Macías es juzgado y declarado culpable por lo que es ejecutado. Se cierran así 11 años de dictadura con el resultado de numerosos muertos y desaparecidos.
Obiang Nguema se convierte en el Presidente de la República, deroga el toque de queda, formaliza la situación y bajo el lema Por una Guinea Mejor intentará reconstruir el país. Todos los sucesos ocurridos desde la independencia hasta la llegada de Obiang al poder son hechos tristes para Guinea y para España; como también lo fue la imagen que algunos de los gobernadores dejaron en el pueblo guineano. Pero no por ello se debe olvidar la historia. Esta no es más que el resultado de aciertos y desaciertos del pasado por ambas partes, de los que se debe sacar siempre una buena lección para el futuro.