EN BUSCA DE LAS MISTERIOSAS PIEDRAS DE “LA CONCHA”

Con el amanecer aún en penumbra y las lámparas que iluminaban el parque del poblado cañero de Casimiro Castillo, Jalisco, del día 15 de agosto de 1987, Se encontraban entre las bancas los espeleólogos Larry y Jesús, ya que días antes habían decidido ir a explorar unas cuevas de esos rumbos. ¡La hora de la reunión era a las 8:00 AM’!, y Larry y Jesús llegaron a Casimiro Castillo a las 4:00 AM. ! por lo que tuvieron que pernoctar en el parque hasta la llegada de Ignacio. Después de la larga espera, aún adormilados y con el fresco de la mañana, Ignacio los despertó anunciándoles su llegada.

Posteriormente partieron a encontrar esos mundos extraños de sueños entrelazados por venas vivientes y que sin ser tocados por la brisa del exterior nos conducieran al misterioso y mágico mundo de cuevas y figuras petrograbadas por antiguas manos que nos dejaron su mensaje en esas formas, como sombras sobre el silencioso mármol. Una vez reunidos los tres espeleólogos se dirigieron en busca de una persona que les sirviera de guía para llegar al lugar que la gente conoce como las piedras labradas de La Concha que pertenece al municipio de La Huerta, Jalisco.

El Espectáculo de las Piedras Grabadas

Muy entusiasta, el guía se prestó para llevarnos a La Concha y nos proporcionó una ayuda increíble, ya que se nos llevó en su camioneta. Poco después de las 10:00 el calor empezó a sentirse sofocante, pero no tuvimos que caminar mucho, ya que la camioneta nos dejó frente al cerro del mármol, donde con asombro y tristeza vimos como lo destruían a fin de arrancarle el mármol, pero también arrancarle esos vestigios de nuestros antepasados al destruir con los explosivos su propio pasado misterioso. Esa gente sin escrúpulos causa graves problemas ecológicos. Después de 15 minutos de ascenso vimos el maravilloso espectáculo de las piedras grabadas. Pasamos largos minutos en su contemplación. Había una figura de un hombrecillo con “casco” como de un motociclista, flores, círculos y signos que despedían líneas y sombras mágicas llenas de un misterioso pasado que ahora casi en forma moribunda gritaban que no se les extinguiera, que no se les agrietara que no se les hiciera daño. Quizá ahora en este momento ya formen parte de alguna “bonita construcción.”

Hacia La Cascada de Mármol

Después de esto, le dimos la vuelta al cerro comenzando a buscar la cueva que nos había dicho el guía que ahí estaba. Al fin ¡eureka! apareció una grieta y una abertura la cual decidimos explorar con suma precaución ya que la entrada estaba un poco inaccesible y una gran piedra bloqueaba el paso por lo que tuvimos la necesidad de moverla para poder penetrar en el interior de la gruta que despedía sombras mágicas sobre el silencioso y sofocante lugar. Algo nos hizo detenernos y observar con mas detenimiento la entrada ya que parecía haber sido hecha por la mano del hombre al haber una forma casi octagonal y piedras acomodadas o labrado el lugar de la entrada y con mucho cuidado y puesto que desconocíamos si era un tiro vertical, no nos arriesgamos y sujetamos una cuerda para poder bajar con mucha seguridad en ese lugar. La entrada era corta con un pequeño tiro de tres metros para después abrirse un poco en una gruta silenciosa. De repente nos salieron al paso murciélagos (quizá vampiros) de la cueva. Había mucha humedad y lodo pastoso y así se empezaron a caminar y a trepar 15 metros hasta subir por un costado en forma de cascada de mármol de tres metros de alta y orillas de pared del lado contrario.

Una Olla Semienterrada

De repente se oyó un grito de Jesús “¡Hey Nacho, Larry! Aquí hay una olla de barro muy grande.” Y ante el asombro y la incredulidad, avanzamos más rápidamente casi atropellándonos por la emoción de ese descubrimiento y llegamos hasta donde Jesús estaba y nos señaló con su lámpara y, efectivamente ahí inerte y quizá con siglos de antigüedad y semienterrada, encontraba la olla que discernimos que quizá era una tumba, el lugar natural que utilizaron nuestros antiguos para enterrar “a alguien” y tratamos de mover la olla sin ningún resultado. Así fue como terminó la aventura. Llenos de lodo y empapados de sudor y después ya afuera> estuvimos todos de acuerdo en nombrarla como la Cueva de la Olla, que aún encierra su misterio si es que no han destruido todo el cerro.

La Cueva del Diablo

Al amanecer del día 16 de Agosto de 1987 con la misma emoción que el día anterior y con el deseo de encontrar nuevas y misteriosas cuevas, el guía nos llevó a la Cueva del Diablo, no muy lejos. Es un cerro de mármol y enfrente un pequeño valle en donde se cultiva caña de azúcar. El guía nos dejó enfrente del cerro con todo el equipo y comenzamos el ascenso de 30 metros de largo. Llegamos a la entrada y nos encontramos con dos lugareños, padre y hijo que estaban dedicados a extraer el guano de murciélago para fertilizar sus cultivos de caña. Nos saludaron amablemente y nos dijeron que la cueva no era muy profunda por lo que aún así aseguramos una pequeña cuerda para bajar y poder subir con mayor comodidad. Fue de hacerse notar el guardián de fulgurante mirada y con aire formal al dominar con grandes ojos a los intrusos dándole a ese momento un toque de advertencia de no invadir su territorio de gran búho.

Una Maravilla Natural

Pues bien bajamos 15 metros y se abría la gruta hacia el techo teniendo unos 35 a 40mts. de alto y de ancho 15mts. Ese lugar se distingue porque tiene algunas formaciones de estalactitas en formas como de cascada y aguas malas parecen salidas de un cuento de hadas con sus refulgentes rayos brillantes al contacto con la luz de nuestras linternas con un aroma el interior de la cueva no muy agradable al olfato humano, notamos con gran tristeza que los lugareños también la han dañado al extraer el g

uano de murciélagos que aunque les hace falta el fertilizante también dañan las formaciones de esas cuevas que durante cientos y miles de años tuvieron que pasar para formarse en su base del techo y del piso mismo, se hace notar que es una de las pocas cuevas que se conocen en el estado que tiene formaciones de estalactitas y que debe de cuidarse esa maravilla natural.


Cuevas Inundadas

Ese mismo día nos trasladamos alrededor del cerro como a 500mts. del lugar para ver otras dos cuevas que nos mencionaron había en ese lugar. En la entrada de la primera, notamos unos murciélagos cafés y un murciélago hembra que sostenía a su crío sobre su espalda. Era un crío de piel desnuda. Al i

gual que otros que había en el lugar, se mantenía un charco de agua caliente que tal vez proporcionaba ese calor necesario que necesitan esos animales mamíferos. Se cerraba la cueva a 2mts. Después, a continuación, a 5mts de la cueva encontramos otra que estaba llena de agua sulfurosa con olores fétidos y en la cual no pudimos entrar ya que no llevábamos el equipo apropiado y le pusimos el nombre de la Cueva Inundada. Después bajamos a un estanque de aguas sulfurosas a observarlo ya que estaba sucio y no se podía meter uno a nadar y después al regreso, estábamos ya todos fatigados de tanto calor y falta de aire en esas cuevas, pero lo mas duro fue la caminata al regreso ya que el guía no regresó con la camioneta y tuvimos que caminar hasta la carretera del crucero a La Concha y de ahí tomar el autobús de regreso a Guadalajara.

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THE PETROGLYPHS AND CAVES OF LA CONCHA

THREE MEMBERS OF ZOTZ SPENT A WEEKEND IN AUGUST 1987, EXPLORING SOME PROMISING HILLS NEAR LA HUERTA. JALISCO, AN AREA RICH IN MARBLE. THEY FOIJND IMPRESSIVE PETROGLYPHS CARVED ON A CLIFFSIDE AND IN GREAT DANGER OF BEING DESTROYED BY QUARRIERS. NEXT, THEY ENTERED A NEARBY BOULDER AND SOLUTION CAVE WITH SOME FORMATIONS. HERE THEY CAME UPON A CLAY POT CEMENTED TO THE FLOOR OF A SMALL, EASY-TO-MISS PASSAGE. UNFORTUNATELY, THE BOTTOM HAD BROKEN AND THE CONTENTS HAD LONG AGO FALLEN INTO CREVASSES BELOW. THE NEXT DAY THEY EXPLORED LA CUEVA DEL DIABLO, WHICH CONTAINS A HUGE, BEAUTIFUL FLOWSTONE FORMATION, OWL’S NESTS, GUANO THAI IS BEING MINED. AND A FEW TEMPTING PASSAGES STILL WAITING TO BE EXPLORED.

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SUMARIO