El estado de Colima es poco conocido en el aspecto geológico, ello debido sobre todo a la falta de recursos y personal técnico especializado.

La Espeleología, rama de al Geología que se encarga del estudio de las cavernas no se ha explotado en el estado y no existe ningún grupo o asociación formal (aparte de Zotz── Editor) que se dedique a hacer exploraciones de las que existen, de manera que una gran parte de ellas están aún inexploradas y es el caso de que existen cientos de cavernas a lo largo del estado.

Las más conocidas son las del Cerro Grande y las de Tampumachay pero es posible encontrar grutas en una buena parte del estado ya que este es cruzado por una serranía de materiales sedimentarios que corre del Noroeste al Suroeste. Se inicia con el Cerro Grande, enorme macizo montañoso en el cual se han encontrado una gran cantidad de tiros verticales muchos de los cuales, ya han sido explorados. Este cerro en la porción de Jalisco recibe el nombre de Sierra de Manantlán.

Esta sierra se interrumpe por el Valle de Colima y prosigue al sur de Colima hasta llegar a las proximidades del litoral (cerca de Tecomán con los cerros de San Miguel, San Gabriel, La Salada, La Mina, etc. Los materiales que conforman esta Serranía son calizas marinas probablemente del Cretácico; en estas es posible encontrar una gran variedad de formas de vida.

Las calizas son rocas formadas por la sedimentación de esqueletos calcáreos de origen marino por lo tanto deben ser de origen autóctono. La caliza es una roca que efervece con el ácido clorhídrico y es atacada por el agua con cierta facilidad, a ello se debe que en el interior de las montañas compuestas por estas rocas se formen grandes cavernas con estalactitas y estalagmitas -- ello porque el agua que se infiltra va disolviendo lentamente la roca y llega a formar cavernas que se ramifican interminablemente.

En las inmediaciones de Colima de presentan regularmente tres tipos de cavernas, las verticales, horizontales y mixtas. Las de Tampumachay son de tipo horizontal y las del Cerro Grande y San Gabriel son de tipo vertical; en estas últimas para introducirse hay que descender con cuerdas y en las primeras puede uno recorrerlas caminando.

Las cavernas de Tampumachay a pesar de estar muy próximas a Colima son poco conocidas incluso por los lugareños ya que no son muchas las personas que se aventuran a entrar a ellas. La entrada de la caverna la penetra uno agachado, ya que la boca mide aproximadamente un metro. Caminados unos cinco metros existe un descenso de aproximadamente tres metros del cual se prosigue unos seis metros y se llega a la cámara principal la cual tiene una altura de piso a techo de unos quince metros aproximadamente. Esta cámara se prolonga con dimensiones disminuidas en un túnel natural de unos 60 metros del cual parten ramificaciones secundarias por las cuales se puede uno introducir parado o agachado y en otras no cabe una persona.

En esta cueva existen pocas formaciones espectaculares por la depredación humana pero en la parte central del túnel en un nivel más elevado de unos cinco metros existe una formación hermosa y en las ramificaciones por donde no caben personas si se ven estalactitas y estalagmitas pequeñas, se menciona como dato de interés que estas cavernas no están reconocidas en su totalidad, no existe levantamiento de ellas y tampoco están explotadas turísticamente pues no hay instalaciones dentro ni fueras de ellas.