"Mi Vida es tenis"
(www.diariosport.com)
11/6/2003 (Elsa H. Ollé )

Después de su derrota en París, ha tenido tiempo para pensar y no ha dudado: el tenis sigue siendo prioritario

El varapalo fue severo. Alex Corretja llegaba a París con once torneos en sus piernas y acreditando unos cuartos de final (Scottsdale) como mejor resultado. Faltaba comprobar su devenir en Roland Garros, el escenario de cuya magia se había impregnado los últimos cinco años, período en el que nunca se despidió antes de los cuartos de final y protagonizó dos finales. Pero la reacción no se produjo y por primera vez en diez años hizo las maletas el día de su debut. "Necesito ser valiente para seguir o para dejarlo", dijo poco después de perder ante Galo Blanco. Pasados los días, trabajando con los suyos en la pista de tenis ubicada en el jardín comunitario de la casa de sus padres, la misma en la que ya peloteaba a los siete años, Corretja está tranquilo y seguro de su futuro inmediato. Algunas dudas permanecen, pero no se cuestiona decisiones mayores.

¿Cómo está?

Bien, satisfecho de cómo estoy encarando las cosas. He estado cinco días descansando, necesitaba volver a casa, desconectar y pensar qué es lo que quería hacer y lo que necesito es jugar porque es mi vida. He de aceptar que vivo una época un poco complicada y tengo que intentar superarla. Lo fundamental es que esté tranquilo y convencido de lo que quiero. Si miro Roland Garros me duele el orgullo porque yo había formando parte del torneo los últimos cinco años de una forma muy importante y ahora me encuentro con que el martes de la primera semana ya estoy en casa. Se me ha hecho eterno, deseaba que acabara. Ahora quedan cuatro meses difíciles, pero la temporada no está acabada, tengo que salvarla como sea y encarar el 2004 con ilusión.

¿Qué es lo que se le ha pasado por la cabeza estos días?

Cuando estás acostumbrado a que las cosas salgan bien y lo intentas una y otra vez y no salen te cuestionas si estás saturado o es sólo una mala época. Yo quiero pensar que, como todo el mundo, pasas épocas más difíciles. He pensado si realmente me hace ilusión y me compensa viajar, competir... y sí, sí me hace. Si ahora me retirara, no me quedaría tranquilo conmigo mismo. Uno tiene que ser consciente de lo que quiere. Siempre lo había tenido muy claro y hoy no me planteo mi vida sin el tenis, imposible. Si pienso en un futuro inmediato sin el tenis no me llenaría, así que ni me lo planteo. A día de hoy mi vida sin el tenis no existe.

Dicen que cuando se toca fondo es cuando surge una reacción.

Sí...pero si te digo la verdad yo aquí en casa soy el tipo más feliz del mundo, mis problemas han sido en la pista, donde no estoy cien por cien competitivo.

¿Qué conclusión ha sacado de su derrota?

La más clara es que llegué a París con dudas porque no había jugado más de dos partidos seguidos y mi rival ­Galo Blanco­ conocía muy bien mis debilidades. La derrota fue la consecuencia de una mala temporada que me hizo llegar a París inquieto, con cierta angustia. La derrota me afectó en la medida de pensar que he tocado un poco fondo porque llevo seis meses luchando y no salgo de aquí. No jugaba concentrado, me despistaba mucho...

¿A qué asocia las distracciones?

En los últimos años he dado un rendimiento muy alto y todo pasa factura. Desde los diez años me he exigido y eso agota, te absorbe mucha energía. Tras ganar el Masters tuve un bajón, pero fue más de motivación, toqué el cielo con las manos y tenía que replantearme nuevos objetivos. El 2000 volvió a ser bueno y, en el 2001, hice final en París y al no ganar me desinflé un poco. Es como si la energía que yo empleaba se hubiera agotado, pero no estoy saturado de tenis.

Pero ya no es su única prioridad. En breve será padre.

A los quince años lo único que te importa es triunfar y ahora hay otras cosas que me motivan, pero yo no lo mezclaría. Mi situación personal me da felicidad, pero eso no quiere decir que en la pista no sea capaz de estar centrado. Las prioridades cambian. Antes me compensaba viajar 35 semanas y ahora si viajo 20 ya tengo suficiente.

Su entrenador, Javier Duarte, dice que usted piensa demasiado.

Sí, lo he hecho toda mi vida. Le doy vueltas a todo porque quiero encontrar una solución. Soy muy exigente y eso me ha llevado a triunfar pero también a pasar momentos de angustia.

¿Recuerda cuándo entró en esta dinámica?

Es difícil de concretar, viene dado de una relajación, de un pequeño conformismo y eso, a la larga, provoca que te distraigas. Antes siempre estaba en tensión, incluso durante las vacaciones y ahora es diferente. Mi vida ha sido siempre muy estructurada, disciplinada y ahora me cuesta un poco más.

Si la cabeza no funciona, no funciona nada...

Es cierto. Todo está en la mente. Si te crees capaz de lograr cosas y trabajas, puedes romper barreras, pero si la cabeza no tira, lo demás se pierde. Lo que más necesito es eso, que la cabeza esté tranquila, concentrado. Eso es lo que me puede llevar a encontrar de nuevo estabilidad en la pista.

Javier Duarte: "Tiene que pensar menos"

Javier Duarte y Sergi, hermano del tenista, son los hombres que viven el día a día profesional con Corretja. Para ambos uno de los problemas que acusa Alex es "la falta de continuidad. Le cuesta concentrarse en competición". En opinión de Duarte "a nivel de resultados la temporada no está siendo buena. En los dos últimos años llevaba una línea parecida pero en París remontaba. Este año no ha sido posible. Ha sido un contratiempo, pero Alex, si él quiere, todavía tiene vida deportiva por delante". Para Duarte las dudas de su pupilo nacen por "un problema de actitud, de capacidad de concentración y sacrificio en competición". "Tiene muchos altibajos", apunta Sergi, que coincide con Duarte en que Alex "tiene que pensar menos en muchas cosas, incluso de tenis. Se agobia un poquito porque le da muchas vueltas a todo".

Corretja: "Ganarse un puesto en el equipo será duro"

La Copa Davis ha sido una de las tablas de salvación este año para Corretja. "He tenido la suerte de que la Davis me ha mantenido con ilusión, pero ganarse un puesto en el equipo en septiembre será duro porque hay compañeros que a día de hoy lo están haciendo de largo mejor que yo. Pero la Davis no es sólo jugar bien, es también lo que cada uno aporta al equipo. Yo no puedo sentirme titular indiscutible, eso lo tienen que decir los capitanes. Yo me he sacrificado muchas veces y he aceptado decisiones difíciles sin poner mala cara así que si ellos me necesitan, estaré a tope".