Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

mistral.jpg (13132 bytes)

Gabriela Mistal nace el 7 de abril de 1889 en la cuidad de Vicuña, Chile. Sus padres fueron Juan Jerónimo Godoy y
Petronila Alcayaga, quienes la bautizaron con el nombre de Lucila.
A temprana edad empieza con sus trabajos de periodista colaborando con el periódico "Coquimbo", de La Serena, utilizando los seudónimos de "Alguien", "Soledad" y "Alma".
En 1906 conocería a  Romelio Ureta, empleado de Ferrocarriles, quien fuera el amor de su vida. Durante este período, Lucila sirve una plaza de maestra en la escuela de La Cantera.
1907 Escribe para los periódicos "La Voz de Elqui" y "La Reforma".   1908 Figura en la antología "Literatura Coquimbana" de L. Carlos Soto Ayala, en la cual éste le dedica un breve estudio y selecciona tres prosas poéticas de la autora: "Ensoñación", "Junto al mar" y "Carta íntima".
1914 El 12 de diciembre obtiene la más alta distinción en los Juegos Florales celebrados en Santiago, con Los
Sonetos de la Muerte.
Comienza a usar el seudónimo de Gabriela Mistral.  1917 Aparecen 55 poemas suyos en los cinco volúmenes de los Libros de Lectura de Manuel Guzmán Maturana.
1923 Aparece en México "Lecturas para Mujeres". 
1924 Realiza su primer viaje a Europa. En Madrid publica un pequeño volumen de versos bajo el título de "Ternura".
1931 Visita las naciones centro americanas y antillanas. Dicta una cátedra de literatura hispanoamericana en la
Universidad de Puerto Rico y conferencias en La Habana y Panamá.
1932 Inicia su carrera consular. Es nombreda Cónsul Particular de libre elección. Comienza sus labores en Génova,
pero no ejerce sus funciones al declarar su posición antifacista.
1934 Publica "Nubes Blancas" y "Breve Descripción de Chile".
1938 Realiza una gira rápida por los países de Sudamérica. Reside un breve tiempo en Chile, donde se le rinden
numerosos homenajes. En Buenos Aires se publica su libro Tala, editado por "Sur", la editorial que dirige Victoria
Ocampo. Gabriela Mistral destinó el producto de la edición a las instituciones catalanas que, como la "Residencia de
Pedralbes", albergaron a los niños españoles durante la Guerra Civil Española.
1945 El 15 de noviembre recibe la noticia que le ha sido concedido el Premio Nobel de Literatura. Tiene 56 años de
edad.
1956 El Gobierno de Chile le acuerda una pensión especial por la Ley que se promulga en el mes de noviembre.
1957 Luego de larga enfermedad, muere el 10 de enero, en el Hospital General de Hempstead, en Nueva York. Sus restos reciben el homenaje del pueblo chileno, declarándose tres días de duelo oficial. Por disposición testamental del 17 de noviembre de 1956, donó todos los derechos de sus obras que se publiquen en América del Sur a los niños de Monte Grande.

1958 Aparece en Chile, como tomo IV de las "Obras Selectas de Gabriela Mistral", "Recados contando Chile", con
prólogos y notas de Alfonso M. Escudero.

 

hol_br.gif (889 bytes) LA FLOR DEL AIRE
hol_br.gif (889 bytes) LOS SONETOS DE LA MUERTE

 

hol_br.gif (889 bytes) LA FLOR DEL AIRE

Yo la encontré por mi destino,
de pie a mitad de la pradera,
gobernadora del que pase,
del que le hable y que la vea.

Y ella me dijo: "Sube al monte.
Yo nunca dejo la pradera,
y me cortas las flores blancas
como nieves, duras y tiernas."

Me subí a la ácida montaña,
busqué las flores donde albean,
entre las rocas existiendo
medio dormidas y despiertas.

Cuando bajé, con carga mía,
la hallé a mitad de la pradera,
y fui cubriéndola frenética,
con un torrente de azucenas.

Y sin mirarse la blancura,
ella me dijo: "Tú acarrea
ahora sólo flores rojas.
Yo no puedo pasar la pradera."

Trepe las penas con el venado,
y busqué flores de demencia,
las que rojean y parecen
que de rojez vivan y mueran.
upbtn.gif (937 bytes)
 

hol_br.gif (889 bytes) LOS SONETOS DE LA MUERTE

Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.

Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido,

Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvoreda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.

Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!

II

Este largo cansancio se hará mayor un día,
y el alma dirá al cuerpo que no quiere seguir
arrastrando su masa por la rosada vía,
por donde van los hombres, contentos de vivir...

Sentirás que a tu lado caban briosamente,
que otra dormida llega a la quieta ciudad.
Esperaré que me hayan cubierto totalmente...
¡y después hablaremos por una eternidad!

Sólo entonces sabrás el por qué no madura
para las hondas huesas tu carne todavía,
tuviste que bajar, sin fatiga, a dormir.

Se hará luz en la zona de los sinos, oscura:
sabrás que en nuestra alianza signo de astros había
y, roto el pacto enorme, tenías que morir...

III

Malas manos tomaron tu vida desde el día
en que, a una señal de astros, dejara su plantel
nevado de azucenas. En gozo florecía.
Malas manos entraron trágicamente en él...

Y yo dije al Señor: - "Por las sendas mortales
le llevan ¡Sombra amada que no saben guiar!
¡Arráncalo, Señor, a esas manos fatales
o le hundes en el largo sueño que sabes dar!

¡No le puedo gritar, no le puedo seguir!
Su barca empuja un negro viento de tempestad.
Retórnalo a mis brazos o le siegas en flor".

Se detuvo la barca rosa de su vivir...
¿Que no sé del amor, que no tuve piedad?
¡Tú, que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!

upbtn.gif (937 bytes)

prvbtn.gif (144 bytes) Autor Anterior Próximo autor nxtbtn.gif (141 bytes)
hpo1.jpg (1550 bytes) hpo2.jpg (1679 bytes) hp4.jpg (1695 bytes) hp3.jpg (1545 bytes)