¿POR QUÉ SOMOS SALVOS PARA SIEMPRE SALVOS?

1. Dice Romanos 8:1-4 "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

2. ¿Por qué somos salvos para siempre salvos? ¿Por qué la salvación no se pierde? Porque la salvación es eterna y eso nos indica una vida para siempre. Porque ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús. Somos salvos porque estamos en Cristo Jesús y no podemos perdernos porque ya no hay ninguna condenación.

3. Observe que en el V:1 “ya no hay ninguna condenación” ¿Para quiénes? Para los que están en Cristo Jesús. ¿Cómo saber si una persona está en Cristo Jesús? V:9 dice “...Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”. ¿Y cómo sabemos quién tiene el Espíritu de Cristo? V:4 dice “...No anda conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.
4. ¿Quién nos trajo la condenación? Romanos 3:20 dice que “...Porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. Por cuanto todos pecamos estamos destituidos de la gloria de Dios, V:23. Estar destituido de la gloria de Dios es estar condenado a estar fuera de esa gloria. Pero ¿Cómo alcanzamos la gloria de Dios? Dice el V:24 “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”. La gente del A/T trataba de justificarse por medio de las obras de la ley, pero ninguno pudo ser salvo por esas obras, sacrificios y ritos. Pero cuando Cristo vino, él nos justificó gratuitamente por la obra de gracia que él hizo para todo aquel que cree en ese sacrificio perfecto en la cruz del calvario.

5. Debido a que Cristo cumplió toda la ley por nosotros y pagó el precio por nuestros pecados, nos justificó por gracia, y no por obras que nosotros hubiéramos hecho. Cristo nos justificó mediante la redención que hizo. Redimir es volver a comprar por precio. El precio que pagó Cristo por los que creen fue a precio de sangre. Nosotros originalmente éramos de Dios, pero nos perdimos mediante el pecado; y hace dos mil años, Dios nos recuperó a precio de sangre por los méritos de Jesucristo.

6. Pablo dice en Gálatas 3:13 que Cristo nos redimió del pecado y de la ley, ¿Cómo nos redimió? Por medio de su sangre o su vida derramada. Su sangre obtuvo eterna redención para nosotros. Ahora, comprendes porque ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús.

7. La expresión “ninguna condenación” indica que ya la ira de Dios no está sobre nosotros, la ley ya no está sobre nosotros, la condenación ya no está sobre nosotros, el dominio del pecado ya no está sobre nosotros. Si el pecado, la condenación, la ley y la ira de Dios no está sobre nosotros; entonces, ¿Qué somos nosotros? Salvos que no pierden la salvación, ¿Por qué no la pueden perder? Porque la condenación ya no está sobre nosotros.

8. En la expresión “no hay condenación” están incluidos el perdón de Dios y la paz de Dios. En que está en Cristo Jesús tiene perdón y tiene paz de Dios. Pero hay un requisito, para poder disfrutar esa liberación de la palabra “condenación” y es “estar en Cristo Jesús”. Estar en Cristo Jesús es una condición y un requisito establecido por Dios. Pablo dice en Romanos 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.

9. El que está en Cristo, está reconciliado y el que está reconciliado con Dios, está libre de toda condenación y por ende es salvo siempre salvo. Pastor...Pero yo conozco a unos que predican “salvo siempre salvo con licencia y libertinaje para pecar”. El que está en Cristo no puede volver a meterse en Condenación, ¿Cómo se mete uno otra vez en condenación? Romanos 8:6 dice “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”. El V:10 afirma “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia”. El V:12 dice “Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne...”.

10. Un salvo siempre salvo, no es un deudor a la carne, porque su cuerpo está muerto a causa del pecado, ¿Cuál es la causa de la condenación? El pecado. Observa que hizo Cristo por el pecado, V:3 “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne...para que no andemos conforme a la carne, sino conforme al espíritu”.

11. Un salvo siempre salvo está obligado a andar conforme al espíritu, y no conforme al libertinaje de su carne. ¿Qué dijo Pablo en Romanos 6:1? “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aún en él?”.

12. ¿Por qué podemos asegurar que somos salvos? Porque Dios, envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne. ¿Para qué condenó al pecado en la carne?:
a. Para que no andemos conforme a la carne
b. Para que pensemos en las cosas de la carne
c. Para que no nos ocupemos de la carne
d. Para que vivamos según la carne
e. Para que por el andar en el Espíritu hagamos morir las obras de la carne, porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios, éstos estén sin condenación y son salvos siempre salvos ¿Para qué? Romanos 6:27 dice “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna”. Un salvo siempre salvo tiene fruto de santificación porque su fin es la vida eterna.

13. ¿Qué hay para el que está en Cristo Jesús? Vida eterna, por lo tanto, ya no hay para él ninguna condenación. El que ya no tiene condenación es un salvo para siempre con Dios es y será salvo