El gran beneficio de la redención de Cristo

Hebreos 8:12 dice 12 Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. El gran beneficio de la redención de Cristo es el perdón de nuestros pecados. Este es un perdón que nos lleva hacia la libertad. Pablo dijo en Efesios 1:7 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. Nosotros fuimos escogidos y predestinados antes de la fundación del mundo. Pero cuando participamos de esta carne y sangre, caímos. Por eso, necesitamos ser redimidos. Esta redención la hizo Cristo por medio de Su sangre. La bendición que produjo esa redención fue el perdón de nuestros delitos y pecados. La ley decía en Hebreos 9:22 que sin derramamiento de sangre, no podía existir perdón de pecados.

Cuando hablamos de redención, nos referimos a lo que Cristo realizó por nuestros delitos y pecados. El perdón es una riqueza de la gracia de Cristo. La gracia nos capacita para heredar todo lo que Dios es. Según Hebreos 8:12 Dios no sólo perdonó nuestros pecados, sino que decidió no recordar esos delitos y pecados. El pecado está borrado, por causa de la muerte de Cristo.

La deuda de pecado que el hombre tenía con Dios fue cancelada mediante la obra redentora de Cristo. Una deuda cancelada es una deuda perdonada. Dios nos compró en el mercado de los esclavos del pecado y nos dio libertad. Colosenses 2:13 dice 13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él. perdonándoos todos los pecados.  Pablo dice que antes de venir a Cristo, estábamos muertos en delitos y pecados. Esta era nuestra condición espiritual. Nadie estaba libre de esta muerte espiritual. Pero, ¿Qué hizo Dios? Nos dio vida en Cristo, ¿Qué más hizo? Nos perdonó todos nuestros delitos y pecados. La palabra “perdonándoos” está escrita en tiempo aoristo,  que significa que esto sucedió en el pasado, ¿Cuándo? Cuando Dios juzgó en Cristo en la cruz nuestros delitos y pecados. Desde la cruz, estamos perdonados.

¿Cuántos pecados nos perdonó Dios? Nos perdonó todos los pecados cometidos. El pronombre “todos” incluye todos los delitos y pecados y no excluye ninguno. En el pronombre “todos” están incluidos la cantidad y la calidad de pecados que usted haya cometido sin Cristo y con Cristo.

Cuando Dios dice que perdona todos nuestros pecados, incluye los pasados y los futuros. Este es un perdón absoluto para todo el tiempo de mi historia en esta tierra. Yo estoy caminando bajo el manto de la redención con todos mis pecados cometidos. Para poder lograr comprender esta revelación o esta gran verdad, es necesario saber que cuando Cristo murió en la cruz, llevó el acta de los decretos o el certificado de deuda, donde se enumeraban todos los pecados míos y los de la humanidad, ¿Qué hizo Cristo en la cruz? Quitó de en medio todo pecado, porque era la barrera que había entre el hombre y Dios. en la cruz, Cristo compró mi perdón eterno. Ante sus ojos mi pecado ya fue perdonado. Jesús ya sufrió para pagar la sentencia contra ese pecado. Yo poseo un perdón garantizado.

Cristo nos ganó por su propia sangre, Hechos 20:28 dice 28Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. La palabra ganó significa “comprar, obtener un derecho, adquirir una posesión. El medio por el cual el Señor nos adquirió como posesión suya fue Su propia sangre. Esa sangre nos libertó.

Una vez libertados del mercado de los esclavos del pecado, nunca más el Señor se acordará de nuestros delitos y pecados, Hebreos 10:14 dice 14porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 17añade:Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Si Dios no se acuerda de tus pecados, es porque él los borró todos. El acta de la deuda quedó limpia, cancelada. Ya no le debes nada a Dios. El Señor ya no se acuerda de tus pecados porque los borró todos.

Todos nuestros delitos y pecados, pasados, presentes y futuros, se nos perdonaron cuando creímos en Jesús. No tenemos ningún pecado que él no haya perdonado ya. Todos nuestros pecados están borrados de la memoria de Dios. Jamás volverán a levantarse contra nosotros para condenación. Hemos sido justificados por la fe en Cristo Jesús.

¿Qué debe hacer uno cuando comete algún pecado
siendo cristiano?

Si Dios perdonó todos tus pecados, ¿Qué debe hacer cuando comete algún pecado siendo cristiano? 1 Juan 1:7 dice 7pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Observa que el resultado de andar en luz, es tener comunión unos con otros. ¿Qué es andar en luz? Es andar en el Espíritu. Andar en luz tiene que ver con nuestra conducta. Nuestra comunión está condicionada a ese andar en luz.

Cuando entre dos hermanos hay roces, contiendas, celos y pleitos, ¿Qué pasó allí? Se esfumó la luz, ya no hay luz y si no hay luz hay tinieblas y el resultado de las tinieblas no es la comunión es desunión entre dos hermanos. Pero ¿Cuál es la solución? Es volverse a meterse en la luz, es restaurar la comunión, y esto se logra a través de la sangre de Jesucristo. ¿Para que Cristo derramó su sangre? Para limpiarnos de todo pecado. No hay pecado entre dos hermanos que la sangre no pueda limpiar.

Observa el tiempo del verbo limpia es un verbo de tiempo presente y denota una acción continua. La sangre de Cristo nos lava todo el tiempo de todo pecado y es poderosa para hacerlo continua y constantemente. Este lavamiento es instantáneo, ¿Cuándo se efectúa de manera instantánea en tu conciencia?  Cuando tú confiesas esos pecados de tu conducta. Si no hay confesión, no hay aplicación de la sangre de Cristo. Los pecados que no son confesados, observa, ¿Cómo quedan delante de Dios? Proverbios 28:13 dice 13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.  14 Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal. ¿Cómo quedan los pecados no confesados? Quedan sin cubrir, quedan como pecados ocultos. El que tiene pecados sin confesar no prosperará,¿En que no prosperará? En misericordia, porque observa que el que los confiesa alcanza misericordia.

Pero, ¿Qué hace un cristiano temeroso a Dios? Confiesa sus pecados, mas el no temeroso, endurece su corazón, su conciencia y pronto caerá en el mal. Salmo 32:1 dice 1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.  2Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. El cristiano temeroso de Dios confiesa sus pecados para ser cubiertos, para que Dios no lo inculpe de iniquidad, ni de espíritu engañoso. David dice que Dios cubre el pecado y Juan dice que Dios limpia el pecado.
Es necesario que entendamos que la sangre redentora de Cristo nos limpió una vez y eternamente, Hebreos 9:12, 14 y esa limpieza perdura para siempre delante de Dios. Pero en nuestra conciencia necesitamos la aplicación instantánea del lavamiento constante de la sangre de Cristo para la restauración de la comunión con Dios.
En 1 Juan 1:7 Juan dice que la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado. Observemos que la palabra pecado está acompañada del adjetivo todo, y no se refiere al pecado que mora en nosotros, sino a cada uno de los pecados, hechos pecaminosos, frutos del pecado que cometemos después de ser cristianos. El V:10 dice que si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Cada uno de estos hechos pecaminosos contamina nuestra conciencia ya purificada, y se quita esa contaminación por medio de la sangre de Cristo, porque ¿Qué hace esa sangre? Nos limpia de todo pecado. Nuestro pecado es el que mora en nuestra naturaleza, el cual fue inyectado por la serpiente antigua por medio de la desobediencia de Adán, (Romanos 5:12) (Romanos 7:17). Ese pecado congénito, ya ha sido juzgado por Cristo que fue nuestra ofrenda por el pecado (Levíticos 4)(Isaías 53:10)Romanos 8:3)(2 Corintios 5:21)(Hebreos 9:26).  El problema de nuestros pecados, también fue resuelto por Cristo (Levíticos 5)(Isaías 53:11)(1 Corintios 15:3)(1 Pedro 2:24)(Hebreos 9:28).
Pero después de cristianos todavía necesitamos aplicar la sangre de Cristo a los pecados que cometemos, 1 Juan 1:9 dice 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:7 al 2:2 trata de los pecados cometidos por los creyentes después de ser regenerados. Todos esos pecados de nuestra conducta interrumpen la comunión con Dios.
Si después de ser regenerados los cristianos no tuvieran pecado en su naturaleza, ¿Cómo podrían pecar en su conducta?. El hecho de que pequemos ocasional o habitualmente, comprueba que el pecado todavía obra dentro de cada uno de nosotros. Si el cristiano después de ser regenerado, no pecara, entonces, su comunión con Dios jamás se interrumpiría. Del cristiano no se ha erradicado la naturaleza pecaminosa.
1 Juan 1:8 dice 8Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Decir que un cristiano no tiene pecado, es engañarse a sí mismo y negar el hecho de que posee una naturaleza pecaminosa y se estaría negando el hecho mismo de su propia experiencia. La actitud sana de un verdadero cristiano consiste no en negar su pecado, sino en confesarlo. El V:9 dice 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Confesar es declarar nuestros pecados, nuestros fracasos, después de ser cristianos y no antes de serlo.
Juan dice que Dios es fiel a su palabra y es justo con la sangre de Cristo. Dios es fiel a Efesios 1:7 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Y Dios es justo a Mateo 26:28 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Si confesamos nuestros fracasos, Dios, conforme a Su palabra y con base en la redención de Cristo, nos perdona, nos limpia de todo pecado, ¿Por qué? Porque así es Dios, fiel y justo. Cuando tu confiesas un pecado, ¿Sabes que hace Dios? Toma Su palabra en la mano izquierda y toma la redención por la sangre de Cristo en su mano derecha, y con fidelidad a lo que El dijo en su palabra y con justicia a lo que Cristo en la cruz, te perdona todo pecado confesado.
Un cristiano cuando falla, debe confesar sus pecados para que Dios le sea fiel y justo, para que le pueda perdonar y limpiar de todo pecado. ¿Cuál es la finalidad del perdón de Dios? Restaurar la comunión contigo. Cuando ya comienzas a confesar, ya estás restaurándote con Dios. Esa comunión con Dios es condicional, porque depende de tu confesión. Perdonar  nuestros pecados significa que Dios nos está liberando de la culpabilidad que producen los pecados, mientras que limpiarnos de todo pecado significa lavar nuestra conciencia de la mancha de nuestras injusticias.
Las palabras injusticia y pecados son sinónimas, porque toda “injusticia” es “pecado”, 1 Juan 5:17 dice 17Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte. Todo lo que no es justo, ni recto, es pecado. ¿Tu crees justo levantar un falso testimonio contra tu hermano? Esto es injusticia y es pecado. ¿Tu crees que es recto que un hermano no le paga una deuda a otro? Esto es injusticia y es pecado. Tu crees justo que una persona se incline ante una imagen de Dios cuando eso no es Dios? Esto es injusto y es pecado. Tanto las injusticias como los pecados son maldades. Los pecados denotan nuestras la transgresión de nuestras maldades contra Dios y contra los hombres.  Las injusticias denotan las manchas causadas por nuestras maldades y nos enseñan que no estamos bien ni con Dios ni con los hombres.
Para la transgresión se necesita el perdón de Dios y para la mancha se requiere la limpieza de Dios. El perdón como la limpieza de Dios son necesarios para la restauración de nuestra comunión. El que no tiene comunión con Dios ni con los hombres, no disfruta nada, porque tiene una conciencia ofensiva, culpabilizada, pecaminosa.

1 Juan 1:10 dice 10Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Este versículo comprueba que después de ser regenerados pecamos exteriormente, aunque no habitualmente. ¿Por qué seguimos pecando en nuestra conducta? Porque todavía tenemos el pecado en nuestra naturaleza. Todos los cristianos aunque hemos nacido de nuevo, todavía poseemos una condición pecaminosa. Observa que Juan era un varón santo y él mismo se incluye en el V:10 cuando dice “Si decimos que no hemos pecado”. 1 Juan 2:1 dice 1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. La palabra “Hijitos” denota un afecto paternal y es una frase que se aplica a todos los cristianos sin tener en cuenta su crecimiento espiritual. Si Dios perdonó todos mis pecados, ¿por qué algunos posees un corazón no perdonador? Si Dios nos perdonó, de igual modo debemos perdonarnos y perdonar  los demás.  El perdón es el primer beneficio de la redención