Matilde
no disfrutó su noche de bodas ¿o sí?
María Elena Venant, Univision Online
'¿Me gustó?'
¿Lo que hizo Manuel fue violación?
¿Fue o no fue? Esa es la pregunta del millón. En Amor Real, el Dr. Fuentes
Guerra compró esposa y en su noche de bodas procedió a "usar" el objeto
adquirido. Que si a Doña Matilde le gustó o no, es intranscendente, el hecho es
que ella no quería y hasta el último momento suplicó a su atacante que no la
despojara de su virginidad. ¿Podemos hablar de violación en este caso? Juzguen
Uds.
No todo tiempo pasado fue mejor
En un contexto histórico, el modo en que se consumó el matrimonio de Mati y
Manuel no es muy diferente al de sus contemporáneos. Por siglos se esperó que la
novia protestara e intentase dilatar la consumación del matrimonio, en cambio
los novios, con prepotencia de amos, tomaban por la fuerza lo que creían su
propiedad. Tanta conciencia había de que el acto sexual era una experiencia
repulsiva para la virgen esposa que en sociedades tan diversas como la romana y
la china , éste se postergaba hasta la segunda noche.
La diferencia en este caso radica en que todo indicaba que la noche de bodas de
la Srta. Peñalvert sería una experiencia placentera. El enamorado Manuel
planeaba llegar al corazón de su prometida a través de atenciones físicas.
Matilde había adoptado una actitud pasiva y estaba resignada a permitir que el
Dr. Fuentes Guerra fuese el primer hombre en su vida. Todo lo echó a perder el
teniente Solís por presentarse, cojito y lloroso, para recordarle a la recién
casada que él era su verdadero amor.
Para Manuel fue un shock tremendo descubrir que se había casado con una
casquivana que pretendía huir con otro apenas unas horas después de haberse
casado. Tal como lo fue para Matilde el descubrir que su familia y marido habían
conspirado para separarla de Adolfo. Ese viaje de bodas de los Fuentes Guerra,
uno furioso, la otra llorosa, no presagiaba una cariñosa y apasionada noche de
amor.
Desde el primer momento en que Manuel irrumpió en el cuarto de taberna donde su
mujer pretendía dormir sola, que nos dimos cuenta de que Matilde tenía pocas
ganas de escarceos sexuales. Ella le suplicó a su marido que le evitara "esa
vergüenza", pero Manuel le respondió cruelmente con frases como "¿No te das
cuentas de que me excitas?" o exigiéndole que lo mirara para asegurarse que era
él y no su "amante" quien la poseía.
Con el buen gusto que caracteriza esta novela, no nos enteramos de los detalles
gráficos de ese primer encuentro, pero ya habíamos visto que Manuel era capaz de
ejercer violencia sobre la mujer que ama. No teníamos dudas de que era capaz de
forzar a Matilde, que obviamente no estaría muy a gusto con la situación.
Al día siguiente, el médico dice incómodo a Mati que no esperaba que su primera
vez fuese así a lo que su cónyuge escupe que fue la experiencia más desagradable
de su vida. Queda claro que ambos lo pasaron mal, sin embargo Matilde se
cuestiona mentalmente "¿Me gustó? ¡No! ¿O sí?"
Para bien de los Fuentes Guerra, y de la futura vida sexual de Matilde esperamos
que ella haya podido derivar algún placer de su accidentada noche de bodas, pero
la pregunta persiste ¿fue violación o no?
Para muchos no lo fue porque la palabra "violación" es asociada con agresiones
violentas perpetradas por repelentes desconocidos. ¿Por qué la primera vez de
Matilde no puede ser juzgada como tal? ¿Por estar ella casada, porque le gustó,
o porque su marido es interpretado por el guapísimo Rey de las telenovelas?
Tengo una amiga, muy devota de San Fernando Colunga, que se niega a verlo como
violador aún en la interpretación de un personaje y aduce que si Matilde se
hubiese sentido violentada hubiese gritado o huido.
Es fácil pensar que Matilde, que ya conocía el peso de la mano de su marido, no
opusiese resistencia a sus avances. Huir encuerada por los pasillos de una
posada no parece muy prudente, como tampoco lo parece gritar. ¿Qué iba a decir
si, de acuerdo a la ley de la época, un esposo era dueño y señor de su cónyuge?
Uds tienen la última palabra.
|