Destacados científicos y militares piden que la USAF o la NASA investiguen denuncias de OVNI
El pasado 12 de Noviembre, se dieron cita en Washington D.C., varios militares retirados y científicos, para considerar la actual situación de la investigación y estudio de las denuncias de Fenómenos Aéreos Anómalos.
La reunión, que tuvo carácter internacional, fue convocada por la Coalición para la Libertad de Información –CFi--, la cual define su Misión de la siguiente manera: “Lograr la credibilidad científica, parlamentaria y de los medios, para el estudio de fenómenos aéreos inexplicados, en tanto trabaja para que se dé a conocer públicamente la información oficial y la evidencia física.”
El encuentro fue presidido por el ex-Gobernador de Arizona, Fife Symington III, y se realizó en la sede del prestigioso Club de la Prensa Nacional.
Como resultado de la misma surgió una declaración que reproducimos a continuación:
Declaración Internacional al Gobierno de los Estados Unidos
Presentada por la Coalición para la Libertad de Información
Noviembre 12, 2007
Preámbulo:
Nosotros, los abajo firmantes, con antecedentes y carreras en el gobierno, la aviación o el ámbito militar, presentamos aquí esta declaración como resultado de nuestra común experiencia y propósito. Mientras estábamos en actividad, cada uno de nosotros ha sido testigo de un incidente que comprendió un objeto volador no identificado, o ha conducido una investigación oficial de casos OVNI relevantes para la seguridad de la aviación, la seguridad nacional, o para el beneficio de la ciencia.
Usamos el término “objetos voladores no identificados” (OVNIs) simplemente para querer significar cualquier fenómeno aéreo que no puede ser identificado o explicado, una definición inicialmente usada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la década de 1950. No hacemos ninguna afirmación en cuanto a la naturaleza u origen de esos objetos.
En tanto la mayoría de las observaciones de OVNI se puede explicar como identificaciones erróneas de objetos conocidos o fenómenos naturales, esos gobiernos que las han estudiado, incluyendo algunos en los cuales estos signatarios han sido de su personal, han hallado consistentemente que un pequeño porcentaje de observaciones desafía una explicación convencional. Los informes de esos incidentes comprenden a menudo a testigos creíbles, tales como oficiales de policía, personal militar, pilotos y controladores de tráfico aéreo, e incluyen sólida documentación oficial.
Por lo tanto:
Nosotros creemos que por razones tanto de seguridad nacional como de seguridad de vuelo, cada país debería hacer un esfuerzo para identificar cualquier objeto en su espacio aéreo. Especialmente, luego de los ataques del 11 de Septiembre, ya no es más satisfactorio ignorar los ecos de radar de los cuales no se dispone de información de transponder y/o que no se pueden asociar con las performances de aviones y helicópteros existentes. En tanto los radares de la aviación civil y los controladores de tráfico aéreo confían mayormente en un radar secundario, los radares militares y de defensa aérea deberían estar configurados de tal manera que detecten y rastreen cualquier objeto en el aire, aún cuando permanezca estático u operando a velocidades muy lentas o muy altas.
A este respecto, hacemos referencia al incidente que ocurrió en el Aeropuerto Internacional O'Hare en Noviembre de 2006, cuando un disco metálico fue observado detenido en el aire sobre la terminal de United Airlines durante varios minutos. Dado que no fue detectado por radar, la Administración Federal de Aviación declinó investigar.
La AFA tampoco aceptó a pie juntillas varios informes de pilotos y otros interantes del personal de United Airlines, que corroboraban lo sucedido, descartando la observación como “debida a un fenómeno meteorológico”. Sugerimos que el prejuicio respecto de la palabra “OVNI” y respecto a informes de cosas desconocidas, puede llevar a las autoridades a descartar observaciones que se relacionen con aparatos aéreos no convencionales o vehículos aéreos no tripulados implicados en espionaje o actividad terrorista, especialmente cuando no se dispone de detección por radar.
Sin embargo, importantes observacions también se han ignorado cuando el radar no es un factor. A pesar de que cientos de ciudadanos vieron un enorme objeto triangular pasando sobre Arizona en 1997, el gobierno de Estados Unidos ignoró las solicitudes de las autoridades estatales acerca del incidente, y nunca ofreció explicación pública alguna sobre esta invasión del espacio aéreo estadounidense por una extraña y desconocida máquina volante. Creemos que esta manera de desentenderse representa tanto una oportunidad perdida como un potencial riesgo.
Sostenemos que un inquieto y preocupado público tiene el derecho a ser informado de los hechos acerca de incidentes OVNI que están bien documentados y que implican a múltiples testigos. Además, la ciencia carece del conocimiento potencialmente importante que se puede obtener mediante el estudio de estos acontecimientos, que implican a objetos que demuestran velocidades, maniobras y otras características que desafían nuestro actual paradigma científico.
Llamado a la acción:
Nosotros, los abajo firmantes, solicitamos a Estados Unidos que se una en cooperación con aquellos gobiernos que, reconociendo la realidad de los objetos voladores no identificados y las preocupaciones relacionadas con la seguridad en la aviación, ya han establecido sus propias agencias de investigación. Siguiendo las huellas del ahora difunto Proyecto Libro Azul, proponemos que la Fuerza Aérea de Estados Unidos reabra su iniciativa de investigación, o que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio inicie tal esfuerzo de investigación, para encarar las preocupaciones internacionales aquí establecidas, provean la necesaria confianza e incrementen la comprensión científica.
Convocamos a los Estados Unidos de América a comprometerse con nosotros y con las autoridades actualmente activas en todo el mundo, para encarar este problema en un permanente diálogo, que comience con la reunión de algunos de los abajo firmantes en Washington, D.C. , en este 12 de Noviembre de 2007.
Firmado,
Vasily Alexeyev – General de División, Fuerza Aérea Rusa, Centro de Comunicaciones Espaciales en Rusia
Ricardo Bermúdez S. - General, Brigada Aérea (Ret.); ex- Presidente del CEFAA, Chile
Ray Bowyer - Capitán, Servicios Aéreos Aurigny, Channel Island, Reino Unido
Wilfried De Brouwer – General de División, Subjefe de Planeamiento y Operaciones de Personal (Ret.) Fuerza Aérea Belga
John Callahan – Jefe de la División de Accidentes, Evaluaciones e Investigaciones, AFA (Ret.)
Don C. Donderi – Doctor – Universidad McGill; Investigador de Contratos, Departamento de Defensa Nacional, Canadá
Julio César Chamorro Flores – Comandante de la Fuerza Aérea Peruana (Ret.), Fundador de la OIFAA en 2001
Rodrigo Bravo Garrido – Oficial del Ejército Chileno, Piloto Militar, asociado con el CEFAA
Richard F. Haines – Doctor – Investigador Científico Mayor de la NASA (Ret.)
Charles I. Halt – Cnel. USAF (Ret.) ex Director, Junta Directiva de Inspección, Departamento de Defensa, Inspector General
Parviz Jafari – General, Fuerza Aérea Iraní (Ret.)
Denis Letty – General de División, Fuerza Aérea Francesa (Ret.); Presidente de COMETA
Oscar Santa María – Comandante y Piloto de Combate de la Fuerza Aérea Peruana (Ret.)
An thonhy Choy Montes – Abogado, investigador con la OIFAA, Fuerza Aérea Peruana, 2001-2003
James Penniston – Sgto.Técnico, USAF (Ret.)
Nick Pope – Funcionario del Ministerio de Defensa, Reino Unido, 1985-2006
Jean-Claude Ribes – Astrónomo, Centro Nacional de Investigación Científica, Francia, 1963-1998
Yves Sillard – Presidente de la Comisión Directiva, GEIPAN, Francia
Fife Symington III – Gobernador de Arizona, 1991-1997
Contacto: Leslie Kean
Traducción: Milton W. Hourcade