SETV:
El Nuevo Nombre De Una Vieja Búsqueda
Antecedentes
Del 19 al 20 de Marzo de 2004, se llevó a cabo en el Teatro Turismo de
la Ciudad de San Marino, Italia, el “5°. Simposio Mundial Sobre la
Exploración del Espacio y la Vida en el Cosmos”, bajo el significativo
título general de “SETI: En Espera
de los Alienígenas”.
En esa ocasión, el Dr. Massimo Teodorani, Astrofísico
perteneciente al Centro
Nacional de Investigación – Instituto de Radioastronomía y
Radiotelescopios, de Medicina, sito e Via Gobetti 101 – 40129 Bolonia, Italia,
presentó su trabajo titulado: El Estudio Físico de Anomalías Atmosféricas
Luminosas y la Hipótesis SETV.
Las
Misiones EMBLA (Electro Magnetic
Behaviour of Luminous Anomalies) son una iniciativa de investigación
conjunta entre el Instituto de Radioastronomía (IRA) con sede en
Medicina, (Bolonia-Italia)
perteneciente al Consejo Nacional de Investigaciones (CNR); y la Facultad
de Ingeniería Ostfold, con sede en Sarpsborg, Noruega, cuyos principales
representantes son los Profesores Erling Strand, (Administrador Ejecutivo
de la International Earthlight Alliance) y Bjorn Gitle Hauge. Hasta
el presente se han cumplido 2 misiones EMBLA, las cuales han permitido ampliar los conocimientos sobre las
Luces de Hessdalen.
El Dr. Teodorani ha participado activamente en todas las Misiones
EMBLA, conjuntamente con los Ingenieros Stelio Montebugnoli, Jader Monari, Marco Poloni y
la Astrónoma Simona Righini, entre otros.
También ha participado en una misión de investigación en Arizona, EE.UU. junto a Erling
Strand y la Geofísica Marsha Adams, por la Alianza Internacional de Luces Terrestres, y ha estado estudiando las Luces del Lago Ontario, Canadá, de las cuales --como asesor científico del Proyecto ORBWATCH--analizó algunos aspectos importantes, y es el lugar donde tiene planes de llevar a cabo misiones científicas en el futuro.
No es pues exagerado considerar que el Dr. Massimo Teodorani, es
actualmente la mayor autoridad --o una
de las mayores-- sobre los Fenómenos
Luminosos Anómalos.
A continuación, y con el permiso concedido por el Dr. Teodorani,
reproducimos en traducción exclusiva al español, su presentación científica.
RESUMEN. En base a cálculos estadísticos sobre
migración galáctica que plantean la necesidad de insertar un nuevo parámetro
dentro de la fórmula Drake [la
ecuación de Frank Drake, N.del T.], la hipótesis de trabajo llamada SETV
pronostica que vehículos y /o sondas exógenos pueden haber alcanzado el Sistema
Solar también, incluyendo la Tierra. La tecnología que actualmente se dispone
es capaz de permitir operaciones de sensores tanto en las extremas fronteras
del sistema solar como en nuestro planeta.
La posible presencia de sondas de posible origen extraterrestre en
nuestro planeta puede ser averiguada usando una red de estaciones sensoras que
sean colocadas en áreas críticas. Una
de ellas es la zona noruega de Hessdalen,
donde las dos misiones de exploración científica “Proyecto EMBLA” han
llevado a cabo mediciones que demuestran la existencia de todas las anomalías
del fenómeno luminoso que está presente allí. Al momento, nada prueba
científicamente que nuestro planeta está siendo visitado por inteligencias
alienígenas, no obstante, la destacable peculiaridad de la cual se ha
aprendido, en algunas áreas de recurrencia, demuestra que la fenomenología
verificada, de extrema importancia para la Física fundamental, presenta
características que merecen una mayor investigación con instrumental altamente
sofisticados.
INTRODUCCIÓN:
DE SETA A SETV
En el contexto general del proyecto SETI
ha nacido y se ha desarrollado una nueva rama llamada SETV (Search for Extra
Terrestrial Visitation) [Búsqueda de Visita
Extra Terrestre – N. del T.].
Esta investigación tiene el propósito de estudiar, usando los bien
experimentados métodos de la ciencia
física oficial, la posible evidencia de la visita de sondas, probablemente de
tipo robótico, de origen exógeno, dentro de nuestro sistema solar. La estrategia de SETV está dedicada a
monitorear la totalidad del sistema solar dentro de una esfera con un radio de
50 unidades astronómicas en la cual la Tierra es su centro. El uso de satélites
espaciales equipados con detectores específicos tales como cámaras CCD
infrarrojas de alta sensibilidad, conjuntamente con estaciones en tierra tales
como radares y radiotelescopios
conectados con analizadores de espectro multicanales, telescopios de
gran campo y baja apertura (para búsqueda) y telescopios de gran apertura
óptica (para análisis), pueden permitir a los investigadores establecer la
posible evidencia de anomalías asociadas a pruebas exógenas de baja
luminosidad, posiblemente del tipo dos
de la “Esfera de Dyson”, que estén presumiblemente ubicadas, según los
pronósticos, en zonas energéticamente favorables tales como los puntos de
libración Tierra-Luna, el cinturón de asteroides, la Luna y las órbitas
circunlunares y circunterrestres. El aspecto específico de la investigación ya
conocida como SETA (Search for Extra Terrestrial Artifacts) [Búsqueda de
Artefactos Extra Terrestres – N. del T.], está justificada por cálculos
estadísticos de “migración galáctica” los cuales, basados en la adición de un
nuevo parámetro a la fórmula Drake, pronostican que nuestra galaxia puede haber
sido colonizada en el lapso del orden de un millón de años y que la Tierra
misma puede haber sido visitada numerosas veces desde la llegada del homo
sapiens. Sobre la base de teorías
físicas derivadas de la relatividad general, también es posible que
civilizaciones ET de nivel superior puedan ser capaces de utilizar túneles de
espacio-tiempo tales como los “wormholes”: esto acortaría mucho el tiempo de
viaje.
Aún cuando está
generalmente reconocido que al presente no existen pruebas científicas de que
la Tierra ha sido visitada de facto, el proyecto SETV considera también la
posibilidad de monitorear la Tierra con la instrumentación adecuada. La posible presencia sobre la Tierra de
aparatos de exploración de posible
origen exógeno, aparecería necesariamente como anomalías en nuestra atmósfera,
que podrían ser caracterizadas por fenómenos luminosos para el caso, en los
cielos de ciertas áreas de la Tierra.
Sobre la base de esta hipótesis de trabajo, se planea implementar en el
futuro próximo una red de estaciones con instrumentos sensores (tanto
automáticos como no automáticos) para ser colocadas en áreas específicas de la
Tierra donde se informa muy a menudo de acontecimientos atmosféricos
anómalos. Se intenta usar instrumentos
tales como pequeños telescopios tanto del tipo fotométrico como espectroscópico
conjuntamente con detectores CCD de alta eficiencia cuántica, sensores operando en las ventanas de
longitud de ondas del infrarrojo y el ultravioleta cercanos, detectores de
acontecimientos de alta energía (Rayos X y Gamma), analizadores de espectro
radial operando tanto en frecuencias ultra-bajas (ELF-ULF) y en las microondas
(UHF), magnetómetros y radares para búsqueda y rastreo de cualquier blanco,
como instrumental básico.
Indudablemente, se han identificado unas 30 zonas de la Tierra donde
están presentes tales clases de anomalías en forma recurrente. El área noruega
de Hessdalen es la más importante de ellas, en la cual desde 1984, se han llevado a cabo registros visuales,
magnetométricos, por radar y radiométricos, y donde una estación sensora
automática está operacional desde 1998, habiendo sido equipada con varios tipos
de cámaras CCD de amplio campo [capaz de cubrir un campo de vision mayor a los 50°. grados - N. del T.] y zoom, y radar, capaces de registrar en tiempo real
la aparición de fenómenos luminosos anómalos.
Tales fenómenos se comportan de manera multiforme, muestran una larga
duración (hasta 2 horas) y producen a veces una enorme emisión de energía
(hasta 1 MW).
LAS DOS MISIONES
EMBLA EN HESSDALEN
La enorme
cantidad de información que ha sido adquirida en 15 años por el grupo noruego
conocido como “Proyecto Hessdalen”, ha justificado la ejecución de dos misiones
científicas italianas exploratorias (EMBLA 2000 y 2001), en el ámbito de la
colaboración académica italiano-noruega que está funcionando desde 1994. Esas expediciones, así como las que están planeadas para el futuro
próximo, tienen por objeto obtener los parámetros físicos del fenómeno, o, por
otra parte, tratan de entender la física en la cual se basa el fenómeno y
cuáles son las causas que lo provocan. El principal objetivo de las
expediciones consiste en poner a prueba experimentalmente la mayor cantidad
posible de bien fundadas teorías físicas de tipo natural que se conocen hasta
ahora (tales como piezoelectricidad, actividad solar, monopolos magnéticos,
mini agujeros negros), que sean capaces de explicar el fenómeno, pero la
“hipótesis SETV” también se tiene en cuenta
como un posible corolario del problema implicado. Aparte de las
extravagantes elucubraciones de actual difusión popular, las cuales no obstante
han sido llevadas a cabo por serios investigadores mitopoiéticos de nivel
académico, no existen claras evidencias al presente, de que el fenómeno de
Hessdalen se deba a visita extraterrestre. No obstante, aún cuando las causas
que producen el fenómeno luminoso aún no se conocen, luego de las misiones
EMBLA 2000 y 2001 ha surgido un escenario muy circunstancial, especialmente si uno considera que tal
fenómeno ha sido continuamente monitoreado por dos meses, en un estricto
vinculo con la estación automática noruega, obteniendo resultados mayormente
con espectrómetros VLF, imágenes de video, fotografías y espectro de baja
dispersión.
Los resultados
obtenidos muestran que el fenómeno considerado presenta a veces prominentes
anomalías físicas y un alto grado de auto-sustentación, del punto de vista
energético. Todo esto surge de las
siguientes mediciones: 1) se ha registrado un alto nivel de electrificación
atmosférica en todo el valle de Hessdalen, en forma de una especie de rayos
globulares que se denuncian por todos lados, tanto en el cielo como en tierra;
2) existe una fenomenología que es capaz de producir señales tipo doppler en
las muy bajas frecuencias (VLF) con velocidad de hasta 100.000 km/seg., una
evidencia que, sobre la base de un modelo ad-hoc, puede ser interpretada como
la presencia de partículas de alta energía que son aceleradas y colimadas por
un campo magnético con una simetría cilíndrica cuya eje esta desalineado en
comparación con el eje de rotación de un cuerpo que rote intensamente; 3) el fenómeno
luminoso en sí mismo está abiertamente constituido de muchos esferoides
subordinados que parecen vibrar en torno a un baricentro común, algunos de los
cuales son claramente eyectados desde el cuerpo central; 4) el fenómeno es
capaz de cambiar de forma y color en tiempo muy breve (del orden de segundos),
mostrando continuamente pulsaciones irregulares y por largo tiempo también
formas geométricas (mayormente rectangulares); 5) del punto de vista físico, ha
sido posible demostrar tanto espectroscópicamente como fotométricamente que el
fenómeno se comporta como un plasma térmico con una temperatura de alrededor de
6500° K, con un espectro tipo Planck y una consistente superposición de líneas
de emisión de tipo nebular; 6) se ha determinado que la variabilidad
fotométrica se debe a un plasma aproximadamente isotérmico pero con drásticas
variaciones de la superficie radiante; 7) se han registrado a veces
acontecimientos de baja luminosidad mostrando claras características
estructurales (tales como triángulos y elipsoides, en particular) como una
aparente sobreposición a la fenomenología que está más típicamente
caracterizada por esferoides de luz sin una estructura sólida.
Dos principales
peculiaridades han motivado nuestra atención. A) La luminosidad del fenómeno
aumenta sólo por el incremento de la superficie radiante y no por ningún cambio
de temperatura, la cual permanece aproximadamente constante sin ningún efecto
de enfriamiento observado. Todo esto ha sugerido que el plasma implicado puede
estar confinado dentro de un muy intenso campo magnético y que la forma
aproximadamente globular de los plasmoides se debe a una suerte de “fuerza
central” que simula a la gravedad y que les da a los plasmoides la forma de una
“mini-estrella”. La existencia de
perturbaciones magnéticas que están asociadas con el fenómeno luminoso ha sido demostrada,
desde luego. No existe duda
alguna, a partir de los datos
registrados, de que el fenómeno posee características de auto-regulación desde
el punto de vista energético, y hasta ahora no es posible identificar el
mecanismo de origen natural que es capaz de actuar espontáneamente con tal
sorprendente eficiencia. B) Una pequeña pero significativa parte
(aproximadamente el 5%) de los objetos registrados no muestra una rúbrica de
plasma, en este caso se ha diagnosticado una clara rúbrica que es típica de
sólidos uniformemente iluminados. Esto
se puede determinar inmediatamente al estudiar la distribución de la luz usando
simples técnicas de software PSF (Point Spread Function). El PSF de un plasma muestra una tendencia
típicamente exponencial o gaussiana, en tanto que el de sólidos uniformemente
iluminados, muestra una tendencia definidamente lineal.
Un resultado
fundamental que se determinó directamente en el campo durante dos misiones
científicas intensivas, es justamente que la fenomenología de Hessdalen está
caracterizada por dos aspectos bien distinguidos: I) la mayor parte es de los
glóbulos luminosos aparentemente inmateriales para los cuales se ha determinado
una apariencia exterior de plasma, pero con características altamente anómalas
tanto termodinámicamente como morfológicamente, II) una escasa pero
significativa minoría de objetos que poseen definidas características de
solidez. Esta doble vía en la cual se ha aprendido que aparece la fenomenología
puede interpretarse sólo de dos maneras alternativas: o como una superposición
de dos fenómenos con características claramente diferentes, o como dos
comportamiento netamente diferentes del mismo fenómeno. De cualquier manera,
debe tenerse presente que de suponer que se tome en cuenta la segunda
opción, leyes de física sobre radiación
bien conocidas dicen muy claramente que la verificación instrumental de la
naturaleza de plasma de un fenómeno dado, no es suficiente para demostrar que
el fenómeno es enteramente un plasma, sino sólo que su superficie externa (o
fotosfera) se comporta como un plasma el cual, por su naturaleza, es capaz de
esconder lo que existe dentro de él, como cualquier fotón procedente del
interior puede ser inmediatamente absorbido o dispersado por la nube de iones y
electrones que están localizados en la región externa, que a su vez es la única
que puede ser instrumentalmente monitoreada.
A fin de tratar de penetrar dentro de la nube de plasma, durante las
próximas misiones, se planea usar un “radar trazador de imágenes” conjuntamente
con un espectrógrafo de alta resolución capaz de proveer una mucho más precisa
descripción cuantitativa de la fotosfera de plasma del fenómeno.
NOTAS DE
CONCLUSIÓN
Desde la primera
observación de campo en Hessdalen (EMBLA 2000) ha sido posible aprender que,
conjuntamente con una enorme mayoría de luces del “tipo plasmoide”, también han
estado presentes objetos estructurados: primero un triángulo de luces, luego un
objeto translúcido con forma oval de baja luminosidad. Durante la segunda observación de campo
(EMBLA 2001) se grabó algo similar a una elipsoide aplastada. Todas estas
evidencias específicas de “blancos estructurados” no demuestran en manera
alguna, por supuesto, que Hessdalen es objeto de visita ET. Por el contrario, es mucho más razonable
sospechar que los gobiernos que al presente están posiblemente experimentando
volar aparatos trabajando con “tecnología exótica”, elegirían lugares
exactamente como Hessdalen a fin de trabajar sin ser perturbados, poniendo en
práctica el mejor de los camuflajes.
La co-existencia de luces anómalas de posible origen natural vinculadas
al territorio y de máquinas volantes nacidas de alguna mente de los “Skunk
Works” puede permitir a algún gobierno
operar en total secreto dejando que la opinión pública crea que
Hessdalen es una base alienígena. Por
lo tanto, el hecho de que algunos “acontecimientos estructurados” hayan sido
registrados por EMBLA en Hessdalen, no
es una prueba de que la Tierra esté visitada por sondas exógenas. Sin embargo, esta posibilidad en sí misma,
como una pura hipótesis de trabajo, no está en manera alguna excluida por la
ciencia oficial, y están incluida dentro de los planes (presentados
previamente) por el proyecto SETV. Como se ha dicho, la Tierra puede ser
alcanzada en varias formas que son canónicamente aceptadas. A fin de probar o refutar
esta posibilidad, es necesario ampliar por lo menos en un orden de magnitud,
tanto la sofisticación como la integridad del instrumental de sensores.
RECONOCIMIENTOS
El autor quiere
agradecer al Comité Italiano para el Proyecto Hessdalen por el sólido apoyo que
se le ha dado a las misiones EMBLA 2000 y EMBLA 2001.
Parece
obvio destacar el carácter totalmente científico de esta presentación.
Nos
permitimos destacar el segundo y tercer
bloque de información bajo el título “Las Dos Misiones EMBLA en Hessdalen”,
donde el Dr. Teodorani se refiere a los resultados obtenidos y se tipifica muy
bien el tipo de fenómeno que allí se observa.
Asimismo,
nos parece muy importante el señalamiento que el Dr. Teodorani hace en sus “Notas de Conclusión” respecto a la
posible presencia de artefactos terrestres secretos que están usando una “tecnología
exótica” y que pueden probarse en un terreno aislado como Hessdalen, donde además,
se dan fenómenos naturales que sirven como excelente cobertura.