UNIFICAR CRITERIOS,
PROCEDIMIENTOS, METODOLOGIA, CLASIFICACIÓN – Ya lo planteamos, en 1989.
Cuando en 1989, escribimos y
publicamos a expensas de nuestros personales y escasos recursos, el libro “Elementos
de Ovnilogía”, lo hicimos con un claro propósito: contribuir de manera
eficaz a que se analizara el tema en profundidad, se adoptaran criterios
acordes para la tarea, y ésta se realizara siguiendo ciertos parámetros, de tal
modo que el trabajo realizado por cualquier ovnílogo, en cualquier parte del mundo
–por lo menos el de habla hispana— tuviese el mismo valor que el propio, en
tanto y en cuanto, coincidiésemos.
Es así, que en el Prefacio
de la referida Guía para la Investigación, escribimos:
“Cuando el tema OVNI es despojado de toda su aura de “esotérico”, de
cuestión lindante con el “ocultismo” o la “magia”, cuando los hombres y mujeres
dedicados a la Ovnilogía, saben plantarse serenamente frente a las múltiples
hipótesis, y no rinden pleitesía acrítica a la Hipótesis Extra Terrestre (ETH)
como única, válida, y no necesaria de
demostración, entonces, recién entonces, están en condiciones de comenzar un
diálogo y una relación fecundos, pero además imprescindibles, con
profesionales universitarios, científicos y técnicos. Con institutos oficiales que son los que pueden proveer de
expertos, de análisis o de información absolutamente necesaria, para dirimir
las posibles explicaciones convencionales, que admite una original denuncia de
OVNI.
Y hay que darse un método para el trabajo. Un método consensualmente
acordado, pero acordado al fin. Que todos lo usen, para que el trabajo de cada
quien resulte válido a los demás y recíprocamente.
Y hay que acordar un sistema de clasificación y un sistema de valoración de
los casos-OVNI; sin perjuicio, además, de hacer una ponderación sobre la mayor
o menor conveniencia de seguir utilizando esa sigla, de su significado estricto
y de sus limitaciones.
En resumen: hay que optimizar y expertizar toda la tarea.”
De entonces a aquí, lamentablemente, poco o nada se ha avanzado a este respecto. Y si bien es cierto que casi no hay casos para investigar –por razones que explicamos detallada y documentadamente en el libro “OVNIs: La Agenda Secreta”, quienes persisten a nivel oficial o privado en la tarea de querer seguir abordando el tema, no han hecho lo suficiente para lograr ese acuerdo internacional sin el cual, no es posible acumular información que tenga validez universal.
Tanto al instituto creado en la
Fuerza Aérea Chilena, como al que se creó por la Fuerza Aérea Peruana,
ofrecimos la posibilidad de ir y dar un cursillo sobre la base de este libro,
para formar personal de manera adecuada.
En el caso de Chile,
prácticamente la comisión formada dejó de funcionar, pero nunca aprovecharon
nuestra generosa oferta.
En el caso de Perú, fue aún
peor. No sólo no aprovecharon nuestra oferta, sino que cuando quisieron
asesorarse, buscaron nada menos que al periodista sensacionalista español Juan
José Benítez. Los comentarios huelgan.
El punto fundamental es
este: cuando quienes quieren intentar
iniciarse en Ovnilogía, no tienen criterios para saber siquiera quién es quién,
entonces el campo queda abierto a los charlatanes, y de ello puede derivarse
cualquier cosa, menos una tarea con fundamentos científicos y por tanto, con validez
universal segura.
Similar situación ocurrió entre
las Fuerzas Armadas de México y otro comerciante del tema, Jaime Maussán.
Al parecer, la medida por la
cual se valoran a ciertos individuos va en directa proporción al éxito popular
de sus libros, sus conferencias públicas con entrada paga, o sus apariciones en
televisión.
Sobre esas bases, nada digno
puede construirse.
A la hora de querer constituir
vínculos unificantes entre ovnílogos, hay que cederle la derecha a quienes
tienen acendrados criterios científicos, llevan años de experiencia en el tema,
y han demostrado a cabalidad su honestidad intelectual.
Es a partir de allí, que se
puede pensar en formar ovnílogos, mediante cursos. Se puede pensar en
jerarquizar la tarea y convertirla –como lo proponía J. Allen Hynek—en una
labor profesional. Es a partir de allí cuando se puede lograr una unificación
de criterios básicos, el uso de un mismo conjunto de documentos para registrar
las denuncias de Ovni, un mismo procedimiento de estudio y análisis de cada
caso, y finalmente un mismo sistema de clasificación.
Y hay algo más. En el último
capítulo de “Elementos de Ovnilogía” escribimos:
“El Dr. Hynek nos confió que él tenía la idea de crear para la Ovnilogía,
algo semejante a lo que es la Unión Astronómica Internacional..............nos
referimos a la llamada “World UFO Association” (W.U.A.).
Cuando oportunamente se nos consultó sobre cómo crear esta entidad
internacional, esto es, a partir de qué conceptos y de qué personas, dimos
nuestra opinión.”
Aquí quisiéramos recalcar que para comenzar algo así, era menester definir “a partir de qué conceptos y de qué personas”. No era ni es cuestión de dar cabida a cualquier concepto y al cualquier persona. Y añadíamos otra iniciativa muy importante:
“Era de
esperar que tal entidad funcionase como un centro de documentación, de
intercambio de información, bibliografía, experiencias y contactos personales
de los investigadores a través de una sede internacional y de reuniones anuales
plenarias.”
Hoy nos preguntamos: ¿hay gente seria y sinceramente dispuesta a tratar de lograr algo así?, ¿hay gente interesada?, y... ¿vale la pena todavía?.
Publicaremos las respuestas, si nos llegan.