PRÓLOGO

“Aún tengo muchas cosas que deciros,

 pero ahora no las podéis sobrellevar”. (Juan 16:12)

    Así preparándose él mismo más allá para la misión puesta ante él, Jesús se retiró al desierto para contemplar su papel de la Redención y Sabiduría prometida para la semilla virtuosa de hombre. Como ahí había fuerza en el desierto que poseía toda la naturaleza de Dios, y Jesús miró hacia las creaciones santas de su Padre y recibió esclarecimiento y espíritu.

     Y Jesús, mientras allí en el desierto, fue tentado por Satanás. Y los animales salvajes del desierto estaban por todas partes sobre él, pero todo se volvió sujeto hacia él, por todo lo percibido por el Cristo Santo del Dios Verdadero. Y allí entre las bestias salvajes, sus únicos compañeros, Jesús ayunó y oró hacia su Celestial Padre. Y vino a pasar que después tuvo hambre y exhausto, y estaba en ese tiempo y lugar que el tentador vino hacia él y dijo,

   "Si eres el Hijo verdadero de Dios, ordena esas piedras se hagan pan, de manera que comerías y estarías lleno, porque esto no está escrito acerca de ti, que te alimentarás del más fino de trigo y miel, y fuera de la piedra con las aguas puras estarás satisfecho?"

    Pero Jesús contestó el tentador y dijo:  " Sí, pero también está escrito, el  Hombre no vivirá solo de pan, sino por cada ley que proceda fuera de la boca el Dios Verdadero, igual El Eterno Todo."

     Y el diablo estuvo silencioso por un tiempo y no le dijo una palabra a Jesús. Pero más tarde apareció de nuevo a Jesús con una mujer de belleza aplastante y bien parecida... y dijo hacia él, "Tómala como debilidad propia, porque su deseo de ella esta en ti, y ustedes tendrán amor y felicidad y mucha alegría toda tu vida, e igual ve a tus niños, porque si, no está escrito, "no es bueno para el hombre que el deba estar solo."

    Y Jesús, con voz elevada, dijo hacia el diablo, "Llega detrás mí Satanás, porque esto está escrito también, no llevaste lejos por la simple belleza de una mujer, porque toda la carne es como césped y la flor del campo; lo marchito del césped y el descoloramiento de la flor lejana, pero la Ley del Eterno Uno perdura para siempre. Te digo lo que ya sabes de mí, que vengo a sanar la espiritualidad enferma del hombre, por él que está en verdad nacido de Dios, manteniendo la semilla dentro de, por él conocido lo bueno de lo malo y la luz de la oscuridad. Yo restauro todas las cosas a su raíz original,  todas esas cosas podrían conocer que el Dios Verdadero está sobre el mal del mundo, por tu ignorancia, la humanidad experimenta mucho y la creación entera suspira y llora y espera libertad de esclavitud, si igual de la esclavitud de pecado que tú los has encarcelado a ellos."

    Y de nuevo Satanás estuvo silencioso por un tiempo, pero reapareció la tercera vez diciendo:  "Ven, volvamos arriba hacia la ciudad santa, donde te pondré en el mismo pináculo del Templo, por ciertamente aquí en la Casa de tu Dios, si eres el Hijo de Dios y te lanzas hacia abajo, todo que se escribe se producirá; porque dice:  "Él dará a sus santos ángeles cargos concernientes a ti; y en sus manos ellos deberán sostenerte para que no te golpees en ningún tiempo tus pies contra una piedra."

    Y una vez más Jesús dijo hacia Satanás:  "Está escrito también, Tú no tentarás al Señor tu Dios ni pondrás su Ley Santa a prueba. Porque si bien conoces el Todo Poder del Padre y si la Santidad de Sus Leyes, pero porque tú imaginaste el sueño imposible, tú así instalas un reino encima del más Alto, y tú engañaste muchos ángeles y la mayor parte de humanidad. Así tú también además ves, tu tiempo es limitado; por tu maldad  y mal se te devolverán, tu  semilla, pero también mi semilla hacia Dios. Haz lo que tu debas hacer, Satanás, y hazlo rápidamente, porque tu juicio está a mano, y tu no escaparás de ninguna manera a tu castigo el cual tú lo preparaste apresuradamente tu mismo y todos aquellos que aman tu mentira."

    Y de nuevo Satanás quedó silencioso y se fue enojado, pero después de un tiempo, volvió por la cuarta vez y le ofreció todo el poder a Jesús y gloria de su mundo, porque si, el poder y autoridad estaba para concederle a cualquier que él escogiese.

      Y dijo hacia Jesús, "Ven acá, porque yo tengo mucho que mostrarte, y mucho que dar." Y tomó a Jesús hacia arriba en una cordillera extremadamente alta, en qué toda la tierra y sus valles pueden verse en la inmensa distancia. Y estando en esta montaña, Satanás vio 12 ciudades y su pueblo, sí los reinos del mundo y cada deseo material en ellos, todo en un momento de tiempo. Y jactándose en su gran poder, el príncipe del Arco de maldad dijo hacia Jesús, "Todo este poder y toda esta autoridad, si y toda la gloria allí dentro como encontrarás en mi mundo como tu ves  todavía venir, te la daré a ti libremente, porque si bien sabes que todo lo que ves es entregado a mí por un tiempo, y lo, al pueblo lo entrego libremente. Porque esto no está escrito, "Vosotros tendrías dominio de mar a mar, así juzgareis a tu pueblo con rectitud y al pobre con misericordia, y hace un extremo lleno de opresión.' Si tu marchitas por consecuencia tu culto a mí, Jesús, todo será debilitado."

     Y Jesús miró a Satanás, el padre de cada mentira y dios falso de cada mal y lujuria, y dijo:  "De nuevo digo hacia usted, ignorante, si conoces la escritura bien, así como vosotros han escrito mucho y adulteraron las verdades sagradas. Pero esconde no detrás tu interpretación torcida de cosas santas, por tu arte en oscuridad y viendo no la luz como hombres santos ven y conocen. Debido a tu desviación, la Ley Santa escapa de ti, por qué es santo y puro (esta parte fue destruida en los pergaminos),  ningún compañerismo con maldad y pecado. Por eso no hay luz en la oscuridad y nada de verdad en una mentira, y tu haz enseñó la mentira como verdad y haz dicho hacia tus ángeles, tú has dicho que no hay un solo Dios,  pero habló el Santo Sabio hacia ti y dijo, Tu mientes, Satanail, porque el Eterno Todo está sobre el Resto.

     Porque tu conocimiento está escrito, 'Tu culto será el Eterno Todo y a Él solo será que sirves en pureza total de corazón.'  Porque conoces bien, tu tienes a la autoridad encima de este mundo por un tiempo, pero la edad vendrá cuando todas las cosas deben entrar en el resto, y tu poder y autoridad cesará, si así como cada trabajo malo cesará y sea ninguno más. Porque al principio tu le ofreciste todas las cosas a Adan también, pero cuando él escogió el bien encima del mal, qué pensamiento de ti no haría, tu ambición lo destruyo y su semilla, si igual causando un diluvio para derruir todas las cosas de la creación santa.

   Pero yo hablé hacia Adan y Adan hacia sus hijos, y Noah preparó una arca con mis ángeles y preservó un remanente santo de la creación, y la humanidad floreció después del diluvio. Pero él conoce del tiempo cuando el virtuoso heredará la tierra, y esos de amor humano prosperarán en todas las cosas y tu serás no más encima de ellos, ni tener poder de adulterar la creación."

    Satanás a oído estas cosas habladas por Jesús, quedó silencioso por un tiempo corto, entonces decidió acabar las tentaciones, y así partió de Jesús, sabiendo por una certeza que éste era el Hijo de Dios, conociendo el bien del mal, y la luz de la oscuridad.     ... Y observa, muchos Ángeles Santos de Dios vinieron y oficiaron hacia Jesús con muchas canciones y oraciones a la gloria de todo que es sagrado y puro, en que Jesús se guardó de las tentaciones de Satanás y no se rindió  a autoridad mala...

    Y después de un tiempo, Jesús volvió del desierto y sus padres felices verlo le hicieron una fiesta, y dieron a él los regalos, que los hombres sabios habían presentado, a él como un bebé en el pesebre. Y María habló, diciendo:  "Estas cosas las hemos guardado para ti, Jesús, igual hasta este día." Y dio hacia él frankinceinso, y la mirra, y el oro. Y Jesús tomó el frankincienso; de la mirra dio hacia María Magdalena; pero del oro él dio a sus padres para distribuir entre las combinaciones de los hermanos y hermanas, esos del sendero santo. Y mucha felicidad y alegría los hacía experimentar el banquete, por el espíritu de paz era con ellos en todo lo hecho y hablado. Y comieron el producto de la tierra y bebieron el jugo de frutas maduras, así como el mandamiento de la Ley Santa.

    El día próximo, San Juan Bautista vio a Jesús viniendo hacia él, y le dijo a las  personas que estaban cerca, "Mira, el Cordero de Dios, que por su rectitud toma lejos el pecado del mundo, el ser del pecado, muchas de las personas abusan y olvidan amor verdadero."

     Y Juan continuó para dar testimonio, diciendo:  "Si, vi el Cristo Santo descendiendo del cielo como una Paloma, y descansó en él. Y vi y di registro público que éste estaba y es el Hijo de Dios, igual Jesús Cristo, el Santo de Dios, que ha restaurado todas las cosas de raíz."

    Y el tiempo había llegado para Jesús comenzar la recolección de sus discípulos, que pueden aprender de Su Ley y Verdad, porque la ley viviente estaba en la carne y caminó entre hombres, enseñando, curando, y alguna vez interpretando la Ley Santa hacia todos los que podrían oiría y conocer el sendero santo...  De cada tribu de Israel el fijó un apóstol hacia Israel, que ellos como todas las naciones de la tierra, deben oír testimonio de sus verdades. En curso debido Jesús congregaría a muchos aprendices de la Ley Santa enseñar e instruir a las naciones el camino de la salvación eterna.

    Pedro y Andrés, hermanos, estaban entre los primeros en volverse discípulos. Andrés dijo hacia Pedro: ¡ "hemos encontrado el Cristo, nuestro Mesías, permítenos seguir sus caminos a la salvación." Yendo a Galilea, Jesús vino hacia Philip y dijo, "Sígueme." Y Philip se acercó Nathanael, y dijo hacia él, "Lo hemos encontrado, de quien Moisés en la ley y los Profetas predijeron, este Jesús de Nazareth, el hijo de José y María." Y Jesús dijo hacia Nathaniel, "Mira a un israelita en quien es ninguna astucia o deshonrado de la Ley Santa! ¡Ven! Sígueme también con Philip."

    Y Jesús continuó haciendo discípulos por todas partes él habló la palabra del Eterno. Sí, igual entre hombres jóvenes y hombres viejos, hombres sabios y hombres no instruidos, mujeres jóvenes y viudas, adinerados y pobres, madres y padres, hermanas y hermanos, hijos e hijas. Muchos fueron los que oyeron la voz santa y escucharon la verdad, y muchos fueron bendecidos con comprensión y sabiduría...

    Y unos Fariseos miraron maravillados, pero la mayoría miraron con envidia y odio, pero Jesús sin disminución continuó para hacerlos discípulos de todos aquellos que anhelan verdad y salvación.

    Y vino a pasar que un cierto Fariseo llamado Simón, preguntó de Jesús que si él pudiese cenar con él, y Jesús se sentó y comió con Simón. Y mira a una mujer de Magdala, María, reputada como una pecadora, estaba también en la ciudad y ambicionó a Jesús presentándole  un regalo, una caja de alabastro de ungüento.

    Encontrando a Jesús en la casa del Fariseo, estuvo de pie a los pies de Jesús detrás él, lloró, y lavó los pies de Él con sus lágrimas, y los limpió con el cabello de su cabeza, y entonces besó sus pies, y los ungió con ungüento.

    Simón el Fariseo se sorprendió de lo que vio, porque él creyó en su corazón, si Jesús era un profeta, Él no tendría que ser tocada por una pecadora...

    Pero Jesús, percibe el desconcierto de Simón, dijo hacia él:  "había un acreedor, que tenía dos deudores. Uno debía 500 centavos y el otro 50. Y cuando ellos no tenían para pagar, el acreedor libremente perdonó a ambos. Dime, Simón, cuál de los deudores amor él más?" Y Simón contestó:  "supongo que él a quien perdonó el más." Y Jesús dijo hacia él, "Tú has juzgado correctamente." Y dijo hacia Simón, "Ahora ves tú esta mujer en cuestión. ¿No entré en casa suya, pero tú no me diste nada de agua para mis pies. Pero ella que no tenía nada de agua, lavó mis pies con muchas lágrimas, y así los limpió con el cabello de su cabeza. Tú también no me diste beso, pero esta mujer desde el mismo tiempo que entré no cesó de besar mis pies, así como tú  observaste. También mi cabeza con aceite tú no ungiste, pero esta mujer si ungió igual mis pies con ungüento.  Por eso, Simón, digo hacia ti, por la Gracia de Dios, sus pecados, los cuales son de hecho muchos, son olvidados, porque aunque si no ha sabido que esta mujer es humana, pero la conoce sólo por sus pecados, digo si en verdad, ha amado y preocupado mucho, no sólo por el necesitado, pero también cada bestia y los pájaros del aire, si, igual los peces del mar. Porque te digo, a quien lo pequeño es perdonado, el mismo amor es pequeño."

    Y Simón quedó silencioso, pero escuchó a cada palabra. Y entonces Jesús dijo hacia la mujer, "En verdad, se te perdonan tus pecados, toda paz es hacia ti." Y ellos que se sentaron a la mesa empezaron a decir dentro de ellos, por una certeza, "quien es este que perdona los pecados?" Porque Jesús no había dicho hacia la mujer, "te perdono," pero "Tus pecados son perdonados." Porque Jesús discernió en su corazón, Fe verdadera y penitencia. Si, porque Jesús no requería el testimonio externo de cualquier hombre, porque él mismo supo lo que estaba en cada hombre y mujer antes de él, conociendo el bien del mal, lo justo de lo erróneo.

    ... Y Jesús continuó para despertar las personas a misericordia y amor debido a su gran sabiduría y conocimiento de los significados internos de la Ley Santa. El Espíritu de Verdad era en él y por todas partes él habló, las personas recibieron sus palabras en alegría y paz. Y María Magdalena también se volvió un discípulo de Jesús y el pecado nunca vino hacia ella de nuevo, porque ella se purificó y anheló sólo hacer bueno y olvidar el mal. Y María a tiempos viajó con Jesús y los discípulos, y hacía ella misma hablar a muchos,  guardando la Ley Santa, y muchas mujeres escucharon a sus palabras y se volvieron discípulos del sendero santo, si, igual dieron testimonio de sus familias y vecinos de la salvación y luz de Jesús. Y algunos de los Fariseos escucharon a las palabras de Jesús también, y se apartaron de sus malos caminos y lo siguieron. Y había gran excitación entre los sacerdotes que desearon no oír de Jesús ni sus verdades.