Las Cárceles y su Influencia Moral
Sobre los Presos.
Este es el texto editado de un discurso que Kropotkin pronunció en París ante una
gran audiencia de obreros el 20 de diciembre de 1877. Se publicó en Francia en forma
de folleto y tuvo amplia difusión.
Aunque Kropotkin proclamó a menudo sus ideas sobre la iniquidad de las cárceles y la
necesidad de un método completamente distinto para tratar a los delincuentes, fue aquí
donde expuso con mayor claridad los males del sistema carcelario. Ningún otro autor
lo ha hecho mejor en forma tan sucinta. No es necesario ser un filósofo anarquista
para indicarlo y, salvo al discutir la solución, no hace ninguna aportación propia del
pensamiento anarquista.
Pero su solución es revolucionaria, y su denuncia necesaria para darle sentido. Abolir
las cárceles y tratar a todos los infractores como hermanos, aplicándoles en los casos
necesarios todo lo que la ciencia médica y la psicología moderna ofrecen para curar la
conducta antisocial. Y con su ingenua fe en una revolución general e inminente,
preveía Kropotkin la abolición de todas las cárceles como una de sus tareas primeras,
seguida de un régimen tal de ayuda mutua y de mutuas oportunidades por la
cooperación, que desapareciese la conducta antisocial.
Hasta que tal objetivo se
lograra, consideraba que la comunidad debería protegerse espontáneamente ella
misma contra los infractores, pero examinaba muy por encima este problema.
El tratamiento es estimulante, plenamente moderno en el análisis del delito, e
indicativo de la única dirección en que puede lograrse progreso.
**Este texto es distribuido como folleto por El Grupo de Apoyo a Pres@s Pilític@s y Cruz Negra Anarquista : LIBERTAD
Tras el problema económico y tras el problema del Estado, quizás el más importante de
todos sea el que concierne al control de los actos antisociales. La distribución de justicia
fue siempre el principal instrumento para crear derechos y privilegios, pues se basaba en
sólidos fundamentos de derechos constituidos; el problema de lo que ha de hacerse con
los que cometen actos antisociales contiene en consecuencia en sí el gran problema del
gobierno y del Estado.
Es hora ya de que nos preguntemos si la condena a muerte o a la cárcel son justas.
¿Logran el doble fin que se marcan como objetivo, el de impedir la repetición del acto
antisocial y (en cuanto a las cárceles) el de reformar al infractor?
Son graves cuestiones. De la solución que se les de depende no sólo la felicidad de miles
de presos, no sólo el destino de mujeres y niños asolados por la miseria, cuyos padres y
maridos no pueden ayudarles desde detrás de sus rejas, sino también la felicidad de la
especie humana. Toda injusticia cometida contra un individuo la experimenta, en último
termino, todo el conjunto de la especie.
He tenido ocasión de conocer dos cárceles en Francia y varias en Rusia, y diversas
circunstancias de mi vida me han llevado a volver a estudiar las cuestiones penales, y
creo que es mi deber exponer claramente lo que son las cárceles: relatar mis
observaciones y mis ideas, resultado de ellas.
La Carcel como Escuela de Delito
La Inutilidad de las Carceles
Los Delincuentes en La Carcel y Fuera
El Trabajo en La Carcel
Consecuencias del Cese de los Contactos Sociales
La Teoria de la Fuerza de Voluntad
El Efecto de las Ropas de la Carcel y la Disciplina
Los Carceleros
Como Debemos Tratar a los Infractores?
Causas del Delito
Como Curar a los Infractores?
Conclusion