Asociación de sentimientos inconscientes que influyen sobre la personalidad como inferioridad, superioridad o frustración.

Que pasa con la alabanza de hoy en las diferentes comunidades cristianas, la alabanza es fuente de liberación, como todos sabemos. Por ello es necesario que el adorador o el que ministra con alabanza sea una persona liberada espiritualmente para que pueda ser un canal útil através del cual Dios pueda manifestarse.

Cuando hablamos de libertad, hacemos referencia, no a la libertad primaria del pecado, sino a la libertad de una cantidad de complejos que ocurren en la mente y corazón del adorador, y que por motivo de las cuales le es imposible tener una alabanza fluida y ser de bendición al pueblo de Dios.
 
 

TRATEMOS ALGUNOS DE ESTOS COMPLEJOS

CORO RAPIDO VS. CORO LENTO: Podemos pensar que la bendición consiste en cantar coros rápidos o lo contrario. Pero ni lo uno ni lo otro. Muchas veces se intenta avivar la congregación aumentando la velocidad de la pieza, pero en el fondo no hay nada, sólo hojarasca, cantar lento o rápido, es intranscendente, lo que importa es que sea de parte de Dios. Eso sí que la Biblia si dice que hay que alabar con jubilo.

LOS RITMOS: cada persona puede tener preferencias por cierto tipo de música o ritmos; pero muchos pretenden que a otros les guste lo que a ellos les gusta y desechen lo que ellos desechan. Bíblicamente no hay un tipo de ritmo establecido, aun cuando si menciona que un corazón contrito y humillado Dios no desprecia, como también el acercársele con un corazón perfecto. Es decir, con el alma, puede usar un ritmo a su gusto. El problema está en que usted utilice los ritmos con el único fin de hacer mover el cuerpo, como también deber tener en cuenta que la iglesia tiene el Espíritu, por lo tanto va a evaluar su espiritualidad.

LOS MENSAJES SUBLIMINALES: En muchas partes se escucha de congregaciones que tiene una lista de coros prohibidos por tener mensajes subliminales. La verdad es que la palabra hablada no tiene subliminales, estos los contienen los CD-ROM, CASETES, VIDEOS u otros. ¡Cuidado! Este hecho puede causar serios problemas con el dueño de la alabanza, puesto que él quiere determinado himno o coro y usted se cohíbe de hacerlo, por no herir susceptibilidad o conciencia débiles, puede herir entonces otra susceptibilidad peor, la de nuestro Dios.

LOS COROS-TRUCO O SALVAVIDAS: Pensamos, cuando nos encontramos emproblemados en la dirección de alabanzas, acudir a un coro salvavidas o truco, de esos que le gusta a la gente, para reanimar la dirección. Pero, como dijo alguien por allí, "la fiebre no está en la sábana".

QUERER SER DE BENDICIÓN: todos queremos ser de bendición, el problema está cuando hacemos de esto una preocupación, lo que se convierte en un impedimento espiritual para que Dios se manifieste, puesto que por estar preocupado por esto, dejamos de un lado lo más importante, que es honrarle. Libérese en el Nombre de Jesús, si usted adora con su alma, el Espíritu fluirá en usted y consecuentemente en la congregación. Despreocúpese de éste complejo y preocúpese por adorar a Dios con el alma, que entonces si, El se preocupará de que usted sea una bendición. Para adorar y alabar a Dios como él se lo merece.

MI ESPIRITUALIDAD ES CAUSA DE BENDICIÓN: Muchos deducen que si ayunan u oran un día seguramente Dios los va a usar, y que si no lo hacen sucederá lo contrario. Pues, la Biblia no dice eso. Lo que sí dice es "buscad a Dios mientras pueda ser hallado". Dios no es un títere, al cual va a obligar a que lo use o que lo bendiga porque ayunó u oro hoy. Ayune y ore pensando en buscar de Dios, llenarse de su presencia. No piense: Si ayuno me bendice, sino ayuno, no me bendice, pues esto es vivir por las obras, atándose a prácticas de las cuales Dios ya nos hizo libres. Realmente lo que va permitir que usted sea de bendición es su misericordia. Acuérdese que la misericordia de Dios es para siempre y que esa es la razón sublime por la que Dios lo usa, no su buen comportamiento.

Para terminar, quiero indicar, que debemos tener gran cuidado con estos prejuicios, complejos o ataduras, muchos de ellos provocados por nosotros mismos, porque en vez de seguir la palabra de Dios, seguimos costumbres, formalismos, mandamientos de hombres que nada tiene que ver con la verdad, mucho menos con la palabra de Dios, que es la verdad.

Sí le creemos a los complejos, seremos avergonzados puesto que "no movemos una hoja". Si le creemos a la palabra de Dios, seremos grandemente usados y siempre provocaremos en el pueblo de Dios una alabanza eficaz, poderosa, libre y espontánea que será de bendición siempre.

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