La "historia
detrás" de esta reflexión:
Me encontraba un sábado en un retiro que había hecho mi Iglesia y
en un momento que se hizo un "A solas con Jesús" me fui sola a
pensar. No podía orar, pero me quedé mirando y admirando todo lo
que había a mi alrededor, la naturaleza, el cielo, los sonidos...
De repente, tomé unos papeles y lápiz que tenía en mi Biblia (eran
mis herramientas indispensables), e inspirada comenzé a
escribir. Las palabras salieron solas y al final salió esto.
Había leído tiempo antes una reflexión en el libro de Og Mandino
llamado "El milagro más grande del mundo". La reflexión
se llama "Memorándum de Dios" y definitivamente tiene mucho que
ver en la creación de esta reflexión, aunque ésta es un poco
diferente el tema central y la extensión. En el momento
en que escribía me sentía muy inspirada en la creación de Dios.
Pensando en ti...
Pensando en ti... hice los cielos, las estrellas, el sol, el mar, las montañas, las
nubes, los valles.
Pensando en ti... hice este hermoso lugar en el que vives y llamas la Tierra.
Pensando en ti... creé el amor, la alegría, la paz, la bondad, la felicidad, la
sinceridad, la amistad.
Pensando en ti... te he dado la capacidad de pensar, elegir, sentir y procrear. Te di la
capacidad de ver el amanecer, de escuchar los pajarillos trinar, de oler el agradable
perfume de las rosas, de probar el delicioso sabor de la miel, de tocar la tierna y suave
piel de un bebé. Te di una extraordinaria sensibilidad para emocionarte al escuchar a un
niño cantar, al sentir la frescura del campo y ver a una mariposa posarse en una flor; al
observar cómo las gotitas de la lluvia caen del cielo sobre tu cabeza y sentir los rayos
del sol acariciando tu piel; al ver la profunda alegría de una madre que por primera vez
ve a su hijo y ver a una niña besando las flores y las muñecas; al ver al joven soñar y
al anciano recordar; al ver a una pareja de enamorados y al sentir el cariño de quienes
te rodean.
Pensando en ti... te di una inteligencia que sobrepasa la de cualquier otro ser viviente
en la Tierra. Tu cerebro es la estructura más compleja del universo. Está preparado para
archivar cada percepción, cada olor, cada sonido, cada experiencia que hayas vivido desde
el día en que naciste. Te he dado también un corazón fuerte, que segundo tras segundo,
bombea toda tu sangre y te permite seguir viviendo, sin fallarte. Te he dado muchos
órganos en tu cuerpo, que funcionan perfectamente para tu bienestar. Te di un espíritu
que pronto se reunirá conmigo.
Pensando en ti... te he dado la capacidad de ser feliz con las cosas sencillas de la vida,
de salir airoso en las situaciones difíciles, de sentirme cerca en todos tus momentos,
los alegres y los tristes.
Pensando en ti... he tenido compasión tantas veces y te he perdonado en tus errores. Para
mí eres como una delicada y frágil copa de cristal que cualquier golpe puede romper
fácilmente y por eso te sostengo bien en mis
brazos y tengo cuidado especial contigo. Siempre que te arrepientes, yo perdono tus
pecados, los echo al fondo del mar y no los recuerdo jamás.
Pensando en ti... entregué a mi Amado Hijo, a mi Unico Hijo, inocente de todas tus
debilidades, para que llevara en su espalda la cruz que representa la carga de cada una de
tus faltas y por ellas murió para que fueras limpio con su sangre. Comprendo que eres
débil, pero te he dado capacidad para elegir tenerme cerca y depender sólo de mi. Tienes
poder para alejar a todo enemigo que quiera hacerte daño y apartarte de mi. Tienes poder
para vencer la tentación. La decisión está en tus manos.
Pensando en ti... he creado una mansión celestial que supera toda la belleza que ves a tu
alrededor y toda la riqueza que he puesto en el mundo. He preparado para ti una corona con
piedras preciosas y unas vestiduras inmaculadamente blancas. Estarás vestido como el
digno Hijo de un Rey, pues lo eres. Tengo ángeles que velan hoy por ti y que pronto
escucharás cantando en alabanza por su Creador y tú te deleitarás. Mi Hijo también
espera por ti para darte todas las cosas maravillosas que yo he preparado para ti. Son
cosas que tu imaginación no alcanza a ver. Tengo un lugar para ti muy cerca de mi
presencia, pero la elección está hoy en ti. Sólo decide obedecerme, adorarme, servirme,
confiar en mí y ponerme en el primer lugar de tu vida y así recibirás todas las
bendiciones que Yo deseo que recibas.
Pensando en ti... he puesto a miles y miles de hermanos que te hablarán de mí e
infinitos lugares donde puedes encontrarme. Te doy todos los días de tu vida para que los
pongas en mis manos. Te recompensaré.
Pensando en ti he estado desde mucho antes de que nacieras, antes de que el Mundo fuera
mundo.
Estoy pensando en ti... porque TE AMO.
Yaz ©
24-mar-90
Copyright Yaz © 2001
Ultima actualización: August 24, 2001
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