"EL VIENTO EN LA ISLA"
de "20 poemas de amor y una canción desesperada":
"PARA QUE TU ME OIGAS"
"ME GUSTAS CUANDO CALLAS"
"PARA MI CORAZÓN"
"PUEDO ESCRIBIR LOS VERSOS MÁS TRISTES
ESTA NOCHE"
de "100 poemas de amor":
"DESDE HACE MUCHO TIEMPO
LA TIERRA TE CONOCE"
"El viento en la isla"
"El viento es un caballo
óyelo como corre
por el mar, por el cielo.
Quiere llevarme: escucha
cómo recorre el mundo
para llevarme lejos
Escóndeme en tus brazos
por esta noche sola,
mientras la lluvia rompe
contra el mar y la tierra
su boca innumerable.
Escucha cómo el viento
me llama galopando
para llevarme lejos.
Con tu frente en mi frente,
con tu boca en mi boca,
atados nuestros cuerpos
al amor que nos quema,
deja que el viento pase
sin que pueda llevarme.
Deja que el viento corra
coronado de espuma,
que me llame y me busque
galopando en la sombra,
mientras yo, sumergido
bajo tus grandes ojos,
por esta noche sola
descansaré, amor mío."
"Para que tu me oigas"
Para que tú me oigas,
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suave como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que
ocupas,
y están acostumbradas más que
tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú me oigas como quiero que
me oigas.
El viento de la angustia aún las suele
arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces
las tumban.
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones.
Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola
de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis
palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.
"Me gustas cuando callas"
Me gustas cuando callas porque estás
como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de
mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi
alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como
distante.
Y estás como quejándote, mariposa
en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio
tuyo.
Déjame que te hable también con
tu silencio
claro como una lámpara, simple como
un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás
como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
"Para mi corazón"
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
" Puedo escribir los versos más tristes esta noche"
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está
estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes
esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también
me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre
mis brazos.
¡La besé tantas veces bajo el
cielo infinito!
Ella me quiso, a veces yo también la
quería.
¡Como no haber amado sus grandes ojos
fijos!
Puedo escribir los versos más tristes
esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido,
Oír la noche inmensa, más inmensa
sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no
está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo
lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está
conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los
mismos.
Ya no la quiero, es cierto, ¡pero cuánto
la quise!
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de
mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la
quiero. ,
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta, la tuve
entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor
que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos
que yo le escribo.
"Desde hace mucho tiempo la Tierra te conoce"
Desde hace mucho tiempo la tierra te conoce:
eres compacta como el pan o la madera,
eres cuerpo, racimo de segura substancia,
tienes peso de acacia, de legumbre dorada.
Sé que existes no sólo porque
tus ojos vuelan
y dan luz a las cosas como ventana abierta,
sino porque de barro te hicieron y cocieron
en Chillán, en un horno de adobe estupefacto.
Los seres se derraman como aire o agua o frío
y vagos son, se borran al contacto del tiempo,
como si antes de muertos fueran desmenuzados.
Tú caerás conmigo como piedra
en la tumba
y así por nuestro amor que no fue consumido
continuará viviendo con nosotros la
tierra.