1 libra de maíz blanco
1 botella de leche
Azúcar y canela al gusto
Se lava bien el maíz y se limpia quitándole los
ojitos que tiene.
Se deja en agua desde la víspera.
En la mañana siguiente se pone a cocinar con agua suficiente.
Cuando esté blando se le agrega la leche y un punto de sal y se deja
al fuego, moviéndolo para que espese un poco.
Se le agrega una rajita de canela y se cocina hasta que ablande completamente.
Se le agrega azúcar al gusto.