INTRODUCCIÓNBIOGRAFÍAPÁGINA PRINCIPALCINEMÚSICARADIOTELEVISIÓNINTRODUCCIÓNBIOGRAFÍAPÁGINA PRINCIPALCINEMÚSICARADIOTELEVISIÓNENTREVISTASFOTOSENLACESAlvaro Escobar realizó estudios en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica y en el Club de Teatro de Fernando González. Ha participado en los montajes de "Rompiendo Códigos", "Tres versiones de la vida", “El abanderado” y “Versos de ciego”, de L.A. Heiremas; “Exilio” de James Joyce, “No es cordero, que es cordero”, de León Felipe y "Fando y Lis" de Fernando Arrabal.
La Tercera - 17 de Julio de 1999
Alvaro Escobar y Francisca Gavilán son los protagonistas de Fando y Lis.
El montaje ofrece al público la fuerza humana del texto y las cualidades de la puesta en escena.
Era evidente que Fando y Lis debía salir airoso de dos peligros que presentaba a primera vista este montaje que antenoche estrenó la debutante compañía Pequeño Teatro. Que el actor Alvaro Escobar mostrara la misma eficacia que ha exhibido en cine y televisión, pero ahora en el formato teatral y con el público a un metro del escenario. Y que Francisca Gavilán extrajera la capacidad expresiva de su personaje, pese a la total invalidez que sufrían sus piernas. Al mismo tiempo, la obra del español Fernando Arrabal fue un desafío para el director Sebastián Muñoz ya que el texto se desarrolla al interior de mundos que son simultáneamente concretos y alucinantes, donde las invenciones del cerebro compiten con el grito, el golpe, la manipulación y la muerte.
El montaje ofrece al público la fuerza humana del texto y las cualidades de la puesta en escena. Así, Fando camina por el derrotero circular que le toca vivir, al tiempo que empuja el coche donde yace Lis. Ambos van hacia un lugar ideal, tras el trozo mínimo de felicidad a la que ambos aspiran.
En su caminar, el dúo fabrica atmósferas que se acunan en los tiernos paréntesis del amor o revientan en las tempestades de la rabia, la angustia o el maltrato físico. En este trámite ambos actores responden.
Mientras Escobar ofrece un espectral Fando de reacciones que se mueven en arbitrarios ritmos e intensidades, Gavilán corta el interruptor que conecta el cerebro con los músculos de las piernas de Lis y logra darle gran expresividad al cuerpo inválido, mientras su rostro, muchas veces crispado, registra la sensación de indefensión pero también su capacidad de manipular.
A su vez, el director sortea la mayor de las veces la rutina del eterno moverse por una plataforma circular y enfatiza con rabia material los momentos de violencia de Fando contra Lis, para recoger después con fluidez a los personajes hacia los momentos serenos o hipócritas. Y al mismo tiempo permite que el coro que establecen los otros tres actores desdoblen en paralelo la alegría y la ansiedad de Fando y amplifique la resonancia de este hecho humano.
Este es un montaje que se plasma en la mente, más allá de la realidad,que se comunica a través de las emociones. Y eso se logró.
Fando y Lis. De Fernando Arrabal.
Director: Sebastián Muñoz
Con Alvaro Escobar, Francisca Gavilán y otros.
Centro Cultural Estación Mapocho.
Hay quienes ubican esta obra - escrita en 1956, a sus 24 años- entre las mejores de Fernando Arrabal. Eso, aunque ejemplifica poco el teatro pánico que creó y se alinea, más bien, en el absurdo existencial de Beckett.
Con ánimo provocativo, indaga en la relación hombre-mujer y en sus aristas sadomasoquistas y perversas a través de una imagen de pesadilla: el inocente y brutal Fando arrastrando a la paralítica Lis hacia una ciudad inalcanzable (¿la felicidad?)
Busco más información sobre su trabajo en el teatro.