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ANECDOCRONICAS DE PALLASCA/ Bernardo Rafael Alvarez
Friday, 21 April 2006
DON CAYO, HONRADEZ A PRUEBA DE ESCOBA
Uno de los personajes pintorescos que recordamos de los a?os 60 (probablemente desde antes ya se hacia notar), fue don Cayetano, mas conocido como "don Cayo". Nuestra infancia lo recuerda como un hombre bastante humilde, algo "rotoso" y, probablemente, victima de algun desorden mental (no nos consta). Lo que si resultaba evidente era que durante los dias domingos, muy temprano, se le veia con escoba en mano hacer el barrido de la Plaza de Armas, si no era con escoba de paja, era con la usual escoba de "cushmaycudo" que, segun se decia, era mas efectiva, porque sus tallos delgados eran mas fuertes y por consiguiente mas duraderos que la delicada paja con que se acostumbraba efectuar el aseo de casas y calles; claro que para su uso habia que inclinarse con cierta incomodidad. Pero, sabemos que cuando una cosa se hace con cari?o y buena voluntad, cualquier inconveniente se convierte en placer. Eso, sin duda, ocurria con "don Cayo". Lo que, ahora, nos apena sobremanera es no conocer su apellido. Alguien probablemente nos lo de a conocer. Por ahora nos importa la anecdota que vamos a referir.

Uno de esos domingos de barrido, don Cayo encontro en el piso, entre piedras y basura, un billete que, segun tenemos entendido, era de 50 soles que para entonces significaba una "millonada", considerando naturalmente la situacion miserable del autor del hallazgo. Ni corto ni perezoso, don Cayo fue a donde don Victor Alvarado, uno de los mas apreciados y respetados se?ores de Pallasca. "Mire, don Victor, le dijo, he encontrado este billete y no se a quien pertenece, pero supongo que algun dia aparecera su due?o. Cuando llegue, usted me hara el favor de entregarselo en mi presencia. Para entonces yo mismo vendre." Paso un mes y nada; otro mes y tampoco nada. Al tener la certeza de que nunca habria de aparecer la victima de la perdida, enfatica y sorprendentemente, le ordeno a don Victor: "Deme el billete en este momento!"

Cumplido el requerimiento, don Cayo procedio a realizar algo inesperado: rompio en cuatro pedazos el billete de marras; dio las gracias y se retiro a continuar con su rutina.

Posted by al4/alvarezbr at 11:10 AM EDT
Updated: Friday, 21 April 2006 11:33 AM EDT
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