DIOS DE ISRAEL
de Teresita Perez
(El pueblo antiguo de Dios,
el Israel literal,
recibió las instrucciones
de Dios, Padre Celestial.
Así también cada humano
literalmente está unido
a sus padres, mientras niño
y depende aún del nido.
Mas crece y se independiza.
Vuela lejos del hogar.
Regresa sólo si existe
un vínculo fraternal.
Y con el pueblo de Dios
ha sucedido igual.
Creció, y hoy se le llama
Israel espiritual.)
El Antiguo Testamento presenta a un Dios severo que escudriña, que condena. Destruyó pueblos enteros. Castigó ojo por ojo. Diente por diente sacó. Nadie se escapaba, porque la vara de hierro usó. Pero el Nuevo Testamento trae algo diferente: Misericordia, paciencia, y perdón para las gentes.
¿Cómo se puede explicar que muy severo trató al antiguo Israel, y que ha cambiado Dios? Y no solamente eso, sino que hablando de ellos tal parece que el Señor no piensa que fue severo. Maravillada quedé el día que leí el pasaje: "Cuando Israel era niño, con cuerdas de amor lo atraje." ¿No sería mejor decir que muy duro los trató, a base de sangre y fuego, y que nada toleró?
"Cuando Israel era niño," es la frase que me lleva a pensar como a mis hijos quizás parezca severa. Los atraigo con amor, porque a mis niños los quiero, y ellos respetan mi mano si aguanto un cinto de cuero. Pero llegado el momento que del nido han de volar, me tengo que conformar con sus propios pensamientos. Si de adultos les tolero lo que escojan y decidan, no es porque estoy ya de acuerdo con las sendas de sus vidas.
Hoy Israel no es niño. Adulto es que camina. Vino de un hogar muy bueno donde hubo disciplina. Allá lejos fue formado para emprender la carrera, pero no da el testimonio de aquella intrucción primera. No es Dios el que ha cambiado. Hemos cambiado nosotros. La infancia ya se hizo a un lado. Por eso el método es otro. Y éste es, nacer de nuevo, para regresar a donde nos espera nuestro Padre mirando hacia el horizonte.
Cuando Israel era niño pidió un rey para sí. Samuel lloró, y Dios le dijo: "Al que han dejado es a mí." Errante siguió Israel. El Padre a su Hijo envió. Cuando Israel mató al Hijo, Su Espíritu derramó. El Padre lo ha dado todo. No escatimó nada el cielo. Si se rechaza su amor; si Israel aún sigue ciego; si todavía se resiste; si al final no vuelve al Padre, entonces se lleva él mismo al pecado imperdonable. Pues si ramas verdaderas se cortaron por altivas, los gentiles injertados no escaparán con sus vidas.
Cuando Israel era niño no honró los Diez Mandamientos. De adulto hace lo mismo, pero se excusa diciendo: "Esa ley era judía." ¿Quién comprende esta arrogancia? Le encanta nacer de nuevo, pero detesta la infancia. Hipócritas, que predican de un púlpito deshonesto, que lo antiguo ya no cuenta, sólo el diezmo, por supuesto.
Israel, ya eres viejo. ¿Por qué sigues tan terrible? Insistes llenar la copa de una paciencia increíble. Responde al Consolador. No resistas. Di, "Me atrevo a volver a la niñez, pues quiero nacer de nuevo." Suplica, "Espíritu Santo, llévame al primer hogar, donde las cuerdas de amor yo las podía palpar. Llévame por los caminos donde de niño fuí infiel, que el pródigo ya es sumiso al Padre, Dios de Israel."
Referencias Bíblicas de las declaraciones de estos versos:
al pecado imperdonable. (Lucas 12:10)
"Al que han dejado es a mí." (1 Samuel 8:7-22)
"con cuerdas de amor lo atraje." (Oseas 11:1-4)
Cuando Israel mató al Hijo, (Lucas 23:33-34)
De adulto hace lo mismo (Nehemías 13:15-21)
donde hubo disciplina. (Hebreos 12:4- 8)
El Padre a su Hijo envió. (Mateo 5:17-19; 24:20)
entonces se lleva él mismo (Marcos 3:28-29)
Esa ley era judía." (Exodo 20:1-18, 16:4-5,14-30)
Hipócritas, que predican... que lo antiguo ya no cuenta, (Mateo 4:4)
Israel... no honró los Diez Mandamientos. (Jeremías 17:21-27)
Le encanta nacer de nuevo, (Ezequiel 20:12-13, 20)
los gentiles injertados (Romanos 11:11-24)
mirando hacia el horizonte. (Lucas 15:11- 32) "
no escaparán con sus vidas. (Hebreos 12:15-29)
pero detesta la infancia. (Nehemías 9:13-14, 16)
pero se excusa diciendo (Santiago 4:11) ¿Quién comprende esta arrogancia? (Deuteronomio 5:6-27)
si al final no vuelve al Padre, (Mateo 12:31-32)
sólo el diezmo, por supuesto. (Malaquías 3:6-12)
su Espíritu derramó (Hechos 2:17-21 y Joel 2:38-32)
Vino de un hogar muy bueno (Proverbios 3:11-12)
También: Génesis 2:2-3; Exodo 31:13, 16-17; Levítico 23:3, 37-38 y 23:32; Isaías 58:12-14 y 66:22-23; Daniel 7:25; Marcos 2:27-28, 15:42 y 16:1-2; Lucas 4:16, 23:56 y 24:27; Hechos 13:14, 27, 42, 44; 14:1; 15:21; 16:13; 17:1-3; y 18:4, 11, 28; Hebreos 10:28-29; y Apocalipsis 1:10, 12:17, 14:12 y 22:18-19.
Copyright 1992, 2020 © Teresita Perez
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