EL BEBITO DEL ESPEJO

de Teresita Perez

Mami me cargó en sus brazos y al espejo me llevó.
Y no sabiendo lo que era, a un bebito miré yo.
Me miraba intensamente. Que lindo que lo encontré.
Le sonreí de repente; y su risa contemplé.

Que bebito tan gracioso. Se parece a mi papá
cuando lo veo en el espejo que lo carga mi mamá.
Me fijé en su carita y me fijé en sus pies.
Eran los mismos de papi, diminutos a la vez.

Volví a mirar sus ojitos y me miraba él a mí.
Y lo encontré tan bonito que otra vez le sonreí.
Mami me llevó a mi cuna y gozoso me sentí
pensando en mi papito, que llevo muy dentro, aquí.

Cada mañana papito se levanta y va a mi cuna.
Está conmigo un ratico para que el dia no me abruma.
Si muy intranquilo me ve, le da gritos a mamita:
"Va a llorar el bebé. Atiéndelo... Teresita!"

Mami me carga ensequida y se vuelve hacia papá.
Me deposita en sus brazos y presurosa se va.
El me lleva hasta su cama. Me acurruca junto a él.
Me dice cuanto me quiere, y cuanto me va a querer.

Mi corazoncito salta oyendo su dulce voz.
Me río. Que alegría! Nos abrazamos los dos.
Y aquel abrazo quisiera durara una eternidad
porque en mi papi se encuentra toda mi felicidad.

Y es que eterno es el amor que por él llevo escondido
hasta el dia que yo hable y se lo diga al oído.
Y así al crecer, con el tiempo, llegaré a ser como él,
para que comprenda siempre que yo lo supe querer.

Porque en sus ojos he visto el alma de mi papá,
que me envuelve en alegría, en amor, ternura y paz.
Y el bebito del espejo que alegre me sonrió
se parece mucho a papi porque ese bebé... soy yo.


Copyright © 1978, 2020 Teresita Perez



English    Español