JESUCRISTO

de Teresita Perez

(Declaraciones extraídas del libro El Deseado De Todas Las Gentes)

Desde Sus más tiernos años
vivió Jesús, el Señor,
con el único propósito
de aliviar todo dolor.

Benefició siempre a otros;
y enseñó con humildad
el no honrar más a un rico
que a un pobre con dignidad

Ni aplausos, ni censuras,
ni ganancias, ni placer,
pudieron inducir a Cristo
a un pecado cometer.

Conoció las privaciones
pobreza y abnegación;
y las halló salvaguardas
contra toda tentación.

No tuvo horas vacías
que pudiera malgastar
con corruptas compañías
que le instaran a pecar.

La tentación, la pobreza,
adversidad y dolor,
disciplinas necesarias
fueron para el Salvador.

Desarroyó un cáracter
puro, firme y sereno
aunque vivió treinta años
entre viles nazarenos.
Porque no son el lugar,
la fama o el dinero,
lo que inspira a que un hombre
se someta a hacer lo bueno.

Fue la suerte de los pobres
la que quizo compartir;
y conoció las penurias,
cuidados, triste vivir.

No reusó ser responsable,
ni hacer trabajos pesados.
Y por experiencia propia
comprendió al desdichado.

Consoló y estimuló
a humildes trabajadores
haciéndose igual a ellos
al conocer sus dolores.

Y ahora tú que lo conoces
y lo deseas seguir,
estudia Su vida santa
y transformará tu vivir.

Y en pruebas que disciplinan
y pueden traerte llanto,
recuerda que está contigo
Aquel que te ama tanto,

que hará que tú también seas,
si quieres a Él pedirlo,
sabio en discernir el mal,
y fuerte en el resistirlo.


Copyright @ 1991, 2020 Teresita Perez




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