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Episodio 2
El regreso a la tierra de los dragones


Ninguno de los dos quería soltar al otro, como  temiendo perderse mutuamente.
-No puedo creer que estes aquí, conmigo...
Se separaron lentamente sin dejar un segundo de mirarse a los ojos.
-Te has convertido en una mujer bellísima... bueno, no quise decir que antes –Van no pudo evitar sonrojarse- Hitomi... no fui antes a buscarte, porque tenía mucho miedo.
-Miedo de qué?.
-De encontrarte con otra persona, de saber que me habías reemplazado. Hitomi, tienes o tuviste a otra persona?.
-No Van, ni un solo día desde hace 8 años he dejado de pensar en ti.
Él la tomó en sus brazos y se besaron suavemente por primera vez después de extrañarse cada segundo por 8 años.
-Hitomi
-Van
-Estás temblando, perdóname se me olvidó que los dos estamos en pijama y que hace mucho frío, jajaja, debes estar muerta de sueño.
-Un poco, jaja.
Caminaron a palacio, Hitomi pensaba en el hombre que tenía al lado, había crecido mucho, sus facciones eran más varoniles, su cuerpo estaba muy marcado, pero sus ojos color chocolate seguían teniendo la misma mirada tierna de siempre.

-Hitomi!!!!!!!!
Una mujer gato de cabello largo y rosado corría en dirección a Hitomi dando tumbos en el piso
-Hitomi!!!, eres tú??!!!!
-Merle!!!!
Merle y Hitomi se abrazaron, había sido tanto tiempo desde la última vez, Hitomi no cabía en sí misma de felicidad.
-Merle, que haces despierta??.
-Me despertó el ruido del pilar de luz, entonces te ví cuando ibas a la Luna Fantasma, sabía que tarde o temprano ibas a poder vencer todos tus miedos amo Van.
Hitomi, si que has cambiado, en un principio no te reconocí, pero quién más puede traer al amo Van con esa sonrisa?!!, te ves fantástica.
Una vez más, Van se sonrojó desviando rápidamente la mirada al suelo.
-Gracias Merle, tú también has cambiado muchísimo, cuando me fui eras apenas una niña, jeje.
- Cuando vi al amo Van envuelto en aquel pilar, no pude pensar en otra cosa aparte de que iba a traerte de vuelta, así que te preparé un cuarto, que bueno que no me equivoqué.
Hitomi se despidió de Van con un ligero beso mientras Merle la llevaba a su habitación.
Era color azul celeste, tenía fotos de planetas y  estrellas al parecer tomadas de un observatorio o algo así, las paredes estaban cubiertas con estas fotos.
Había una pequeña mesita de noche  que tenía un jarrón lila con jazmines dentro y una pequeña garrafa de agua.
La cama era lo más sorprendente, pues la colcha tenía galaxias dibujadas en ella las cuales se movían simulando ser reales.
-Qué cuarto tan raro, quién duerme aquí?
-Nadie, solía pertenecer a un pariente del amo Van, al cual le apasionaba el espacio y las estrellas, era un excéntrico, pero es la habitación que más me gusta, por eso quise que durmieras aquí.
- No sabía que Van tuviera parientes.
-Mmm... Si, su padre tenía un hermano, pero un día tuvieron una pelea y decidió irse, nunca más se ha vuelto a hablar de él.
Bueno, yo me voy a dormir, si necesitas algo, mi habitación esta en la tercera puerta al fondo del pasillo. Buenas noches Hitomi!!!, bienvenida!.
-Muchas gracias Merle, que duermas bien.
Hitomi seguía atontada por la magia que cubría la habitación, hasta que una visión rompió el encanto...
Estaba en la misma mazmorra del sueño, los mismos hombres entraban y se aproximaban a ella para llevarla a una especie de mesa de piedra, ella no se podía mover, y uno de los 3 encapuchados sacaba una daga de su cinturón y hacía un corte en una de sus muñecas para hecerla sangrar mientras los otros 2 encapuchados emitían cantos religiosos.
No!
Hitomi regresó a la habitación azul celeste.
No lo entiendo, creí que había sido un sueño.

Un pequeño rayito de luz que se había colado por la cortina despertó a Hitomi, la alegró percatarse que  su regreso a Gaea no había sido un sueño.
Abrió las cortinas para admirar lo mucho que había cambiado Fanelia, verdaderamente Van había hecho un excelente trabajo, Hitomi había visto Fanelia antes de ser destruida, pero su esplendor no se comparaba con el de esta nueva ciudad.
Salió de la habitación con la intención de recorrer el palacio reconstruido, y solo entonces tuvo una duda:
 Cómo es posible que la habitación azul celeste hubiera pertenecido a un antiguo pariente de Van y que no haya quedado destrozada junto con Fanelia,  yo misma vi como el palacio quedó completamente destruido.
Hitomi siguió caminando subiendo y bajando escaleras, había objetos rarísimos en todas partes, y muchísimas habitaciones, el castillo era tan inmenso que no pudo evitar extraviarse entre tantas puertas.
No sería raro encontrar algún pariente extraviado entre tantas habitaciones, jaja.
Entonces escuchó una voz aproximarse por el pasillo en el que estaba.
-Los consules al parecer tienen un disgusto con los Parelomus, parece que han invadido los campos de cosecha de las ciudades aledañas.
Reconocía esa voz... Allen!!!!
-Allen!!!
-Disculpa??.
Allen se veía casi igual a como ella lo recordaba, excepto porque se había dejado una barba de candado que le sentaba muy bien.
-Allen, no me reconoces??
-Hitomi?? Eres tú?.
-Si!
-Que sorpresa encontrarte en un pasillo de palacio!, jaja, te haz transformado como toda una mariposa, sabía que Van iba a poder traerte de vuelta, pero qué haces en esta sección del castillo?.
La pregunta hizo sonrojar a Hitomi, seguro Allen estaría pensando que era una metiche.
-Bueno... es que me perdí.
-No me sorprende, el palacio es inmenso, ¿ya desayunaste?.
-No
-Vamos
-Allen, con quién hablabas?
-Ahhh!!!, por poco me olvido!!!.
-Disculpa el descuido Kerkiabuk
Allen se inclinó en una caravana respetuosa a una diminuta persona parada junto a su tobillo
-Mañana terminaremos de discutir este asunto.
-Seguro Allen, no te preocupes, mucho gusto señorita.
-Mucho gusto!!.
Allen condujo a Hitomi hasta llegar a un gran comedor.
-Siéntate, los demás no tardan en aparecerse por aquí, tienes algún antojo en especial?.
-En realidad no conozco la comida de Fanelia.
-Que torpe soy, había olvidado que eres de otro planeta, entonces tendrás que dejarte consentir.
-Buenos días!!!
-Buenos días Merle
-Buenos días Merle
-Tenía la intensión de despertarte yo misma para que no te sientieras tan desubicada, pero te me haz adelantado, te despiertas algo temprano, me alegro que hayas encontrado a Allen en el camino. Después del desayuno voy a llevarte a la cuidad para comprarte ropa y para mostrarte como ha crecido Fanelia, Allen crees que por lo pronto le quede algo de la ropa de Celena??.
-Mmmm... supopngo.  Al parecer tienen la misma altura.
-Desde cuando se hacen reuniones en el comedor sin ser yo invitado.
-Vaaann!!!
-Podemos empezar a desayunar?, me muero de hambre, las juntas con el consejo son taaan cansadas!!.
-Pero, no vamos a esperar a Celena?.
-No, siempre se despierta muy tarde, ella misma ha pedido que no se le espere.
-Desde la ventana de mi habitación pude ver una especie de bosque con hojas color lavanda, podría ir a verlo después de desayunar?.
-Claro!!, tú no tienes que  pedir permiso para nada.

Después del desayuno como dijo Hitomi, fue a ver el pequeño bosque color lavanda.
En el aire podía olerse la magia, este bosque tenía algo impresionantemente especial, Hitomi lo supo desde que lo vió, entonces a sus pies pudo ver... mmm... en realidad no sabía que era, podría llamarse una especie de animal o algo por el estilo, porque era una esfera de pelo rosa pastel, con unos diminutos ojos negros y orejas de conejo, parecía herido porque no podía moverse, Hitomi lo tomó en sus brazos y lo llevó al castillo.


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